Reencuentro II
AKA Bronze Eidos
Shun se quedo un rato parado ahí totalmente confundido sin saber que hacer, no deseaba regresar a casa a ese frío y solitario departamento pero tampoco podía quedarse ahí ni seguir a Ikki porque no sabia a donde había ido. Estaba tan sumido en su tristeza que no se dio cuenta que la profesora Hayase se encontraba justo detrás de el. "¿Conoce al señor Kido? Ella pregunto con algo de curiosidad. "¿Conocerlo? Ese hombre era su hermano, su casi padre, el que lo había cuidado toda su infancia, el que había dado su vida por la de el, el que le había evitado un gran sufrimiento al cambiar de lugar e ir a la Isla de la Reina Muerte" penso Shun pero solo pudo contestarle a la maestra más que "Si" La maestra lo miro por un momento con asombro "A si, ¿ Ustedes son amigos?" pregunto con aun más curiosidad, y es que no era para menos la forma como Shun miro a Ikki marcharse era como la de un niño que miraba a su padre irse y abandonarlo. Algo muy parecido a lo que Shun sentía en ese momento. Algo que la señorita Hayase noto, y al ver la mirada triste del hombre la curiosidad, mezclada con lastima la habían hecho acercarse al triste hombre. "Somos hermanos" contesto Shun sintiendo un gran dolor en su corazón. "¿En verdad? Disculpe que me asombre pero yo no sabia que el señor Kido tenia familia, además de su hijo y su difunta esposa." Dijo la maestra con un poco de tristeza al final. "Si, hace tiempo que no nos vemos" contesto Shun " A sí que el pequeño era su hijo, eso era lo que parecía y su esposa había muerto" penso Shun. La maestra Hayase se dio cuenta de lo pensativo que estaba Shun y trato de continuar con la charla "A si que es el tío de Kenji, sabe creo que a él le gustaría mucho verlo. Su padre, bueno el señor Kido no es mal padre sabe pero no es muy cercano a su hijo, a veces pienso que el no quiere encariñarse con el pequeño" Shun miro a la maestra y se sintió confundido. "¿Ikki no quería a su hijo? No el solo no quería cometer el error de antes, el de amar a alguien que el final lo abandonara, para que muriera como Esmeralda o su esposa o que lo sacara de su vida solo para poder ser feliz con la persona que mas amaba en el mundo como lo hizo el. Era su culpa que el niño, su sobrino sufriera de la falta de amor de su padre" penso Shun. La maestra noto la expresión de tristeza y dolor en la cara de Shun y le dijo "Sabe ellos no viven muy lejos de aquí, Su casa esta en la tercera calle que cruza esta avenida, es blanca y tiene una pequeña cerca con rosales amarillos, es la única que los tiene" Shun se quedo sorprendido de la buena y servicial actitud de la maestra. "gracias" dijo Shun e hizo una reverencia, la maestra le sonrío y Shun se despidió de ella, primero camino, pero luego empezó a correr hacia la dirección indicada. Al llegar a la calle empezó a caminar de nuevo buscando la casa y ahí estaba justo como le habían dicho, la pequeña cerca con los rosales amarillos y un detalle más, justo en el patio de enfrente estaba Kenji aun con el uniforma de la escuela jugando con un pequeño perro robot. Shun se detuvo y se paro bajo un árbol y contemplo a su sobrino, el pequeño parecía feliz, Shun se preparo para acercarse cuando una escucho una voz muy conocida por el pero ya un poco olvidada. Shun se paralizo en el momento y vio a Ikki salir de la casa y pararse en la entrada. "La cena esta lista" anuncio Ikki en un tono bastante indiferente. "Ya voy papa" dijo el pequeño con su dulce voz y le sonrío alegremente. Ikki entro a la casa sin prestar mayor atención al gesto del pequeño, el cual entro después de él y cerro la puerta dejando a Shun solo afuera. Shun suspiro "¿y ahora que hago?" penso en voz alta. Ya estaba ahí pero aun no sabia que decir o como explicarle a Ikki como lo había encontrado, tampoco lo animo mucho ver la indiferencia con que su hermano trataba a su propio hijo. ¿Si a si era ahora con quien lo amaba como seria con el?
Adentro de la casa Ikki y el pequeño Kenji comían en silencio. El pequeño de vez en cuando se detenía y miraba a su padre, parecía que quería decirle algo pero no se atrevía a hacerlo. Ikki noto la inquietud del pequeño y decidió ayudarle. " ¿Y como estuvo la escuela?" pregunto Ikki sin siquiera intentar fingir interés. Al pequeño se le iluminaron los ojos y se emociono bastante de que su padre hablara con el " ¡La señorita Hayase llevo a la clase a Tokio! vimos un museo donde había espadas de samurai y armaduras." Dijo Kenji casi a gritos. Ikki por un segundo olvido su resentimiento e indiferencia y miro al pequeño ofreciéndole una pequeña sonrisa, la cual fue interrumpida por el repentino sonido del timbre. Ikki se levanto retomando su mal humor de siempre y camino hacia la puerta. "Ahora regreso" le dijo a su hijo sin siquiera voltear a verlo. El pequeño se quedo sentado, empezó a mecer sus piernas por debajo de la mesa y suspiro con algo de decepción. Era la primera vez que su padre parecía interesarse en el y alguien se le ocurre venir y acabar con el momento. Mientras Ikki se acercaba a la puerta con intenciones de sacar a patadas a cualquiera que hubiese tenido la gran idea de venir a interrumpir la cena. Empeoro la expresión de pocos amigos que tenia en su cara, tomo la manija de la puerta y abrió de un golpe para sorprender a quien fuera. Y justo cuando le iba a gritar, se paralizo al ver de quien se trataba. "Shun" dijo totalmente sorprendido.
Shun permaneció inmóvil mirando al piso pensando en que decir. Pero al levantar la cara para ver a su hermano se le hizo un nudo en su garganta y sus hermosos ojos se llenaron de lagrimas. "Nii-san" fue todo lo que pudo pronunciar antes de lanzarse a los brazos de Ikki y comenzar a llorar. Ikki ante la increíble situación solo pudo rodear a Shun con sus brazos y abrazarlo fuertemente, mientras el pequeño lloraba desconsoladamente en su pecho.
Ikki se quedo mirando a Shun entre sus brazos y comenzó a pensar que decir, tenia tantas preguntas y no sabia como empezar. Ikki aclaro su garganta pero enseguida fue interrumpido por el sonido de pequeños pasos y una dulce e infantil voz "¿papá?" dijo Kenji saliendo de la cocina algo desconcertado por la forma en que su frío padre abrazaba tan cálidamente al otro hombre. Shun dejo de llorar para mirar al pequeño que lo miraba totalmente confundido. "Kenji, hijo este es tu tío Shun" dijo Ikki tratando de explicar la extraña situación al pequeño. Kenji miro a Shun y se acerco lentamente, miro a su padre y luego se acerco a Shun quien se libero del abrazo y se puso en cuclillas para estar a la altura del pequeño. Kenji se acerco un poco más y Shun levanto su mano y acaricio una de las mejillas del pequeño, quien sonrío ante la caricia. Shun le sonrío, lo rodeo con sus brazos y lo cargo mientras se volvía poner de pie. "es muy lindo" le dijo a Ikki. "Si, es mi leoncito" dijo Ikki mientras le acariciaba la cabeza a Kenji. Shun quedo hechizado por el adorable pequeño quien parecía ya quererlo sin siquiera haberlo conocido. Ikki se distrajo un poco, pero su mente lo trajo de nuevo a la realidad con las miles de preguntas que había que hacer. Ikki deseaba tener respuestas pero no quería ser grosero ni acabar con el adorable momento entre su hijo y su conejito. Y dijo lo que más adecuado le pareció " Cone... Shun quieres..... un café, comer algo? Pregunto. Shun dejo de prestar atención al pequeño en sus brazos y miro a Ikki " Si, gracias" dijo Shun algo desconcertado "Bien sígueme, vamos a la cocina" dijo Ikki dirigiéndose a aquel lugar seguido de Shun que aun cargaba a Kenji.
Ikki entro a la cocina tomo dos tazas de la alacena, sirvió café de la cafetera que había encendido hace rato y puso las tazas en la mesa mientras Shun se sentaba con el pequeño en sus brazos. Ikki se sentó tomo un sorbo y los tres se quedaron callados hasta que Kenji salto de los brazos de Shun y hecho a correr al cuarto de televisión al escuchar el tema musical de su programa favorito. Shun miro al niño irse y lugo miro a su hermano, le sonrío y luego bajo la cabeza sin saber que decir. "Shun, dime hermano ... ¿que te trae por aquí? Eh... ¿Cómo están todo por allá?" pregunto Ikki tratando de sacarle a Shun una respuesta. "todo esta bien" respondió Shun. "rayos" penso Ikki al no obtener su respuesta e intento de nuevo "¿Cómo están todos? ¿Cómo está Seiya?. "El esta bien" contesto Shun. Ikki empezó a perder la paciencia ante la falta de información. ¿Y como esta Shiryu, Sahori, Jabu? Pregunto Ikki, claro al le importaba un comino como estuviera Jabu pero se negaba a pronunciar el nombre prohibido; aquel perteneciente al que le había quitado a su hermano. "ellos están bien, Sahori esta de viaje y Shiryu esta en China y Jabu esta en casa" respondió Shun obligando a Ikki a hacer la pregunta que no quería hacer. Exasperado Ikki suspiro y trato de clamarse "¿Así que todos están bien?" "Si" contesto Shun. Ikki guardo silencio un momento y pregunto entre dientes "¿Y com esta Hyoga?. Shun lo miro a los ojos mientras las lagrimas empezaron a brotar de nuevo de sus ojos y su voz se quebró "El, el fue con Sahori a un viaje y el, el nunca regreso, Jabu trajo a la mansión su armadura destrozada y ensangrentada, dijo que había muerto y yo llore y..... y yo, yo me sentía muy solo, yo nunca debí decirte lo que te dije ese día, por que todo este tiempo mi vida ha sido solitaria y miserable sin ti " dijo Shun antes de que el dolor del recuerdo lo invadiera y no lo dejara más que llorar. Ikki se acerco y lo abrazo para que pudiera llorar en su pecho. "Shun, yo lo siento tanto" dijo Ikki con los ojos cerrados y con verdadero dolor en su voz, más por Shun que por Hyoga. "Yo no quería que te fueras de verdad, yo no quería lastimarte, lo siento, lo siento. Si hubieras regresado antes me hubiera disculpado" dijo Shun aun llorando. "No Shun, fui yo el que debe disculparse. No debí lastimar a Hyoga, no debí gritarte ni enfurecerme. Pero yo, yo sentí en ese momento tanta furia, yo te amaba tanto y aun lo hago y él, él quería separarnos, él quería arrancarte de mi lado y lo peor fue que tu querías ir con él. Yo no pude soportarlo conejito, no pudo contener mi rabia y deshonre tu amor, tu confianza y herí al que había sido mi compañero de armas, lo herí y lo hubiera matado si no me hubieras detenido.... Y con ello acabe con la confianza que el, Seiya y Shiryu habían depositado en mí. Yo no podía volver conejito, no podía verlos a la cara, porque ellos me verían como un traidor y yo creía que tu me odiabas. Así que no me quedo más opción que irme" dijo Ikki con tristeza. "Baka! Como pudiste creer eso, yo jamas podría odiarte. Pero yo creía que tu si me odiabas y por eso no quise que la fundación te buscara. Pense que te enfadarías si te encontraba" dijo Shun aun sollozando. "Yo no me hubiera molestado, como no me molesta que estés aquí ahora" dijo Ikki y le sonrío a Shun. "Entonces he sido un completo Baka" dijo Shun. "No ambos lo fuimos" dijo Ikki y abrazo a Shun. "Nii-san prométeme algo" dijo Shun recargando su cabeza en el pecho de Ikki. "¿Qué es Ototo?" pregunto Ikki mientras recargaba su mandíbula sobre la cabeza de Shun. "Prométeme que nunca nos volveremos a separar." Dijo Shun. "Te lo prometo Ototo" respondió Ikki y acaricio la espalda de Shun.