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LA PEDAGOGÍA DE JESÚS

(Mateo 4:23-25; 28:19-20)

Al empezar esta reflexión surgen algunas preguntas:

¿Debemos imitar a Jesús el Maestro, en su metodología, contenidos y autoridad en la enseñanza?

¿Jesús usaría las mismas técnicas para enseñar hoy?

Son preguntas que en este Debate Pedagógico en ALAIME serán respondidas.

Según los textos bíblicos leídos, Jesús asume la enseñanza como un rol importante en su ministerio. Debemos destacar que en todo el ministerio de Jesús asumió tres roles: el de maestro, como teólogo y la de pastor.

Si revisamos los evangelios podremos encontrar que la pedagogía de Jesús es creativa, animada, actualizada y transformadora. No es una pedagogía estática y que no responda a la realidad. Él sabe dar respuesta efectiva a situaciones del momento en que se imparte la enseñanza. No da una respuesta a medias o para darla en otro momento. ¡Es ahora!

De ahí que, siempre el mensaje de Jesús se trasmite en forma clara y pertinente. Dice lo que tiene que decir y sin rodeos, no cede a la presión de lo que las autoridades quieren que se diga. A lo que está mal, está mal; lo que hay que corregir, hay que corregir y lo que está bien, está bien. Hoy en día la sociedad, el estado, el ministerio de educación quieren imponer valores ajenos a nuestros principios y valores que emanan de la Sagrada Escritura. Quieren poner de rodillas a las iglesias, colegios e institutos superiores, para que enseñen lo que ellos quieren que se enseñe. La Iglesia Metodista y sus instituciones educativas deben mantenerse firme ante esa gran tentación. Hay muchas situaciones y planteamientos sociales que están ocurriendo en nuestras sociedades y que muchas de ellas están en contra de los valores que predicamos desde la Palabra. La Iglesia Metodista y sus instituciones educativas deben dar una respuesta clara y contundente a cada una de esas situaciones o preguntas.

Un aspecto en la pedagogía de Jesús es que sus acciones y estilos son modelos pedagógicos y sus dichos o palabras son contenidos teológicos. Su pedagogía respondió a su contexto social.

En la enseñanza, sus palabras fueron profundas y los resultados de la misma fueron impresionantes. Una situación que podemos tomar en cuenta es el encuentro de Nicodemo con Jesús en la oscuridad. Ahí Jesús fue directo a las preocupaciones de Nicodemo y le dio respuestas contundentes. El resultado de ese encuentro pedagógico es que Nicodemo salió convencido de que Jesús era el Hijo de Dios y luego se convirtió en su discípulo.

Un asunto a destacar es que Jesús revolucionó la pedagogía de su tiempo al emplear diversos métodos: historias, parábolas, milagros, oraciones, discursos, símbolos y lenguaje simbólico, preguntas y respuestas, estudio de casos, repetición, inducción, motivación por medio de ejemplos y proyectos.

Un aspecto importante en Jesús, es que era un maestro itinerante, recorría las aldeas y sinagogas, predicando, enseñando y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Aquí vale la pena preguntarnos si somos maestros itinerantes, si estamos dispuestos a ir adonde se necesite un maestro o maestra, más allá si recibo un buen salario o hay las condiciones óptimas para la enseñanza. ¿Cuántos estamos dispuestos a decir al Señor: ¡heme aquí, envíame a mí!

Por otro lado, Jesús practicó una pedagogía transformadora y sanadora. Muchas personas fueron transformadas intelectualmente, espiritualmente y corporalmente. Juan Wesley decía que toda educación debe ser transformadora y sanadora. Ahora bien ¿cuántos de nuestros alumnos/as son beneficiarios/as de esta pedagogía? Muchos/as alumnos/as vienen a nuestras aulas con problemas, falta de alimentación o con el pan en la boca, con problemas familiares, con angustias y dolores. ¿Cuántos pueden decir al término de la clase: ¡Gracias Señor porque me has ayudado! Como maestros y maestros cristianos ¿de qué manera somos instrumentos del Señor? ¿Podemos parar nuestra lección ante un problema en el aula? Un ejemplo de lo que estamos diciendo es el encuentro de Jesús con la mujer samaritana en el pozo. En ese lugar Jesús practicó la pedagogía de las preguntas y respuestas. Al final del relato vemos a una mujer transformada, conocedora de que Jesús es el Hijo de Dios, que le fue dicho su condición de pecado en la que se hallaba, que fue perdonada, restaurada, y fue capaz de dejar su cántaro para ir a decirle a los de su comunidad las buenas nuevas de salvación. Ella se convirtió en la primera misionera cristiana en la historia salvífica. Ahora bien, ¿tenemos todos los maestros y maestras esta actitud hoy? ¿Nuestras instituciones son lugares como ese pozo, lugar para el diálogo, enseñanza y transformación de nuestros educandos?

Finalmente, ¿Son los maestros y maestras de hoy, imitadores e imitadoras de Jesús Maestro? ¿Qué técnicas usadas por Jesús dejaríamos de lado?

Que en este Debate Pedagógico en ALAIME el Señor nos ilumine y nos ayude a descubrir y poner en práctica nuevas acciones pedagógicas para nuestro siglo. Amén.

Rev. Lic. Jorge Bravo C.

 

Nota.- Este sermón se predicó en el Culto de Apertura del Debate Pedagógico de ALAIME, Lima, 10 de Octubre de 2013, Colegio María Alvarado.

 

       


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