SAMUEL CABALLERO

      

Capitulo IX: ERIC CASAÑAS

Como dejamos dicho anteriormente, Silvia se había comprometido a cuidar a buñuelo, así que cierto día mientras lo paseaba por el parque, al pasar frente a un hombre que se encontraba sentado en una de las bancas, se saludaron.- Silvia continuó la marcha, pero a medida que lo hacía, la imagen de aquel hombre aparecía en su mente.
Estaba segura haber visto aquel rostro antes, pero de pronto le fue imposible precisar:ί dónde y cuándo lo había visto!.
Al regresar a casa de su suegra, puso a buñuelo en el patio, y le sirvió agua y comida para el resto del día.

Al entrar de nuevo a la casa, su suegra tenía listo el té frío, el cual era costumbre tomarlo en el verano.
Después de hablar sobre distintos temas, Silvia trajo a colación el haberse puesto en contacto con los médicos en Dinamarca, y la ayuda que ellos le ofrecían con respecto a Lautaro.
La suegra respondió ser una magnifica idea; ¡ya es tiempo que hagan algo, si es que desean tener hijos!.
Mi hijo se entrega de tal manera al trabajo, que descuida asuntos que son de vital importancia en el hogar.- Pero no te preocupes Silvia, hablaré con él al respecto, y le haré ver los motivos que hoy te inquietan, y de lo provechoso que sería hacer dicho viaje.

Al día siguiente, Silvia volvió por buñuelo, al aproximarse al parque, recordó al hombre sentado en la banca, su curiosidad por saber de quién se trataba aumentaba a cada momento, y con su mente fija en los rasgos de aquel rostro, de pronto el nombre “Eric” apareció en su mente. Decidió caminar en esa dirección, con el deseo de verlo de nuevo, de ser posible platicar con él, y así esclarecer las suposiciones.
En efecto, el hombre que Silvia había visto el día anterior, estaba en la misma banca, leyendo el mismo libro.-Al pasar frente a él, Silvia se detuvo y se saludaron de nuevo, luego con el pretexto de descansar se sentó a su lado y comenzaron a platicar; en el momento preciso, Silvia le preguntó por su nombre, él contestó Eric; ¿Eric Casañas, el que asistió al colegio de los jesuitas en la calle Acacias?,
¡Correcto!.
¿Tienes una idea con quien platicas ahora?.
No exactamente, pero tu rostro me es familiar, déjame pensar un momento, tu mencionaste el colegio de los jesuitas, ¿eres tú Silvia, Silvia Morgan?
¡ La misma!.
Dispensa que no te haya reconocido en primera instancia, pero es que de eso hace ya muchos años.
¡Así es!
¡Es increíble como pasa el tiempo!.
Pero cuéntame Silvia: ¿qué ha sido de tu vida?.
¿Te casaste, o sigues aún soltera?
Mira: después de salir del colegio, trabajé con mi padre por dos años.- Cuando él murió, - para entonces mi madre también había muerto-, me quedé sola en aquella casa, y sentí el vació inmenso que deja la muerte de los seres queridos, así que a los pocos meses del fallecimientode mi padre, decidí casarme con el que en esos días era mi novio: Lautaro.
Después de hablar con el hermano mayor, acordamos que se quedara con la casa, y nos diera la parte que nos correspondía al otro hermano y a mí.
Entonces ¿llevas ya un buen tiempo casada?.
¡Así es!.
¿Y cuantos hijos tienes?

Hasta la fecha ninguno.
Todo este tiempo casada y ¿todavía no hay hijos?.- ¿Es que no piensan tenerlos?.
Bueno.. si deseamos, pero mi esposo necesita someterse a un tratamiento médico, y hasta la fecha no lo ha hecho.
¡Tienen que darse prisa, el tiempo no espera!.
Además, no se concibe que una mujer atractiva como tú, no tenga hijos.
No puedo creer que tu esposo no sea tan apreciativo de lo que tiene, más creo que el motivo sea otro.
Como te dije anteriormente, mi esposo necesita ver al médico.
En todo caso, eso ya lo hablamos con mi marido; pronto haremos algo al respecto.

Ahora cuéntame algo de ti Eric: ¡qué has hecho todo este tiempo!.
¿Con cual de todas las novias que tuviste en el colegio te casaste?.
¿O se te hizo difícil escoger entre las muchas que te rodeaban?.

La verdad es que con ninguna.- Mis noviazgos -si es que se les puede llamar de esa manera-, eran nomás por pasar el tiempo, por no sentirme aislado, distinto de los demás; pues siempre pensaba en continuar los estudios, y no quería que nada me lo impidiera.
¿Y los continuastes?
¡Si!..mi padre trabajaba para el gobierno, lo mandaron de agregado a la embajada en Francia. Al estar en ese país, me fui a España a continuar los estudios, y logré graduarme de ingeniero civil.- Actualmente trabajo con una compañía norteamericana que se especializa en cavar túneles. Hace poco terminamos junto con una compañía inglesa, el que une a Francia con Inglaterra.
El próximo trabajo será en Zambia.
Como tú sabes, en ese país se encuentran las famosas cataratas “Victoria”, las cuales son muy visitadas por nacionales y extranjeros; pero llegar a ellas se hace difícil por lo escabroso del camino, así que el gobierno ha decidido construir un túnel y así facilitarle a los turistas el acceso a las mismas.

¿Qué haces aquí ahora?
Aprovechando que estoy cesante, porque el contrato no ha sido aun aprobado por gobierno de Zambia, vine a visitar a mis padres, y a mi hija.
¡Entonces te casaste!
Bueno..no exactamente, esta hija es producto de una aventura que tuve con una española, pero ambos no estábamos preparados para formar hogar, los dos estudiábamos, nunca le dimos seriedad a las cosas, no hubo entrega de uno al otro, así que todo fue amor de un rato.
Al salir ella embarazada, no hubo resentimiento, ni reclamo alguno, el acuerdo fue que yo me haría cargo de la niña.- Ella seguiría su camino, y yo el mío.
Le escribí a mis padres explicándoles todo lo sucedido, y ellos me apoyaron diciéndome que no me preocupara, que ellos se harían cargo de la bebé después que naciera, por tanto, son ellos quienes realmente la están creando, -a Dios gracias-.
¿Entonces ya no vives en Francia?.
¡No!, mi padre se retiró del trabajo hace dos años, y ahora viven acá.
Yo vivo ambulante, donde el trabajo me lleva.

¿Entonces tus padres viven en el vecindario?
Si..a cuatro cuadras de este parque, en la calle Laurel.
¿Te regresas pronto?.
Dentro de dos días.
Y..tú, ¿vives en el vecindario?.

No..vengo a ver a mi suegra, que recientemente fue sometida a una operación, y al no poder sacar el perro a caminar, me pidió que lo hiciera yo.
¡A propósito, tengo que irme!, ya es tiempo que estuviera en casa, no quiero que mi suegra empiece a preocuparse.
¿Tendré el placer de verte mañana?,. No me gustaría alejarme sin decirte adiós. Yo vendré a caminar el perro, es probable que nos veamos nuevamente.
Ah..menos que tú tengas otros planes.
No..aquí estaré mañana, esperándote.
No te imaginas el placer que me ha causado encontrarme contigo, y recordar los días de colegio, esos días en que andábamos con las bolsas de los pantalones vacías, y todo era limitado, pero que con el tiempo se vuelve un dulce pasado que nunca se olvida, algo que siempre se añora.
Es bonito recordar esos días de aquella inquieta juventud cuando creíamos que el mundo era nuestro, y todo olía a primavera y a nuevo.
En especial tú que siempre lucías guapa y atractiva, y que a pesar del tiempo transcurrido, aun conservas mucho de esos atributos que te daban un tono especial.- No hay lugar a dudas que lo que tiene clase perdura por mucho tiempo.
Gracias por los cumplidos.
¡Son en serio!.
Lástima que lo nuestro en el colegio fue muy breve.
Así tuvo que ser, tú eras muy solicitado por las otras chicas para tomarte en serio.
Por de pronto ..chao.
¡Au revoir!.

Al día siguiente Silvia y Eric, volvieron a verse de nuevo en el mismo sitio. Silvia le contó de Orquídea y Gardenia, del infortunio de sus vidas, y de lo distinto que hoy lucían por todo lo que les había sucedido.
¡Mira Silvia!, la vida es caprichosa, llena de sorpresas, personas que considerábamos que la vida no les depararía mucho en el futuro por la displicencia con que actuaban, luego nos sorprendemos cuando nos damos cuenta que lograron triunfar y ahora son personas de mucho reconocimiento en el ambiente en que viven.
En cambio, aquellos que creíamos afortunados porque sus padres contaban con todo lo necesario para que se abrieran campo en la vida, de pronto nos sorprendemos al darnos cuenta que fracasaron al no saber aprovechar lo que tenían, al no escuchar a los concejos de los padres.
Uno nunca sabe lo que el destino le tiene deparado, por eso es bueno poner orden en la vida y cumplir con las obligaciones y exigencias de la misma. El mañana nadie lo tiene garantizado, es una incógnita, una utopía.
Todos tenemos nuestros propios conceptos con respecto a la vida, y la vivimos de acuerdo a nuestras convicciones, pero también no debemos olvidar que la vida es corta, por tanto, es obligación nuestra saber disfrutarla y hacer lo mejor de ella.
Están los que yo llamo “obrehólicos”, esos que trabajan arduamente para ganarse el sustento , y que al final de la jornada diaria, se van a la cantina a deparar con los amigos.- El formar un hogar y cumplir con las obligaciones del mismo, es algo que no encaja en su estilo de vida.
Hay otros que en el afán de hacer dinero fácilmente, recurren a los juegos de azar, carreras de caballos, lotería, y al final quedan sin nada.
En cambio hay otros que se dedican a hacer el bien; el dinero para ellos es secundario, y aunque vivan sometidos a privaciones y sacrificios, ellos son felices ayudando a los demás, y eso los hace sentirse ricos de satisfacción.
Pero así es la vida, y cada quien la concibe y la vive a su manera.
En mi caso, mi debilidad han sido las mujeres, y lo seguirán siendo por no sé cuánto tiempo más.- Mientras en mi no surja el amor verdadero, el de la entrega incondicional, el de unirse a la otra persona y sin saber porqué, -pues a veces así sucede-, queremos a la otra persona, muchas veces sin una visión clara porqué lo hacemos, si por sus atributos morales, por su hermosura, o simplemente por su sencillez.
Ya me ha tocado preguntarle a amigos: ¡qué los motivó a casarse con su pareja!, en la mayoría de los casos no tienen un concepto claro de lo mismo, por tanto, no saben cómo responder.
Mis acciones nunca han sido inicuas, las relaciones que tuve con mis novias, fueron siempre de mutuo consentimiento, dentro de un ambiente sano, nunca hice promesas falsas, egoístas.- Si se sentían cómodas conmigo, la relación continuaba, de otro modo terminaba. Nunca las presioné, ni las asedié hasta enfadarlas, al contrario, siempre procuré que todo tuviera lugar en un marco de amistad, de mutuo entendimiento y comprensión.

Esto lo aprendí con una de las primeras novias que tuve.- En cierta ocasión nos fuimos en el auto a las afueras de la ciudad, después de platicar y acariciarnos mutuamente, le dije hiciéramos el amor, su reacción no se hizo esperar, inmediatamente me dijo la llevara a su casa.
Aquello me hizo sentirme mal, me disculpé de mil maneras, le hice ver que mi intención no había sido lastimar sus sentimientos; ella me dijo que no tenía que disculparme, lo comprendía todo perfectamente, que yo era el hombre y era el llamado a tomar la iniciativa; que ella simplemente trataba de hacerme ver su posición, que no era de las que se entregaban al placer al primer impulso, que cuando las cosas se hacían en forma apresurada, nunca daban buen resultado.

En ese aspecto ella tenía razón; pero el caso es que a veces se nos dificulta detectar lo que hay en la mente de la otra persona, el concepto que se forman sobre nuestra persona, por eso a veces tenemos que tomar riesgos y atrevernos a expresar nuestras emociones en alguna forma.
De otro modo seguimos envueltos en la incertidumbre y la indecisión, y cuando las cosas comienzan a tomar otro rumbo, nos culpamos por no haber sido más concisos, o más atrevidos en nuestra forma de actuar, y luego nos lamentamos al ver que hemos perdido aquello que por un momento hubiéramos deseado retenerlo, hacerlo nuestro para siempre.
Hay mujeres que gustan de los piropos, que las que las alaben, que les digan lo bello que son, eso estimula su vanidad, y las hace sentirse distinta a las demás.
En cambio hay otras que son mas escuetas, no muy amigas de la adulación, simplemente observan a la otra persona, hasta cierto punto la auscultan, tratan de detectar sus sentimientos, la dirección de sus intenciones, si las consideran interesante, la relación continúa, de otro modo termina.

¡Así es Eric, todo se nos revela según el color del cristal con que lo miremos!.
A propósito Eric, ¿cuándo piensas marcharte?.
Dentro de dos días.
Bueno..todavía nos quedan dos días más para seguirnos viendo.
Por de pronto tengo que marcharme, pues se hace tarde.
Silvia, si en alguna forma te puedo ser útil, no dudes en hacérmelo saber.
Nada me causaría mayor satisfacción que servir a una vieja amiga como tú.
Los buenos recuerdos siempre perduran, y de ti yo siempre los guardo.
Gracias Eric, eres muy amable.

Mientras Silvia caminaba rumbo a casa, aquellas palabras “si en algo puedo serte útil”, hacían eco en sus oídos, y miles de pensamientos atisbaban su mente.
Llegó a casa de su suegra, y como de costumbre puso a buñuelo en el patio, dejándole agua y alimento hasta el siguiente día.
Luego entró a casa a tomar el té con la suegra.
Doña Renata dijo: hoy vinieron más tarde, ¿caminaron más de lo acostumbrado?.
En parte fue eso, luego me encontré con una amiga y nos pusimos a platicar.
Bueno..dentro de dos días ya estaré en condiciones de caminar a buñuelo yo misma, así que ya no tendrás que hacerlo tú; ya podrás quedarte en casa y atender tus quehaceres.
De mi parte ha sido un placer servirla.
Gracias hija, tú siempre tan amable.
Hasta mañana doña Renata.
Hasta mañana hija, y que Dios te acompañe.
¡Chao!.
¡Chao!.

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