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  la historia del Surf

La práctica del surf se remonta a antes de la edad media. Las gentes de la Polinesia se han estado encontrando desde entonces, en sus playas, para surfear y realizar campeonatos. Campeonatos por otro lado, con toda una serie de connotaciones religiosas y sociales; en ellos era costumbre las apuestas entre los nativos, a favor de sus estrellas de surf favoritas.
En alguna ocasión el surf se utilizaba como "duelo"; por los motivos que fueran, generalmente amorosos, un nativo retaba a otro a coger olas en los rompientes más arriesgados.




Los cánticos y las historias orales que se fueron transmitiendo de generación en generación es lo único que queda de esos primeros siglos de la práctica de ese deporte tan antiguo a parte de las pinturas y dibujos grabados en piedra volcánica. Más adelante, ya dentro del siglo XVIII, aparecen los primeros escritos donde se habla de surf, generalmente eran descripciones de los navegantes como por ejemplo el capitan James Cook. Cook en su diario describió "el curioso ejercicio acuático, que realizaban sobre planchas de madera los nativos..." el cual lo denominaban "CHOROEE".

 

El surf estaba tan profundamente vinculado a la sociedad, que cuando aparecian las olas, el trabajo, la familia etc... quedaban en un segundo plano, el único pensamiento para esos cabalgadores de olas era el "choroee". Se construian templos (HEYAU); en los que se rezaba por el surf y se dejaban ofrendas. Incluso el "KAHUMA" (brujo de la tribu) rezaba por buenas olas cuando estas no aparecian. Uno de los templos más antiguos era el llamado KUEMAN (descito por el arqueólogo Jhon Francis Grey Stokes entre 1876­1960), este templo estaba constituido por una especie de soporte para los espectadores y una piscina donde los surfistas se bañaban después de un día de surf.

Después de la muerte de Cook, James King, habló también en sus escritos sobre el surf. En ellos explica la "diversión favorita" de los Hawaianos, habla de las maniobras "asombrosas y peligrosas" difíciles de creer si no se contemplaban. Docenas de aventureros, misioneros y escritores que viajaron a las islas, también hablaron de ello.

 

 

 

Años después de este "golpe bajo" propinado contra la práctica del surf, surgieron círculos de intelectuales Hawaianos, que al ir recopilando su propia historia fueron encontrando que en los acontecimientos de cada día, tanto prácticos como mitológicos, el surf estaba presente en cada momento. Uno de los intelectuales (John Papa Li 1800­70), escribió con gran detalle sobre los distintos tipos de madera que eran empleados en la construcción de tablas y diversidad de formas que adoptaban dependiendo del tipo de ola que se pudiera cabalgar.