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Darsalud:

Esta es una IPS, contratista de Cajanal y otras empresas para atender afiliados en tanto en Guainía como en Guaviare, Vaupés y Vichada. 

Me aguanté 3 meses y renuncié. Desorden, incumplimiento, pobres servicios, el no pago por parte de la Gobernación y la Alcaldía de sus aportes tenía en crisis a Cajanal de Villavo y esta a su vez a Darsalud. Como todos los días tenía que pelear con alguien de esta empresa en Villavo, resolví renunciar. Tenía como compañeros de trabajo a una enfermera llamada Diana, la bacterióloga Adriana que vive con el hijo de uno de los personajes del pueblo a quien llaman Juan Chuzo porque tiene un "chuzo" o restaurante típico en el puerto. Con ellas hicimos una muy buena relación estos meses. También un Odontólogo viejón y muy buena persona y una aseadora. Esos éramos todos.  

Pero estos tres meses fué el tiempo en que tuve la verdadera oportunidad de conocer el pueblo, sus gentes, las comunidades indígenas, los líderes, la historia reciente y personas. Aprendí ajugar billar y a contemplar esos atardeceres desde el puerto, que nunca ví en otra parte y eso que he vivido mucho tiempo en el llano en donde estos son muy lindos. Visitaba diariamente a Miguelito y a Patepalo. Miguel Saavedra es un comerciante hijo de otro comerciante que llegó a Inírida hace 30 años y montó un negocio de cacharrería, es decir una tienda donde se vende de todo, según las necesidades del pueblo. Le fué tan bien que aún ahora que lleva 10 años en Bogotá, tiene propiedades en Inírida y vive de la renta del capital hecho en ese tiempo. Varios hijos viven prósperamente allá. Con Miguelucho, todos los días jugábamos dominó, apostando la limonada o alguna bebida que consumíamos durante el partido, que era en su propio negocio. Este se llama "El Mirador". Es un lindo sitio desde donde se contempla todo el río Inírida, con sus reflejos, colores, toninas, pescadores y pirañas. Tambié jugamos "dudo" o "cacho" después de habérnoslo enseñado un Otorrino llamado Edgar Barrera, de Ibagué, y quien fué en varias ocasiones para ejercer su profesión y recordar viejos tiempos porque había hecho su medicatura rural hacía 20 años allá mismo. Buen tipo y amigo, charlador incansable y parrandero. A las 6 PM, yo visitaba a Patepalo, un anciano de los fundadores del pueblo, con una tienda en donde consumía cocadas que las repartía entre mi estómago y el de dos loros que tenía allí, muy habladores y simpáticos.

Esto es porque este trabajo me dejaba tiempo libre. Entre las 12 y 2 de la tarde y después de las 5. Y sábados y domingos. Me volví adicto a la bicicleta, en la cual andaba desde la 5 AM en que salíamos con Toño, Pira y algunas veces Jorge. Iva al trabajo en ella, a Caño Vitina los fines de semana, Caño Bonito y el Coco. Una vida de tranquilidad otra vez, con deporte, contemplación, satisfacción y poca reflexión acerca de sí mismo. Todos los dias jugábamos cartas en los mini-apartamentos donde viviamos Pira, Sandrita y yo, entre las 7 y las 12 PM, porque quitaban la energía del pueblo. El gran Toño, ahora mucho mas serio y callado porque había llegado a trabajar en el Hospital su amada novia Ana María, continuaba inventándose cuanto juego de cartas podía con el único fin de tumbarnos para descrestar a su novia, porque además no lo habría podido hacer de otra manera. Resulta que esta Ana María es un personaje. Médica del Rosario, sencilla y habladora. Ese "gran Toño", otrora personaje de la vida nocturna de Inírida, buen trabajador y líder, terminó juicioso, callado a tal grado que solo pronunciaba la fase "si mi amor", y no muy frecuentemente. Cuando cumplió años en Febrero, creo, Ana María le organizó un parrandón en la Discoteca del pueblo, en que duramos como hasta las 4 AM bailando y riéndonos. En fin, pobre Toño terminó siendo lo que siempre ha debido ser. El viejo Jorge, George, en Marzo se fué definitivamente de Inírida, aburrido de la falta de seriedad y profesionalismo de esta gente que ahora manejaba la Secretaría de Salud. Este gran tipo anda ahora en USA, no se haciendo qué.

Pasé como en Abril a despedirme de Betty, una anciana que lleva como 30 o más años en Inírida, a quien conocimos el año anterior por haber necesitado algún servicio médico. Mujer adorable, querida, se sentía como la mamá de todos nosotros, nos invitaba a comer unos deliciosos buñuelos y algunas veces Lapa frita. Novia, como le decíamos, es la persona mas buena de ese pueblo y le deseo la mas feliz de las vidas, ahora en su ocaso y que Dios la lleve a su seno porque lo merece.

Unos 8 dias antes de despedirme definitivamente de Inírida y el Guainía, viajó allá a conocer mi amigo Germán González. Con ese loco nos Carlos Eduardo dedicamos a tomar trago, cosa que realmente no había hecho sino esportádicamente allá, rumbear, bailar, asados donde algunos amigos y en fin, se acabó y dejé Inírida. A visitar la familia después de 3 meses.

Claro que tenía que irme porque además Inírida es no futuro, pero me dió muy duro. El pueblo, le gente, las tardes, la tranquilidad. En fin, ahora en Yopal, como hace tantos años, pero un pueblo distinto, ahora ciudad, casi soy un forastero, ahora atracan, roba, matan. Muchos amigos mios muertos. Es la guerra, como en todo el país.


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                            Ataque guerrillero,  Termina Hospital


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