NO AL CONFORMISMO

(Romanos 8: 28-39)

Al leer este pasaje bíblico lo primero que uno puede notar es que en el pensamiento de Pablo se refleja un sentimiento de no conformismo frente a cualquier situación adversa en la vida. Jesús mismo dio lecciones de cómo vencer todo aquello que pudiera impedir el cumplimiento de su misión. El pánico a fracasar es muy común, hay un sentimiento de dejarse vencer fácilmente ante los problemas cotidianos en el hogar, en la escuela, en los negocios, en los planes y en toda empresa humana. Más aún hay miedo a la burla de los demás ante el fracaso. Llega el momento en que los problemas se asemejan a una gran mole que amenaza aplastar. Es ante esta situación que Pablo escribe estas líneas para dar aliento a la comunidad de fe para que no se deje aplastar por las dificultades. Pero también es válido aplicarlas en nuestras vidas. El hace la pregunta existencial en lo que respecta a la fe: ¿Qué más podemos decir? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? Aún más, agrega estas otras: ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Acaso las pruebas, la aflicción, la persecución, el hambre, la falta de todo, los peligros o la espada?

La respuesta la da el mismo Pablo: Como dice la Escritura: Por tu causa nos arrastran continuamente a la muerte, nos tratan como ovejas destinadas al matadero. Pero no; en todo eso saldremos triunfadores gracias a Aquel que nos amó. Yo sé que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni las fuerzas del universo, ni el presente ni el futuro, ni las fuerzas espirituales,  ya sean del cielo o de los abismos, ni ninguna otra criatura, podrán apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.

Esta respuesta es sin duda contundente para vencer cualquier dificultad o conformismo. Cuando sintamos que el temor de perder o el aceptar que las cosas son así y que ya no hay nada por hacer, la fe en nuestro Señor Jesucristo debe darnos el vigor para salir adelante, las fuerzas para luchar y confiar en su poder maravilloso. Hay muchos ejemplos de personas que logaron vencer todo tipo de dificultades , solo les basto poner su confianza en el Señor y de pronto sintieron en el fondo de su ser las ganas de superar toda dificultad, se enfrentaron ante los monstruos imaginarios. Hoy son más que vencedores porque pusieron su fe y confianza en Cristo Jesús. Todos ellos demostraron que cuando Jesús vive en nuestro corazón es posible cambiar de mentalidad, construir una nueva estructura mental que nos permite ver más allá de lo evidente. Todos los que estamos pasando por esta experiencia no solamente podemos decir, ¡somos más que vencedores en Cristo Jesús!, sino que podemos gritar a los cuatro vientos: ¡No al conformismo!

Que el Señor de la Vida nos siga dando la capacidad necesaria para vencer nuestros temores y miedos, para alcanzar la sublime meta de la plenitud de vida en Cristo. Amén.