Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!

 

    HABILITADOS POR GRACIA

 

(Romanos 3:23-25; 5:1-11)

 

El apóstol Pablo en su carta a la comunidad cristiana que está en Roma, nos informa que nuestra situación con relación a Dios no es muy buena. Nos dice que somos pecadores, que nos hemos alejado de Dios, y por lo tanto, estamos destituidos de la gloria de Dios, más aun, la paga del pecado es muerte. El panorama en sí, es muy desolador, ya que esto implica andar de tumbo en tumbo por la vida, no tener ningún horizonte, que todo va de mal a peor, padecer enfermedades incurables, ver cómo la miseria ronda por nuestra casa, que cada vez el pecado nos arrastra a alejarnos más de Dios. Esta es nuestra condición de pobreza espiritual y material. Basta dar una mirada alrededor nuestro para comprobar esta triste realidad de muchas personas que viven en pecado, alejadas de Dios. 

 

Ahora bien, la Escritura nos dice que Dios es recto y justo (Romanos 3:23). También nos dice que todos hemos pecado, y que no somos aptos para estar en su santa presencia. Por lo tanto, estábamos condenados a la separación eterna de Él. Ante esta situación, no todo quedó ahí, Dios por su amor y su misericordia, envió a su Hijo a morar entre nosotros (Romanos 5:1-11). El Señor Jesús en su estadía con nosotros experimentó los sufrimientos y las tentaciones comunes a todas las personas, pero nunca pecó. Él decidió sufrir una muerte horrenda en nuestro lugar, pagando el castigo por nuestros pecados. Este hecho nos muestra el gran amor de Dios hacia nosotros los pecadores.

 

De ahí que, Cristo promete el perdón y la vida eterna a todo pecador que cree en Él y le sigue. Por eso, cuando ponemos nuestra fe en Cristo, somos adoptados como hijos de Dios, somos habilitados a recibir su Espíritu que viene a morar en nosotros, y quien nos bendice abundantemente con gozo, paz y dirección. Somos bienvenidos siempre al trono de la gracia, y tenemos acceso a Él en cualquier momento. Él promete escuchar y responder cuando le buscamos con un corazón arrepentido. Somos habilitados a vivir una vida cristiana, solo por gracia. Si bien antes estábamos inhabilitados de recibir su gracia o bendición, ahora Su gracia nos habilita y nos redime. En verdad, no merecemos la invitación del Señor para que nos unamos a Él. Sin embargo, por Su gracia, es amoroso y compasivo con nosotros. Ser habilitados por la gracia del Señor, es un privilegio muy grande, más aun, ser escuchados por Él, y saber que nos comprende y ama.
 

Oremos para que el Señor nos permita descansar en Su amor y disfrutar de una dulce comunión con Él. Amén.

 

Rev. Lic. Jorge Bravo C.

                                 


Copyright © 2018 Rev. Lic. Jorge Bravo-Caballero. Todos los derechos reservados.