
ECHANDO A SATANÁS DE NUESTRO CAMINO
(Lucas 4:8)
Leyendo una reflexión matinal, encontré un relato de una pareja que viajaban en un bus, de pronto fueron asaltados por unos jóvenes, con arma de fuego y cuchillo. Cuando uno de los jóvenes se acercó a la pareja, pidiéndoles todo lo que tenían, el varón le dijo el texto bíblico en mención: ”Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás” (Lucas 4:8). De pronto, los jóvenes asustados, hicieron parar el bus y huyeron. Esta historia real, que sucede, no sólo en México, sino en cualquier país de Latinoamérica, me hizo recordar, las veces que me he enfrentado a Satanás, en situaciones de peligro, donde al invocar estas palabras de Jesús, Satanás huyó.
Una vez, en un sueño, Satanás quiso ahorcarme, yo reaccioné, colocando la Biblia sobre él y diciéndole: “fuera de mi Satanás”, de pronto huyó de mí. En otras oportunidades he sentido que Satanás aparece para hacerme daño o apartarme del Señor. Ante eso he clamado al Señor y he citado este texto bíblico que sirve de reflexión. A veces, no encontramos explicación el por qué nos sucede algo adverso o el por qué caemos en tentación. Lo que sucede es que dejamos que él actúe y no reaccionamos ante el ataque diabólico, quedando destruidos o aniquilados espiritualmente. El socorro oportuno de Dios viene cuando clamamos oportunamente a Él.
Estas historias sobre el socorro oportuno de Dios, reafirma que podemos echar de nuestro camino a Satanás. Hay muchas historias sobre cómo Dios ha enviado a sus ángeles ante el ataque de Satanás. Una joven, contaba que una noche, en un pasaje oscuro, aparecieron dos sujetos con intenciones de hacerle daño. Ella clamó al Señor y los tipos huyeron. Al ser detenidos, dijeron que vieron al lado de la joven a dos hombres altos y fornidos. Ella dijo, que no estaba acompañada por nadie. ¿Qué podemos decir ante esto? Sin duda, que ella comprendió que Dios acudió a su pronto auxilio, enviando a sus ángeles.
Siempre Satanás querrá aparecer en nuestro caminar y apartarnos del Señor. He ahí que debemos estar prestos a echarlo de nuestro camino, así como Jesús echó a Satanás de su camino. O como los relatos de personas que tuvieron la experiencia de la ayuda de Dios. Ante cualquier peligro, no debemos dejar que Satanás haga de las suyas con nuestra vida. Debemos echarlo de nuestra presencia, ya sea con una oración o con un texto bíblico.
Que el Señor nos libre de todo ataque del maligno y nos permita estar siempre preparados ante cualquier ataque diabólico. Amén.
Rev. Lic. Jorge Bravo C.
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