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Amor y Odio II

Aka Bronze Eidos

Ikki se quedo sentado mirando el espacio vació donde  hacia un momento se encontraba Hyoga.

Tarde o temprano esto sucedería --- pensó Ikki ---era solo cuestión de tiempo, Hyoga no es entupido solo esperaba que durara más. Pero la relación con Hyoga ya se estaba deteriorando. Desde hace semanas Hyoga se atrevía a exigirle muestras de afecto, se quejaba de las atenciones que Ikki le daba y se encerraba en el baño a llorar por horas. Además había perdido gran parte de su atractivo, pues había perdido peso y siempre estaba deprimido por lo que no prestaba mucha atención a su persona.  Al principio cuando iniciaron su relación Hyoga se levantaba por las mañanas y lo despertaba con un beso sin importar el dolor que sintiera de la noche anterior y cuando Ikki se levantaba Hyoga lo estaba ya esperando a desayunar y lo entretenía con conversaciones superficiales y tontas. A veces Hyoga lo iba a buscar a su trabajo para cenar juntos en algún restaurante casi hacia sentir a ikki culpable.

Y aunque ikki pudo haber salido corriendo detrás de Hyoga ya era muy tarde pues hyoga sospechaba la verdad y de seguro de regresar le seguiría exigiendo a ikki algo que simplemente no le podría dar. No--- penso ikki--- el juego con hyoga ya no era divertido----  Entonces ¿Por qué sentía ese dolor en su interior?. Ikki trato de deshacerse de esa sensación de mariposas en el estomago. El no tenia porque sentir culpa o remordimiento después de todo hyoga se lo habia buscado. El habia osado enamorarse de Shun, su pequeño conejito. Shun le había entregado su amor puro y absoluto a l rubio ¿Y que recibió a cambio? Hyoga lo llevo a su muerte en un lugar lejano. Un lugar en donde Ikki no pudo salvarlo. Hyoga había dañado a ikki en lo más profundo de su alma al destruir lo único puro, hermoso  y brillante que existía en su alma.  Si hyoga no hubiera alejado a shun de Ikki, el habría podido salvarlo y ese pensamiento era el que lo atormentaba todas las noches junto con los recuerdos de su amado Ototo. Pero lo peor sucedía en las mañanas cuando iba a visitar los lugares que eran considerados sagrados para el pues eran lugares amados y especiales para shun. Y esos lugares que le recordaban momentos dulces que atesoraba en su corazón, recuerdos que se tornaban en agrios encuentros cuando Hyoga aparecía. Su presencia lo torturaba pensando que tenia al asesino de su hermano frente a el y nada podía hacer para hacerle pagar. Pero ikki encontró la forma de vengar se. Atacar a  hyoga de frente no habría dado mayor resultado que una batalla más, igual a otra que no habría sido suficiente para pagar el crimen que cometió. Pero de este modo fingiendo que lo amaba, podría torturarlo hacerlo pagar por todo su sufrimiento.

Y lo había logrado, había destruido a Hyoga, su corazón estaba hecho pedazos y su alma estaba irreparablemente rota. Pero porque si acababa de alcanzar su meta se sentía tan vació e insatisfecho. A caso el podria. No era impensable. Lo que sucedía es que ikki simplemente quería hacer sufrir más a Hyoga.  Entonces ¿por qué ya no podía ni verlo a los ojos?  Esos ojos que lo único que mostraban era la decepción y la tristeza que Hyoga sentía dentro de si. ¿Si ikki quería e hizo a Hyoga sentir tal dolor entonces por que no podía ver su obra terminada en los ojos azul cielo del hermoso cisne? 

Ikki se quedo pensativo y miro a su alrededor tratando de distraerse peor todo le recordaba a Hyoga, la cocina que Hyoga había decidido decorar ya que ikki no le presto mucha atención. Pues el no tomaba en serio su vida juntos era solo una venganza, solo un alivio para su dolor. No era real no había amor ni un hogar solo un departamento compartido ¿para que reparar en detalles?. Ikki miro a la sala y noto que todo en el apartamento había sido elegido por Hyoga. Cada mueble, cada objeto decorativo, cada lámpara, incluso el color de las paredes fue elegido para ser confortante y cómodo para dar una sensación de hogar. Ikki no se había preocupado en hacerlo no lo consideraba importante. Y Hyoga había tenido la libertad de hacer lo que quiso con el departamento y había decidido convertirlo en un lugar acogedor como un sitio para que ambos vivieran juntos para siempre.  Ikki movió su cabeza tratando de sacar esas cursilerías de su cabeza y tomo un libro del estante. El no se sentía con ganas de ir al trabajo hoy. Abrió el libro y se dio cuenta que era el álbum fotográfico. Hyoga había insistido en sacar fotografías de ellos dos juntos frecuentemente. Decía que necesitaban recuerdos juntos. Ikki no sabía cual era su obsesión por los recuerdos. Aunque Hyoga se quejo una vez de que aunque su relación con Shun había durado 3 años tenia muy pocas fotografías de su vida juntos pues creía que iba durar para siempre y había tiempo de sobra para hacer recuerdos. Y siempre se arrepintió de no haber tomado más fotos para recordara Shun. Ikki volteo las hojas y vio algunas fotos en las que Hyoga se veía realmente feliz a su lado y el se veía indiferente y lejano a Hyoga. A medida que paso las paginas vio como la alegría genuina de Hyoga cambiaba por una sonrisa simulada hasta que ya no pudo fingir más. Era la fotografía tomada hace unas semanas Hyoga no insistió mucho en tomarla pero Ikki se dispuso a tomarla de todas maneras. Aunque no había necesidad Hyoga no quería y a el nunca le importo. Porque quiso hacerlo. ¿A caso le importaba? Tal vez era--- pensó Ikki--- que se sentía sollo y únicamente quería a Hyoga como compañía y nada más. Si solo era compañía, podría conseguirse un perro y todo seguiría bien. Pero no era así Ikki se concentro en los ojos de cielo, ese cielo en el que había entrado cuando Hyoga lo tomaba de la mano y lo obligaba a mirarlo. Esos ojos se veían con nubarrones en la fotografía y en al realidad. Aquellos hermosos ojos que brillaban con la luz del sol ahora se veían tormentosos. Y esos hermosos hilos de oro  con los que se curia cuando Hyoga lo besaba ahora eran pajas opacas que caían con tristeza sobre un rostro demacrado por el sufrimiento y el desengaño de un amor inexistente. ¿o tal vez existía? Ikki pensó en ese momento con más claridad. ¿Porque no podía ver a Hyoga a los ojos? Porque odiaba ver la tristeza en aquel rostro que fue tan dulce y alegre alguna vez con tan solo saber que el estaría a su lado el resto de su vida. Se sentía mal por haberlo engañado haberle dado ilusiones falsas y por destruir toda la alegría que Hyoga imagino que ambos compartirían. Había hecho pedazos al chico entre abuso y cruel desamor. ¿y le dolía? Si lo hacia.

En el parque cercano mientras Ikki pensaba en sus sentimientos una pequeña figura rubia se sentaba junto al estanque a contemplar a los patos que nadaban despreocupados ahí. Hyoga se sentía destrozado, traicionado y muy desdichado.  ¿qué iba a hacer ahora? Regresara  Siberia seguramente ¿qué otra cosa podría hacer?  Era obvio que Ikki no iba a venir corriendo por el y lo iba a llevar de vuelta a casa en brazos. No eso nunca sucedería. Hyoga debía reunir sus pedazos y emprender el camino a casa al único hogar que conocía y el único que tendría. Con los recuerdos del único amor que tuvo Shun. Nunca jamás volvería confiar su corazota nadie más ¿Pero y quien lo iba a desear? Ikki había tomado lo mejor de el, había drenado su juventud, alegría, confianza y el amor que el podía dar y lo había dejado seco como una concha vacía y sin valor.  Su venganza estaba consumada y el había sido tan tonto como para haberle ayudado a consumar su propia destrucción. Pero el dolor por la perdida de Shun era tan grande, tan inmensa que pensó que no sobreviviría solo por eso corrió a los brazos de Ikki. Y fue como correr hacia el cráter de un volcán para quemarse.  Pensó Hyoga mientras una lágrima rodó su mejilla. Ya no debería sentirse así debía juntar fuerzas e irse. Apretó sus manos y se levanto con decisión y se dispuso a dar un paso pero sus piernas no lo pudieron sostener y cayo al piso sollozando. Se hundió en lo mas profundo de su miseria y no supo como pero llego a sentarse a una banca cercana. Abrió sus ojos y se encontró con otro par de azul más intenso.

--- Ikki--- dijo Hyoga con voz temblorosa

Ikki tomo el rostro pequeño entre sus manos y lo acerco al suyo. Hyoga abrió sus ojos enormes queriendo deseando creer que había amor ahí. Pero sabia que no y se aparto de las manso de Ikki.

---no tu no me amas déjame en paz---dijo Hyoga todavía tembloroso

Ikki se le acerco de nuevo y tomo la mano de Hyoga en la suya

--- Vamos a casa amor mio--- dijo Ikki en voz baja

Los ojos de Hyoga se abrieron enormes ante la declaración y miro a Ikki a los ojos. Ikki aprovecho el momento para tomar de nuevo el rostro de Hyoga entre sus manos y acercarlo para besarlo dulcemente, de una manera suave y tierna. Hyoga no podía moverse esto era demasiado para el, era un sueño, de seguro estaba soñando, debió quedarse dormido pero el sabor tan familiar de la lengua de Ikki y de su movimiento dentro de su boca lo hicieron saber que esto era verdadero.

Hyoga no podía mas eran demasiadas emociones y cayo en los brazos de Ikki quien lo tomo y lo llevo en brazos a casa y a su nueva vida juntos como una pareja de verdad. 

Continuara...

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