
Capitulo XI: HAZME EL AMOR
Al levantarse por la mañana, se fue a la cocina y puso la cafetera al fuego como de costumbre; luego se fue al baño a darse la ducha matutina, al salir del mismo se sirvió la taza de café y volvió de nuevo a la cocina a leer el periódico.
Al terminar con las noticias del día y meditar por un momento, decidió ir a caminar a buñuelo. Estaba decidida a afrontar las circunstancias en la forma que se le presentasen, pensó que la mejor forma de dirimir las dudas era afrontándolas.
Al estar de nuevo con Eric, éste le dijo que el vestido que esa mañana llevaba la hacía verse más hermosa, y le hacía recordar uno que a menudo usaba en el colegio, el cual resaltaba mucho su hermosura.
Silvia hizo caso omiso a los elogios de Eric, y nomás dijo: ¡así que mañana es viaje!.
Desdichadamente así es.- ¡ Fíjate lo que son las cosas!, cuando más disfrutaba tu compañía, ahora tengo que marcharme.
La vida a veces se vuelve contradictoria, cuando nos sentimos cómodos disfrutando el placer de estar con viejas amistades recordando momentos felices que nunca volverán, ella viene y nos separa.
Así es Eric, ¡no hay felicidad completa!.- Todo se nos da a medias, como para advertirnos de que los sucesos no son siempre un holgorio.
¡De acuerdo, creo que así es!.
¡Bueno!..pero me voy contento por haberme encontrado contigo, y estos momentos felices que hemos pasado juntos, ahora son míos, ya nadie me los quitará, vivirán siempre conmigo, y serán los que me confortarán en mis momentos de soledad.
Lo único que lamento después de todo, es “no haberte sido útil en alguna otra forma”.
No te preocupes por eso, aún puedes serlo.
¿En serio?.-Dímelo ahora mismo en qué puedo serte útil.
Mejor vamos a tu casa para que hablemos.
Dejaron el parque, y se fueron rumbo a la casa de los padres de Eric, al no haber nadie mas en ella, Eric sirvió unos martinis y comenzaros a platicar, mientras lo hacían, Silvia le confesó que mientras asistían al colegio, en un momento dado, ella también había sentido afecto por él, y que hoy era una lástima encontrarse de nuevo en otras condiciones.
Eric dijo entenderlo todo, y compartía sus pensamientos.
Ya me conoces, soy de espíritu libre, y tal vez hasta cierto punto materialista, pero cuando tengo oportunidad de hacer algo que me causa placer, lo hago, no voy a permitir que preceptos sociales lo impidan.
Sólo se vive una vez, y esta vida que hoy disfrutamos, hay que aprenderla a vivir para no caer después en lamentaciones, y aunque muchos digan que la muerte de la vida material nos lleva a la continuidad de la espiritual, prefiero la actual, pues es la única que conozco.
Pero nuestra situación hoy es distinta, yo soy soltero, tú estás casada y eso hace la diferencia.
Es como tú dices: no hay felicidad completa.- Si la hubiera, entonces no habría dolor, el dolor existe, porque la felicidad también existe.
Si no faltara la luz, entonces no habrían noches.- Todo tiene su complemento.
Nadie es perfecto en la vida, todos cometemos errores, y tenemos nuestras debilidades, es más, los errores a veces nos enseñan a vivir; es otra forma de aprender.
En la baraja de la vida no todos salen ganando, a veces para lograr el propósito deseado alguien tiene que ser sacrificado.
Eric..yo tengo un propósito en mi vida y quiero lograrlo, no importa si al hacerlo haya una víctima de por medio.
Hazme el amor ahora, y sólo piensa que con ello me estarás haciendo feliz.
Después de este momento, no habrá atavismos en ninguna forma, tú seguirás tu camino, yo el mío, y todo quedará en el olvido.
El actuar de Silvia podía considerarse reprochable.-Los medios empleados para complacer su “ego” no justificaban el fin.
Desde el punto de vista religioso lo que ella hizo es considerado un adulterio; pero en nombre de la religión se han cometido atrocidades, pueblos enteros han sido arrasados, en otros casos han sido obligados al sometimiento, despojándolos así de sus costumbres, raíces, de su pasado; por tanto hay una discrepancia entre lo que la religión predica y lo que practica.
Sacrificar nuestra propia felicidad por preceptos religiosos no bien definidos, es algo que en ciertas personas no tiene sentido.- Todos en un momento de nuestras vidas pecamos al salirnos de las normas establecidas.
En realidad todo es relativo, y en la mayoría de los casos el juzgamiento de nuestros actos debe ser algo personal; lo que las demás digan, o piensen es algo que no debe preocuparnos.
Además ¿quiénes somos nosotros los humanos para juzgar a los demás?. ¿Quién está exento de pecar, o cometer errores en momentos de frustración?.
En un momento dado, el cobarde puede volverse valiente, podemos volvernos héroes o villanos, víctima, o victimarios.
El suicidio puede verse desde dos puntos de vista: de valor, al tener el coraje de llevarse el revolver a la cien y apretar el gatillo, y que aquella masa gelatinosa quede esparcida en sábanas, paredes, y muchas veces hasta en el cielo raso.
De cobardía: al renunciar a la vida al no encontrar una salida a la desesperante situación en que nos encontramos, del miedo de hacerle frente a los problemas que a diario nos acosan.
Todo ser humano lleva en si, un dios y un demonio, y lo importante es tener conciencia de esta realidad y distinguir lo uno, de lo otro.
¿Quién no arrebata o cede en momentos de desesperación?.
Para entender el actuar de los demás, tenemos que estar en su lugar, sentir el peso del dolor que en ese momento los agobia.
La fuerza de la corriente no se puede medir desde la playa, tiene uno que meterse al agua para medirla.
Somos una dualidad: espíritu y materia, y ambas necesitan atención, estimulo en momentos dados.
Es probable que Silvia hiciera un examen de conciencia antes, y al no sentir reproche o culpabilidad en su forma de actuar, decidió proseguir con sus planes.
El bien y el mal se mezclan en el alma del ser humano.
Como dijo el poeta: “hay rasgos de virtud en malvado, y rasgos de maldad en el virtuoso”.
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