Chocó 7 días
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Irrespeto y atraco
Alfonso Areiza Lozano Quibdó es la única "capital" de departamento donde todo es tragedia sin dolientes; no la acogemos con aprecio real por ser un circo mugroso y abandonado a su maldita suerte. Hace algunos años la diversión eran los conciertos en el coliseo cubierto, con música autóctona y salsa de los mejores soneros mundiales. Por la ocupación de este escenario, el Parque Centenario se convirtió en el "cansódromo" para estos eventos, cerrando el área con zinc, pegadas con madera y clavos; tres armas mortales de guerra bárbara; el espectáculo es costoso, empezando siempre entre las 12 de la noche y 2 de la mañana, después de escuchar desde las 9 p.m., los peores embuchados musicales con destemplados vientos y por supuesto, la cántara de alcohol no puede faltar para "amenizar" el suplicio. Esta penitencia es totalmente de pie y con un sonido de ventosa podrida; lógicamente, hay excepciones. Lo del 29 de diciembre, en el parque "Manuel Mosquera", fue un total desconcierto y ninguna culpabilidad tuvo el comportamiento de los asistentes, quienes fuimos provocados por la pésima organización, tardísima iniciación, ruinosas presentaciones musicales, total improvisación, sonido inmundo, anuncios mentirosos y ninguna vigilancia policial, hasta cuando por el engaño e irrespeto estalló la ira, provocando el lanzamiento de botellas de vidrio y, por supuesto, el saldo de ocho heridos. En la velada tenebrosa nos trataron como a los marranos huérfanos, por servir de instrumentos dóciles de los abusadores, siendo ya hora de erradicar el absurdo sofisma de la fascinación de los chocoanos por la amanecida. Ésta, la adoran los gotereros. Obliga advertirle al alcalde, personero y comandante de la Policía respecto de un desastre en el parque, con heridos y muertos. La responsabilidad imputable será de los representantes de estas instituciones y la medida propicia para evitarlo es la prohibición de estos eventos, hasta tanto no se construya un escenario adecuado. La comunidad paciente formula esta petición para evitar atracos con entuertos musicales, y lo más decepcionante, el Grupo Niche, cerrando con broche de chillidos. Para Jairo Varela, la recomendación de no exponer más su agrupación a semejante desprestigio; y lo más simpático es que 15 días antes, ponderábamos lo de Batuta al constatar su progreso y los llamados músicos, dando mal ejemplo. En síntesis, lo único agradable fue la linda noche, para evocar la poesía de Carlos Maya Mejía: "Las lágrimas suaves que lloramos, a veces, en la noche por nuestra juventud y por los ojos de una mujer lejana que ya no hemos de ver". Coincidimos pues, con el dr. Luis Carlos Palacios y demás amigos, al recomendarle a las autoridades competentes inmediata atención de la situación, previniendo el riesgo de una catástrofe por el descarado irrespeto y atraco. Ñingrí: Para la familia Murillo Valencia, nuestra voz de condolencia por el deceso del amigo y abogado, Marco Eladio Murillo Córdoba. A sus padres, esposa, hijas y demás familiares, reciban con esperanza la voz de resignación y fortaleza, enviada por Dios. |
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