SAMUEL CABALLERO

      

Capitulo V: UN DESEO MAYOR

No esperó mucho tiempo, cuando de pronto apareció Lautaro con un ramo de rosas, las cuales entre extrañado y sorprendido de encontrarla en casa, se las entregó cariñosamente, acompañadas con el infalible beso y el tradicional: “feliz cumpleaños querida”.
Enseguida él se preparó un “scotch con soda”, y comenzaron a platicar: El.. ¡esto es una gran sorpresa!
Ella.. ¿encontrarme en casa?
¡Correcto!.
Para que lo sepas, te tengo buenas noticias:!de ahora en adelante no iré más al bar!.
Y..eso..¿te sucedió algo inesperado en dicho lugar?.
No nada de eso, sencillamente he decidido no hacerlo más!; creo que a medida que vivimos nos volvemos más prácticos, vamos dejando ciertas costumbres que en nada nos benefician.
Es algo que me he propuesto hacerlo y lo cumpliré, sin importar todo lo demás. ¡Me alegra oír eso, y te felicito!.
De ahora en adelante estaré siempre en casa esperando tu llegada, cenaremos juntos, hablaremos de tu trabajo, nuestro hogar, sobre lo que ocurre en el país, así como en el mundo entero, y mantendremos esa comunicación mutua tan importante en el hogar.
¡Espero que así sea!.
¡Te lo prometo que así será!.
¡No sé!, tengo el presentimiento que un día Dios nos va a bendecir dándonos un hijo, y quiero estar preparada para cuando dicho momento llegue.
¡No estás sola!, yo también he pensado de la misma manera, creo que ya es tiempo que dicho milagro se nos conceda.
Siempre he pensado que los hijos contribuyen a hacernos pensar en una forma más conservadora y responsable, a fortalecer la unión en el matrimonio, a darnos incentivos, una motivación para seguir adelante.

Aquella idea de tener un hijo propio se volvió en Silvia, -como generalmente sucede en la mayoría de las mujeres- un deseo grande, una obsesión por la que estaba dispuesta a luchar, poniendo a fondo todo su empeño, haciendo uso de todos los medios posibles para volverla realidad, y en esa forma cumplir con la misión que el destino le tiene asignada a toda mujer, -la de un día ser madre-.

Después de tomarse unos aperitivos, cenaron, bailaron, y luego se retiraron a la recámara.

Tomar resoluciones con el objeto de orientar mejor nuestras vidas, es fácil, lo difícil es cumplirlas al pie de la letra, especialmente cuando esas costumbres han echado raíces, y se han arraigado a nuestro ser.
A diario vemos ejemplos de los consumidores de alcohol, de fumadores, de los aficionados a los juegos de azar, etc., enfrascados en una lucha tenaz por dejar dichas costumbres o tendencias; pero las tentaciones no es fácil erradicarlas, para lograrlo se necesita mucha fuerza de voluntad, perseverancia, determinación.- Los débiles de espíritu generalmente sucumben y fácilmente vuelven de nuevo al redil; echándose a perder en una forma nefasta, vidas valiosas.

Están también los pasaditos y pasaditas de peso, que deseosas de volver a tener aquella figura atlética o esbeltica de antaño, y como para borrar de sus mentes aquel sentimiento de culpabilidad de haber abusado de las “gourmets” de fin de año, al comienzo del nuevo se presentan al gimnasio resueltos a rebajar aquellas libras de más que hoy las hacen verse distin tas a como generalmente han sido, pero luego se olvidan del objetivo y dejan de hacerlo.

Silvia estaba decidida a llevar a cabo los planes de tener su propio hijo, sus acciones eran determinantes en el sentido de lograr dicho propósito, su empeño era tal, que en ningún momento estaba dispuesta a permitir que sus flojeras o debilidades le impidieran hacerlo.
Después de todo - pensaba a si misma-, la vida es la procura de la felicidad para volverla más objetiva, un acto que todos nos procuramos.- Un proceso continuo que nunca termina.
Tratar de mejorar en todos los aspectos es algo natural en todo ser humano, forjarnos sueños, trazarnos metas, y tratar de lograrlos, son partes de ese proceso.
Cuando las dificultades o fracasos se presentan, hacemos conciencia de qué fue lo que motivó aquello, procuramos enmendarlo, y continuamos en la lucha.
Otras veces, las circunstancias adversas nos hacen alejarnos del lar querido, y nos obligan a deshacernos de aquello que con tanto sacrificio hemos logrado acumular, que aunque no sea de mucho valor pecuniario, pero si de mucho significado emocional.
Tener que irnos a otros lugares a empezar de nuevo, afrontar las vicisitudes de la vida, no es tarea fácil, pero a veces tenemos que hacerlo, y aunque sintamos que al partir algo nos llevamos de aquel humilde rincón donde nacimos, también sentimos que algo dejamos en aquel ambiente acogedor en que crecimos, por tanto, tenemos que aceptar que al darse aquel hecho, algo muere en el alma, algo que ya nunca recuperaremos aunque volvamos a dicho lugar, pues con el tiempo todo cambia, y porque todo lo que una vez fue, ya nunca volverá a ser lo mismo, por que nada permanece estático, la materia es movimiento, la vida cambios.
Lo que una vez consideramos nuestro, ahora lo extrañamos, se ha desligado de nosotros, es ajeno, nos ha abandonado.

La tendencia del ser humano es siempre mejorar en todos los aspectos, por eso la lucha está siempre presente.- El éxito no está en acertar siempre, sino en insistir, perseverar, en concentrarnos en lo que hacemos, y procurar que nuestras acciones se inclinen a nuestro favor, y no lo contrario.
Como dijo el genio creador de miles de inventos: Thomas Alva Edison cuando alguien le preguntó si no se desanimaba cuando fracasaba en uno de sus proyectos, él contestó: “conmigo no hay fracasos, cuando algo no da resultados en la forma esperada, he descubierto que en esa forma no trabaja, y eso me hace seguir adelante en mis investigaciones, hasta encontrar la formula indicada”.
El amor propio es el sentimiento más activo en todo ser humano, es el que nos induce al sacrificio, a crear nuevas ideas, probar nuevos métodos, andar nuevos caminos, y en esa forma contribuir a nuestro bienestar y el de los demás.
El ser humano no está limitado al entorno en que vive, la facultad de razonar, de crear ideas, lo hace más libre, sabe que más allá de lo que percibe sensualmente, existen otros lugares, otras sociedades, otros entornos que probablemente ofrecen mejores medios para desenvolverse, por eso cuando siente el hostigamiento del ambiente en que vive, decidí alejarse del mismo y probar suerte en otros sitios.
Como dijo Borges: “ no hay caminos, éstos se hacen al andar”

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