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   Asesinato de Colosio (primera de dos partes)
por Renato Consuegra
A vuelapluma

Proyecto de reelección salinista, el motivo político.

"Yo no puedo faltar a la convocatoria de lucha que Luis Donaldo siempre representó; por eso les pido que esta jornada nacional, lo sea por el recuerdo de Luis Donaldo y lo sea también por una demanda de justicia".
Luis Colosio Fernández, 10 de febrero de 2004, en el homenaje a Luis Donaldo Colosio

Poderosos hilos evitaron que el crimen de Luis Donaldo Colosio fuera investigado desde el contexto en que se desarrolló (recuadro), para argumentar la necesaria hipótesis de los motivos políticos de lucha por el poder que pudieran conducir a los grupos dirigidos por el ex presidente Luis Echeverría y el entonces líder del grupo Atlacomulco, Carlos Hank González.

Tal pugna tuvo su manifestación en la megalomanía de Carlos Salinas de Gortari, expuesta en su defensa de diciembre de 1995, cuando manifestó que el año anterior se había desarrollado una "tremenda lucha por el poder" y el debate en torno al magnicidio era por la diferencia de proyectos políticos, ya que el sonorense significaba su continuidad.

La alternancia en el poder entre los distintos grupos políticos en el PRI se había dado de manera casi natural hasta la llegada de los tecnócratas que quisieron acapararlo, en especial Salinas de Gortari, quien tenía un proyecto económico-político-financiero transexenal, ideado desde su estadía en la Secretaría de Programación y Presupuesto, como lo dijo José Ángel Gurría a los empresarios japoneses en diciembre de 1993, por 25 años, de los que ya habían transcurrido cuatro y quedaban tres sexenios de auge para un reducido grupo de políticos, empresarios y la propia familia Salinas.

La reelección

Salinas de Gortari filtró la posibilidad de hacer modificaciones a la Constitución General de la República desde 1991. A 10 días de las elecciones federales intermedias del 18 de agosto, la Asociación de Comerciantes de La Laguna, A. C., hizo publicar un desplegado periodístico con motivo de una visita de Salinas a Torreón. En él, los miembros de la Acolac solicitaron una audiencia presidencial para "plantear los fundamentos políticos, sociales, históricos y económicos" para modificar el artículo 83 de la Carta Magna que anula la reelección presidencial.

Alejandro Méndez Romandía, entonces presidente de la Acolac, dijo que eran apoyados en su pretensión por "elementos muy valiosos y muy conocedores del quehacer político", cuyos nombres no quiso dar a conocer en ese momento.

Pero el 29 de agosto, la Secretaría de Gobernación, dirigida por Fernando Gutiérrez Barrios, respondió por medio de un comunicado que "no se propondrá modificación alguna en esta materia". Ignacio Ovalle, secretario técnico del Consejo Político del PRI, dijo que su partido no apoyaría ninguna propuesta reeleccionista, aunque desde el desaparecido PFCRN, el diputado Jorge Amador, a título personal expresó la conveniencia de pensar en el principio de no reelección.

Crónicas de La Jornada y El Financiero hicieron notar que reporteros desconocidos en las fuentes de la CTM y el PAN, quizá enviados con toda intención, plantearon el tema con insistencia los días 26 y 27 de agosto a Fidel Velázquez y al entonces diputado Felipe Calderón. Como resultado de las elecciones intermedias, el PRI, presidido por Luis Donaldo Colosio, tendría más de las dos terceras partes del Congreso en sus manos y la posibilidad de plantear reformas constitucionales.

Entrevistado en 1996, Alejandro Méndez Reyes, analista en la Dirección General de Financiamiento para la Vivienda y Desarrollo Urbano de la Sedesol en el periodo de Colosio, e hijo de Méndez Romandía de la Acolac, expresó que el estudio para modificar el artículo 83 se hizo del conocimiento de todo el gabinete y de los legisladores. Por ejemplo, "el secretario de Marina, Luis Carlos Ruano Angulo contestó que continuáramos el proyecto, que él lo iba a estudiar. Lo mismo hizo Ignacio Morales Lechuga, en ese entonces procurador general y también nos reunimos con gente del gabinete de Manlio Fabio Beltrones en Sonora".

Segundo intento

Contó Méndez Reyes que tuvo conocimiento de que en Acapulco, durante una reunión, Manuel Camacho Solís lo comentó con José Francisco Ruiz Massieu y mientras Camacho se opuso rotundamente, Ruiz Massieu no quería dar su punto de vista. Entre otros presidenciables estuvieron Ernesto Zedillo, quien se mostró ajeno; Pedro Aspe se interesó y Colosio se mostró prudente en ese momento.

En entrevista publicada por Excelsior el 18 de junio de 1992, Salinas comentó que "a raíz de la elección de agosto de 1991 y del buen desenvolvimiento general del país, voces diversas han planteado este tema".

Entre algunos políticos del sector oficial que se pronunciaron a favor de la reforma estuvieron los líderes nacionales de la CROC, Alberto Juárez Blancas, y de los Pequeños Propietarios, el extinto Jesús González Gortázar. Este último dijo: "En un país democrático la reelección es una posibilidad siempre abierta al pueblo. Una verdadera democracia debe permitir que aquellos que lo han hecho bien, vuelvan a tener una oportunidad de servir al pueblo... Ahora que está cambiando todo, que nos estamos modernizando, esta es una opción abierta al pueblo..."

En ese ánimo, el 24 de agosto de 1992, en Acapulco, la representante vecinal Cecilia Dávila dijo a Salinas que "si volviera a haber una reelección en México, los guerrerenses lo volveríamos a elegir a usted". Y Tod Robertson, reportero del The Washington Post, expresó en un reportaje sobre una gira que Salinas realizó por Oaxaca a fines de agosto que "por la manera como promueve el Pronasol y si la reelección no estuviera prohibida en México, podría presumirse que el presidente Carlos Salinas está candidateándose para ocupar la silla presidencial otros seis años".

Más adelante, el intento de reelegirse como gobernador en San Luis Potosí de Gonzalo Martínez Corbalá, al renunciar a la gestión interina y promoverse como candidato a la gubernatura constitucional, fue considerado "como un laboratorio para ver qué reacción hay sobre una posible reelección presidencial en 1994, a pesar de que se han expresado intenciones de no hacer reformas", destacaron líderes de la oposición.

Analistas políticos consideraron que mandar a Martínez Corbalá, quien fuera jefe de Salinas en sus inicios en la administración pública, era un mensaje muy sutil en la ciudad donde Francisco I. Madero pronunció su revolucionario Plan de San Luis, basado en la frase "Sufragio Efectivo. No reelección".

Ante la discusión pública del tema, el 16 de octubre de 1992 el líder de la Cámara de Diputados, Fernando Ortiz Arana, sentenció que a través de sus fracciones parlamentarias, el PRI "impedirá cualquier intento de modificar el artículo 83 constitucional para permitir la reelección".

Añadió el legislador, quien a la muerte de Colosio se candidateó desde la misma presidencia del PRI a sucederlo: "Hay un condenable oportunismo en quienes, por carencia de propuestas serias a la Nación, buscan provocar inquietud para de ello sacar ventajas".

En aquellos días, también, se formó el Frente Antireelecionista Nacional, compuesto principalmente por grupos de la ultraderecha como el Yunque, el DHIAC, Acción Católica Mexicana y otros con presencia en el Partido Acción Nacional.

Finalmente, Martínez Corbalá se retiró de la contienda como candidato a gobernador. Federico Arreola, quien después vituperó a Salinas y se dijo colosista, escribió (El Norte 19/10/92): "El viernes pasado concluyó una polémica. Atribuyéndole pretensiones reeleccionistas se criticó tan duro como injustamente a Salinas, que en este caso resultó la víctima de su propio éxito. Ocurrió así por el hecho de que no pocas personas, y nosotros nos incluimos en este grupo, han señalado que debido a su magnífico trabajo, Salinas debería permanecer durante un periodo más en el puesto que actualmente ocupa".

El 29 de octubre, Salinas dio por terminada la campaña reeleccionista ante legisladores, al reiterar que no promovería ninguna modificación al artículo 83 constitucional.

Y no sólo mandó tapar el cuadro de Venustiano Carranza en el salón que lleva el nombre del Jefe del Ejército Constituyente en Los Pinos, con uno de Francisco I. Madero, sino que llevó una ofrenda floral a la estatua de éste en la explanada central de la residencia oficial, con un listón morado y el lema: "Sufragio Efectivo. No reelección".

Recordó Alejandro Méndez Reyes: "Víctor Chávez me entrevistó en El Financiero (8/10/92) y le dije que estaba en la Sedesol. A partir de ello se armó un escándalo interno, pero Colosio no me reprimió. Considero que a partir de ese hecho pudo haberse fraguado la candidatura de Colosio, como el más fiel porque, posteriormente, se hizo una reunión entre secretarios de Estado a los que Salinas les preguntó que cómo veían la posibilidad de que se reeligiera y mientras Camacho se opuso rotundamente, Colosio le dijo que estaba de acuerdo".

Díaz y Obregón a la distancia

El proyecto salinista de reelección buscó por otro método. Si Manuel González le regresó el poder a Porfirio Díaz en 1884 -y se fue a gobernar Guanajuato hasta su muerte 9 años después- y Plutarco Elías Calles lo haría con Álvaro Obregón, por qué Colosio no se lo habría de retornar en 2000.

En 1995 declaró el economista Carlos Heredia, entonces dirigente del Grupo Pueblo: "La idea de él era tener, junto con su grupo, participación en las decisiones del país en este sexenio y volver en el año 2000, en base a su poder financiero enorme, fundado en su asociación con el capital financiero. De momento, este proyecto salinista tiene un obstáculo (había sido detenido Raúl Salinas y Carlos había salido del país), pero no está liquidado, no está enterrado. Ha habido un arreglo con el gobierno actual y ese proyecto puede emerger de nuevo, en la disputa del poder".

Esta hipótesis la compartía también el entonces senador del PRI y hoy gobernador de Zacatecas por el PRD, Ricardo Monreal, quien el 2 de agosto de 1995, en sus oficinas en Insurgentes y Violeta, expresó que "cada presidente quiere que su proyecto trascienda más allá de lo sexenal. Echeverría fue el último. Por lógica del poder, por tradición histórica, el poder los lleva a desubicarse de su expectativa real y quieren trascender".

En el caso de Salinas, el ex presidente "concibió trascender más allá de lo sexenal como un nuevo reformador del Estado Mexicano con la conformación de un nuevo partido, y ese partido pudo ser el Partido Nacional de la Solidaridad, el Partido Nacional Democrático o alguna más de sus ideas".

A consideración de Monreal, "el proyecto salinista comenzó durante el cuarto o quinto año de su permanencia en la Secretaría de Programación y Presupuesto, que es desde donde lo promueve.

Es un proyecto neoliberal, neoconservador, más cargado a la derecha".

"Y él pensó que Colosio, al que formó, le iba a hacer todas las reformas requeridas para devolverle la estafeta uno o dos sexenios después (...) En 1991 el proyecto ya estaba muy consolidado, porque verdaderamente el país estaba ya en otras condiciones, muy diferentes a cuando lo tomó. La inflación bajó a un dígito, se liberaron los préstamos, y todo se veía con otra perspectiva. El sector empresarial estaba fuerte y rico. Pero un sector importante del priísmo siempre rechazó la idea de la reelección. Creo que los mismos hechos lo fueron transformando y se convirtió en un presidente duro, autoritario, fuerte, que no vacilaba en tomar decisiones".

En una encuesta publicada en 1992 por el Instituto Mexicano de Opinión Pública (IMOP), dirigido por Adip Sabag, se estableció que entre los habitantes del país había la percepción de que un intento reeleccionista le podría costar la vida a Salinas.

Pero no le sucedió lo que a Álvaro Obregón, porque simplemente Colosio no llegó a ocupar el lugar que tuvo Plutarco Elías Calles. El llamado Jefe Máximo de la Revolución fue presionado por el verdadero artífice de los cambios, Álvaro Obregón, para realizar modificaciones a la Constitución de 1917 que le permitieran retornar a la presidencia en 1928. Calles, además, promovió persecuciones contra posibles candidatos como Arnulfo R. Gómez, por el delito de sedición, para que Obregón llegara como único aspirante a la presidencia.

Sólo que en su intento por conseguir la reelección, Obregón pagó con su vida a manos de José de León Toral, fanático de la Iglesia católica, que con su Guardia Nacional Cristera luchaba para lograr la derogación de las leyes antireligiosas, por lo que sus seguidores en el Bajío y Jalisco se levantaron en armas.

Como parte del clima sobre la posibilidad de la reelección, metida también al debate público a pesar de los violentos acontecimientos de 1994, ese año Televisa transmitió la tercera de una serie de novelas históricas dirigidas por Ernesto Alonso: El Vuelo del Águila, con argumento del historiador Enrique Krauze sobre la vida y obra de Porfirio Díaz, y el matiz indicado para reconocer que, a quien por décadas se le considerara como un temible dictador, fuera descubierto "como un héroe y constructor del progreso que llevó a México a la modernidad del entonces naciente siglo XX, y cuya coyuntura histórica e ideales lo anclaron en el poder".

Recuadro

Contexto que lleva al grupo Atlacomulco

  • Luis Donaldo Colosio fue asesinado en Tijuana, enclave donde tiene gran influencia Jorge Hank Rohn.
  • Ahí florece el cártel de Tijuana de los hermanos Arellano Félix.
  • Desde la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos que encabezaba Carlos Hank González salieron los faxes para recabar el apoyo para Ernesto Zedillo.
  • Humberto Benítez Treviño, cercano al grupo económico del Estado de México, fue nombrado Procurador General de la República en reemplazo de Diego Valadés.
  • Ignacio Pichardo Pagaza fue traído desde la embajada en España para ser coordinador de la campaña de Zedillo.
  • Mario Ruiz Massieu acusó, entre otros, al entonces presidente del PRI y previo a ser designado Secretario de Energía con Zedillo, Ignacio Pichardo, con la frase de "los demonios andan sueltos", al encontrar obstáculos para aclarar la muerte de su hermano José Francisco.

Contexto que lleva al grupo Echeverría

  • Manlio Fabio Beltrones tuvo "prestado" a Mario Aburto la noche del 23 de marzo de 1994 y lo llevó a Playas de Tijuana para ¿interrogarlo?
  • Gente allegada al gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, ocupó el 23 de marzo las habitaciones 428, 525, 527, 622 y 712 del hotel Lucerna; entre otros, el jefe de la Judicial sonorense Pedro Ignacio Trelles, además de un par de subsecretarios, un coordinador de relaciones públicas y el secretario particular del gobernador.
  • Alcides Beltrones, director general del Aeropuerto de Tijuana, le extendió una credencial del puerto aéreo a Othón Cortés, quien fuera investigado como segundo tirador en contra de Colosio.
  • La seguridad del Grupo Omega, que lo protegía, fue pagada por Roberto y José Carmen Arturo Alcántara Rojas, dirigentes del Grupo Toluca del autotransporte.
  • Fernando de la Sota Rodálleguez es un experto en el uso de las pistolas Taurus con que fue asesinado el candidato del PRI. Con una semejante fue muerto Abraham Polo Uscanga, y De la Sota fue investigado por ello, ya que además de haber una rencilla personal que databa de 1988, Polo habría dicho que con la quiebra de Ruta 100 los Alcántara Rojas se querían apropiar del transporte en la ciudad de México, apoyados por Oscar Espinoza Villarreal.

Acusación de Salinas:

  • "Como servidor público supe de errores y aciertos. Y también de responsabilidades. Los asumo. Pero hay que mostrar con claridad esta tremenda lucha política. Hacerlo así le hará un verdadero servicio a la democratización de México.
  • "Luis Donaldo Colosio representaba la mejor opción para mantener el proyecto político que durante varios años y a través de dos administraciones se había venido gestando; y era quien había asumido el compromiso más claro y contundente con la filosofía del liberalismo social".
  • "La muerte de Luis Donaldo Colosio entristeció al país, enlutó a su familia y significó el golpe más fuerte a mi gobierno (...) La verdad simple y llana es que su muerte fue un golpe tremendo contra mí, en lo personal y en lo político".
  • "La reacción de los grupos afectados fue tremenda; a veces de manera callada y sin presencia pública; otras utilizando a terceros como instrumentos de su rechazo a las reformas. Esta oposición subterránea pero muy poderosa (del tamaño de los intereses afectados) se combinó con la reacción violenta de los grupos de narcotraficantes que fueron atacados con firmeza durante mi gobierno".
  • "Son los que quisieron imponer a su candidato, para asumir el relevo tras la muerte trágica y dolorosa de Luis Donaldo Colosio".
  • "Es necesario ahora recordar que en marzo de 1994, a las pocas horas de la dolorosa muerte de mi entrañable amigo Luis Donaldo Colosio, en medio de la tragedia y de la incertidumbre económica que se gestaba, se desató una tremenda lucha por la sucesión de su candidatura: en esos días el ex presidente Luis Echeverría se presentó de improviso en mi oficina de Los Pinos, con gran urgencia, para proponer a ‘su’ candidato. Su propuesta, evidentemente, no era en favor del doctor Ernesto Zedillo".
  • "No puede considerarse como casual la ofensiva política en contra mía del licenciado Luis Echeverría (...) Entiendo que su proyecto de país era el de una economía cerrada, sin competencia política, y donde se dio fuerte antagonismo entre las diversas clases sociales. Con él colaboraron gente muy respetable. Pero obsérvese con atención a algunos de mis principales impugnadores recientes: Augusto Gómez Villanueva, ex secretario de la Reforma Agraria del gobierno del licenciado Echeverría, y quien hoy encabeza a una fracción de diputados priístas que piden mi expulsión del partido. Porfirio Muñoz Ledo, secretario del Trabajo del licenciado Echeverría, a quien el propio Echeverría puso como presidente del PRI en la campaña del licenciado José López Portillo, y hoy es presidente del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD). Y Adolfo Aguilar Zinser, diputado ‘independiente’ que promueve una comisión legislativa para investigarme, y quien trabajó de tiempo completo en el "Centro de Estudios del Tercer Mundo" bajo la dirección del licenciado Echeverría. Sin olvidar a Ignacio Ovalle, quien fungió como secretario particular del entonces presidente Echeverría".

Acusación de John Womack, profesor de Salinas en Harvard:

En 1998 el catedrático de la Universidad de Harvard y consejero de Carlos Salinas, reveló los nombres de lo que el ex presidente llamó la nomenklatura, quienes habrían conspirado contra él y la "continuidad" de su proyecto: Ignacio Pichardo Pagaza, Gustavo Carvajal Moreno, Fernando Gutiérrez Barrios, Alfonso Martínez Domínguez, Fernando Ortiz Arana, Alfredo del Mazo, Augusto Gómez Villanueva, Javier García Paniagua y Francisco Labastida Ochoa.

(Consultar segunda parte del artículo)

Réplica y comentarios al autor: renatoconsuegra@yahoo.com.mx




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