DOS MODELOS A SEGUIR EN EL CUMPLIMIENTO DE LA MISIÓN

(Éxodo 18:17-23; Mateo 4:23-25)

Siempre en el cumplimiento de la Misión surgen preguntas de cómo debemos realizar tal encargo, no siempre estamos muy seguros el camino escogido. A veces optamos por elegir modelos de otras iglesias o instituciones cristianas que aparentemente han logrado un significativo éxito en el entorno eclesiástico; en otras oportunidades hemos improvisado métodos y no se han logrado buenos resultados. Pero lo peor de todo es que nos convertimos en "todistas", es decir, todo lo queremos hacer nosotros, dejando a un lado a otros líderes. Ante esta situación considero que hay dos pasajes bíblicos que nos pueden ayudar a saber qué camino tomar para cumplir con éxito nuestra Misión. Uno está referido al consejo de Jetro que dio a su yerno Moisés y el otro a la actividad de Jesús. Vamos a analizar y reflexionar estos dos pasajes bíblicos:

1. Consejo de Jetro: "Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer" (Éxodo 18:20).

Moisés está muy atareado por establecer justicia entre su pueblo, pero eran demasiados los asuntos y se veía agotado, estresado o tal vez frustrado. Muchas veces nos suele suceder a nosotros lo mismo y no sabemos qué hacer ante esa dificultad. Pues, bien, Jetro que era una persona anciana y que de alguna manera tenía una sabiduría que la vida le había dado, ve en apuros a Moisés y le da un sabio consejo que ha de ser la esencia de su misión, dedicarse a lo tarea principal, dejando las cosas secundarias para que otros lo hagan. Este consejo contiene tres aspectos:

a) Enseñar las ordenanzas y las leyes.- Este aspecto es muy importante en el cumplimiento de toda tarea, ya que se refiere al aspecto doctrinario. Enseñar la doctrina, discipular, orientar a los nuevos creyentes es la tarea principal de todo líder. De lo que el líder logre enseñar a sus discípulos dependerá la formación y el crecimiento de los creyentes. Esta enseñanza debe estar basada en los fundamentos bíblicos y teológicos que sustentan la doctrina cristiana. En este caso el fundamento es la Sagrada Escritura. Actualmente, este sabio consejo debe ser tenido muy en cuenta por muchos líderes y pastores de las iglesias, porque muchas veces se enseñan muchas cosas o se llega a saturar al creyente de muchos conceptos que nos son importantes para el diario vivir y se descuida aquellos conceptos que son básicos para la fe y la vida cristiana. Hoy en día hay muchas doctrinas que aparecen en el ambiente eclesiástico, presentándose como las correctas y en el fondo solo son falacias. Israel necesitaba de su líder conocer las ordenanzas y leyes que Dios les había dado. En otras palabras, Jetro le dice a Moisés que se dedique a lo fundamental de la misión que Dios le ha dado y ésta es la enseñanza de la Ley, la doctrina.

b) Mostrar el camino por dónde deben andar.- Mostrar el camino equivale a decir emplear una metodología. Es enseñar el camino correcto por donde se debe transitar y hacer bien las cosas. Para cumplir la misión correctamente no basta con conocer los principios o doctrina sobre ella, sino que es necesario saber cómo realizarla, saber elegir cuál camino y que estrategias son necesarias emplear para lograr los objetivos establecidos. Una buena metodología nos ayudará a elegir los pasos a seguir en la consecución de los objetivos y metas establecidas. Muchas veces fallamos en este aspecto porque no sabemos elegir el camino a seguir, no sabemos planificar nuestro quehacer, ni menos sabemos medir los resultados. Damos vueltas y vueltas buscando un camino correcto y al final terminamos frustrados. El pueblo de Dios daba vueltas y vueltas sobre el mismo buscando llegar a la tierra prometida porque estaba desorientado y distrayéndose por otros caminos y no por los caminos que Dios les había indicado. De ahí que Jetro le indica a Moisés que le enseñe al pueblo el camino a seguir y no seguir errando más.

c) Lo que deben hacer.- Este aspecto implica la acción o praxis. Cumplir la Misión significa actuar, tener una praxis concreta. Esta tercera fase es muy importante en el cumplimiento de toda la misión. Tener un buen conocimiento, una buena metodología y no saber aplicarla o ponerla en acción ha de ser un trabajo estéril. El pueblo de Dios tenía una tarea que realizar y ésta era dar buen testimonio del único Dios viviente ante los demás pueblos de la tierra. El pueblo de Israel tenía que poner en práctica su fidelidad para con Dios y llegar a ser bendición para los demás pueblos. Esta era la praxis concreta de la Misión. A Moisés le costaba mucho lograr esta fidelidad de su pueblo para con Dios. Había muchas claudicaciones y situaciones de infidelidad. Por eso Jetro le sugiere a Moisés que debe enseñar a su pueblo a hacer lo que deben realizar para logara el éxito deseado. Mucho de esto nos toca aprender a nosotros también. Los resultados que queramos obtener deben ser como consecuencia de una buena praxis.

2. La enseñanza de Jesús a sus discípulos.- "Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo" (Mateo 4:23).

Jesús mismo en todo su ministerio aplicó estos mismos aspectos arriba mencionados. En realidad Jesús fue un gran maestro y como tal supo aplicar estos pasos para el cumplimiento de su santa misión en la tierra. Veamos cómo Jesús aplicó estos pasos.

a) Enseñar las ordenanzas y las leyes.- Una vez nos referimos al tema de la doctrina, de los preceptos acerca del reino de Dios. Son muchas las enseñanzas de Jesús a sus discípulos con el fin de que pudieran comprender a cabalidad lo que era el reino de Dios. Creo que el ejemplo mayor se encuentra en el Sermón de la Montaña (Mateo 5 al 7). Ahí se encuentra la enseñanza básica para todo creyente. El resto de enseñanzas a lo largo de su ministerio apuntan a este aspecto. A Jesús se le ve recorriendo las sinagogas y predicando el evangelio del reino. Él se preocupó que sus discípulos estuvieran bien informados de qué se trataba ser discípulos de él. Toda su vida misma fue una enseñanza para ellos. Todos los evangelios nos informan de este ministerio docente ejercido por Jesucristo. Nosotros sus discípulos no debemos estar ajenos a este ministerio de la docencia: enseñar la sana doctrina de Dios. Este ejemplo debe ser tomado en cuenta en la iglesia al realizar su misión.

b) Mostrar el camino por dónde deben andar.- Es interesante tomar nota que Jesús utilizó una metodología para el cumplimiento de su tarea. Toda su metodología estaba basada en el amor. Sostenía que por el camino del amor muchas cosas se podrían lograr. De ahí que todo su lenguaje y enseñanza reflejaban este aspecto. En unos momentos su enseñanza apuntaba a orientar a aquellos que no conocían la doctrina del reino de Dios. Para lograr ese objetivo utilizó diversas formas de lenguaje y diversas metodologías (relatos, historias, parábolas, milagros y llamadas de atención). Fue incansable en señalar que solo el amor y el perdón a los demás llevaría al cumplimiento de los objetivos de la tarea: la salvación de la humanidad. Hoy se hace necesario aplicar esta misma metodología de Jesús en todo lo que estamos realizando. La iglesia debe renovarse en sus formas y maneras de cumplir su misión. Debe procurar que su lenguaje y sus formas de evangelización lleguen a muchos más para que puedan cambiar sus caminos erróneos y den la vuelta hacia Jesús. Todas esas personas deben saber cuál es el verdadero camino a seguir. Basta recordar las palabras de Jesús a su discípulo Tomás: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6). ¡Jesús es el camino!

c) Lo que deben hacer.- Jesús no solo se quedó en los primeros aspectos que hemos mencionado, él dio el tercer paso, es decir, la praxis. ¡Cuántos relatos de los evangelios nos muestran a Jesús en acción! Él está realizando milagros, sanando, rescatando, resucitando, enseñando, visitando las aldeas y otros hechos más. Su ministerio no fue estático, fue dinámico. Enseñó a sus discípulos a poner en práctica todo lo enseñado. Inclusive indicó que la tarea se mide por sus frutos (Mateo 7:16). La iglesia está llamada a seguir las huellas de su maestro y poner en acción todo que ha recibido de él como enseñanza, ahí donde se encuentra y hace su misión. No es casualidad que Jesús antes de poner en marcha su Misión, diera a conocer su Plan Estratégico del reino de Dios, el cual consistía en lo siguiente: "Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor" (Lucas 4:18-19). De alguna manera la Iglesia es la mano extendida de Dios hacia aquellos que sufren, están enfermos, oprimidos, abandonados, esclavizados por el pecado y marginados del amor de Dios por el egoísmo de muchos.

Finalmente, todos estamos listos a cumplir con la Misión que Jesucristo nos encargó y para ello debemos tener en cuenta estos aspectos señalados para realizar bien la labor en medio de un mundo atormentado y confuso. ¡Qué el Señor nos utilice como instrumentos de bendición! Amén.