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Cruzada Mundial por la Reconciliación de la Humanidad

con las Fuerzas de la Naturaleza

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P: ¿Cómo ve Ud. la situación actual del mundo y su posible futuro?

R: Es un tema muy amplio pero más allá de la situación en la que se encuentra el mundo, creo que lo que más nos compete, es hablar de las causas que crean esa situación, porque muchas cosas caóticas pueden estar sucediendo en el mundo pero si no comprendemos qué las origina, difícilmente puedan ser aclaradas.

Es muy importante esclarecer las causas de los males que aquejan al mundo y que pueden desencadenar aún peores males en el mundo.

Cuando Krishnamurti fue consultado acerca del asesinato del Mahatma Ghandi, denunció a los reales causantes, no al asesino físico porque esa persona era una mera consecuencia. Krishnamurti dijo que las causas reales eran las separaciones, las ideologías, los partidismos a los que la humanidad se aferra desmedidamente.

Buscar culpables en un ser humano es desviar el curso de las cosas y hace que las verdaderas causas permanezcan ocultas y de esa manera se perpetúan.

Creo que el aumento de los desastres naturales y ecológicos en este último tiempo, más allá de su implicancia física, nos insta a terminar en un determinado tiempo con todas esas causas, nos insta a terminar con toda la ilusión humana.

Mucho se ha hablado del Anticristo identificándolo con personas, yo creo que el Anticristo es un estado de cosas y tenemos que ver en ese estado de cosas qué es lo que hace proliferar esa realidad.

Si pasamos revista al escenario del mundo y a las actividades humanas, podremos ver cuáles se hallan en ese estado de cosas, quiénes –aún sin saberlo ni quererlo- rinden culto a eso; y entonces veríamos la realidad del estado actual del mundo y las cosas que demandan con mayor urgencia actualización y esclarecimiento. Si no, el ser humano va a combatir una sombra y, persiguiendo sombras, nunca verá al enemigo real que tiene ante sí.

Krishnamurti, en ese momento, les hizo ver el enemigo real: las cosas que el género humano sostiene y que crean las interminables divisiones. Creo que debemos tenerlo como un gran ejemplo.

Particularmente, creo que este acrecentamiento de los movimientos telúrico, las afectaciones climatológicas y sus derivaciones, son el comienzo de una historia, un aviso de que dentro de un tiempo cuya dimensión se desconoce, va a haber un gran examen y que es necesario que nos preparemos. No es mi tarea hablar de instancias físicas sino el proceso interno que lleve al hombre a desactivar la posibilidad de un reajuste kármico.

En cuanto al futuro humano y las consecuencias que este estado de cosas puedan depararle, nada puedo decir, prefiero hablar de las cosas que el ser humano puede hacer hoy para aclarar ese futuro. Creo que eso debe intentarse con claridad y contundencia y creo que sería muy loable que la humanidad se esfuerce por escuchar, tiene que saber acerca de las causas y de las razones reales que prevalecen en el mundo.

 

 

P: ¿Cree Ud. que el factor económico sea en la actualidad el factor determinante de este estado de cosas?

R: El factor económico es una de las causas más determinantes que existen, pero el problema mayor no radica en lo que impone en términos de pobreza, ni en la desigual distribución del dinero, ya que éstas son más que nada consecuencias. El verdadero peligro está en lo que faculta el poder económico y a lo que le rinde culto, para qué trabaja todo ese mecanismo. Eso sí puede atraer grandes desastres.

Cuando la humanidad pueda ver y comprender lo que el poder económico del mundo está facultando con sus empresas increíblemente temerarias, ese poder se verá minado y podrá servir a otro patrón, darle otro destino e intentar una relación mucho más caritativa con el género humano.

Es importante enfatizar la necesidad de transformación en el factor económico porque en relación con él podrán alinearse las demás áreas. Un cambio en la óptica sobre lo económico puede permitir cambios en las ópticas políticas, científicas, educacionales y tantas otras que están subordinadas a ese poder. Esos cambios son los que nos llevarán al establecimiento de un nuevo orden; por eso creo que es en el factor económico donde el hombre tiene que trabajar más arduamente para esclarecer su situación actual.

El género humano tiene que hacer su parte para que los Cielos se puedan acercar y ofrecernos su ayuda. Pero es el hombre quien debe obrar, además de elevar sus plegarias, para que éstas puedan ser oídas. Si el hombre no se desarrolla a través de lo que hace, nada puede pretender, ni su accionar podría tener una prolongada vigencia; serían resultados fugaces y ocasionales que de nada servirían. La humanidad no solamente debe dar muestras de merecer, debe también poder perpetuar ese merecimiento.

Todos podemos decir que merecemos un mundo mejor pero qué vigencia podríamos darle si lo tuviéramos. Muy poca. Y en ese sentido es que tenemos que atravesar este gran examen. ¿Podremos cambiar nuestros valores? ¿Podremos defender lo más maravilloso que tenemos que es la vida humana?

Creo que Dios nos va a ayudar, pero más que por los ruegos del hombre, por sus actitudes, sus obras, por todo lo bueno que pueda realizar en pos de su transformación. De una manera o de otra El va a obrar en consecuencia y sus obras serán según y conforme lo que la humanidad consiga realizar. Es la humanidad la que tiene la solución en sus manos, debe atravesar este examen que se le insinúa y aprovechar su lección. ¡Ojalá sepamos elegir!

 

 

P: ¿Ante este panorama, qué pueden hacer los países para colaborar con la evolución de sí mismos y del mundo?

R: De la misma forma que un ser humano puede desoír la voz del alma y esto significarle problemas y enfermedades, puede ocurrir lo mismo con los países y acarrearle grandes malestares a sus tierras.

Los países, al igual que los seres humanos, también tienen su personalidad, su alma y su espíritu, los países. Generalmente, conocemos más sus personalidades que sus almas y esto es porque la mayoría de ellos aún no reflejan en sí mismos estas condiciones, pero para que los grandes acontecimientos que se avecinan puedan desarrollarse, cada país debe reencontrarse con su alma y funcionar en esos niveles porque la personalidad no es plataforma suficiente para que éstos puedan producirse.

Así, cuando las almas de todos los países se unan, será posible aspirar a la Independencia Planetaria.

El destino de los pueblos depende en mucho de que los países comprendan la realidad de sus almas, porque si extendieran en el tiempo sus funciones en términos de personalidad, cuando esté próximo un evento planetario, eso demandaría un reajuste también a nivel planetario.

Extender la vida de la personalidad es dificultar la expresión del alma. Así como cuando en un ser humano está muy arraigado el mecanismo de la personalidad y su alma queda inhibida de expresión, se produce una alteración física o una enfermedad, si trasladamos esa misma situación a un país, vemos que se pueden producir problemas telúricos y atmosféricos en su seno. Comprender esto puede llevar a los países a considerar de una manera muy diferente toda la situación mundial y dar lugar a la expresión de sus almas, evitando así cualquier necesidad de reajuste.

Si podemos extender nuestra óptica más allá de las apariencias, veremos que cada país tiene una determinada cualidad y representa determinados principios, dependiendo de un muy exacto Orden Universal. De acuerdo con esas grandes realidades, han generado sus propias historias que han quedado inconclusas a la espera del desenvolvimiento que los pueblos puedan tener en el tiempo. Hay situaciones, eventos, que están suspendidos en el tiempo y en el espacio, y poder reconsiderarlos es crear un camino llano, desprovisto de obstáculos hacia el futuro planetario.

Existen tres grandes monumentos premonitorios: el Arco de Triunfo en Francia, la Estatua de la Libertad en Estados Unidos y otro en Rusia, que forman una Trinidad de excepcional poder; pero todavía debe transcurrir mucho tiempo para que los países encuentren el significado de la existencia de estos monumentos. Su importancia no está en relación con lo que ya ha sucedido, los monumentos premonitorios, por supuesto, están mirando hacia el futuro. Necesitamos encontrar esos valores, esas realidades, porque son ellas las que van a digitar el destino de los pueblos.

Hay grandes destinos ya maduros, ya elaborados, absolutos, y esos pueblos tienen que ir hacia ellos, esa es la historia que se halla en el futuro, es la historia que el futuro va a heredar.

Las grandes revoluciones también son eventos inconclusos; la energía liberada en una revolución queda suspendida en el espacio y se va modificando durante incontable tiempo hasta que vuelve al lugar de donde partió habiendo creado una connotación diferente. Los pueblos que citamos han tenido revoluciones: Francia, Rusia, Estados Unidos con su Guerra de Secesión. ¿Qué significó eso en otros planos y cómo volverá al seno de cada país?

Si podemos hacer ese viaje dimensional, podremos ver el destino de esos pueblos y trabajar conscientemente para ayudar a evitar todo daño que pueda existir en ese destino y acercar todo lo promisorio que haya en él.

 

P: ¿Cuál sería la tarea de los Embajadores en ese Nuevo Orden que se propone?

R: Por encima de todo, se tendrían que abocar a liberar la vida que se haya apresada en la personalidad para que se exprese en los niveles del alma. Las grandes revoluciones han tenido esa tendencia, más allá de que no se pudieran sostener en el tiempo: liberar formas de vida apresadas en otras ya caducas. Los nuevos Embajadores tendrían que ilustrar ese proceso para que la vida se pueda liberar de formas caducas, tradicionalistas que responden a la vida de la personalidad para que los países puedan expresarse en otros términos. Si la vida continuara en esas antiguas formas, la tierra podría revelarse, los códigos telúricos que los pueblos podrían entrar en rebeldía para producir los reajustes necesarios en otros términos.

Las grandes revoluciones siempre fueron el fin de algo: de una monarquía, de un sistema de gobierno, etc. y el comienzo de otra cosa, más allá de su eficacia o de lo correcto de sus formas, o de si pudieron sostener el principio, el ideal, que las impulsó, marcaron el fin de un proceso y el inicio de otro. Tenemos que ver el verdadero destino de estos hechos porque son legados que nos ha dejado la historia y que todavía no hemos aclarado.

Un cierto sistema de gobierno, un cierto estado de cosas puede sucumbir por la respuesta de un pueblo, pero también puede sucumbir por la rebeldía de la tierra; quiere decir que la pasividad de un pueblo contra determinadas situaciones puede determinar la rebeldía o el reajuste de la tierra contra ese mismo estado de cosas.

Si pudiéramos comprender estos mecanismos podrían evitarse acontecimientos sangrientos y la vida del planeta podría desenvolverse de otra manera. Pero esto sólo ocurriría si el hombre pudiera comprender; si el hombre no lo hiciera sobrevendrían esos mecanismos de reajuste para hacerlo recapacitar. La humanidad puede comprender a través del amor y de la fraternidad, o puede hacerlo a través del sufrimiento y del dolor. ¿Por qué elegir esto último?

Todo esto hace a una gran materia, la Política Planetaria, donde se observa a los países como grandes egos, como grandes almas que responden a grandes Principios, donde se ve el lado más íntimo y el linaje más elevado que un pueblo puede tener. Algún día todos los pueblos se sentarán a una misma mesa y dialogarán en estos términos, ya no particulares ni posesivos, sino en nombre de una gran hermandad porque habrán descubierto que tienen su vida puesta en ello, que todas las aspiraciones que puedan tener como país están encerradas en un gran Orden al que habrán descubierto y que les habrá permitido superar sus aspiraciones particulares. Cuando esto ocurra será un gran momento en la vida del mundo.

Que no haya hambre en el mundo es uno de los grandes anhelos de los pueblos, pero aún esto será un primer logro, una lógica consecuencia del verdadero triunfo de la humanidad, un triunfo que no quedará confinado a un solo hecho, a una estación dentro de un largo camino, sino que cubrirá de verdor la totalidad del planeta.

 

P.: ¿Cuál podría ser la consecuencia de persistir la presente situación mundial que genera la humanidad?

R: Si podemos comprender cuáles son los grandes factores kármicos que la humanidad genera a través de sus distintas áreas de actividad, podemos empezar a medir la consecuencia de los hechos del accionar humano. Para eso tenemos que ver en el desarrollo cotidiano cómo se proyectan en el futuro los hechos que se producen y deducir los factores kármicos que se originan. Esta es una ilustración que tiene que empezar a darse en breve.

Como decíamos antes, el poder económico es el principal factor kármico que hay dentro de las áreas de la actividad humana, porque las demás áreas se agrupan en relación con ese poder: las ciencias, los medios de difusión, los facciones políticas, la educación, las religiones, todo se alinea al poder económico y va generando sus propias consecuencias kármicas.

Por eso lo más importante, no es buscar soluciones mágicas o fantásticas, sino ver cuáles son los grandes generadores kármicos que tiene la humanidad, porque hasta que esto no sea visto, cualquier mejoría, cualquier cambio es muy improbable, muy incierto.

Si todo está subordinado al poder económico quiere decir que es lo que está determinando la cualidad de la vida del mundo y ésta es una realidad que tiene que ser vista para poder emprender una real transformación.

En algún momento, estos sectores de poder tendrán que ser encarados particularmente y advertidos, para que el género humano pueda reaccionar en cuanto a lo que produce, a lo que traslada hacia su futuro inmediato y crea las condiciones de vida imperantes a nivel mundial.

Es importante ver cada factor kármico que se genera para poder cambiar su cualidad. Por ejemplo, la educación actualmente tiene como consigna crear seres humanos eficientes pero, eficientes con respecto a qué, cuál es su verdadera finalidad, qué es lo que se propaga mediante esta forma de educación. Son temas de muy delicado tratamiento, pero debemos empezar a considerar las posibles salidas a estas realidades.

¿Cuándo las creaciones científicas del hombre pueden ser condenantes para la humanidad? Sólo cuando utilizan el respaldo o son manejadas por el poder económico.

Los grandes gastos que insumen investigaciones de distintas naturalezas qué hacen por el hombre, por la humanidad, por el planeta; en qué mejoran su calidad de vida; a quién sirven realmente. Es cuestión de observar a fondo todo este accionar humano porque la Tierra no es una estructura inerte, es un ser vivo que considera y sabe mucho de todo el accionar humano. Todavía no se ha revelado en la medida de sus capacidades, esperemos que siga teniendo tanta paciencia.

La sexualidad, en cambio, por más equivocada que sea, no es sentenciante. Las luchas religiosas por muy cruentas que sean, no son tan alarmantes mientras no tengan repercusión a nivel mundial (no comprometen la vida del planeta pero pueden comprometer la vida del sector en el cual se desarrollan).

En cambio, el poder económico sí compromete la vida del planeta porque es lo que potencializa, lo que faculta todas las cosas.

 

P: ¿Cuál es la misión que la República Argentina tiene en la organización del nuevo orden ? ¿Para qué nace cada persona en el lugar donde lo hace?

R: El lugar donde uno nace sabe mucho de las almas que lo habitan y si uno investiga en él puede enterarse de eso y llevar una especial relación con la tierra que lo cobija. Puede comprobar también cuáles son los aspectos milenarios que este país intenta activar, qué cualidades milenarias lo han traído hasta aquí y cuál es el destino de este pueblo.

Estas cualidades se gestaron en otro lugar del cual la Argentina puede ser continuación. Si retrocediéramos en la Historia y pudiéramos observar dimensionalmente cómo se gestó la Independencia de los Estados Unidos de América, podríamos ver un acontecimiento extraordinario que incluyó el movimiento de grandes hombres que habían nacido especialmente para estar presentes en ese momento y en ese lugar y dar origen a esa gran Nación, oficiando además una impronta que incluyó a todo el continente americano. Por otro lado, podríamos observar también que sobre ese lugar había sido colocada una Campana Dimensional y sobre su cielo, la Piedra Fundamental del Nuevo Mundo que fue la entidad rectora de ese país durante alrededor de unos ciento cincuenta años.

Este fenómeno dimensional está por volver a manifestarse en algún lugar de la tierra que encuentre apto para sus fines evolutivos y en la actualidad está buscando países que sean capaces de expresar ese Nuevo Orden y, posiblemente, esa responsabilidad recaiga nuevamente sobre el continente americano. Países como Argentina, Uruguay y Brasil están siendo muy observados a ese respecto. Es por eso que actualmente es factible encontrar en la Argentina, almas con cualidades afines a esos principios americanos que guardan el sabor y la nostalgia de ese evento que tuvo tanta trascendencia en la historia humana. Esas almas quedaron marcadas con esa gran impronta para poder utilizarla nuevamente a su debido tiempo.

Lo más importante de esta situación es ver cuál es la preparación que estos países deben tener para poder recepcionar un estímulo de tal magnitud que sobrepasará ampliamente los límites del país y elevará los destinos de gran parte del planeta, de la misma manera que Estados Unidos ordenó la vida y se convirtió en la entidad rectora de todo el continente. Por eso es de radical importancia ver en qué consiste la transformación que tendría que haber en el seno de estos países y cuál sería el grado de sintonicidad que deberían tener para poder producir esos eventos.

Geográficamente, estos países, especialmente Argentina y Uruguay, ocupan el lugar donde se celebrará en su momento la Primera Iniciación Masiva de la Humanidad porque corresponde con la ubicación del Centro Básico Planetario que tiene que activarse para posibilitar este hecho.

Entonces, por un lado tiene que haber una preparación para un trabajo de difusión y de expresión a lo largo de todo el continente; y por el otro, una preparación para la adaptación a un evento iniciático. Esas son las posibles funciones que la Argentina puede tener.

En el prólogo del libro "El corazón de Asia", el Dr. Ricardo Rojas, quien fuera discípulo de Nicolás Roerich, hace una extraña alusión a la emigración de aspectos telúricos existentes en la Atlántida hacia el suelo de la Argentina. Esto nos habla de un gran proceso porque los Principios Dimensionales rescatan las moralejas de todo lo vivido en las tierras y si ese código telúrico que perteneció a la Atlántida pasó a formar parte del suelo argentino, en algún momento su pueblo va a percibirlo como una realidad y actuará en forma contraria a lo que aconteció en el continente atlante; en una palabra, las causas que provocaron el desastre de la Atlántida no resurgirían en este país.

Si investigamos de esa manera oculta (sin buscar una respuesta sino simplemente exponerse ante lo investigado) acerca del significado de la palabra Argentina, podríamos ver que los nombres responden a un sentido, aunque no siempre quienes lo hacen estén en conocimiento de ello, y con qué aspectos está relacionado este país, más allá del diario acontecer, en los niveles de su alma y de su espíritu.

Podríamos explorar también el significado simbólico para la República Argentina de ser "una Luz nueva en los Cielos". Esta tierra está muy relacionada con esa Luz, con esa nueva estrella, que a modo de la Estrella de Belén, señalará el lugar de un alumbramiento. Argentina puede estar siendo preparada para ser la parte más luminosa del continente americano y es nuestro deseo que llegue a su destino.

Este país fue siempre visto como la reserva del mundo, aparentemente referida a lo físico, sin embargo está haciendo referencia a otro tipo de reservas y va a recibir un gran impulso en poco tiempo; pero para que eso sea posible, deberá aclarar previamente los aspectos de su personalidad.

 

P: ¿Cómo detectar lo que encierra el alma de un país?

R: En cada país se hallan las secuelas de un quehacer milenario que está en correspondencia con la evolución humana. Las almas de algunos países deberán responder a grandes Principios y la supervivencia de sus tierras depende de que puedan asistir a ese proceso. Por ejemplo, Inglaterra, en su personalidad, es un país muy conservador en muchos aspectos, pero como alma tiene que responder a principios muy trascendentes. Sin embargo, el exceso de conservación puede hacer que prevalezca la personalidad sobre el destino de su alma.

El aspecto conservador tiene una contraparte superior que corresponde al nivel del espíritu del país y sus habitantes tendrán que ver cómo se pueden relacionar esas grandes cualidades que deben heredar con la contraparte superior de la conservación. Estos datos no pertenecen a la naturaleza humana y aún se hallan en su propia dimensión pero en algún momento de la vida de ese país, se presentarán e Inglaterra tendrá que atravesar esa encrucijada, volver sobre sus fueros y situarse en el nivel de las circunstancias, teniendo en cuenta que sus tierras manifiestan ya parte de ese gran dilema por venir, de esa enseñanza que le será dada a su pueblo.

Estos son grandes procesos que no admiten grandes errores o negaciones, porque suelen ser reprimidos con mucha dureza; son procesos que tienen que ser vividos en el ámbito de su propia grandeza y si así no lo fuera, los pueblos podrían ser sometidos a correcciones muy grandes. Inglaterra está muy comprometida telúricamente con ese proceso y eso puede ser muy auspiciante o muy sentenciante. El mismo pueblo lo habrá de determinar.

 

P: Un dato curioso es que cuando Argentina quiso alinearse a una potencia mundial, como sucedió en la década del 30 con Inglaterra y en la década del 40 con Alemania, se produjo coincidentemente un giro sustancial en cuanto al poderío de esos países que terminaba con su decadencia.

 

R: Podríamos investigar en las posibles causas. ¿Por qué podría un país supuestamente débil alinearse a una gran potencia y producir en ella una merma? Quizás en ese intento de alineamiento hubo una concesión de la Argentina que detuvo aunque sea una parte la propagación de situaciones inconducentes producidas en el seno de esos países. Pero de dónde le habrá llegado ese poder para hacer algo tan significativo aún de forma tan inconsciente, cuál era su desconocido respaldo.

Si observamos bien sucesos como estos que Ud. menciona, podamos empezar a ser conscientes del respaldo que tenemos y que nos viene de nuestro propio futuro, porque es a través de las consecuencias de lo que los pueblos viven que se puede ver dentro del alma de los países. Argentina puede tener un desconocido poder y su pueblo puede reconocerlo viendo cómo obra, viendo cuáles son las consecuencias de lo que genera.

¡Pensemos solamente sobre qué países actuó! Inglaterra y Alemania, todos conocemos bastante de sus historias. Ese poder puede haber actuado sobre sus desvíos y reducir una parte de las consecuencias negativas que produjeron sobre sí mismos, y que hubiese sido peor si se hubiesen propagado también en nuestro país.

Esto nos puede llevar a una gran reflexión: ¿Argentina tendrá que alinearse a otro país o ese alineamiento deberá corresponder a un Orden Superior? De no alinearse con ese orden, ¿de qué medios puede valerse ese poder que la respalda para actuar?

Un poder semejante fue el que, en su momento, respaldó el nacimiento de los Estados Unidos. Y también el que se valió muchas veces de las fuerzas de la naturaleza para cambiar el curso de los acontecimientos de la historia. Napoleón jamás podría haber sido derrotado en Waterloo a menos que se presentara un elemento extraño, un artificio producido por la naturaleza para inclinar la batalla a favor del ejército inglés. Napoleón fue vencido por causas ajenas a su estrategia militar, sino por elementos de la naturaleza que responden a otras Leyes, tales como el frío y la nieve que vencieron a tantos ejércitos que quisieron aventurarse sobre Rusia. Elementos cuyo poder tiene que ser muy considerado.

 

P: Ud. menciona a menudo que vamos a ser asistidos por Humanidades Avanzadas provenientes de otros lugares del Universo. ¿Qué tendría que hacer la humanidad para comunicarse con ellos?

R: Creo que el género humano tendría que dar una nota muy especial para que esas Humanidades pudieran acercarse, tendríamos que viabilizar las futuras enseñanzas que se nos puedan dar. Esta nota es como un presentimiento que podríamos llamar angélico, un presentimiento de contrapartes que pueden ser traídas al reino humano. Esa cualidad intuitiva o perceptiva que era común a la humanidad en otras edades y que ahora tiene que ser recuperada para que pueda existir ese tipo de comunicación.

Pero el requisito esencial para que se nos comunique esa enseñanza es saber qué hacer con ella. Si el hombre la recibiera sin ese conocimiento, estaría gravando aún más su futuro; mientras que si diera muestras de cómo la utilizaría, la asistencia sería increíble. Pero tendríamos que saber claramente a Quién serviríamos con esa sabiduría, cuál sería nuestra finalidad y de qué forma la utilizaríamos concretamente.

 

P: ¿Por qué en estos momentos del mundo, nos resultan más comprensibles o más accesibles las personas con algún tipo de clarividencia que los profetas.

R: Es mucho más fácil tratar de explicar la clarividencia que las profecías porque las profecías todavía no han acontecido y todavía la incredulidad "tiene" a los hombres.

Por eso, si pudiéramos utilizar la clarividencia para ver y explicar las verdaderas causas de un acontecimiento, esto podría ser más aceptable. Es lo que José hizo cuando interpretó los sueños del Faraón de una manera que ninguno de sus magos ni sacerdotes pudo hacer.

Algo similar podría acontecer nuevamente si se pudieran explicar las verdaderas causas de los hechos a quienes todavía no pueden comprender las profecías, para que mediante la claridad ganada por la interpretación de los hechos, dejen de cometerse las temerarias empresas que podrían desencadenar procesos de reajuste planetario. Así podría surgir de esos visionarios, una nueva óptica que se difunda por el mundo y que permita sanear las alteraciones que el mundo vive.

Hace algunos años, pudimos observar en los planos sutiles cómo se producía cierto peligro sobre el suelo de los Estados Unidos, específicamente sobre su costa oeste, algo que podía provocar la activación de la Falla de San Andrés. El dato más sentenciante parecía provenir de la posibilidad de realizar un determinado convenio o pacto entre Estados Unidos y un país de Europa Central. Unas semanas después, se dio a conocer una noticia que respondía a la misma frecuencia vibratoria, y generaba un estado de alarma en el país europeo. Por suerte, ese pacto no llegó a entrar en vigencia. De la misma manera, y con detalles más exactos, se podría rastrear en la interioridad de cualquier hecho y ver los aspectos ocultos que lo generaron, en forma análoga a la tarea que realizara José interpretando los sueños del Faraón.

 

P: ¿Por qué ocurren grandes desastres en país pequeños, como por ejemplo el terremoto que se desató en Turquía y no en alguna de las grandes potencias que cometen errores mucho más graves y que tienen una incidencia mayor a nivel mundial?

R: Recurriendo a una filosofía planetaria, le diría que los males menores tienen una respuesta más rápida que los males mayores. Es cierto que hay países que pueden haber cometido errores más grandes pero éstos tienen una más dilatada respuesta, porque la misma Providencia, la compasión de Dios, les da más tiempo para poder rever sus actitudes y esto responde a una razón también muy grande: lo que aconteció en Turquía afectó una determinada zona de ese país, pero si alguna vez hubiera un problema telúrico por ejemplo, en los Estados Unidos, el problema tendría dimensiones mayores y una gran parte del continente americano padecería el reajuste.

¿Se imagina la dimensión que podría tener algo así? A todo eso se le está dando tiempo de reflexión para que reajustes de esa magnitud no tengan que ocurrir jamás.

Por eso, lo más importante que podemos hacer, lo único que podemos hacer, es investigar las causas que pueden originar o provocar la respuesta cruenta pero insobornable de la Naturaleza.

Tal vez algo así aconteció en la Atlántida y se dejó como última impronta para que muchos seres comprendieran las causas del desastre y quedaran muy grabadas en lo más íntimo de esos corazones. Y mucho se habrá renovado todo eso a través de los años, de los siglos, de los milenios, para poder florecer como una eximia cualidad que permita detectar problemas similares en estos tiempos y que esos seres puedan ofrecer su trabajo y su esfuerzo para que esas catástrofes no tengan que volver a manifestarse jamás.

 

 

P: En un libro escrito hacia fines del siglo pasado en Estados Unidos se dice que la humanidad que habitaba la Atlántida había llegado a un punto en su evolución en que se produjo una "bifurcación de los caminos", algo que el autor ilustra con la frase de Hamlet: "Ser o no ser, he ahí el dilema" y lo da como una de las posibles causas de su destrucción. ¿Qué opina de esta posibilidad?

 

R: Es posible que esa bifurcación de los caminos a la que hace referencia ese autor esté relacionada con un gran dilema que enfrentó la humanidad de ese entonces. Hay un momento en la evolución de los seres humanos en que son impactados por lo que podemos llamar el Don de la Inmortalidad, por el cual la humanidad puede comprobar la realidad de la supervivencia del alma.

Es posible también que haya habido una parte de esa humanidad que haya podido metabolizar ese impacto sobre la noción de la inmortalidad y que otra parte no lo haya podido hacer, creando entonces una diferenciación muy grande. La parte humana que podía vivir de acuerdo con esa concepción quedaba capacitada para desarrollar una vida mucho más armónica y evolucionante que aquella otra parte que, aún habiendo recibido el mismo impacto, cerró sus ojos a esa posibilidad.

¿Cuál sería entonces el proceso posterior para esa parte de la humanidad y cuáles los caminos que pudieron haber tomado para que fuera necesario un reajuste semejante como fue la destrucción o el hundimiento de todo un continente?

Quiere decir que el impacto de origen a la concepción de la Inmortalidad puede producir esa bifurcación en el camino de una humanidad: los que comprendieron y los que la negaron. ¿A qué rendirán culto luego aquellos que se negaron a vivir esa realidad esencial?

Tal vez en razón de cómo prosiguieron el camino aquellos que no comprendieron su destino inmortal, se desencadenó el desastre para que su inconducencia no se propagara. Cuando un error es irreversible se lo detiene, esa es una de las tantas leyes de la Evolución Humana, se lo detiene y se lo confina a un lugar donde eso pueda cambiar.

Creo que la posibilidad de un mundo mejor está basado en el despertar de la humanidad y los seres despiertos se saben inmortales. La vida y la muerte son dos aspectos de la dualidad que deben su realidad a la Existencia. La Existencia se manifiesta a través de la vida y se repliega a través de la muerte pero sólo para volver a la misma Existencia y así será hasta que tomemos conciencia del Don de Existir, consciencia del verdadero Ser que mora en nosotros y ya no necesitemos más ni vivir ni morir.

Quienes no metabolizaron el impacto de la inmortalidad, actuaron como Fausto en la gran obra de Goethe. Su desvío era parte de un proceso iniciático, él también había sido impactado por algo muy loable, muy grande, pero lo interpretó como Eterna Juventud en lugar de vivirlo como la Eternidad de la Consciencia y, aunque ésta pueda dar como resultado en algún pliegue del ser, eterna juventud, su realidad intrínseca es la capacidad de empezar, de renovarse y de florecer eternamente.

El drama de Fausto es el drama del mundo también, aunque el mundo está rezagado en relación con su proceso. El proceso de Fausto es iniciático, el proceso de la humanidad todavía no lo es, pero cuando se acerque el tiempo de la Iniciación Masiva, el hombre tendrá que comprender la Vida en términos iniciáticos. ¡Cuán distinto será el mundo en ese entonces!

En esos momentos a la humanidad se le pedirá un gran requisito: dar muestras de cómo usaría la compasión que recibió, cómo usaría una nueva oportunidad porque, en términos preiniciáticos, las oportunidades se conceden a quienes pueden valerse de ellas. Si se le diera una nueva oportunidad a quien no supiera qué hacer con ella, eso se transformaría en una deuda más que en una oportunidad, y ya bastantes deudas tiene el género humano como para cargarla con más.

El momento más delicado es cuando las cosas llegan a un punto en que no pueden revertirse, en que no pueden cambiar, porque eso activa los elementos de la naturaleza. Cuando nada puede cambiar, sólo puede haber un crecimiento de la deuda, entonces se activa un dispositivo natural que lo detiene. Tengámoslo en cuenta.

 

P: Según algunos autores, hay grandes acontecimientos futuros que dependen del movimiento del eje de la Tierra. ¿Está Ud. de acuerdo con esta premisa?

R: Sí. Creo que de la misma manera que en el hombre acontece el despertar del Kundalini, habrá un despertar del Kundalini de la Tierra cuya energía ascenderá por ese eje central activando siete centros energéticos principales. Para que este ascenso actúe benéficamente sobre el planeta tienen que haber acontecido previamente dos cosas: la verticalización del eje de la Tierra y la conscientización de esos centros para que ese gran evento planetario pueda ser comprendido y metabolizado. La verticalidad que debe ganar el Eje de la Tierra es un proceso de orden físico y planetario.

Hay tres hechos por excelencia en el futuro de la humanidad que dependen de esos aspectos y que podrían producirse a partir de ellos: 1) la Organización del Nuevo Mundo, 2) la Iniciación Masiva de la Humanidad y 3) la Independencia Planetaria de la Tierra. Son hechos que tienen que realizarse con equivalentes físicos en la Tierra, tiene que haber una consciencia que los pueda metabolizar, tiene que haber una expresión análoga en la vida del mundo, porque de no mediar estos fundamentos, el tremendo poder del Kundalini obraría destructivamente en lugar de tener una manifestación benéfica. De la misma forma que un hombre que no está lo suficientemente preparado podría ser destruido por el ascenso de ese fuego, podría suceder con un planeta.

La tarea de preparar al mundo para estos eventos es muy grande porque es necesario crear una consciencia de índole planetaria, una consciencia que pueda estar totalmente abocada al establecimiento de grandes eventos planetarios.

Pero, ¿cuáles serán las exteriorizaciones que debe haber en la Tierra para metabolizar la energía del Kundalini Planetario? ¿Qué instituciones tendría que crear la Humanidad para que ese poder no sea destructivo?

Es un gran desafío para la Humanidad y creo que el primer paso que tiene que dar es permitir un nuevo orden de cosas y arribar a la Organización del Nuevo Mundo, evento que dará lugar a la activación del Centro Básico Planetario y donde se producirá la Primera Iniciación Masiva de la Humanidad.

 

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