Declaracion de extra?amiento
Mood:  quizzical
Topic: Introspeccion
No recuerdo el dia en que deje de emocionarme por las cosas mas peque?as, por las mas grandes, en fin, por casi cualquier cosa, no concibo el momento en el que deje mi ilusion vital guardada en el armario de la sobriedad, bajo la oscuridad monotona y el silencio conformista de una percepcion casi ausente. Lo cierto es que no consigo llenarme de energia, de euforia, de ese revoloteo abdominal que solia invadirme por cualquier espectativa por banal que esta fuera. Caigo en la cuenta de que practicamente nada me sorprende, pero esa deduccion no sorprende a nadie, cualquier semi-conocido con el contenido minimo de materia gris seria capaz de percibirlo, el agravante del dilema es el comun "por que", la causa del desvanecimiento de la monta?a rusa de emociones, que ahora solo se limita a presentarse y ensa?arse en mi interior, de adentro hacia afuera, ningun otro sentido mas.

Quisera poder reir hasta vomitar, emocionarme hasta el punto de gritar de la manera mas desaforada al limite de la resistencia de las cuerdas vocales, como exigiendo al cielo una cura de mi incontrolable placer que raya en el pecado (si es que existe tal cosa -pecado- ), olvidarme de la presencia de las amarguras que crea uno mismo y disfrutar cada momento, cada segundo, cada instante, deshacerme en las manos de la existencia, diluirme por los poros de la incosciencia y sublimarme en la nebulosa eterna de la vida que solo nos deja entrever parte de ella para cuidar nuestra cordura. Lo que mas me entristece es que una vez que se va, parece no tener vuelta atras, al menos en esta vida, es un tren de viaje unidireccional que unicamente musita a su paso como con ganas de que no nos demos por enterados, hasta ser demasiado tarde y verlo perderse en el ocaso, prendido del ultimo hilo que nos tiene asido a el, la memoria. Egoista e implacable es el paso del tiempo en nuestra carrera descontrolada por vivir, se aprovecha de las distracciones y nos hace pagar por ello, sin embargo, la culpa es nuestra, y la penitencia la saldaremos sin falta, mientras tanto, solo resta vivir (o morir) apoyados en la memoria de lo que algun dia sentimos e imaginarnos que aun esta aqui, para satisfacer nuestro egoista deseo de felicidad o infelicidad, como cada quien prefiera.