
LLEVANDO EL YUGO DE JESÚS
(Mateo 11:28-30)
Jesús, hace una pausa en su predicación de llamar la atención a las ciudades de Galilea y hace una invitación muy importante y muy particular. Invita a todas aquellas personas que se encuentran trabajados y cargados, cansados de sus trabajos y con cargas, a que vengan a él, para que descansen. Pero, hay una condición en la invitación: llevar su yugo y aprender de él que es manso y humilde, paciente y de corazón humilde. De esa manera, encontrarán descanso para sus almas. El yugo es fácil de llevar y ligera es la carga. Aquí nos encontramos con una ilustración propia del campo. El campesino para abrir surcos en la tierra utiliza a dos bueyes, unidos por un yugo. Ambos animales deben coordinar sus movimientos para lograr el objetivo. Si uno de ellos se dispara por su cuenta, el trabajo no se logrará. Jesús toma esta ilustración para hacer ver que, en el reino de Dios, es necesario que el obrero debe estar unido en yugo con Jesús, para lograr el propósito de proclamar la palabra de Dios a toda criatura. En yugo con Jesús, la tarea será más fácil y llevadera.
Esta ilustración, muchas veces se ha tomado a la ligera, sin valorar su verdadero significado. Siempre hemos pensado que es posible hacer la tarea solos. Confiamos en nuestras propias fuerzas y en nuestra fe. Por mucho tiempo, hemos dejado de lado esta invitación de llevar el yugo de Jesús. No hemos caminado en yugo con él, por lo que la tarea siempre ha quedado inconclusa. Nos preguntamos, a qué se debe, si hemos puesto el mayor esfuerzo en hacer la labor, hasta hemos dado los mayores recursos para lograr el cumplimiento de los objetivos. Sin duda que la respuesta ha de ser: no hemos caminado en yugo con Jesús.
Ahora bien, es bueno saber, qué es andar en yugo con Jesús. Si nos colocamos el yugo de Jesús, sin duda que todo será mejor y fácil. No habrá miedo ni temor. Si en algún momento flaqueamos y caemos, Jesús nos dará la mano y nos levantará; si dudamos Él nos alentará a seguir caminando. El enemigo no podrá atacarnos, en Jesús tenemos la protección. Toda la tarea será más fácil y tendremos tiempo para descansar los tiempos adecuados. La compańía en yugo con Jesús, nos permitirá estar confiados y seguros que los objetivos serán logrados. Todos los planes programáticos de la iglesia, si son puestos en las manos de Jesús y se decide caminar en yugo con Él, sin duda que lograrán sus objetivos. Hasta ahora, hemos caminado solos como iglesia, confiando en nuestros propios esfuerzos y recursos, y vemos que los resultados no han sido los mejores. Es hora de tomar la decisión de llevar el yugo de Jesús y caminar con Él.
Personalmente, considero que por mucho tiempo he caminado solo, sin el yugo de Jesús. A partir de ahora, he decidido llevar el yugo de Jesús y caminar con él, en el cumplimiento de la misión. Que nuestra actitud y oración, como Iglesia, sea el llevar el yugo de Jesús en el cumplimiento de la Gran Comisión. Amén.
Rev. Lic. Jorge Bravo C.
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