Charo Talavera de Blanchard
Tafers - Switzerland
En la vida de cada ser humano, los recuerdos de la
niñez son tal vez los más sencillos, pero los que repercuten con mayor fuerza en la
formación de cada individuo. La vida se podría comparar a una cadena de recuerdos
inolvidables cuyos eslabones están acoplados a la rutina diaria. Cada vez que evocamos un
eslabón de esta cadena, es casi como que volvieramos a vivir aquel momento. Esta vez en
el Euro 2000, nos encontramos a pesar de miles de kilómetros de distancia otra vez en
nuestro patio del colegio.
Poco a poco fue llegando la "Juventud Santarosina" al Restaurante Café
Latino de Nyon, descubrí que a pesar de estar muy europeizados, todavía se cultiva la
costumbre de llegar a "la hora peruana"...
Aunque encontré muchas caras nuevas ....jóvenes y menos jóvenes de diferentes
promociones me parecía conocerlos a todos y cada uno de toda la vida. Será porque
hablábamos el mismo idioma? No me refiero al castellano. Se trata del idioma que nos
transmitieron aquellas monjitas, curas y laicos. Aquel idioma basado en la Filosofía de
la fé cristiana, de la amistad, de la apertura hacia nuestros hermanos. Aquel idioma que
contribuyó en forma masiva al crecimiento del alma...
Soñar no cuesta nada, y llena el corazón de recuerdos gratos. Durante el aperitivo con
el delicioso Piscosauer y canchita recordamos nuestro pasado común: se habló de las
tómbolas, de los bingos, de la elección de la reina de la primavera, de las fiestas
mensuales, de las actuaciones del fin de año, de las famosas Kermesses en la cual cada
uno grandes y chicos contribuían al éxito.
Como representante de los organizadores Hans presidió el almuerzo. Despues de un momento
de honra a nuestros compañeros fallecidos, pasamos a la parte culinaria: Ceviche, Papas a
la huancaína y choritos para comenzarla. Lomito saltado, frijoles y tortilla para
seguirla y helados de limón y mango para terminarla... y todo de chuparse los dedos!!!
La orquesta con el maestro CD procedió a tocar los añorados ritmos latinos, de manera
que la mancha de Santarosinos se lanzó a la pista a divertirse moviendo caderas y hombros
al compás de nuestra linda música.
Al atardecer, el cielo que había estado denso por la lluvia copiosa de la mañana, se
aclaró. Parece que tuvimos vara con nuestro cómplice de allá arriba, de manera que nos
regaló toda la tarde un sol espléndido reflejando la maravillosa vista hacia el Lago de
Ginebra.
Gracias a la generosidad de Cota y Uque encontramos refugio en su casa para terminar con
broche de oro. Con pancitos, charcutería, pizzas, vinos y la deliciosa torta nos sentimos
"como en nuestra propia casa" gracias la amabilidad de nuestros anfitriones. Un
millón de gracias Cota y Uque por estas horas tan agradables que pudimos compartir!
Gracias también a los organizadores quienes habían previsto todo para que la reunión
del Euro 2000 sea un éxito rotundo. Quedará como un eslabón especial en la
cadena de nuestra vida.
Last but not least, gracias a Dios se nos otorgó la oportunidad de pasar nuestros años
de la niñez y la juventud en aquel lugar donde educadores perseverantes nos inculcaron el
amor a Dios, al prójimo y la moral Cristiana.
Por lo menos en nuestros corazones nos sentiremos ahora y en años más maduros-- o
porqué no hasta el final de nuestros días --como "la juventud Santarosina"!
Un cariñoso saludo a todos de esta joven Santarrosina casi abuela,
Charo Talavera de Blanchard
Tafers - Switzerland
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