Al leer y releer el orden del día en el segundo aviso de convocatoria, ya corregido, observo que no hay ni un solo punto que justifique el llamado a este evento. Los temas son los rutinarios, propios de cualquier asamblea. Para el simple hecho del cambio de un revisor fiscal no es necesaria. Y mucho menos cuando el art. 20 de los estatutos establece que deben efectuarse dos asambleas ordinarias, el último día hábil de los meses de enero y julio de cada año. Así las cosas, al salir de la proyectada extraordinaria para el mes de junio próximo inmediatamente habrá que convocar a la asamblea ordinaria estatutaria del mes de julio.

El asocio con el municipio de Quibdó no ha sido positivo para la buena marcha de Expreso Chocó, porque cada alcalde de turno se ha preocupado solamente por tener un gerente y unos empleados de su afecto, y nada más. Debo reconocer que la anterior administración tuvo algunas acciones positivas.

La convocatoria que se viene haciendo debe provenir del socio municipio, porque me atrevo a afirmar que el gerente actual, por iniciativa propia, no lo haría, y los representantes, de los socios naturales no tienen conocimiento de esta determinación.

En el presente año no se ha realizado reunión alguna de la junta directiva, cuando el art. 37 de los estatutos indica que ésta debe reunirse ordinariamente por lo menos una vez al mes. Y hay temas importantes pendientes de tratar como son las tres propuestas hechas por la Fundación de Apoyo de la UTCH y del grupo de Apoyo de Expreso Chocó, lo mismo que el interés demostrado por una empresa de transporte de la localidad para administrar a Expreso Chocó. Todas estas inquietudes reposan en el archivo del desinterés.