Reencuentro 3
AKA Bronze Eidos
Shun e Ikki se quedaron abrazados por un largo rato hasta que Ikki noto lo oscuro que se estaba poniendo el cielo. "Usabi ya es tarde, para que regreses a casa ¿Quieres quedarte a dormir aquí?" pregunto Ikki. Shun respondió moviendo su cabeza. "Puedes quedarte en mi habitación y yo dormiré con Kenji" continuo Ikki y Shun lo miro a los ojos "No hace falta, no quiero molestarlos, dormiré en el sillón" dijo Shun. "Bien, entonces voy a llevara Kenji a dormir dijo Ikki y se levanto" y después de decir esto Ikki se dio vuelta, pero al dar el primer paso se detuvo y volvió a mirar a Shun "¿Estas seguro Usabi? Dijo dudando todavía. "Si estaré bien, mientras tu estés aquí" dijo con una sonrisa. Ikki le sonrío de vuelta y se fue. Shun se levanto y recogió la mesa y lavo los platos. Se dirigió a la sala y encontró las sabanas y almohadas ya colocadas en el sillón, se acostó y por unos momentos pudo escuchar la voz de Ikki y Kenji además del reflejo de la luz de la habitación del pequeño. Repentinamente el ruido y la luz se extinguieron y Shun se quedo acostado en el sillón sin poder cerrar los ojos, entonces repentinamente se levanto y camino hacia la habitación que debía ser de Ikki, la puerta estaba entre abierta y la luz apagada. Shun entro lentamente y se paro junto a la cama matrimonial donde dormía Ikki solo. Se acerco un poco más e Ikki se despertó. "¿Qué sucede Usabi?" pregunto Ikki medio dormido. "Nada es solo que me sentía algo solo, puedo..." dijo Shun tratando de no abusar de la confianza de su hermano. "Si claro, ven." Dijo Ikki y quito las sabanas para que Shun se acostara. Shun entro en la cama y se acostó mirando a Ikki, cerro los ojos y sintió como Ikki lo abrazaba. Sonrío un poco y por primera vez en mucho tiempo durmió toda la noche.
La mañana llego demasiado pronto para el gusto de Ikki quien al levantarse noto que Shun ya no estaba, se apresuro a vestirse y se dirigió a la cocina para preparar el desayuno cuando noto un delicioso aroma. Entro y encontró a Shun cocinando un delicioso desayuno de Hot Cakes y a Kenji sentado a la mesa, ahogando en miel el par que se encontraban en su plato. "Buenos días" dijo Ikki y acaricio la cabeza del pequeño Kenji que torturaba la botella de la miel. "Buenos Días" contestaron Kenji y Shun al unísono. "Papá, tío Shun hizo el desayuno y es delicioso. El cocina mejor que tu" dijo Kenji con gritos como el acostumbraba a hablar. Ikki le sonrío al pequeño pero antes que pudiera decir algo el teléfono sonó. "Yo iré" dijo Ikki enfurecido de que le arruinaran el desayuno. Shun continuaba cociando y no se dio cuenta que Kenji se paro y se acerco a el "¿Tío Shun? ¿Piensas quedarte con nosotros?" Pregunto el pequeño, Shun lo miro y le sonrío " ¿Tu quieres que me quede?" pregunto Shun. "Sí desde que estás aquí papá esta contento, y juega conmigo, yo estoy feliz y tu eres muy bueno conmigo y cocinas muy bien. Quédate con nosotros tío Shun, quédate para siempre." Dijo el pequeño con gran alegría que hizo que Shun deseara realmente quedarse por siempre. Pero entonces la alegría de ambos fue cortada momentáneamente cuando Ikki entro. Kenji corrió a sentarse de nuevo. "Kenji prepárate ya casi es hora de que nos marchemos" dijo Ikki algo serio. "Si papa" dijo Kenji y hecho a correr de nuevo dejando a Ikki y a Shun solos. Ikki miro a Shun y no pudo ignorar la cara feliz que tenia. "¿Paso algo divertido Usabi? Pregunto Ikki curioso. "No nada. Solo que tu hijo me pidió que me quedara con ustedes" dijo Shun abusando de su suerte y en espera de la reacción de Ikki. Ikki se acerco a Shun y lo abrazo " A mi me parece una maravillosa idea Usabi" dijo Ikki y beso a Shun en la frente.
Al día siguiente Shun regreso a su apartamento, abrió la puerta y miro el lugar vacío y frío que alguna vez fue el lugar que llamo hogar, donde al llegar siempre encontró amor y un par de brazos donde refugiarse peor hoy era solo era un lugar oscuro y solitario. Shun prendió la luz y toda la estancia se ilumino, era un lugar bastante ordenado sin duda pero seguía viéndose igual de frío. Shun se quedo mirando todo desde la puerta cuando sintió un pequeño empujón y vio como su sobrino entraba corriendo a la estancia y empezaba a saltar en los sillones mientras reía. La risa del pequeño alegro a Shun quien sonrío a un más al ver a su hermano entrar y tratar de detener al pequeño que huyo en cuento lo vio acercarse.
Shun entro a la que había sido su habitación y la de Hyoga, se acerco al armario y tomo dos maletas donde empezó a colocar su ropa y otras pertenencias dentro. Afuera de la habitación Ikki intentaba evitar que su pequeño hijo destrozara el departamento de su hermano. Y no era que Kenji fuera incontrolable solo tenia demasiada energía y su padre aunque era un caballero, que como todos saben se mueven a al a velocidad de la luz, ya no estaba en forma. En primera Ikki ya no tenía 15 años y su vida de padre soltero no le dejaba tiempo libre para entrenar o siquiera leer el periódico. Por lo tanto no había entrenado en más de una década, además había estudiado Física y se entero que es imposible que alguien se moviera a esa velocidad y cualquier objeto que la alcanzara se convertiría en energía o se desintegraría. Así que ya no era tan rápido por falta de practica y porque sabia que podía dejaría de existir de ser así. Pero más que nada Ikki estaba bastante cansado y es que aunque tenia experiencia cuidando niños, Kenji no era un ángel como Shun, el era muy travieso y también podía defenderse solo cosa que le agradaba bastante a su padre. Pero como Ikki descubrió ser Papá no era lo mismo que ser el hermano mayor. Como hermano mayor solo tenia que cuidar y proteger a Shun. Como padre además tenia que encargarse de limpiar la casa, arreglar los desperfectos, cocinar y claro atender las responsabilidades de su empleo en la fabrica de autos Mitsubishi. En ese lugar tenia una gran responsabilidad ya que era el supervisor de pruebas de seguridad para los nuevos modelos de autos. Y aunque amaba su trabajo pues las pruebas más comunes que hacían eran las de resistencia al fuego, en las cuales él era un experto además que le gustaban muchos los autos, a veces se sentía abrumado por los problemas y las responsabilidades en la casa y en el trabajo. Esto claro era resentido por Kenji que siempre veía malhumorado y cansado a su padre. Sin embargo Ikki aunque tenia que hacer milagros para completar todas sus tareas diarias no se sentía mal por su vida. Por un lado el la había escogido y por otro siempre estaba tan ocupado que no tenia tiempo para sentirse triste, solo, extrañar a su esposa, a Esmeralda y a Shun. Y desde que este había vuelto las cosas habían mejorado bastante pues Shun ayudaba bastante a Ikki en casa además de que siempre le hacia compañía y podía conversar por horas. Y claro a Kenji le hacia sumamente feliz tener a su tío cerca.
Y mientras Ikki trataba de detener a su pequeño demonio en su carrera de demolición (Era el engendro del demonio =D ) Shun terminaba de empacar sus cosas. Termino de llenar su tercer maleta y cuando estaba punto de cerrarla un libro de cubierta rojo vino, sobre el buró de la cama, llamo a su atención. Shun tomo el libro entre sus manos y lo abrió, se dio cuenta que era un álbum de fotografías que el guardaba desde hace tiempo, en el había fotos de él y Hyoga tomadas de tiempo atrás, durante sus años felices, al ver las fotos donde ambos sonreían, Shun no pudo evitar que una lagrima se escurriera por su mejilla. Sun cerro el álbum y lo abrazo muy fuerte. En eso Ikki entro a la habitación, Shun limpio su cara y coloco el álbum en la maleta que todavía estaba abierta. "¿Es todo lo que te llevaras Usabi?" pregunto Ikki desconcertado por solo ver 3 maletas. "Si" contesto Shun "Shun, la casa no es tan pequeña, puedo mover algunas de mis cosas al sótano, para hacer espacio" dijo Ikki para alentar a Shun a llevar algo más. "No, gracias, no quiero llevarme nada más" dijo Shun, y hablaba en serio, el no quería nada de ahí, nada que le recordara a Hyoga. Y no era que quisiera olvidarlo, no el lo había amado con toda su alma y había llorado su perdida con todo su corazón. Ya había sufrido durante años guardando luto por él dentro de ese departamento, mirando los muebles y recordando algún momento especial que tuvieron juntos. Si, su vida juntos había sido maravillosa aunque corta y eso era todo lo que Shun quería recordar, nada más. Y lo único que quería ahora era ser feliz de nuevo con su familia recién reunida.
Ikki llevo las maletas al auto y regreso para llevarse a Kenji quien por fin se había quedado dormido, recostó al niño en la parte de atrás del auto mientras Shun subía en silencia al auto y miraba por ultima vez su departamento. "¿Ya pensaste lo que vas a hacer con el?" pregunto Ikki mientras subía al auto y encendía el motor. "Si, lo voy a vender y lo demás lo donare al Orfanato" dijo Shun. Ikki no respondió pero Shun supo que su hermano estaba de acuerdo. " ¿Ikki, como era tu esposa?" pregunto Shun mientras recordaba a Hyoga. "¿Akiko? Bueno ella era rubia sus ojos eran verdes..." dijo Ikki cuando Shun lo interrumpió "¿Cómo Esmeralda?" dijo el pensando en la chica de la que tanto le había hablado su hermano. Ikki sonrío " No, para nada, Esmeralda era un ángel en un infierno, ella era mi amor ideal, Akiko era una persona más real, ella era más una amiga en quien yo podía confiar. No era muy efusiva, ni tampoco dulce pero sabia como hacer a alguien sentirse especial, tampoco le gustaba que la protegieran o depender de alguien; por que según me dijo las veces que quiso apoyarse en alguien, ese alguien la habían abandonado o lastimado. Pero aunque ella parecía a veces distante tenia un buen corazón y su sonrisa, no sonreía casi nunca pero cuando lo hacia era algo especial. Y sabes que Ototo ella fue quien me convenció de tener una familia, un día ella me confeso que durante toda su vida había sufrido bastante y que ya no quería hacerlo, quería olvidar todo y darse una segunda oportunidad. Y me dijo que si quería arriesgarme con ella en esa segunda oportunidad. Y bueno, mientras estuvimos juntos fuimos muy felices, pero ninguno de los dos quería serlo completamente porque siempre pensamos que eso no duraría, y no duro. Ella murió cuando Kenji tenía 3 años en un choque de autos. Y por lo menos, ella no me dejo solo." Dijo Ikki y volteo a ver a Kenji y Shun también lo hizo "es un niño muy lindo" dijo Shun. Ikki sonrío ante la inocencia de su hermano, quien todavía no conocía completamente el potencial destructivo de su sobrino " Me hubiera gustado que el se pareciera a ella" dijo Ikki con un suspiro. "No deberías, si el no fuera tan parecido a ti, nuca te hubiera encontrado" dijo Shun mientras miraba al pequeño. "¿Así, que así fue como me encontraste?" dijo Ikki bastante sorprendido. "Si, el estaba en Tokio con los demás niños en un paseo de la escuela y cuando lo vi, supe de inmediato que el me llevaría ti. Fue como una señal" dijo Shun recordando con emoción el momento. Ikki volteo y sonrío ante lo asombroso que resultaba todo eso.
Al llegar a casa Ikki llevo en brazos a Kenji hasta su cama y lo arropo mientras Shun los miraba desde la entrada de la puerta recordando viejos tiempos. Shun salió y se sentó en la entrada de la casa y miro la noche oscura, poco después Ikki llego y se sentó junto a él. "¿Pasa algo malo Usabi?" Pregunto Ikki al ver la cara melancólica de Shun. "Es solo que... tengo miendo de perderte otra vez, de perder a Kenji" dijo Shun.
Ikki sonrío y tomo la cara de Shun entre sus manos "Tu nunca me has perdido, y nuca lo harás, por que yo te amo y se que no importa cuantas veces la vida nos separe nosotros volveremos a estar juntos" dijo Ikki haciendo que Shun sonriera un poco. "yo no quiero separarme de nuevo de ti" dijo Shun, "Yo tampoco de ti" le contesto Ikki y lo beso en al frente. Shun cerro los ojos y al abrirlos miro dentro de los hermosos ojos oscuros de Ikki quien se hundió igualmente en los ojos de Shun y ambos se besaron tiernamente en la boca, después de eso Shun no pudo mirara Ikki a los ojos y bajo la mirada colocando su frente contra la de el. Ikki suspiro y coloco la cabeza de Shun bajo su mandíbula y lo rodeo con sus brazos. "Oh, Ikki quisiera que este momento nuca terminara" dijo Shun. "Yo tampoco, Usabi, yo tampoco" dijo Ikki mientras la noche se ponía más oscura.
Shun despertó del recuerdo de aquella noche y miro su tasa de café que de nuevo se había enfriado. Miro alrededor y se dio cuenta que había acabado en la misma cafetería donde todo había empezado. Y allí estaba como si fuera un deja vu estaba sentado solo en la misma mesa mirando su café. Shun miro a su alrededor hastiado no podía creer que después de todo lo que había pasado el iba acabar igual que al principio. Entonces de nuevo vio entre la gente una figura conocida que venia corriendo hacia el, ¿Ikki? Penso Shun, no era Kenji que a sus 15 años era igual a su padre. Kenji llego como un rayo y se sentó rápidamente junto a Shun "Hola Tío" dijo casi a gritos, una costumbre suya que a los 7 resultaba adorable pero a esta edad ya era bastante desagradable. "Hola Kenji" dijo Shun con una sonrisa, en eso Ikki llego con su típico atuendo de chico malo, de jeans ajustados y chamarra de piel café que aun le quedaban muy bien al igual que la corta barba que se había dejado crecer y ese sexy mechón blanco de canas que tenia en el copete (al estilo X-Men Rouge (Titania)). "Te gane otra vez pápa, ya te estas volviendo viejo" dijo Kenji sonriendo y con ganas de molestara su padre. "No yo te deje ganar" dijo Ikki con su mirada arrogante. Kenji respondió a eso con una mirada que decía "si claro, ¿De verdad crees que alguien te va a creer eso?" . A lo que Ikki contesto "Pero si puedo ganarte a pelear o lo olvidaba tu no peleas" dijo Ikki con un tonito de burla al final. " Es verdad pápa yo no creo que la violencia resuelva nada" dijo Kenji algo enfadado. "No solo eres vegetariano también eres pacifista, estás seguro de que eres mi hijo?" dijo Ikki a lo que Kenji solo subió una ceja con la misma cara de arrogancia de su padre, lo que hizo reír a Shun. " Esto de seguro es tu culpa hermanito, tu lo hachaste a perder" dijo Ikki con su mirada acusadora. "¿Yo? Pero a el ni siquiera le gusta el pastel de fresas." Dijo Shun tratando de defenderse. "Y tampoco me gusta la música cursi que escucha el tío Shun, prefiero las canciones de protesta" dijo Kenji. " ¿También eres rebelde?" dijo Ikki con desagrado "Tranquilo viejo, note vaya a dar un ataque" respondió Kenji al ver la cara de su padre a lo que Ikki y Shun respondieron riéndose.