En Estados Unidos se calcula que cada día entran 20 mil paginas de contenido pornografico a la red. Si se le suman las de violencia, racismo y demás áreas poco saludables para los niños, Internet se perfila como un peligro que hay que controlar.

Los padres pueden tomar algunas medidas, como las aconsejadas por el FBI (oficina federal de investigación de los E.U), según las cuales hay que enseñar a los niños lo siguiente: no dar el nombre, la direccion de la casa, el nombre del colegio ni el telefono en mensajes públicos, conversaciones cibernéticas o chats. No responder mensajes sugestivos, amenazantes, beligerantes o que lo hagan sentir incómodo. No ponerse citas personales en sitios reales sin avisar a los padres o a la persona que lo cuide.

Se puede conseguir programas que ayudan a bloquear y filtrar el material al que tienen acceso los niños. Por lo general, no permiten que se llegue a contenidos que se clasifican para mayores, como pornografia, violencia, intolerancia juegos de apuestas y el mundo de la droga. Funcionan también como controladores de tiempo:dejan de trabajar a partir de cierta hora.