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DIOS TIENE EL CONTROL DE TODO

 

(Salmo 103:19)

 

Muchas veces la gente se pregunta: ¿Por qué Dios permite tal cosa? ¿Por qué no evita tal desgracia? o ¿Por qué no actúa ante tanta violencia y muerte? Sin duda que son preguntas muy importantes. Estas preguntas, alcanzan también a los creyentes, que en situaciones difíciles, suelen hacerlas. Pareciera que Dios es indolente e injusto a estas situaciones y que no hay respuestas a las preguntas, o que estamos abandonados a nuestra suerte. Lo que mayoría no tiene en cuenta es que Dios es soberano sobre todas las cosas y todo está bajo su control, tal como lo afirma el salmo 103:19. Él controla, permite y evita. Son tres realidades en la que Dios se suele manejar.

 

Cuando decimos que Él controla todas las cosas y están bajo su control, queremos decir, que para Dios no hay nada que no esté bajo su consentimiento y autoridad. Nada es ajeno a su santa voluntad. Nuestra mente humana considera que las guerras, las matanzas, las masacres, la pobreza y la riqueza, los terremotos, las desgracias mundiales, aún nuestras propias desgracias, no están consideradas por Dios y que todo sucede fuera de su control. Olvidamos muchas veces que, todas estas cosas son producto de nuestra desobediencia y alejamiento de Dios. Dejamos que Satanás actúe en nuestras vidas y en la sociedad. Dios sabe de todo esto, pero quiere que aceptemos que Él no lo ha provocado, ya que su amor siempre está presente, y que en algún momento intervendrá a nuestro favor. Es por eso, que es injusto, que en momentos de crisis, reaccionemos rápidamente contra Dios. Recordemos las palabras de Jesús: "Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; mas valéis vosotros que muchos pajarillos" (Lucas 12:7).  

 

Sí decimos que, Dios permite que sucedan ciertas cosas, es porque Él nos ha dado libre albedrío para actuar. Deja que lo que hemos querido hacer, así se haga. Recordemos que en el caso de Job (Job 1:8-12) y Jesús (Mateo 4: 1-11), Dios permitió que Satanás actuara libremente. Por supuesto, que había un límite. Hay cosas que Dios permite ciertas cosas, con el propósito de que el ser humano comprenda que todo lo malo que ocurre, es consecuencia de sus malas acciones, decisiones equivocadas, desobediencia a las leyes de Dios, práctica de la injusticia y violencia contra el prójimo. Muchas veces Dios utiliza cosas comunes en nuestras vidas para corregirnos y moldearnos. Dios quiere que seamos fieles y obedientes a sus mandamientos para gozar de una vida plena y agradable. Sin embargo, a pesar de esta triste realidad del ser humano, Dios está al tanto y no permitirá que las cosas vayan más allá de lo permitido. Debemos aprender de nuestros errores y desaciertos, y no echarle la culpa a Dios. En cada situación de nuestras vidas debemos reconocer la mano de Dios.

 

Por otro lado, hay momentos, en que ciertas circunstancias nos han de llevar a un desastre o desgracia, las cuales se nos escapa de nuestro control, y es ahí que acudimos a Dios para que evite tal desgracia, y de pronto, Dios actúa con mano poderosa, evitando tal situación adversa para nosotros. En ese momento, decimos que se ha producido un milagro, que Dios ha intervenido con mano poderosa a nuestro favor. En la historia salvífica, podemos comprobar cómo Dios ha actuado y evitado desgracias para su pueblo. Más aún, el hecho de que Jesús, Su hijo, fuera enviado al mundo para morir por nosotros, para nuestra salvación, evidencia que Dios quiso evitar que la humanidad siga yendo a su destrucción. Él ha evitado la condenación eterna y nos ha dado la oportunidad de ser salvos para siempre.

 

Estemos siempre dispuestos a aceptar que Dios tiene todo bajo su control. Que podamos aceptar su voluntad. Que a pesar de las dificultades que estemos pasando, demos gracias a Dios en todas las cosas y en todo momento. Amén.

Rev. Lic. Jorge Bravo C.

                                 


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