Reencuentro
AKA Bronce Eidos
El día era hermoso, el cielo azul, el sol lo iluminaba todo pero en su corazón todo era completa oscuridad. Sentado en una mesa de una cafetería al aire libre, Shun miraba su tasa de café con poco animo. Al acabarla tendría que regresar solo a casa. A casa... a ese apartamento solitario donde alguna vez pudo encontrar compañía pero ahora solo encontraba frío y soledad.
Subió la mirada y vio a la gente a su alrededor alegre, con sus amigos, con sus parejas o con su familia. Su familia... ¿qué había sido de su familia? El nunca lo sabría. ¿Oh había alguna esperanza, que algún día lo hiciera? "Si tan solo yo hubiera... penso en voz alta. Entonces sobre su tasa de café 4empezo a recordar aquellos días de su juventud tan lejanos. Y no es que fuera tan viejo pero ya casi tenia 27 años " Y él, el debe tener ya casi 30" penso. "Si tan solo yo hubiera actuado diferente... No como podía haberlo sabido, ¿Cómo?" Entonces los recuerdos volvieron tan fuertes como si hubieran pasado solo algunos días y no tantos años. El día era parecido al de hoy pero había un sentimiento de tragedia en el aire.
El se sentó en el jardín de la mansión a esperar, era un día muy feliz para él, de hecho desde hace meses su vida había sido muy feliz; no tenia que luchar, sufrir y probar su lealtad a su diosa más y acababa de declararle su amor a su adorado rubio. Le había costado trabajo ya que cada vez que intentaba decírselo se ponía demasiado nervioso y terminaba hablando del clima o de alguna otra trivialidad. Y como había sufrido durante todo ese tiempo ya que había amado a Hyoga desde la primera vez que pelaron juntos pero hasta muy tarde se dio cuenta que realmente lo amaba hasta mucho después de salvarle la vida. Paso largos momentos sufriendo por su falta de decisión para decirle lo que sentía, además de que no había nadie más a quien confesarle lo que sentía. Pero finalmente lo había logrado y para su suerte Hyoga le había correspondido. Pero las cosas no iban a ser fáciles no, ¿Qué pensarían sus amigos de ellos? ¿Qué pensaría su familia? Ikki era la única familia que el tenia y si el lo rechazaba por saber de quien estaba enamorado, eso sería el final, el lo ¿rechazaría?
Shun no quiso, no pudo arriesgarse y prefirió permanecer en silencio. Pero los secretos no son para siempre. Ese día mientras esperaba Hyoga se apareció y lo saludo dándole un beso en los labios, Shun le sonrío y no noto que estaban siendo observados por su hermano. Ikki se acerco a ellos, Shun y Hyoga se quedaron inmóviles helados ante la mirada de furia de Ikki quien pidió una explicación la cual salió tardíamente de la boca de Hyoga. Y fue seguida por los gritos del sorprendido e indignado fénix quien termino por golpear a Hyoga con toda su furia, Shun se interpuso para evitar que lo matara "¡Basta! Yo lo amo, ¿cómo puedes hacerle esto? ¡No quiero volver a verte nunca!" dijo Shun mas que indignado por el comportamiento de su hermano y con lagrimas en los ojos. Shun nunca lo supo pero a Ikki se le rompió el corazón en ese momento, claro que fingió que no le importo, dio media vuelta y se fue, se fue para siempre.
Shun nunca lo volvió a ver después de ese día y nadie sabia donde estaba o a donde había ido. El tiempo paso Shun y Hyoga se fueron a vivir juntos pero Shun siempre recordaba a su hermano en especial en su cumpleaños. Se sentía triste por no verlo y siempre se pregunto ¿qué fue de el? ¿Estaba vivo o muerto? ¿y si lo encontraba algún día, podrían volver a ser una familia? Parecía que todos los días de su vida se atormentaría con esa pregunta. Pero trato de disimular y no preocupar a su amado que había hecho todo lo posible para que ambos fueran felices y para que sus amigos aceptaran su relación. Lo que paso lentamente, pero parecía que todo estaría bien excepto por ese pequeño detalle familiar que le quitaba el sueño a Shun. Habían pasado casi seis años, el vivía lejos de la mansión y todavía se levantaba por las noches y se sentaba cerca de la ventana para ver si inesperadamente el volvía. De hecho había soñado varias noches con el cruzando la calle hacia el apartamento donde el vivía, corría a la puerta entusiasmado entonces despertaba y lloraba en silencio.
Hyoga había propuesto varias veces hacer que la fundación Kido lo buscara, pero Shun no estaba seguro,
¿ Si Ikki estaba muerto? El se sentiría destrozado al saber que el había muerto y el no lo había vuelto a ver, ya una vez lo creyó muerto y fue el momento más horrible de su vida. Pero ahora si era de verdad. Por otro lado ¿Sí él estaba vivo y seguía furioso? Seguramente le enfurecería mucho más saber que lo buscaban como a un niño perdido. Además ¿Qué le podía decir que calmara su ira? ¿Qué amaba a Hyoga y a él también? ¿Y si eso no era suficiente? Su cabeza estaba llena de dudas pero a medida que pasaba el tiempo se sentía más convencido de que necesitaba encontrar a su hermano. De hecho había decidido hablar con Sahori esa misma tarde pero cuando Hyoga llego a casa fue directo a su habitación a empacar mientras le hablaba a Shun del viaje que el haría con Sahori. Al parecer era un viaje de negocios sin importancia y Sahori le había pedido a Hyoga que la acompañara debido a que Seiya se encontraba en Grecia con Marine y Seika.
Shun no tuvo más remedio que acompañar a Hyoga al aeropuerto y despedirse de el con un beso. Se quedo parado hasta que el avión despego. Shun se quedo pensando en Ikki en Hyoga y en lo poco que pudo comentarle a Sahori sobre buscar a Ikki.
Los días pasaron y entonces una noche antes de que Hyoga regresara justo amedia noche Shun recibio una llamada era de la fundación Kido; aparentemente Sahori nunca llego a su destino fueron atacados por unos caballeros renegados y Hyoga trato de protegerla, "El fue muy valiente" dijo el hombre " Y dio su vida por la señorita Sahori" Shun no pudo aguantar el llanto, el no podía creerlo, se despidió del hombre de la Fundación y corrió hacia la mansión solo para encontrar a Jabu sentado en la sala junto a los pedazos de la armadura de Hyoga. Shun se arrodillo y lloro por horas.
A la mañana siguiente fue al funeral y no pudo evitar esconder su dolor al ver el cuerpo del que una vez fue su amado.
Después de eso se quedo solo en su departamento llorando y recordando sus tiempos felices y a su hermano, no sabia porque pero desde la muerte de Hyoga solo podía pensar en Ikki. Cuando caminaba por la calle y miraba a dos niños pequeños (obviamente hermanos) jugando pensaba en Ikki y cuando veía a dos hermanos platicando en una cafetería se sentía triste.
Hoy se sentía igualmente mal acababa de visitar a Sahori y vio a Seika y Seiya juntos, le alegro ver que estaban bien pero se sintió miserable al ver lo bien que hermana y hermano se llevaban. Y termino por irse a la cafetería donde se encontraba sentado ahora frente al café ya frío. Se quedo pensando en lo solo que se sentía y cuanto deseaba ver a su hermano pero eso parecía imposible, la fundación lo seguía buscando y no tenia ni una pista.
Shun pensaba resignarse a su soledad.
Entonces repentinamente algo llamo su atención eran las voces de un grupo de niños como de 6 o 7 años de edad, traían el uniforme azul de su colegio. Estaban de paseo y se detuvieron cerca de la cafetería a mirar la vitrina de una tienda de juguetes cercana. Hacían tanto ruido que llamaban la atención de todos y uno de ellos llamo en especial la atención de Shun, el pequeño estaba en medio del grupo era moreno, de ojos azul oscuro y pelo revuelto. El era igual a Ikki. Shun quedo inmóvil por la emoción ¿Su hermano? No como podía ser era solo un niño. Pero el solo verlo llenaba el corazón de Shun de felicidad. El miro al pequeño reír con sus amigos y pudo hacerlo toda la tarde pero la maestra apareció y llamo a los niños los cuales se reunieron alrededor de ella y subieron a un autobús amarillo que estaba estacionado cerca de la cafetería.
Shun solo pudo ver como los niños en especial el que era idéntico a su hermano desaparecían en el autobús que se alejaba de ahí. Shun no podía dejar que el pequeño saliera de su vida sin siquiera saber quien era. Así que sin siquiera pensarlo dos veces subió a un taxi e hizo al chofer seguir al autobús, el cual por suerte no iba muy rápido. Cuando el autobús se detuvo frente a al escuela Shun se dio cuenta que habían llegado a Okinawa una ciudad bastante lejos de su casa. Shun pago el taxi y se despidió del chofer pero mientras lo hacia los niños ya habían entrado a la escuela. Shun no tuvo más opción que esperar afuera hasta que los niños salieran. Mientras esperaba repentinamente tuvo un destello de conciencia "¿Qué estoy haciendo aquí? Se pregunto ¡Por que vine aquí? ¿Para que lo seguí, para que lo espero? El no es ikki, ¿qué le voy a decir cuando salga? Si me acerco a el y sus padres me ven que les diré. Mejor me voy a casa" después de tener este pensamiento Shun empezó a caminar para alejarse de la escuela cuando el reloj de la escuela sonó y los niños salieron corriendo. Shun se detuvo y decidió ver al pequeño gemelo de su hermano salir, solo por verlo de nuevo y verlo reunirse con su familia.
El pequeño salió de la escuela y se quedo parado junto a su maestra esperando a alguien. El tiempo paso y nadie aparecía, Shun se preocupo, pensó que tal vez el pequeño no tenia nadie. Pero entonces el pequeño vio a alguien al otro lado de la calle y sonrío mientras se dirigía a la puerta. "Adiós, Kenji" dijo con una sonrisa su maestra. " Adiós Señorita Hayase" dijo el pequeño y siguió su camino. Shun miro al niño marcharse y entonces vio a la persona que venia a recogerlo. Era un hombre alto con pantalones de mezclilla bastante ceñidos y una chamarra de piel café. Shun miro su rostro, su cabello alborotado, sus ojos azul oscuro, no podía ser posible, era Ikki, tenia algunas canas pero se veía igual que cuando era un adolescente. Shun quería correr hacia el y abrazarlo pero no se atrevió y solo se quedo mirando a ambos mientras se alejaban y subían al auto negro de Ikki que se alejo rápidamente.
Shun no supo que hacer, simplemente se quedo ahí parado mirando el atardecer. "Por lo menos se que el esta bien, y el ya no esta solo, ahora yo soy el solitario" pensó.