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Amor y Odio

Aka Bronze Eidos

La luz del sol entraba débilmente por la ventana del  departamento y sus rayos golpearon los jos de Hyoga haciéndolo despertar de su sueño, intento cubrir su cara con las sabanas de la cama para no tener que levantarse. Pero de nada sirvió, finalmente despertó. Sus ojos se abrieron con lentitud y sus músculos se quejaron penosamente ante el dolor que cada mañana lo atacaba desde hace mas o menos un año. Un año el mismo tiempo que llevaba viviendo, no amado a ikki. ¿Amando? Esa simple palabra podría definir lo que el sentia porel Fénix pero tal vez no lo que el Fénix sentía por el. ¿Ikki lo amaba o lo amo alguna vez? Hyoga trato de cerrar su mente a ese pensamiento que todos los dias lo invadia y se levanto lentamente, moviendo una pierna ala vez mientras la miel de ikki mezclada con su propia sangre se escurria de entre sus muslos y manchaba las sabanas blancas. Bajo una pierna de la cama y enseguida la otra para tratar de aminorar el dolor que surgia entre ellas. Después de interminables minutos se puso finalmente de pie y camino al baño lentamente sin poder estar erguido. ¿Por qué Ikki tenia que ser tan violento siempre que hacían el amor? Era como si desquitara toda su furia con Hyoga como si. Como si… ¿como si lo odiara?. Hyoga movio su cabeza con frustración tratando de no pensar más y entro al baño lentamente. Accidentalmente su mirada se topo con su propio reflejo en el espejo.

¡Mirate que patetico eres! Se dijo así mismo. Todas las mañanas es lo mismo; despiertas hecho jirones. ¿Hasta cuando vas a permitir que este abuso continué? ¿A caso perdiste tu dignidad?¿no eres tu el caballero de los Hielos protector de la diosa  Atena? Entonces porque permites que te use, que te viole toda la noche y después te deseche como una barata pro… ¡No, no lo digas ikki me ama! Contesto asu reflejo. ¿Te ama? ¿A ti? Ese bastando no se ama mas que a el mismo. Para el no eres mas que una diversión un juguete sin valor. Para el no vales nada, eres solo un cuerpo para darle placer. ¡Nunca te considerar más que eso! Debes tener una autoestima muy baja para seguir con el. ---- ¡Pero el me ama! Sino porque sigue con migo porque sigue viniendo a mi. ¿Por qué insistió en que viviéramos juntos? Se pregunto Hyoga. ---- No seas tonto el no te ama el finge hacerlo para poder torturarte. El solo te quiere aquí para desquitar su ira y su frustración contigo. ¿conmigo? No no es cierto pensó hyoga mientras lagrimas corrían por sus mejillas y corría a encerrarse en la ducha. Abrio rápidamente el agua y empezó a lavar su cabello tratando de no pensar.  Pero las lagrimas seguían fluyendo.

---Frustración, ira¿Pero porque yo que hice para que el me odiara, de esta manera? ¿Para que fingiera amarme tan solo para tenerme cerca y hacerme sufrir? ¿Qué hice yo? Pensó insistentemente Hyoga.  ----

--- Le quitaste a su conejito--- una voz resonó en su mente Hyoga abrio los ojos sorprendido ante ese pensamiento. Si el y Shun se habían enamorado pedidamente después de que shun le salvo la vida en las doce casas. Hyoga no quería aceptarlo pero a partir de ese momento ninguna chica que el conoció le parecio atractiva en lo más mínimo. Y sorprendentemente en todo lo que el pensaba era en Shun. Después de meses Hyoga finalmente pudo encontrar el momento adecuado para confesar sus sentimientos y se sintió tan dichoso cuando supo que shun sentía lo mismo. En ese momento decidieron que querian pasar el resto de su vida juntos. Pero no fue hasta años después, terminando la batalla con Hades que ambos pudieron hacer su sueño realidad y vivir juntos en Siberia. Shun le conto a Ikki su decisión y Hyoga recordo su cara, Ikki en cuento supo los planes de su pequeño hermano miro a hyoga con ira, una ira que quemaba, sus ojos casi eran un par de hogueras encendidas. Pero Ikki no hizo o dijo nada. Shun estaba demasiado feliz y el no iba, no se atrevería, nunca a terminar con la felicidad de su conejito.

La vida con shun—recordó hyoga—había sido muy hermosa, cada mañana se levantaba para recibir un dulce beso en la boca y sentir como el pequeño de ojos de esmeralda acariciaba su pecho desnudo con sus suaves mejillas. Y cuando hacían el amor, solo habia calor, caricias, y las mejillas sonrojadas y ojos glaseados de su amante cuando llegaban juntos al éxtasis. Sus cuerpos se amoldaban tan bien uno al otro, se complementaban y Shun sus movimientos siempre fueron suaves y lentos el nunca lastima hyoga.

No como Ikki quien siempre terminaba desgarrándolo, rompiendo sus tejidos, y trazos profundos como surcos en la piel que sus dedos tocaban; junto con riachuelos de pulsante y aun caliente sangre carmesí que se combinaba con el liquido lechos de Ikki y empapaba cada noche las sabanas. Las cuales casi se desgarraba cada vez que Hyoga apretaba sus dedos para aguantar los gritos de dolor las lagrimas que finalmente brotaban. Pero ninguna aprte de su cuerpo estab tan destrozada, rota y desgarrada como su corazon que cada dia se convencía más de su soledad y falta de amor. Ya que ninguna de sus suplicas  desesperadas o gemidos detenían al fénix en su búsqueda de placer. Todo se unía en una prueba de amor y de entrega que Hyoga hacia a cada noche sin recibir ni exigir nada cambio. Nada excepto la desolación y el vació que sentía a la mañana siguiente.    

Shun si siguieran ambos juntos. Pero su felicidad fue truncada, una noche que ambos recorrían la carretera en el auto de Hyoga rumbo a casa la vida de su amante fue truncada cuando de entre la niebla del camino un auto apareció haciendo pedazos, su sueños, sus esperanzas de un futuro juntos y sus promesas de amor eterno. Por suerte Shun estaba dormido y no pudo sentir llegar su fin ni escuchar los gemidos y la desolación de Hyoga. 

Shun fue sepultado junto a sus padres a petición de ikki y aunque el fénix nunca dijo una palabra la tristeza, la soledad y la impotencia, el dolor  de no haber podido salvar a la persona que más amaba en el mundo. Lo destrozaba por dentro al igual que Hyoga. Sin embargo el rencor que sentía hacia el cisne de hielo por robarle a su hermoso Andrómeda evito que Ikki se acercara a Hyoga a pesar de que ambos sufrían de igual manera y sus corazones al igula que sus almas estaban desechas. Pero entonces que sucedió entre ellos. Ni siquiera hyoga podría explicarlo. Se veía continuamente frente a la tumba de Shun, casi todas las semanas y aun asi Ikki no dejaba de mirarlo con ojos enardecidos de furia. ¿alguna vez miro con tanta furia a alguno de sus enemigos? Hyoga no lo sabia. Pero una noche sin más explicación ikki invito a Hyoga a cenar y después de unas copas, cuando Hyoga se encontraba en un estado de ebriedad severo. Quisa fue el alcohol quizás su soledad y su corazón roto lo que lo dejo vulnerable para convertir un bezo feroz y venenoso con el Fénix. El cual paso de ser una caricia salvaje a una violación que el permitió. Hyoga solo miro como su ropa era arrancada con furia mientras sus labios entre besos, que mas bien eran hambrientas mordidas, se alargaban hasta  que saboreo aquel sabor metálico de su propia sangre. Al mismo tiempo los dedos de ikki al despojarlo de su ropa clavaban sus uñas como filosas cuchillas que marcaban en rojo surcos en la espalda y pecho de hyoga. Hyoga quería soltarse y terminar con el dolor que le infringía tan salvajemente le Fénix pero al mismo tiempo deseaba un poco de amor, un poco de calor de otro cuerpo que le diera consuelo de su perdida. Y  así su tortura continuo. Ikki coloco repentinamente ambas manos en las naldas suaves de Hyogay en un movimiento brusco la separo y entro entre ellas con toda su fuerza, como un aguijón abriéndose paso en una suave flor.  Hyoga grito de dolor pero eso no detuvo al Fénix quien dio un ultimo empujón fuerte y empezó a moverse importándole solo su propio placer mientras sus dedos marcaban las suave y sensible piel del trasero de Hyoga.  Hyoga gritaba y lloraba mientras sentía su sangre fluir fuera de su cuerpo y sus finos y delicados tejidos siendo desgarrados desde su interior.  Ikki excitado mordió uno de los pezones de hyoga hasta casi arrancarlo de su pecho dejando marcas de dientes sobre aquella piel fina.

Hyoga lloro y toco aquel lugar donde se encontraban esas marcas de color oscuro que formaban una corona alrededor de su pezón izquierdo y acaricio el lugar al igual que las profundas cicatrices de sus muslos una vez tersos y hermosos. Ikki no solo lo había lastimado, sino le había arrebatado parte de su belleza, su vida, su amor propio y su corazón.¿Si lo amaba porque nunca se lo había dicho? Porque lo había marcado como si deseara que no le perteneciera a nadie más o como si quisiera que nadie más lo quisiera. Como si deseara que se viera usado y sin valor para otros. Pero si lo quería solo para el porque no le demostraba el amor  que le tenia o porque no veía deseo en sus ojos en las noches cuando llegaba después de las 11 a casa, entraba a la habitación que ambos compartían y lo despertaba para tomarlo. Porque ikki no lo despertaba con un beso en lugar de echarse sobre el y arrancarle su pijama ¿y abofetearlo cada vez que intentaba detenerlo? ¿Que sucedía? ¿Por que todas sus noches juntas eran más parecidas a una violación que a una noche de pasión? Hyoga no lo sabia simplemente pensó o quiso creer que esa era la forma en que Ikki amaba. Pero no era si. Mirando su piel marcada y la sangre que manchaba el piso de la ducha Hyoga comprendio entre lagrimas de dolor la verdad.

Minutos mas tarde Ikki despertó estirando su cuerpo desnudo sobre las sabanas, se levanto de un salto y entro al baño esperando encontrar a hyoga pero el ya no estaba. Sin preocuparse en lo más mínimo entro a la ducha y se baño. Salio y se vistió como cualquier mañana. Y se dirigió a la cocina para desayunar. Todo era tan típico para el. Todo era tan normal, todo estaba bien en su vida, Si tan solo el estuviera ahí tal vez podría ser feliz. Ikki penso tomando una foto de Shun que tenia sobre su buró. La coloco de nuevo en su lugar y salio pero al cruzar el umbral de su puerta se topo con Hyoga. Miro que el chico estaba completamente vestido con sus jeans y una camisa blanca. Sus ojos como desde hace un año se veían tristes y medio muertos. A ikki no le molestaba era el precio que hyoga debía pagar aunque ciertamente la belleza del joven se estaba dañando en el proceso pues so pelo una vez brillante y hermoso ahora se vei algo pálido y su cuerpo lucia algo frágil y en cierto modo era imposible esconder el maltrato del que era victima. Ikki se propuso ir a la cocina y evitar al joven.

---Ikki---dijo Hyoga suavemente

Ikki no contesto solo se concentro en servirse un vaso de jugo.

--- Ikki--- insistió hyoga

ikki no respondió seguía concentrado en tomar su jugo y leer el diario de la mañana

---- Ikki necesito hablar contigo--- Insisitio Hyoga

Ikki solo respondió con un “mmhh” y continuo ignorando a Hyoga

--- Ikki yo se que no me amas. --- dijo Hyoga cerrando los ojos para evitar las lagrimas

ikki miro a hyoga sus ojos no decían nada, solo parecía algo sorprendido pero no dijo nada. Hyoga sintió que sus rodillas se doblaban al entender que ikki no iba a negar nada de lo que dijo. Todo era verdad y eso lo estaba destrozando por dentro.

---Me voy Ikki---- Dijo hyoga antes de que su voz se quebrara y salio corriendo de departamento sin saber a donde ir o que hacer.

Capitulo 2

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