Protagonistas Españoles
PROTAGONISTAS ESPAÑOLES
Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!

Beato de Liébana


Monje de la Montaña de Santander. Se distinguió en la lucha contra el adopcionismo junto a Eterio, obispo de Osma. Dedicó a éste sus 'Comentarios al Apocalipsis' (776), que sirvieron de base a diversos manuscritos de los siglos X al XIII, adornados con magníficas miniaturas de estilo mozáraba. El Padre E. Flórez dió a conocer el texto de los Comentarios en 1770. Volver

Alvaro Cordobés


Escritor mozárabe. Se esforzó por mantener la formación humanística latina entre los cristianos. Es autor de un Indiculus luminosus (854), contra el Islam y en defensa de los mártires, de una biografía de San Eulogio de Córdoba (860), de unas diez piezas poéticas y de un epistolario compuesto de veinte cartas, resultado de una polémica con su amigo Juan Hispalense. Volver


Fernán González


Primer Conde independiente de Castilla. En 929 regía ya el territorio de Lara, y más tarde acumuló los condados de Burgos y Alava. Acompañó a Ramiro II en sus campañas reconquistadoras (batalla de Simancas, 939), y repobló Sepúlveda (940). Llevó a cabo una política particularista frente a León, y enn 943 se rebeló junto con Diego Muñoz, con la intención de ligar hereditariamente Castilla a sus descendientes. Aunque fue encarcelado (944), recobró la libertad y en 946 el condado de Castilla, previo juramento de fidelidad al monarca. En 947 casó a su hija Urraca con el primogénito Ordoño III, tomó partido a favor de Ordoño IV, casado con la viuda Urraca, contra Sancho I, pero fue capturado por los navarros en Cirueña (960). Al año siguiente fue liberado por García Sánchez de Navarra y se trasladó a Burgos, de donde expulsó a Ordoño y le obligó a dejar a su esposa e hijas. Durante la minoría del nuevo rey leonés, Ramiro III, consiguió unificar las diversas circunscripciones castellanas y legarlas a su hijo García Fernández. Volver

Domingo de Guzmán, Santo (1170-1221)


Fundador de la Orden de Predicadores, o Dominicos. Estudió en la escuela episcopal de Palencia y se ordena sacerdote. En 1203 asiste a una embajada en el Norte de Europa y entra en contacto con los problemas de la sociedad cristiana de su tiempo. En este tiempo surge la herejía albigense (de la ciudad de Albi, Provenza) que se hace violentamente proselitista. La abstención del alimento, del matrimonio y de la concepción se convierten en doctrina, admitiéndose como buenos el suicidio, el amor libre y la homosexualidad. Domingo comprende la necesidad de llevar a cabo una misión de predicación basada en conocimiento de la fe y el desprendimiento de la riqueza.

A partir de 1215 agrupa a una serie de compañeros y expone sus ideas al Papa Inocencio III, quien confirma el carácter universal de la nueva Orden y la otorga un estatuto de vida evangélica inspirada en la regla de San Agustín. Inicia entonces una gran actividad encaminada a la fundación de conventos y a la predicación en toda Europa. Comienza a ganar adeptos entre los intelectuales de las Universidades. En 1218 funda en Madrid el monasterio femenino de Santo Domingo el Real y el convento de la Santa Cruz de Segovia. Durante los últimos años de su vida se dedica a corregir los excesos de los herejes valdenses y cátaros. Su actividad incesante le lleva al agotamiento físico y la muerte. Apenas ha dejado obras escritas.

En los últimos años de su vida sólo habla de Dios o con Dios. Es el restaurador de la vida apostólica en la Edad Media. Gregorio IX le canonizó en 1234. La Orden de Predicadores está constituída por tres ramas: frailes que viven conventualmente según las reglas dadas por el fundador; monjas contemplativas de clausura y seglare, cuyos miembros siguen individualmente o en comunidad las constituciones aprobadas por la Iglesia. Volver


Gonzalo de Berceo (1180-1246)

Gonzalo de Berceo es el primer poeta de nombre conocido en la literatura española. Escribió la casi totalidad de su obra en cuaderna vía y es el único representante identificado del mester de clerecía en el siglo XIII.

Nació en Berceo, en La Rioja Alta, y se educó en el monasterio de San Millán de la Cogolla. Figura como diácono en 1221 y como clérigo secular en 1228. En 1237 era preste y en 1246 firma aún como testigo en cierto documento. De esto deducimos que nació hacia 1196-98. Debió morir a mediados del siglo, antes de 1264. En ocasiones, se le ha asociado con el obispo don Tello, hombre de confianza de Alfonso VIII e impulsor del Estudio General de Palencia; otras, se le ha considerado notario del abad Juan Sánchez. Ambas hipótesis carecen de fundamentos sólidos.

Sus obras pueden dividirse en: a) hagiografías (vidas de santos), como la Vida de San Millán de la Cogolla, Vida de Santo Domingo de Silos, Martirio de San Lorenzo y Poema de Santa Oria, b) poemas marianos, como los Milagros de Nuestra Señora, Loores de Nuestra Señora o Duelo de la Virgen y c) otras, como El sacrificio de la Misa, Signos que aparecerán antes del juicio final y tres Himnos. Volver


Raimundo de Peñafort, San (1180-1275)


Jurista y canonista. Estudió en la Universidad de Bolonia, y allí enseñó de 1218 a 1221. En 1222 ingresa en la Orden de Predicadores. Fue nombrado penitenciario papal por Gregorio IX en 1230, y escribe el 'Liber Extra' o colección de Decretales de Gregorio IX.

En 1226 regresa a España y es nombrado general de su Orden. Deja el cargo en 1240 para dedicarse a la conversión de moros y judíos. Entre sus amigos estaban Gregorio IX, Jaime I el Conquistador y Santo Tomás de Aquino. Fue canonizado en 1601. Sus obras más destacadas son 'Summa Iuris canonici', que no completó. 'Summa de casibus poenitentiae', que sirvió de guía práctica para los confesores; 'Summa de matrimonio'. Se le han atribuído muchas obras, entre ellas 'Tractus de bello et duello'. En su obra se refleja el movimiento canonístico que va desde el Decreto de Graciano a Gregorio IX. Influyó en posteriores canonistas y moralistas. Volver

Ramón de Bonifaz (1196-1256)


Marino español, al servicio de Castilla. Fernando III le encargó en 1247 la organización y dirección de la escuadra que intervino en la conquista de Sevilla. La tradición se ha considerado como el creador de la marina de Castilla. Volver


Raimundo Lulio (1235-1316)


Poeta y filósofo español. Pasó la primera mitad de su vida en la disipación y en los placeres de escandalosa galantería. Pero a los 30 años, aunque casado y padre de familia, renunció al mundo y tomó el hábito franciscano. A partir de este momento consagró su vida a una cruzada espiritual, a convertir a los infieles, no por la fuerza de las armas, sino con los argumentos de la razón. Con este fin aprendió las lenguas orientales y se dedicó al estudio de la Lógica. Ideó un sistema que llamó 'Ars magna', que presentó como método para encontrar la verdad y probarla automáticamente. Consistía en una combinación de conceptos referentes, en su mayor parte, a Dios y al alma, fomando unas tablas que podíannn manejarse como un simbolismo matemático para hallar y demostrar los atributos de Dios. Después de enseñar su método en Montpellier, Roma, París y Génova, en 1289, cansado de las repulsas de los soberanos y de los Papas, a quienes había pedido auxilio para su cruzada espiritual, e indignado, pero no desesperado, por haber oído al Papa Benedicto VIII calificarle de loco, resolvió llevar a cabo, sin auxilio de nadie, el apostolado con que soñaba. Con tal resolución partió para Túnez en 1292 y obtuvo un triunfo completo sobre los filósofos averroístas. Desde allí fue a Bona y Argel.

En 1315 volvió a Túnez, donde según cuenta la tradición fue muerto a pedradas por los habitantes de la ciudad. Un buque genovés recogió su cuerpo llevándolo a Mallorca donde fue inhumado. Las obras principales de Lulio son 'Llibre de contemplació en Deu', 'Ars Magna', 'Ars generalis ultima', el libro místico 'Llibre de amic e amat' que forma parte de su novela filosófica 'Blanquerna'. Como filósofo su reputación no tuvo límites, tanto en Europa como en Africa, pero solamente dejó un simpre recuerdo en los anales de la filosofía. Se puede decir que fue un gran filósofo que legó al mundo una pequeña filosofía. Su formación era profundamente franciscana, con cierta base platónica y agustiniana, culminando en una mística. Hay una clara primacía del saber teológico sobre toda otra ciencia. Como químico descubrio algunos productos, que mas tarde sirvieron como base para iniciar y afianzar un gran número de adelantos. A este respecto los histoiradores de la química cuentan a Raimundo Lulio entre los padres de la misma. Como poeta, su poema 'Desconsuelo' es las más alta revelación del espíritu de Raimundo Lulio. Es uno de los monumentos de la literatura del siglo XIV, y la primera gloria de la poesía de Mallorca. Lo que más destaca en definitiva es su gran personalidad. Este Doctor Iluminado, con cuyo nombre se le llegó a conocer, gozó de gran admiració en su época y en tiempos posteriores.


"Si hay en la Edad Media una creación original, completa y coherente en todas sus partes, es la de nuestro mallorquín, 'hombre de genio verdaderamente divino', como le llamara Giordano Bruno". (Men. y Pelayo) "Reunía en su persona la pasión del saber enciclopédico del siglo XIII, y el espírity visionario, aventurero y teosófico del XIV. Dos siglos antes que Colón soñó con nuevos mundos. Su poesía sutil y vigorosa todavía nos conmueve poderosamente, su 'Libro del Amigo y del Amado' es una de las grandes obras de la España mística; imitó a los místicos musulmanes y sobre todo a Abenarabi de Murcia, y al par que San Vicente Ferrer con respecto a los judíos, constituye Lulio un ejemplo admirable de la ardiente fe católica española, que llega hasta el sacrificio entero y hasta el martirio a la vez que significa la más generosa comprensión del infiel, tratándole por la persuasión y la caridad. Descartes, que en su 'Discurso del Método' dedica una despectiva alusión a Lulio, pudo dignarse de haberlo conocido mejor; en realidad en su 'Ars Magna' ha forjado Lulio un proyecto tan grandioso como el del príncipe de los filósofos modernos. Aún hoy en Mallorca circula su obra en la que todavía se respira la nobleza, la poesía, la sabiduría y los presentimientos de la Edad Media cristiana." Volver


Arnaldo de Vilanova (1238-1311)


Médico y teólogo espiritualista laico, nació probablemente en Valencia y murió en un naufragio frente a Génova. Estuvo en buena relación con la casa real aragonesa, asistió en su última enfermedad a Pedro III y fue médico de Jaime II. Asistió también como médico al papa Urbano VIII. Había aprendido medicina en Montpellier, y teología con los dominicos, y siguió en su opiniones reformistas el espiritualismo visionario de Joaquín de Fiore. Su 'Rahonament d'Avinyó', interpretación religiosa de ciertos sueños del rey Federico II de Sicilia, hermano de Jaime II de Aragón, le indispuso con éste. Temperamento inquieto y dado a interpretaciones apocalípticas, explicó en París sus ideas, y en 1299 los doctores de la Sorbona le hicieron encarcelar. Bonifacio VIII y Clemente V le protegieron. Poseía al parecer el hebreo y utilizaba fuentes griegas. En latín escribió varios tratados médicos: El más famoso, 'Antidotarium'. Se le han atribuído varias obras filosófico-teológicas y de alquimia, publicadas mucho después de su época, entre ellas 'Thesaurus thesaurorum' y 'Novum lumen'. Volver

Alfonso X el Sabio (1252-1284)


Rey de Castilla, hijo de Fernando el Santo. En política fue un Rey débil e indeciso, ante las sublevaciones de la nobleza y las guerras civiles que tuvieron lugar durante su reinado. La gran empresa de este Rey fue en el campo de la cultura. Bajo su dirección y participación directa, la ya famosa Escuela de Traductores de Toledo alcanzó renovada gloria intelectual al dedicarse a traducir ahora al romance castellano, y no al latín como antes, las aportaciones más importantes de la cultura y civilización islámicas. Para ello reunió el Rey un brillante grupo de cultos traductores judíos, árabes y cristianos. Sin embargo, continuaron haciendo también traducciones en latín y en otras lenguas vulgaes con objeto de propagar la cultura a otros países.

El célebre astrónomo Copérnico, tres siglos más tarde, estudiaba las Tablas astronómicas alfonsíes, y las anotaba de su puño y letra. Entre las traducciones hechas que tuvieron amplia divulgación en toda Europa se encuentran Calila e Dimna, colección de cuentos orientales derivados principalmente de la colección india Panchatantra, y también la Disciplina Clericalis, de Pedro Alfonso. El médico judío Abraham el Alfaquín de Toledo tradujo el Libro de la Acafecha, de Azarquiel, el célebre astrónomo de Córdoba. Alfaquín también tradujo al castellano el Libro de la Escala de Mahoma, un antecedente de la Divina Comedia del Dante.

La Crónica General y la Grande e General Estoria, la primera sobre la Historia de España y la segunda sobre la historia universal, inician un nuevo y revolucionario período de la historiografía española al ser escritas por primera vez en lengua castellana con dignidad literaria. Con ellas nace la prosa escrita en lengua romance. La Crónica General es de importancia capital para la historia literaria porque los poemas de Fernán González, el Cid, el Cantar de Zamora, asi como las leyendas de los Infantes de Lara y Bernardo del Carpio aparecen prosificados. Esta fusión de la épica y la historia es caso único en la literatura europea. Así se crea la prosa histórica castellana antes que en ninguna nación de lengua romance.

Las Siete Partidas: El Rey Sabio dirigió la compilación de las leyes de Castilla, constituyendo éste el primer código legal escrito en lengua moderna, y fuente de derecho de España, Hispanoamérica y el suroeste de los EE UU. Las Partidas muestran un notorio espíritu de justicia y tolerancia hacia los musulmanes.

Las Cantigas de Santa María: Esta es su gran obra poética. Es una colección de 402 composiciones, escritas en gallego, ya que esta lengua se prestaba más que el castellano a la poesía lírica. Los temas están tomados de las leyendas y hechos de la tradición religiosa española y algunas de la literatura devota de la Europa del siglo XIII. Muchos de los temas de las Cantigas han sido fuentes de inspiración del teatro español clásico y romántico. Volver


Infante Juan Manuel (1282-1349)


Escritor castellano, sobrino de Alfonso el Sabio. Su vida transcurre en un período de gran agitación. Participa en la Reconquista, hasta que se retira para dedicarse exclusivamente a su obra literaria, acabando sus días en un monasterio de Peñafiel. Entre sus obras están: Libro del cavallero e el escudero, de tema caballeresco. Libro de los Estados, y el más importante, Libro de Patronio o Conde Lucanor, collección de ejemplos recogidos de la tradición castellana y de apólogos árabes. El esquema de esta obra es simple: Lucanor pide consejo a Patronio, que responde con una fábula, para dejar al final impresa en unos versos la moraleja, que podemos extraer con la sola lectura del cuento o fábula. Más que en la originalidad de los temas, el valor de esta obra reside en el estilo, cuyo rasgo más característico es la concisión y la claridad, pues su propósito era didáctico y precisaba servirse 'de las menos palabras que pudiere'. Pero es un escritor aristocrático, de elegancia y finura que le impiden expresiones populares. El valor de la obra se ve acrecentado por la aparición de la prosa narrativa: cuida escrupulosamente la estética, selecciona su vocabulario, y evita toda expresión que no sea producto de una reflexión atenta. Los argumentos de sus cuentos han inspirado a Shakespeare, Cervantes y Calderón. Don Juan Manuel anticipa en esta obra el género novelesco en Europa. Volver


Arcipreste de Hita (1282-1350)


Poeta medieval español, de nombre Juan Ruiz. Hombre inteligente y docto, muy entendido en Derecho Civil, Canónico y en la Sagrada Escritura, poseía toda la erudición latino-eclesiástica conocida en su tiempo, y conocía todas las obras que hasta entonces se habían escrito en lengua vulgar. Al parecer gozó de un gran prestigio moral, ya que el cardenal Albornoz le encomendó la difícil tarea de fiscalizar la vida licenciosa de los clérigos de Talavera. Basándose en sus experiencias y observaciones mientras desempeñaba esta labor, escribió la obra De cómo clérigos e legos e frayles e monjas e dueñas e joglares salieron a recibir a Don Anno.

Las reacciones a la publicación de esta sátira mordaz no se hicieron esperar. Las protestas de los que se veían reflejados en la obra provocaron la reclusión del poeta en el convento de San Francisco en Guadalajara. Tomando como punto de partida su sátira anterior, escribe durante su cautiverio la obra que le inmortalizará y le convertiría en uno de los escritores europeos más importantes de la Edad Media: El Libro del Buen Amor, que es la única obra suya que se conserva. Este extenso poema constituye una de las obras capitales de la literatura medieval castellana, destacando tanto por su variedad en la forma como en el fondo. La temática del poema es muy variada, alternando partes líricas, narrativas doctrinales, parodias de poemas épicos, etc. Casi todos los episodios están narrados en primera persona, lo que ha dado lugar a que se consideraran autobiográficos. Las intenciones con las que el Arcipreste escribió el libro son confusas. Por una parte intenta satirizar y denunciar la mala vida de los clérigos de la época, y por otra moralizar. Lo cierto es que el Libro del Buen Amor compone un cuadro total de infinita variedad, religioso y profano, jocoso y apasionado, sincero y doliente, ofreciendo una visión compleja del mundo de su tiempo. (Biografías Universales)


"El Greco se queda corto en pintura para lo que en Literatura es Juan Ruiz... No sólo es el primer poeta de su siglo, sino de toda la Edad Media española, y fuera de España tan sólo el Dante puede con él emparejar.. El Libro del Buen Amor, como dice Menéndez y Pelayo, es la Comedia Humana del siglo XIV, y la epopeya cómica de la Edad Media". Volver

Francesc Eiximenis (1325-1409)


Fraile franciscano y polígrafo catalán. A mediados de 1374 recibió el grado de maestro en Teología por la Universidad de Tolouse y hasta 1383 permaneció en Barcelona ocupado en la redacción de 'Lo Chrestiá'. Aquel mismo año se trasladó a Valencia, ciudad en la que residió hasta 1408. El Papa Benedicto XIII lo convocó al Concilio de Perpiñán; nombrado patriarca de Jerusalén, en diciembre de 1408 fue consagrado obispo de Elna. En sus escritos, de carácter religioso o moralizador, ofrece un vasto fresco de la vida catalana en las postrimerías del siglo XIV y una de las más conseguidas obras de la prosa catalana. Su libro de mayor ambición es la composición enciclopédica titulada 'Lo Chrestiá', exposición del dogma y la moral cristianos, de la que se conservan cuatro libros de los trece que debían formarla. Otras de sus producciones importantes son el 'Libre dels angels' (1392), el 'Libre de les dones' (1396), donde ejemplariza con anécdotas e historietas algunos vicios femeninos, y la 'Vita Christi' (1397). Obras menores son el 'Tractat de contemplació', el 'Cercapou' y la 'Doctrina compendiosa'. Volver


Pedro Lopez de Ayala (1332-1407)


Gran poeta español del Mester de Clerecía. En la turbulencia de su tiempo, tomó partido primero por Pedro el Cruel y después en el bando de Enrique de Trastamara. En la batalla de Nájera cayó prisionero del Príncipe Negro. Más tarde, en 1385, cuando luchaba al lado de Juan I en la batalla de Aljubarrota, fue nuevamente apresado por los portugueses, que le mantuvieron encerrado en una jaula de hierro durante 15 meses. Durante este cautiverio escribió parte del 'Rimado de Palacio' y 'Libro de Cetrería'. Al regreso fue nombrado por Enrique III el Doliente canciller mayor de Castilla. Pedro López de Ayala nos ha legado una amplia producción literaria sobre los temas más variados. Tradujo 'Los morales de San Gregorio' y 'De constantia animi'. Como poeta nos dejó 'Rimado de palacio'.

En la primera parte hace una exposición de la doctrina cristiana, en la segunda una sátira político-social en contra de mercaderes, abogados y judíos; la tercera, en una larga exposición de las obras de misericordia, de los vicios y de las virtudes del mundo; la cuarta se centra en una dura crítica contra el cisma occidental; y finalmente una serie de cantigas religiosas y líricas. Consta de unos ocho mil versos. Como historiador, es autor de cuatro grandes crónicas sobre los reinados de Pedro I, Enrique II, Juan I y Enrique II el Doliente. La crónica de Pedro I es la que le dió mayor popularidad; sin embargo escribe como gran prosista en lo que se refiere a Juan I. En ellas nos muestra sus grandes dotes como conocedor de los tipos humanos y escelente moralista. Las crónicas has servido como punto de inspiración para numerosas leyendas y piezas de nuestro teatro. Volver


Nicolás Eymeric


Llegó a ser el hombre más odiado del siglo XIV...Fue autor de unos treinta y siete libros sobre ciencias físicas, códices de Lógica, comentarios sobre los Evangelios, sermones, más once tomos de Teología. No obstante, la obra que le proporcionó la admiración de la Edad Media, y el desdén y mala inteligencia de épocas posteriores, fue su Directorium Inquisitorium". Volver


Pere Serra (1345-1406)


Pintor, miembro de una familia barcelonesa, símbolo del carácter artesanal de los oficios artísticos de la Edad Media. Dominó la producción pictórica del reino de Aragón durante la segunda mitad del siglo XIV. Entre sus obras están el 'Retablo de la Seo de Manresa'. Se le atribuyen el 'Retablo de San Lorenzo de Muruyns, y el de 'Todos los Santos', de San Cugat del Vallés. Volver


San Vicente Ferrer (1350-1419)


Teólogo y orador, nació en Valencia. Desde temprana edad manifestó dotes de taumaturgo. En 1367 ingresó en la Orden de Predicadores. Influyó poderosamente en las corrientes ideológicas de su Orden. Enseñó en Lérida en 1370-71, y de esta fecha son sus tratados 'De supositionibus terminorum' y 'Quaestio solemnis de unitate universalis'. En 1377 estudió en Tolosa, y a su vuelta entabló amistad con Pedro de Luna y fue enviado a la corte de Pedro IV con el fin de atraer a Aragón a la obediencia de Avignon, de cuya legitimidad se convirtió en ardiente defensor. En 1398 una grave enfermedad le puso al punto de morir. Curado milagrosamente, se sintió llamado a predicar la penitencia y a preparar a los hombres para la llegada del Juicio Final.

Durante más de 20 años recorrió los caminos de Europa, clamando contra la decadencia de las costumbres y la debilitación de la fe. Vicente, al frente de su compañía de flagelantes, difundió sus maravillosas predicaciones y sus asombrosos milagros. Vuelto a España recorrió la Península incesantemente, haciendo tantas conversiones que fue llamado el 'Apostol de los Judíos'. A la muerte de Martín el Humano se presentó un grave problema de sucesión al trono catalano-aragonés. Para resolver el problema se nombraron tres compromisarios por cada uno de los tres estados que formaban la corona: Cataluña, Aragón y Valencia. Los parlamentarios se reunieron en Caspe, bajo la presidencia de Vicente Ferrer. Tras largas deliberaciones emitieron sentencia en favor de Fernando de Antequera, quien ocupó el trono de Aragón. Cuando su amigo Pedro de Luna fue elegido papa con el nombre de Benedicto XIII, uno de los primeros actos del pontífice fue llamar a su lado a Vicente. Fue maestro del Sacro Colegio, confesor del santo padre y capellán penitenciario. Confiaba que se pusiera fin al cisma de la cristiandad, pero cuando en el Concilio de Constanza Benedicto XIII se negó a abdicar, Vicente, que había sido su más ardiente defensor, se separó de él. Vicente no asistió al Concilio, sino que continuó su obra de apostolado por Europa. Entre sus principales obras están sus 'Sermones', 'Tractatus vitae spiritualis', 'De moderno ecclesiae schismate', 'De unitate'. Volver


Marqués de Villena (1384-1434)


Escritor y alquimista, de nombre Enrique de Aragón. Descendía de los Reyes de Aragón y Castilla. Ingresó en la Orden de Calatrava, siendo elegido Gran Maestre de la misma en el capítulo celebrado en Toledo en 1404. En 1414 fue desposeído del cargo, acusado de hechicería. Desde entonces se retiró a su señorís de Iniesta, donde la alquimia y las letras ocuparon los últimos años de su vida, acortados por su desmedida afición a los placeres de la mesa y del amor. El marqués de Villena fue uno de los personajes más interesantes de la Edad Media. Tanto en vida como después de su muerte inspiró multitud de leyendas. Su labor literaria fue más importante que la científica. Era experto conocedor del griego y del latín, correcto en el estilo y narrador ameno.. Juan III ordenó que sus obras fueran expurgadas. Entre las que han llegado hasta nosotros, están 'Arte de trovar', interesante por sus noticias acerca de los consistorios de la 'Gaya Ciencia'.

'Los trabajos de Hércules', escritos primero en catalán y luego traducidos al castellano por el mismo autor. 'El arte cisoria o Tratado del Arte de cortar con el cuchillo', el más antiguo de su género conocido en España, muy importante para el estudio de las costumbres medievales. Hizo varias traducciones de 'La Divina Comedia', de Dante; la 'Retórica' de Cicerón; la 'Eneida', de Virgilio. También se le atribuyen varios tratados de astrología y alquimia. Volver

Ausias March (1397-1459)


Poeta catalán, hijo de noble familia de poetas. Fue halconero mayor de Alfonso V el Magnánimo. En 1419 fue armado caballero, participando en las expediciones a Córcega y Cerdeña, y en 1424 en la empresa contra los piratas en Sicilia y Norte de Africa, retirándose después a Gandía, dedicándose al cultivo de las letras y a la administración de sus bienes, sin dejar de prestar servicios al rey que le recompensa en honores y distinciones. Goza también de la amistad del rey de Navarra, con quien mantiene relaciones literarias. En 1437 casa con la hermana de Joanot Martorell, afamado autor de 'Tirant lo Blanc', siendo tirantes y hasta violentas sus relaciones con esta familia. Aunque no tuvo hijos de este matrimonio, ni del segundo, se sabe que tenía cinco hijos bastardos. Nos han llegado 138 poemas en catalán, lengua que por primera vez se utiliza en la rima. Su obra se ha dividido en cuatro grupos: Cantos de amor, Cantos morales, Cantos de muerte y Cantos espirituales. El amor, intelectualizado e idealizado, es su tema más constante. Detrás de sus especulaciones, siempre hay una dama a la que sólo puede acercarse en estado de perfección moral. Volver

Arcipreste de Talavera (1398-1470)


El más importante prosista de la lengua española en el siglo XV. Su nombre era Alfonso Martínez de Toledo, y fue capellán del Rey Juan II. Su obra más importante fue el Corbacho o Reprobación del amor mundano. Consta de cuatro partes: La primera es una exposición doctrinal sobre los pecados que se derivan del amor mundano o loco amor; la segunda es una sátira alegre y desenfadada contra las malas e viciosas mujeres; la tercera pretende ser un estudio psicobiológico en el que se pone en relación el amor y el temperamento o complexiones de los hombres; la cuarta es una apología del libre albedrío. La parte más interesante es la segunda.

En ella el autor, con la más fina ironía y con una gracia y un sabor popular desbordantes, trata una serie de cuadros, más o menos familiares, en los que las mujeres muestran sus habilidades para conseguir los fines que se proponen. Destaca sobre todo en esta parte el estilo literario. De un lado, se aporta una gran base de habla popular, constituída por refranes, exclamaciones y giros tomados directamente del lenguaje callejero.Esto le da a la obra una frescura, un ingenio y una vivacidad popular inigualables. Por otro lado se nota la formación humanística del Arcipreste en su lenguaje y estilo más cultivado que adopta según lo demandan las circunstancias o los temas de la obra. Las influencias que pueden notarse en la obra son puramente españolas, entre ellas las del Arcipreste de Hita y la del valenciano Francisco de Eximenis. Escribió otras obras, como Atalaya de Crónicas, y una Vida de San Ildefonso y San Isidoro. (Biografías Universales) Volver


Marqués de Santillana, Iñigo López de Mendoza (1398-1458)


Santillana, Marqués de (1398-1458) Poeta, humanista y político. Don Iñigo López de Mendoza fue una de las figuras más importantes del prerrenacimiento español. Recibió desde niño un esmerada educación y adquirió una vasta cultura, llegando a dominar el latín, italiano, francés, catalán y gallego. Participó muy activamente en las diferentes contiendas que tuvieron lugar en su época, concretamente contra Navarra y contra los musulmanes. Pero su vocación consistía en la realización de una extensa obra literaria en verso y prosa, en la que se encuentran las mejores piezas de su época.

Entre sus obras más importantes están 'Carta Proemio al Condestable de Portugal', una de sus primeras composiciones. Sintió una viva curiosidad por el refranero y sus 'Refranes que dizen las viejas tras el fuego'. Pero su auténtico genio creador está en sus composiciones poéticas. Las 'Canciones, decires y Serranillas' pertenecen a sus poemas de tipo provenzal. 'La comedieta de Ponza' y 'El Infierno' son sus poemas más extensos. 'La Defunción de Don Enrique Villena', 'La Coronación de Mosen Jordi' pertenecen al grupo de poemas alegórico dantescos. Además de la influencia de Dante, también se dejó influir por Petrarca, como en 'Triunfete del Amor' y los cuarenta y dos 'Sonetos fechos al itálico modo'. Pertenecen a sus poemas doctrinales 'Diálogo contra Fortuna', 'Doctrinal de Privados', (contra Don Alvaro de Luna), y los Proverbios, una de sus obras más importantes Volver


Alvarez de Villasandino


Poeta castellano, el más ampliamente representado en el Cancionero de Baena. Fue un poeta de transición entre el siglo XIV y XV. Sus versos están llenos de galleguismos, y en el Dezir a la muerte de Enrique III se encuentran innovaciones de la escuela alegórico-dantesca. Su condición fue casi la de un juglar: componía poesías de encargo y fue trovador de moda en la corte castellana de Enrique II y Juan I y en la aragonesa de Fernando de Antequera. Volver


Beato Alvaro de Córdoba


Dominico español. Predicó en España e Italia, y viajó por Tierra Santa. A su regreso se le nombró confesor de la reina Catalina de Castilla y preceptor del príncipe heredero Don Juan. Retirado a hacer penitencia, rehusó el cargo de prior que le ofreció el rey Juan II al fundar el convento de Scala Coeli. Volver

Juan Alfonso de Baena (1406-1454)


Poeta judío converso de la corte de Juan II, de quien fue secretario. Recopiló en el cancionero que lleva su nombre (1445), dedicado al Rey, composiciones de poetas de finales del siglo XIV y comienzos del siglo XV. Escribió el prólogo del Cancionero, a la manera de los tratados de poesía provenzales, algunas composiciones que figuran en el mismo y diversas poesías dedicadas al Rey. (Dezir a Juan II) y a otros personajes de la Corte. Volver


Juan de Mena (1411-1456)


Poeta prerenacentista castellano. Estudió en Salamanca y luego en Roma, donde supo aprovechar los elementos de la cultura humanista. Más tarde fue secretario de cartas latinas y cronista real de JuanII. Recibió una gran influencia de su contemporáneo Dante. Juan de Mena fue un verdadero hombre de letras dedicado siempre al estudio y la escritura. Conocedor implacable de los clásicos, llegó a manejar perfectamente el latín y el griego.. Conoció al Marqués de Santillana, de quien fue amigo, y también a Don Enrique de Villena y al infante Don Pedro de Portugal. Gozó de gran fama, siendo considerado como el mejor poeta de la corte de Juan II, y tras su muerte aparece como el más famoso de todo el siglo XV.


Juan de Mena realizó algunas traducciones, entre las que destaca la 'Ilíada' de Homero. Como poeta, trabajó de múltiples maneras. Por un lado realiza composiciones literarias de tipo tradicional, basándose en el cancionero español, y por otro nos muestra sus dotes de gran escritor con sus poemas cultos. Estre estos últimos destaca el poema alegórico de la 'Fortuna' o las 'Trescientas', terminado en 1444. El poema consta de 297 estrofas, de ocho versos cada una, llamadas octavas por Juan de Mena. El argumento consiste en que el poeta es transportado en el carro de Belona que, arrastrado por unos dragones, le conduce al palacio de la Fortuna. Allí ve dos grandes ruedas, que representan el pasado y el porvenir, y la tercera en continuo movimiento que representa el presente. Cada rueda tiene siete círculos, correspondientes a siete planetas, y en cada una de ellas se encuentra con personajes del pasado, del presente y también con figuras mitológicas y fantásticas. Otra obra importante es la 'Coronación', alegoría sobre el Marqués de Santillana. También escribió coplas, canciones o decires, amorosos y doctrinales. Volver


Joanot Martorell(1420-1486)


Escritor valenciano. Su vida está repleta de lances caballerescos. Escribió la novela 'Tirant lo Blanc', impresa en Valencia en 1490. Describe las aventuras del caballero bretón Tirant de Roca Salada. En la primera parte, Tirant realiza su aprendizaje en Londres, hasta ser nombrado caballero. Sigue los rasgos de las novelas caballerescas de fines de la Edad Media. Depués Tirant vuelve a su tierra y se dispone a socorrer del asedio a la isla de Rodas por el sultán de El Cairo. A partir de este momento la novela cambia de tono. Tras la amenaza turca al emperador de Constantinopla, Tirant va en su ayuda, derrotanto al Sultán. Se mezcla la acción militar con las intrigas de palacio: el amor de Tirant por la princesa Carmesina, y el amor de la viuda rechazada por Tirant. Consigue dominar el Norte de Africa, se casa con Carmesina y es nombrado César del Imperio. Vuelve a luchar contra los turcos y muere. Su muerte es acompañada por la de Carmesina y la del emperador. En esta novela se puede observar la mezcla de los personajes históricos con héroes de ficción. Tirant podía encarnar a Roger de Flor. Hay que destacar la ironía y las situaciones cómicas de la obra. Volver


Jorge Manrique (1440-1479)


Poeta castellano. Sobrino predilecto del gran poeta Gómez Manrique. Desde la infancia tuvo gran inclinación por las armas, afición que conservó toda la vida. Tomó partido por infante Don Alonso, hermano de Enrique IV en contra de éste. A la muerte de Enrique se mostró gran partidario de Isabel la Católica, tomando parte en las luchas que siguieron contra los partidarios de la Beltraneja. En 1479 cuando sólo contaba 39 años de edad, murió a consecuencias de las heridas recibidas cuando asaltaba el castillo de Garci-Muñoz. Las poesías menores, que se encuentran en su 'Cancionero' muestran la influencia de su tío Gómez Manrique, así como de Mena y Santillana. Apasionadamente enamorado de su esposa Doña Guiomar de Castañeda, a ella dedicó en su juventud 'Canciones y dezires', al estilo provenzal, presentando a modo de acróstico en las primeras letras de cada copla el nombre de su amada.

Otras obras de la primera época son 'La profesión de la orden del amor' y 'La escala y castillo del amor' y 'Memorial de su corazón'. También cultivó la poesía burlesca, como en 'A una vieja borracha que tenía empeñado su brial en una taberna'. La muerte de su padre le inspiró la obra que le ha convertido en una de los más grandes poetas de la lengua castellana. Se trata de las 'Coplas a la muerte de su padre', que escribió movido por el cariño filial y la admiración que sentía antes las heroicas proezas de su progenitor. Jorge Manrique, en esta su obra capital se eleva a la consideración del dolor humano en toda su amplitud y transcendencia. En nuestro tiempo Jorge Manrique sigue vigente y la crítica considera unánimemente las 'Coplas' como una de las obras poéticas más importantes de toda la historia literaria española. Volver


Juan de Torquemada (s.XV)


Gran teólogo, tío del Inquisidor, triunfó en los concilios de Basilea y Ferrara. En éste, por su actuación, el Papa Eugenio IV le concedió el título de 'Defensor de la Fe'. Fue nombrado cardenal en 1439. Fue uno de los mejores teólogos de su tiempo y de los más respetados cardenales. Incansable en sus caridades. Gran tomista, fue reconocido como el cadenal más ilustrado de sus contemporáneos. Su 'Summa' en contra de los enemigos de la Iglesia (1450), la obra más importante del final de la Edad Media sobre el poder papal, influyó en la escolaridad católica hasta el siglo XVIII. Volver


Jaime Ferrer de Blanes (1445-1526)


Lapidario y cosmógrafo. Se trasladó siendo aún muy joven a Italia y de 1466 a 1474 estuvo al servicio de Fernando I de Nápoles. Hacia 1480 regresó a Cataluña. Gozó de gran prestigio como cosmógrafo y tras la firma del Tratado de Tordesillas (1494) fue llamado a la corte de los Reyes Católicos. Su correspondencia con los Reyes Católicos, Cristóbal Colón y Fernando de Nápoles fue publicada en Barcelona en 1545. Interesado por la literatura y por la mística escribió también 'Sentencias catholicas del divi poeta Dant'. Volver


Amadís de Gaula (Los cuatro libros del virtuoso caballero)


Título de la edición más antigua que se conoce de este libro de caballería, y que apareció en Zaragoza en 1508 con el nombre de su autor, Garci Rodríguez de Montalvo, corregidor de Medina del Campo. Se trata de un relato dividido en cuatro libros -refundición y enmienda que se declara haber realizado sobre los tres antiguos libros originales 'corruptos e compuestos en antiguo estilo' -, y al que se añade una cuarta parte, original del traladador, y el libro titulado 'Las Sergas de Esplandián' relativo a las empresas del hijo de Amadís.

Del primer texto sobre Amadís no se han podido establecer ni la fecha de su primera impresión (mención de Pero Ferruz, del siglo XIV, probable edición sevillana de 1496), ni el nombre del autor (atribución a Vasco Lobeyra, controvertida y refutada por el escaso desarrollo de la prosa en portugués), ni aún la lengua en que primitivamente se compuso (portugués o castellano). Es evidente su pertenencia a la zona de influjo de la 'Materia de Bretaña' (relación con el 'Lanzarote' bretón), incluso en los topónimos y en los nombres de personajes, junto a la presencia constante en tratamiento de las relaciones amorosas del concepto del amor cortés. Su héroe, Amadís de Gaula, hijo de Perión y de Elisena, es el prototipo de la perfección caballeresca, que victoriosamente pelea con gigantes y seres monstruosos (como el Endriago de la isla del Diablo) y consigue al fin unirse con su amada Oriana. El relato se caracteriza por la falta de color local, la simplicidad psicológica de los personajes, y el cúmulo de episodios fantásticos y su prosa elegante y artificiosa. El influjo extraordinario de la obra se evidencia en las refundiciones y continuaciones que de ella se hicieron y en su enorme difusión por toda Europa. En 1955 el erudito Antonio Rodríguez Moñino descubrió unos fragmentos del libro III, de hacia 1420, conservados en manuscritos castellanos. Por ellos se demuestra que Esplandián aparecía ya en el Amadís primitivo, y que Montalvo aligeró el texto. Volver

Alfonso III el Magno (838-910)


Rey de Asturias. Aunque se vio obligado a luchas con frecuencia contra los musulmanes, derrotándoles en diversas ocasiones y extendiendo las fronteras del reino hasta el Duero, sus empresas guerreras no le impidieron ejercitar las letras, siendo el autor de una Crónica. Un ejército cordobés bajo el mando de al-Mundir fue aniquilado por Alfonso en el valle del Tajo. Construyó muchas iglesias, entre ellas un templo sobre la tumba del Apóstol en Santiago que precede al templo románico. La repoblación del desierto del Duero y otras empresas culturares equilibran sus triunfos guerreros y políticos. Volver

Fernán González


Primer Conde independiente de Castilla. En 929 regía ya el territorio de Lara, y más tarde acumuló los condados de Burgos y Alava. Acompañó a Ramiro II en sus campañas reconquistadoras (batalla de Simancas, 939), y repobló Sepúlveda (940). Llevó a cabo una política particularista frente a León, y enn 943 se rebeló junto con Diego Muñoz, con la intención de ligar hereditariamente Castilla a sus descendientes. Aunque fue encarcelado (944), recobró la libertad y en 946 el condado de Castilla, previo juramento de fidelidad al monarca. En 947 casó a su hija Urraca con el primogénito Ordoño III, tomó partido a favor de Ordoño IV, casado con la viuda Urraca, contra Sancho I, pero fue capturado por los navarros en Cirueña (960). Al año siguiente fue liberado por García Sánchez de Navarra y se trasladó a Burgos, de donde expulsó a Ordoño y le obligó a dejar a su esposa e hijas. Durante la minoría del nuevo rey leonés, Ramiro III, consiguió unificar las diversas circunscripciones castellanas y legarlas a su hijo García Fernández. Volver

El Cid (1040-1499)


Rodrigo Díaz nació en Vivar, pequeña aldea situada a 7 kilómetros de la ciudad de Burgos en 1043. Hijo de Diego Laínez, noble caballero de la Corte Castellana y de una hija de Rodrigo Alvarez. Descendiente es por línea paterna de Laín Calvo, uno de los dos Jueces de Castilla. A los 15 años quedó huérfano de padre y se crió en la corte del rey Fernando I junto al hijo del monarca, el príncipe Sancho. Ambos crecieron juntos y trabaron buena amistad durante cinco años. También se educó en las letras y en las leyes, seguramente en el monasterio de San Pedro de Cardeña, lecciones que le servirían posteriormente para representar en pleitos al mismo monasterio y también al mismísimo Alfonso VI el cual confió al burgalés numerosas misiones diplomáticas en las que debía conocer perfectamente las leyes.

Entre los años 1063 a 1072 fue el brazo derecho de don Sancho y guerreó junto a él en Zaragoza, Coimbra, y Zamora, época en la cual fue armado primeramente caballero y también nombrado Alférez y "príncipe de la hueste" de Sancho II. A los 23 años obtuvo el título de "Campeador" -Campidoctor- al vencer en duelo personal al alférez del reino de Navarra. A los 24 años era conocido ya como Cidi o Mío Cid, expresión de cariño y admiración.

Con la muerte de Sancho II en el cerco de Zamora y tras la jura de Santa Gadea tomada por Rodrigo al nuevo rey castellano, Alfonso VI, la suerte del Cid cambió y su gran capacidad fue desechada por la ira y envidia del nuevo monarca. En 1081 el Cid es desterrado por primera vez de Castilla. 300 de los mejores caballeros castellanos le acompañaron en tan difícil situación. Esta etapa duró unos 6 años los cuales fueron aprovechados por Rodrigo y sus hombres para hacer de Zaragoza su cuartel general y luchar en el Levante. Vuelve a Burgos en 1087 pero poco duró su paz con el rey por lo que marchó de hacia Valencia donde se convirtió en el protector del rey Al-Cádir y sometió a los reyezuelos de Albarracín y Alpuente.

El almorávide Yusuf cruza en 1089 el estrecho de Gibraltar y el rey Alfonso pide ayuda al caballero castellano, pero por una mal entendido entre ambos surge una nueva rencilla entre el rey y su leal súbdito y el monarca le destierra por segunda vez en 1089. En los diez años siguientes, la fama del Cid se acrecentó espectacularmente al contrario que el reinado del rey. En menos de un año el Cid se hizo señor de los reinos moros de Lérida, Tortosa, Valencia, Denia, Albarracín, y Alpuente.

En torno al 1093, matan a su protegido de Valencia Al-Cádir, ciudad que fue tomada por Ben Yehhaf. El Cid asedió durante 19 meses la ciudad y finalmente entró triunfal en junio de 1094. Rodrigo se convirtió en el señor de Valencia, otorgó a la ciudad un estatuto de justicia envidiable y equilibrado, restauró la religión cristiana y al mismo tiempo renovó la mezquita de los musulmanes, acuñó moneda, se rodeó de una corte de estilo oriental con poetas tanto árabes como cristianos y gentes eminentes en el mundo de las leyes, en definitiva, organizó con grandísima maestría la vida del municipio valenciano. Aún habría de combatir numerosas batallas, como la que el mismo año le enfrentó al emperador almorávide Mahammad, sobrino de Yusuf, el cual se presentó a las puertas de Valencia con 150.000 caballeros. La victoria fue total, tan grande fue el número de enemigos como grande fue el botín a ellos recogido. En 1097 muere en la batalla de Consuegra su único hijo varón, Diego. El domingo 10 de julio de 1099, muere el Cid. Toda la cristiandad lloró su muerte.

Al morir Fernando I (primer rey de Castilla), divide su reino entre sus hijos. A Don García le da Galicia, a Don Alfonso León, Castilla a Don Sancho y Toro y Zamora a Doña Elvira y Doña Urraca respectivamente. Sancho no contento con el reparto intenta unificar los territorios con la ayuda de su alférez El Cid. Juntos lucharon en varias batallas, entre ellas, el duelo judicial o campo de la verdad en el que el Cid derrotó al navarro Jimeno Garcés obteniendo el título de Campeador. también lucharon en las batallas de Llantada y Golpejar, en las cuales vencimos y derrotando a los leoneses, Alfonso pierde la corona de León en favor de Sancho, rey de Castilla. También acompañó el Cid al cerco de Zamora, donde el rey Sancho fue asesinado a traición por Bellido Dolfos.

Por ser el Cid jefe de las tropas del rey Sancho y por sus conocimientos jurídicos en Derecho Castellano, fue el mismo quien tomó juramento en la Iglesia de Santa Gadea de Burgos, a Don Alfonso, de no haber tenido arte ni parte en la muerte de Don Sancho. Debido a esta razón, entre otras seguramente, el nuevo rey de Castilla, Alfonso VI, destituyó a Rodrigo de su cargo y nombró Alférez real a García Ordóñez, pasando el Cid a un segundo plano en la corte. Tras esto, el Cid tomó matrimonio con Jimena, hija del Conde de Oviedo, nieta de Alfonso VI y biznieta de Alfonso V el 19 de Julio de 1074.

En 1079, se dirige a Sevilla para cobrar los tributos (parias) del rey de Sevilla a Alfonso VI. Esta en ello cuando él y el rey de Sevilla fueron atacados por el rey de Granada y García Ordoñez. Las mesnadas del Cid consiguen vencer a los asaltantes y Rodrigo humilla a García Ordóñez en el castillo de Cabra, pero a la vuelta a Burgos, este último, y Pedro Ansúrez, desencadenan traición contra el Cid, consiguiendo que Alfonso VI le destierre, y prohibe a todos los burgaleses darle ayuda o aposento alguno. Volver

Alfonso VI de Castilla y León (1040-1109)


Rey de 1065 a 1109. Habiendo su padre Fernando I dividido el reino entre sus hijos, la discordia y la guerra civil les enfrentó uno contra otro. Fue obligado por su hermano Sancho a refugiarse en la corte musulmana de Toledo. Durante el sitio de Zamora por el rey Sancho, éste fue asesinado por Bellido Dolfos.

La participación de Alfonso en este incidente, aunque no probada, fue un rumor persistente. Antes de ser coronado rey, el Cid le obligó a jurar solemnemente en la iglesia de Santa Gadea de Burgos que no había tenido parte alguna en el asesinato de su hermano, provocando así la enemistad del nuevo rey, que le desterró del reino. En 1085 consiguió apoderarse de Toledo. Atacó Zaragoza y Almería, pero fue derrotado en Sagrajas. Aprovechó las divisiones de los reinos de taifas para debilitar a los Almorávides de Yusuf. Cuando éste atacó Toledo, se encontró sin el apoyo de sus correligionarios. En 1091 emprendió una campaña contra Granada, en la que participó El Cid. Sin embargo, en este año las tropas de Alfonso sufrieron varios reveses a manos de los Almorávides que habían ocupado Córdoba, Sevilla y Murcia. Alfonso fue derrotado en Jaén, pero El Cid logró derrotar a los Almorávides y conquistó Valencia en 1094. Volver

Diego Gelmírez (1059-1139)


Primer arzobispo de Santiago de Compostela. Dedicó toda su vida a la exaltación y prestigio de la sede compostelana. Se educó en la corte de los condes de Galicia, Doña Urraca y su esposo Raimundo de Borgoña. Se ordenó subdiácono en Roma, y a su regreso fue nombrado obispo/ Consiguió la independencia del arzobispado de Braga y de la primacía de la sede toledana, pasando Santiago a depender directamente de Roma. Inició grandes obras y reformas: favoreció la construcción de la basílica románica, engrandeció los estudios catedralicios y reconstruyó varias iglesias. Viajó nuevamente a Roma, consiguiendo más privilegios, llegando a ser Santiago una de las primeras sedes de la Península. Fomentó las peregrinaciones, construyendo hospedajes y facilitando el tránsito por el 'camino francés'. Fue nombrado canciller por el rey Alfonso VII. Volver


Alfonso VII el Emperador (1105-1157)


Rey de Castilla y León. En 1133 aseguró la frontera de Aragón tras sofocar las sublevaciones de la nobleza, y emprendió una campaña contra los musulmanes llegando hasta Jerez y saqueando las campiñas de Córdoba y Sevilla. Conquistó Zaragoza, y consiguió que los reyes de Aragón, Navarra y los condes de Cataluña, Gascuña y Provenza se reconocieran vasallos, lo que culminó en su coronación como Emperador en la catedral de León en 1135. A partir de este momento se dedicó a mantener la superioridad de León sobre los demás reinos cristianos y a la continuación de la Reconquista. Inició varias campañas, una en 1133 y otra en 1138 tomando las guarniciones almorávides de la ribera del Tajo.

En 1146 sus tropas entraron en Córdoba, pero la llegada de los Almohades le obligó a cambiar de táctica. Los últimos diez años de su vida los dedicó a preparar la conquista de Sevilla y Almería. Conquistó Baeza, Calatrava, y Almería en 1147. Vélez en 1149. En 1150 atacó Córdoba . En 1151 puso sitio a Jaén y Guadix. En 1155 tomó Andújar y Pedroche. En 1157 los Almohades sitiaron Almería. Alfonso acudió en su ayuda, pero no llegó a tiempo. Murió al regreso de esta campaña. Volver

Berenguela (1108-1149)


Hija de Ramón Berenguer III, conde de Barcelona y Provenza, hermana de Ramón Berenguer IV. Casó con Alfonso VII de Castilla y León en 1128. Tuvo destacada intervención personal en la defensa de Toledo (1139) frente a los almorávides. Volver

Alfonso I el Batallador (1073-1134)


Rey de Aragón (1104-1134) Fue el personaje más importante de la Reconquista aragonesa, consciente del carácter de cruzada que esta lucha tenía. Su matrimonio con la reina Urraca fue una fuente constante de problemas, llevando incluso a los obispos reunidos en Sahagún a amenazarles con la excomunión si no se separaban, debido al parentesco entre los cónyuges. Durante su reinado tuvo lugar una revolución social que se extendió desde Navarra hasta Santiago de Compostela. Los burgueses rústicos y el bajo clero le consideraron su defensor, mientras la nobleza y el alto clero se vieron apoyados por la reina Urraca.

Finalmente, y con la autorización del Papa, el matrimonio fue anulado en 1110. Libre de los problemas de su matrimonio, pudo dedicarse por completo a la guerra. El concilio de Toulouse en 1118 concedió beneficios de cruzada a quienes participaran en la conquista de Zaragoza. Los defensores de la ciudad prometieron rendirse si no obtenían refuerzos en una plazo razonable. Los Almorávides finalmente se retiraron, y Alfonso entró en Zaragoza. Conquisto asimismo Tudela y Tarazona. Durante el sitio de Calatayud le llegaron noticias de que un ejército Almorávide se dirigía a Zaragoza desde Levante. Les salió al encuentro y les derrotó contundamente en Cutanda. Su labor repobladora fue intensa y la practió en todos sus territorios. Entre 1104 y 1134 repobló la región soriana llevando gentes de toda la Península.

Se apoderó de Molina de Aragón en 1128 , y en 1129 puso sitio a Valencia y Tortosa, que le facilitarían sus intenciones de llegar a Tierra Santa. Fue el fundador de la primera Orden Militar en Monreal del Campo. En 1134 su labor reconquistadora fue detenida con la derrota infligida por los Almorávides en Fraga. A su muerte, sin hijos, dejó el reino a las Ordenes Militares del Santo Sepulcro, los Templarios y los Hospitalarios. El pánico cundió por el país, con la incertidumbre de la sucesión y la amenaza Almorávide. Finalmente, las dos partes del reino se separaron, con los aragones eligiendo al hermano del rey que era monje benedictino, y que reinó con el nombre de Ramiro II el Monje, y los navarros eligieron a García Ramírez el Restaurador. Volver

Rodrigo Jiménez de Rada (1170-1247)


Historiador, Obispo de Osma, Cardenal y Arzobispo de Toledo. Participó en la organización y campaña de las Navas de Tolosa , y también en las expediciones militares de San Fernando III. Conquistada Valencia, reclamó esta sede para el arzobispado de Toledo, lo que le valió una excomunión por el Sínodo de Tarragona, en 1241, anulada por Gregorio IX. Asistió al Concilio de Lyon (1245), volvió a esa ciudad en 1247 con Inocencio IV y murió en el viaje de regreso. Notable historiador, su obra más conocida es 'De rebus Hispaniae o Historia Gothica'. También son suyas una 'Historia Arabum' e 'Historia Romanorum'. Volver

Berenguela de Castilla (1180-1246)


Reina de Castilla y León (1197-1246). Hija de Alfonnso VIII de Castilla. Casó con Alfonso IX de León en 1197, pero este matrimonio fue anulado por la Iglesia por razones de parentesco, y se disolvió en 1204. Regresó a Castilla, y durante el corto reinado de su hermano Enrique I tuvo que enfrentarse a una parte de la nobleza, que le disputaba la regencia. Al morir su hermano (1214) y quedar heredera de la corona castellana, abdicó en su hijo Fernando. Continuó interviniendo en la vida política del reino y logró con gran habilidad que a la muerte de Alfonso IX de León las hijas de éste, a pesar del testamento, cedieran el reino leonés a Fernando III, con lo que se consiguió la unión definitiva de León y Castilla. Volver

Blanca de Castilla (1188-1252)


Reina de Francia, hija de Alfonso VIII de Castilla y de Leonor de Inglaterra. Casó en 1200 con el infante Luis de Francia del que tuvo al futuro rey Luis IX (San Luis) en 1224. Su esposo, que había ocupado en 1223 el trono de Francia con el nombre de Luis VIII, murió en 1226, por lo que Blanca se hizo cargo de la regencia hasta la mayoría de edad del Luis IX y tuvo que reprimir una sublevación feudal. Durante el reinado de Luis IX ejerció gran influencia en la vida del Estado y, al ausentarse aquel con motivo de la séptima cruzada (1249)) volvió a asumir la regencia. Volver

Fernando III el Santo


Fernando III el Santo (c. 1201-1252), rey de Castilla (1217- 1252) y de Castilla y León (1230-1252). A la muerte del rey Enrique I (1217), Berenguela, madre de Fernando, heredó la corona castellana. La reina renunció inmediatamente al trono en favor de su hijo. En 1220 Fernando III se casó con Beatriz de Suabia, matrimonio del que nació el futuro Alfonso X. En 1237 volvió a contraer matrimonio con Juana de Ponthieu.

Durante los primeros años de su reinado la vida política se caracterizó por la predominante presencia de su madre Berenguela en los asuntos del reino. En 1230 murió su padre Alfonso IX de León, que en su actitud anticastellana había designado como herederas a sus hijas Sancha y Dulce, habidas de su matrimonio con Teresa de Portugal. Sin embargo, la habilidad de Fernando, la ayuda de la Iglesia y de un sector de la nobleza leonesa, junto con la habilidad de Berenguela, consiguieron que la Corona de León recayera en Fernando. La unión de Castilla y de León bajo el cetro de Fernando III terminaba definitivamente con la separación de ambos reinos. La nueva unidad política y las expectativas abiertas años atrás por la victoria cristiana en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) permitieron que desde 1231 a 1236 se desarrollaran bajo el reinado de Fernando importantes campañas victoriosas frente a los musulmanes en el ámbito de la Reconquista. Su vasallo, el arzobispo Jiménez de Rada conquistó Quesada y Cazorla (1231). En 1236 se conquistó Córdoba, antigua capital del Califato.

La fase más importante de expansión territorial frente a los musulmanes se desarrolló entre 1240 y 1248. Durante este periodo se conquistó Jaén (1246), el reino de Murcia se convirtió en vasallo de Castilla (1243), y Sevilla capituló en noviembre de 1248, después de un largo asedio en el que participó la marina vasca del almirante Ramón Bonifaz.

El repoblamiento cristiano de Andalucía comenzó poco después de su conquista. La extensión e importancia económica y estratégica de las nuevas tierras obligaron al monarca a repoblar el territorio conquistado de una forma efectiva. El modo utilizado fue el llamado sistema de 'repartimientos', con dos modalidades: donadíos y heredamientos. Los primeros se utilizaron para repartir los bienes inmuebles, cuyos beneficiarios fueron principalmente la aristocracia laica y eclesiástica. Por su parte, los heredamientos hacen referencia al reparto de tierras entre verdaderos pobladores, que fueron tanto caballeros de linaje y villanos, como peones. Mediante este sistema se inició en Andalucía una estructura de grandes propiedades que permitió un incremento de la autoridad de los poderosos, tanto por las tierras que consiguieron, como por los derechos jurisdiccionales que acumularon en sus manos. Por su parte, en Castilla y León, de donde salieron la mayoría de los pobladores de las nuevas tierras, se incrementaron los grandes dominios. La aristocracia militar, eclesiástica y de los concejos castellano-leonesa adquirió rápidamente los bienes que dejaban vacantes los emigrantes que se dirigían hacia el sur.

La dedicación del rey Fernando III a la empresa de la Reconquista, sus grandes muestras de piedad y su respeto a la moral cristiana le valieron el calificativo de Santo y en 1671 su ascenso a los altares. Volver

Jaime I el Conquistador (1208-1276)


Rey de Aragón. Su niñez estuvo rodeada de situaciones adversas. Al morir su madre en Roma dejó a Jaime bajo la protección del Papa, quien le envió al castillo de Monzón, donde su educación quedó al cuidado de los Templarios. En 1218 inició su reinado con el auxilio de un consejo de nobles. Consiguió una pacificación total del reino en 1227. En 1229 organizó una expedición de conquista a las islas Baleares. Le acompañaron los principales caballeros catalanes y aragoneses, además de otros de Génova, Narbona, Marsella y el Bearn. Jaime dirigió personalmente el sitio de la capital, que fue tomada por asalto. Tres años más tarde obtenía el vasallaje de Menorca, y en 1235 el de Ibiza. En 1232 las Cortes de Monzón decidieron la conquista de Valencia. Trece años duró la empresa. La capital capituló en 1238, y la conquista del reino valenciano se finalizó en 1244. Jaime I firmó un tratado con Alfonso X en el que se delimitaban las zonas de conquista de ambos reinos, estableciendo la línea divisoria en las márgenes de los ríos Júcar y Segura. Finalizada así su expansión en la Península, estableció las bases para una política mediterránea casando a su hijo mayor con la princesa Constanza de Sicilia. Con el tratado de Corbeil, pactado con Luis IX de Francia, renunció a la expansión territorial en el sur de este país, abdicando el monarca galo de sus supuestos derechos sobre Cataluña. Su política se concentró entonces en el fomento del engrandecimiento comercial y marítimo. Para esto creó el 'Consulat de Mar'.


En el año 1269 organizó una cruzada a Palestina que fracasó, en gran parte, por los temporales que hubo de sufrir su escuadra, pero en la que contribuyó a la defensa de San Juan de Acre. Compaginó el rey aragonés su actividad guerrera con el placer de numerosos amoríos y su afición literaria, producto de la cual es la 'Crónica' que escribió de su reinado, así como algunas composiciones poéticas. Volver

Blanca de Borbón


Reina de Castilla. Casó en 1353 con Pedro I de Castilla. Repudiada por su esposo a los tres días del casamiento, figuró no obstante como reina hasta 1354, en que Pedro I casó con Juana de Castro. El monarca la hizo asesinar después de haberla tenido prisionera durante varios años. Volver


Blanca I de Navarra (1385-1441)


Reina de Navarra, casó con Martín el Joven, rey de Sicilia y a la muerte de éste (1409) pasó a gobernar la isla hasta que contrajo segundas nupcias con el infante Juan de Aragón, futuro Juan II. Heredera del trono de Navarra desde la muerte de su hermana mayor Juana (1413), lo ocupó en 1425 y lo conservó hasta su muerte. De su segundo matrimonio nacieron Carlos, príncipe de Viana, y Blanca. Volver


Ruy González de Clavijo


Camarero de Enrique II, Juan I y Enrique III de Castilla. Este último le envió junto con Alonso Pérez de Santamaría Y Gómez Salazar, a entrevistarse con el Gran Tamerlán en Samarkanda para detener el avance turco sobre el Mediterráneo. Relató este viaje en una fantástica 'Historia del Gran Tamerlán' (1402-14049. Volver


Alfonso V el Magnánimo (1396-1458)


Rey de Aragón y Nápoles. En 1415 se casó con su prima María de Castilla, hija de Enrique III, de la que no tuvo hijos. El fracaso matrimonial fue una de las razones por las que permaneció tanto tiempo en Nápoles. Fue llamado el Magnánimo por la grandeza de su espíritu y por la magnificencia de su corte, la más esplendorosa de la historia de Aragón. Una vez que tuvo en su poder Córcega y Cerdeña, luchó por el trono de Nápoles con los Anjou, el Papado, con Génova, con el imperio alemán, con la reina Juana de la dinastía húngara. La flota genovesa derrotó a la aragonesa en la isla de Ponza, y el rey cayó prisionero junto con sus hermanos. Pronto fueron puestos en libertad, y Alfonso reanudó las operaciones, entrando finalmente en Nápoles 1442.

Fue consagrado rey de Nápoles por el papa Eugenio IV, iniciando una estancia de España en ese territorio ininterrumpida hasta el siglo XVIII. Sus actividades diplomáticas y militares en Africa, los Balcanes o el Mediterráneo oriental fueron motivadas en parte para proteger el comercio catalán y en parte para defender a la cristiandad del peligro turco. El tratar de gobernar Cataluña desde Nápoles ocasionó una gran inestabilidad social en el reino, llegando en ocasiones a la rebelión armada. Influido por el ambiente del Renacimiento italiano, se rodeó de humanistas y promocionó los estudios clásicos y bíblicos. Fundó la Academia Alfonsina, llamada también Panormitana. Creó una corte literaria donde destacaron entre otros Sannazaro, Lorenzo Valla, Marcello Ficino, Pico de la Mirándola y otros humanistas y latinistas. La Bibliotheca d’Aragona, organizada por el rey, fue una de las más importantes del Renacimiento. Volver

Blanca II de Navarra (1424-1464)


Reina titular pero no efectiva de Navarra, hija de Juan de Aragón y de Blanca I de Navarra. Casó en 1440 con Enrique, príncipe de Asturias y futuro Enrique IV de Castilla, matrimonio que fue anulado por causa de impotencia respectiva y a petición del esposo. Volvió a la corte de su padre, pero fue desheredada por éste al igual que su hermano Carlos de Viana, guardada como rehén y entregada más tarde a Juan de Foix. Volver

Pedro González de Mendoza (1428-1495)


Cardenal español, hijo del Marqués de Santillana. Nombrado Obispo de Calahorra en 1454, se significó pronto por su actuacion política como canciller de Enrique IV, al que aconsejó la elección de la Beltraneja como sucesora de la corona castellana. No obstante, apoyó a Isabel en la guerra sucesoria y fue consejero de los Reyes Católicos, a quienes ayudó en la lucha contra la nobleza. Intervino también en el campo diplomático (negociaciones con Luis XI de Francia), económico (aprobación del aumento de la renta real),y militar (organización de la guerra de Granada), y aprobó el acercamiento a Roma, si bien defendió los privilegios de la corona en el nombramiento de obispos. El ascendiente que adquirió sobre los Reyes le sirvió para obtener gran número de cargos y dignidades (canciiller mayor, cardenal de España, arzobispo de Toledo) que le convirtieron en el personaje más poderoso después de los monarcas, llamado por sus contemporáneos 'el tercer rey de España'. Su espíritu abierto y comprensivo le llevó a favorecer la introducción de la cultura renacentista desde su sede de Toledo. Fundó en 1484 el Colegio de la Santa Cruz de Valladolid. Volver


VOLVER DINASTIAS