1956 - 1963

Mediados de los cincuenta, el mundo acaba de vivir la guerra más destructiva y el progreso se vislumbra detrás de una pesada rutina de reconstrucción y trabajo diario. La Humanidad ha quedado desengañada de unos ideales que parecían infalibles, pues se ha visto que la democracia es un sistema incapaz de evitar una guerra y que ha permitido la llegada al poder del destructor fascismo.

En medio de aquella desolación, los jóvenes de entonces parecían ajenos a la situación. Para ellos el mundo era un lugar para ser conquistado y disfrutado, y para ello el medio ideal era aquel vibrante ritmo que acababa de surgir a partir del rythm and blues negro: era el Rock and Roll. Esta atrayente música fue concebida en 1955 con la publicación del "Rock around the Clock" de Bill Haley. Muy pronto, en 1956, el "Heartbreak Hotel" de Elvis Presley consagró el éxito del rock and roll en medio planeta.

Millones de chicos soñaban con emular al joven de Tupelo de las caderas bamboleantes. Uno de aquellos chicos era John Winston Lennon. Estudiante en la Quarry Bank School de Liverpool, era un rebelde Teddy Boy embutido en sus prendas de cuero, que no parecía mostrar mucho respeto hacia la autoridad de sus mayores. Sin embargo, no fue Elvis Presley con su cúmulo sexual directamente heredado de la música negra americana de quien recibiría su definitiva influencia, sino del sonido Skiffle, la versión inglesa del rock and roll americano personalizado en Lonnie Donegan y su éxito con la canción "Rock Island Line", música básica que bien se podía recrear con palos, alambres y latas de conserva. Cuando por fin una guitarra cayó en sus manos, John vio más cerca que nunca la posibilidad de emular a sus ídolos y así, en compañía de su amigo de la juventud Peter Shotton, fundó un grupo de skiffle bautizado como Los Quarrymen, en homenaje a la escuela donde estudiaban. Poco a poco fueron incorporando nuevos miembros al grupo, hasta que en el verano de 1.957, un amigo de John llamado Ivan Vaughan le presentó a otro chico. Ese otro muchacho se llamaba Paul McCartney. La semilla de Los Beatles había sido plantada. Paul fue admitido en el grupo y, en pocos meses, él y John se hicieron casi inseparables. Paul, que a pesar de ser más joven que su compañero tenía más dominio en el manejo de la guitarra, le enseñaba a John muchos acordes nuevos que él desconocía. En otoño, John ingresó en una escuela de arte que quedaba cerca del instituto en el que Paul estudiaba, el Liverpool Institute, y a finales de año Paul le presentó a John a un compañero de su mismo instituto, se llamaba George Harrison. Los Quarrymen quedaban consolidados con John, Paul y George. Para entonces se habían planteado ya un sonido más excitante, y pasando por los artilugios caseros de su Skiffle a un genuino Rock and Roll, se dedicaron a buscar el equilibrio entre sus posibilidades y sus sueños.

En ese momento, muchos grupos buscaban su camino, un estilo nuevo que concordara con la nueva década que se aproximaba. El Gerry Marsden Skiffle Group, por ejemplo, pasó a llamarse Gerry and the Pacemakers, y los Quarrymen no eran ajenos a esta ola de renovación. En el invierno de 1957 surgió un nuevo ídolo en los Estados Unidos, era Buddy Holly, y su grupo los Crikets, escribía y tocaba sus propias canciones, llenas de un carácter nuevo, más cercano a lo que hoy conocemos como pop. Fue el éxito necesario y último para que Lennon y McCartney empezaran a componer sus propias canciones. Al mismo tiempo los Quarrymen pasaron a llamarse Johnny and the Moondogs, e incluían a Stuart Sutcliffe, un compañero de escuela de John a quien convencieron para que se uniera al grupo como bajista a pesar de que su verdadera vocación era la de pintor. Los baterías se suceden uno tras otro al no encontrar a alguien que congeniara con el gusto musical del núcleo del grupo formado por John, Paul y George, que por otra parte se iban alejando cada vez más de su entorno estudiantil para dedicarse de lleno a ensayar un repertorio que incluía temas de sus héroes e inspiradores: Presley, Buddy Holly, Chuck Berry y Everly Brothers.

Entre toda esta marea de cambios el más importante fue la inclusión de Pete Best, un batería con el que se presentaron a una serie de audiciones que desembocaron con los Beat Brothers tocando casi a diario en pequeñísimos clubs de Liverpool, hasta que en Agosto, el dueño del club Jacaranda les ofreció la oportunidad de viajar a Hamburgo, como actuación diaria y fija del club Kaiserkeller, donde después de interminables sesiones de hasta ocho horas ante marines norteamericanos y fanáticos alemanes del rock, conocieron a algunas personas que serían importantes en el futuro inmediato del grupo. Personas como Klaus Voorman, amigo y colaborador de posteriores etapas de los Beatles, y a la fotógrafa Astrid Kirchherr, que fue la responsable del abandono del grupo por parte de Stu, al hacerse novios, no sin antes impactar en el grupo con la decisión de peinarles con el cabello hacia delante, importantísimo aspecto en la construcción del icono Beatles. El entusiasmo se apoderó el espíritu de los chicos, que se vino abajo cuando la policía alemana descubrió que George era menor de edad y es obligó a abandonar Alemania.

El sueño se tambaleaba y por un momento se les dibuja un futuro imposible. No se desaniman, y mientras esperan que George cumpla la mayoría de edad, se dedican a dar conciertos en su Liverpool natal. Cuando por fin llega el ansiado día deciden embarcarse de nuevo hacia Hamburgo, esta vez para tocar en un club algo más prestigioso que el Kaiserkeller: el Top Ten, las anfetaminas para combatir el cansancio de su pesado trajín frente a un público cada vez más amplio y la proposición de grabar un disco para la casa Polydor, como grupo de acompañamiento para un tal Tony Sheridan, fotocopia del ideal pop de esos días: Cliff Richard y los Shadows. El grupo había cambiado entonces su nombre, primero a Silver Beatles y luego finalmente a Beatles.

El disco es francamente derivativo, anodino si no fuera por la voz de Lennon cantando "Ain't she Sweet", un clásico americano y "Cry for a Shadow", un instrumental compuesto en toda la tradición "Shadow"; el nombre lo dice todo, por John Lennon y George Harrison. Lo cierto es que esta experiencia hizo que Liverpool se fijara más en ellos, y su regreso estuvo marcado por la primera manifestación de fanatismo por parte de un público joven y con ganas de admirar, de gritar, de endiosar. Instantáneamente sus actuaciones se van haciendo cada vez más histéricas y los Beatles, saboreándolo, se entregan por completo.

Destaquemos que a Liverpool sólo regresan cuatro, Stu opta por continuar su relación amorosa con Astrid Kirchherr y el grupo queda casi conformado casi como siempre los hemos conocido. De repente Brian Epstein, dueño de una tienda de discos, se hace eco de lo que sucede en The Cavern, y se propone ser manager del grupo. El ambiente en The Cavern es casi irreal, oscuro, húmedo y lleno de humo, ambiente con el que concordaba perfectamente el repertorio de los Beatles, Rhythm and blues subido de volumen, repleto de armonías vocales y a pesar de que interpretaban pocas canciones propias, se notaba ya un verdadero distanciamiento de la música que predominaba en las listas, es decir, pop de reclamo falsamente sensual de grupos engominados y trajeados y más bien nada irreverentes. Los Beatles por el contrario ofrecían toda una serie de elementos nuevos: desde su nombre, aparentemente una broma, Beatles, o sea "sin ritmo", hasta que su imagen de ropas oscuras y botas puntiagudas y su cabello largo y de geométrico flequillo.

Brian Epstein les propone un contrato de promoción bastante generoso y los Beatles aceptan. Se proponen sacar un disco, pero no hay compañía que apueste por "rock de guitarras", que era un calificativo peyorativo en el ambiente post Shadows de la época. Brian Epstein llegó a los Beatles por una legendaria y anónima petición de su tienda, un grupo desconocido que él quería hacer famoso, y la manera real de conseguirlo era grabar un disco fuese como fuese. Había que satisfacer esa crucial y anónima petición.

Por supuesto, conseguir una compañía tomó su tiempo, tiempo que los Beatles aprovecharon para consolidar su fama como el grupo más importante del nuevo sonido, que se bautiza con el nombre de Merseybeat, sonido eminentemente circunscrito a la escena de Liverpool y sus alrededores, el Merseyside: opuestamente al resto del Reino Unido la juventud se inclinaba más hacia el Rhythm and blues que al sonido "twang" que reinaba en las ondas de la radio y las listas de éxitos, lleno de falsos clones de Presley y Cliff Richard. Los nuevos grupos de Liverpool aunaban, en cambio, algo de su herencia skiffle a la excitante música del Rock and Roll americano. El resultado encarnado por Gerry and the Pacemakers, Los Searchers y por descontado a los Beatles, llenaba cada ver más los clubs de la ciudad, y se crearon a su sombra publicaciones locales exclusivamente dedicadas al nuevo género, en las que nuestros Beatles ocupaban lugar relevante. Precisamente Merseybeat era el nombre de la publicación que bautizó para siempre el nuevo movimiento. Los Beatles, mientras tanto, hacían tiempo tocando noche tras noche en The Cavern, como cogiendo fuerza y energía en sus ya bastante numerosos seguidores; las colas para las sesiones de mediodía incluían a todo tipo de gente, desde dependientas a oficinistas.

Durante 1962 Brian Epstein decidió que había que volver a Hamburgo por vez tercera, esta vez para llegar al Star Club donde vuelven a reunirse con Stuart, que muere poco después de una hemorragia cerebral.

Vuelta a Liverpool, esta vez para la crucial audición con una subsidaria de la EMI, Parlophone, con la que finalmente lograrían un primer disco, no sin antes haber despedido a Pete Best, el guapo del grupo, reemplazándolo por Richard Starkey, un batería que habían conocido durante sus estancias en Hamburgo. Richard, que se hacía llamar Ringo Starr, había tocado en un grupo de Liverpool llamado Rory Storm and the Hurricanes, y desde el principio se amoldó perfectamente al estilo de los Beatles.

George Martin, que era el que accedió por parte de Parlophone a hacerles una prueba, se había percatado de que Pete Best no era apropiado para grabar disco alguno, y había encontrado por su parte a un tal Andy White, ignorando que los Beatles tenían su propia solución al problema. Al final, llegan al acuerdo de grabar dos canciones de John Lennon y Paul McCartney: "Love me do" y "P.S. I Love You", pero con Andy White a la batería y Ringo a la pandereta y a las maracas, George Martin estaba entusiasmado por la frescura y novedad de la música de los Beatles y se encargó del sonido de esta primera e histórica grabación realizada en los estudios Abbey Road de Londres, pertenecientes a la EMI. El resultado dejó satisfechos a todos.

En Octubre de 1962, "Love Me Do", sale a la venta y tomando en cuenta la falta de publicidad que pudiera competir con los que en ese momento se encontraban en las listas de éxitos, el disco se sitúa en un honoroso puesto 17 de las listas nacionales, gracias al considerable impulso que recibió de sus ya entregados fans de Liverpool. Las ondas de radio dejan oír esta música desgarbada y simple con un estribillo casi infantil y muy pegajoso. Guitarras, armónica y armonías vocales frescas sirvieron para que mucha gente les conociera, aunque todavía nadie los tomara muy en serio.

John, Paul, George y Ringo se encaminaban, ignorantes de su futuro, a convertirse en la revolución cultural más importante de la última mitad del siglo veinte, pero todavía faltaba una explosión desencadenante.

1963 - 1966

George Martin, Brian Epstein y nuestros Beatles, observaban atentos el progreso de "Love me do", y a pesar de todo se sintieron con el entusiasmo suficiente como para entrar nuevamente al estudio y registrar su siguiente single.

El 26 de noviembre de 1962 graban "Please please me", no sin antes discutir con George Martin, debido a que éste pretendía que los Beatles grabasen la canción de Mitch Murray "How do you do it" y en cambio John y Paul querían una canción propia. Todo se resuelve cuando con gran entusiasmo tocan "Please please me" y George Martin se da cuenta enseguida de la superioridad de posibilidades de la composición de Lennon - McCartney frente a su propia propuesta.

"Please please me" se publica el 11 de enero de 1963, y pocos días después, el 19 de enero, los Beatles tienen su primera aparición para la televisión de todo el país, durante un show de música pop llamado "Thank you lucky stars". Cada grupo aparecía con un montaje especial y los Beatles salieron al aire enmarcados cada uno en un gran corazón. Brian Epstein había pensado en algunos aspectos de la imagen que luego resultaron mágicos: el cabello limpio, largo y perinado hacia delante y los trajes siguiendo los preceptos de moda de Coco Chanel: cuellos pequeños enmarcando el rostro y unas enormes e incansables sonrisas; el resultado era al mismo tiempo pulcro y algo demasiado estilizado para las modas vigentes, pero así lograron que los medios les prestaran atención.

En febrero, los Beatles se embarcaron para su primera gira nacional, como teloneros de la estrella adolescente Helen Shapiro. "Please please me" se encontraba escalando las listas, el 16 de ese mes había alcanzado el puesto número dos. En seguida fueron solicitados para su segunda aparición en "Thank you lucky stars" y en diversos programas de radio. Su fama empezaba a desbordar los límites del Mersey-side.

El 2 de marzo los Beatles habían alcanzado el número uno de las listas a lo largo de todo el país. La histeria se apoderó de Liverpool: Cuando se embarcaron para su segunda gira nacional teloneando a Chris Montes y Tommy Roe todo quedó muy claro: la audiencia cambió el orden, Los Beatles eran los protagonistas de las actuaciones, Brian Epstein se sintió feliz. El siguiente paso fue el de grabar un LP. George Martin eligió los temas, todos ellos usualmente interpretados en sus actuaciones; al final los Beatles grabaron sólo temas que les gustaban, nada de imposiciones. Todos los temas se grabaron en un tiempo récord de 12 horas terminando como solían hacerlo en directo con el "Twist and shout" de los Isley Brothers.

"Please please me", el mismo nombre del single que le había precedido, fue publicado el 22 de Marzo de 1963.

Los críticos mostraron su admiración por un disco que tenía muy buenos temas propios, y no sólo aprovechaba la buena racha del éxito anterior, sino que era la prueba de que Lennon - McCartney eran verdaderos autores.

El 12 de abril, su tercer single, "From me to you", se publicó apoyado por un adecuado despliegue publicitario. A pesar de la desconfianza de los críticos, se colocó en el número uno el 27 de abril. Y el LP "Please please me", como contrapunto, se había encumbrado en las listas.

Antes, el 8 de abril, la esposa de John Lennon, en medio de un secreto celosamente guardado hacia los fans par dar la imagen juvenil requerida, daba a luz un niño: Julian Lennon.

NEMS, la empresa que publicaba la revista "Merseybeat", y que estaba dirigida por Brian Epstein, había abierto una oficina en Londres, una en Liverpool y albergaba a un club de fans que recibía miles de solicitudes de adhesión, regalos y juguetes para los Beatles.

Seguidamente encabezaron una gira con Roy Orbison, como telonero, y pronto la histeria empezó a crecer y crecer como una bola de nieve. Todas las actuaciones estaban precedidas de gritos y ataques de nervios par parte de los fans.

Durante el verano de 1963 era imposible conseguir una entrada para ver una actuación de los Beatles si no se pasaba horas formando larguísimas colas. Tocaron el 3 de agosto por última vez en The Cavern, la 292ª y la despedida al club en el que empezaron a ser famosos. El 23 de agosto se publicaba "She loves you". Era la canción que iba a ser la muestra de que pronto Inglaterra se rendiría a sus pies.

La "Beatlemanía" tomó enseguida cuerpo, el 11 de Octubre, cuando "She loves you" había rebasado el millón de copias vendidas, dándoles su primer "Disco de Oro", y cuando en los periódicos aparecieron fotografías de policías y fans enfrascados en un caótico desorden a la salida de una actuación de los Beatles en The London Palladium.

Aunque algunos consideraban que esta última noticia sensacionalista fue una maniobra publicitaria, lo cierto es que la histeria existía. Las chicas gritaban hasta quedarse sin voz, lloraban, se arrojaban al suelo, convirtiendo las actuaciones de los Beatles en un permanente y ensordecedor caos, era imposible escuchar música alguna. Los periódicos habían dejado en un segundo plano la música de los Beatles para referirse a esa incomprensible locura masiva.

Se desató, en cuestión de un par de meses, toda una serie de parafernalia. Beatles, pósters, postales, y artículos de dos páginas en todos las periódicos del país, los medios de comunicación hicieron que fuera imposible vivir en Inglaterra sin conocerlos, y no sólo eso, sino que se palpaba una verdadera intención de hacerlos amados, ídolos, revolución en el seno de una juventud que se independizaba cada vez más del mundo adulto. Pero los Beatles no sólo se hicieron populares entre los adolescentes, sino que hasta los mayores les empezaban a adorar: los Beatles eran demasiado limpios, encantadores y divertidos para constituir peligro alguno. Esto último tomó cuerpo cuando el Palacio de Buckingham los incluyó en la "Royal Command Variety Perfomance" para asistir a una presentación ante la Reina Madre y la Princesa Margarita como representantes de la Casa Real. La actuación se realizó el 4 de noviembre de 1963, frente a un público que los aplaudía de pie, corte real incluida. Al final, y antes de interpretar "Twist and shout", Lennon hizo la célebre petición: "... los de las localidades baratas que den palmadas... el resto que simplemente haga sonar sus joyas". Primera llamada de atención por parte de los Beatles, denotando más o menos una cierta aunque velada irreverencia ante tanta aristocracia. La prensa, en cambio, no paraba de alabarlos y cada día el "Yeah! Yeah! Yeah!" de "She loves you" se convertía en el emblema de la imparable beatlemanía.

La industria de la moda empezó a explotar el momento. Los chicos abandonaron los tupés para dejarse crecer un poca el pelo peinado hacia adelante, jerseys, chaquetas sin cuello y trajes invadieron el mercado. La prensa pasó a analizar de manera seria el fenómeno: psiquiatras y sociólogos se apuntaron a descifrar el porqué de tanto revuelo, las conclusiones eran obvias: "necesidad de escape sexual" era la tangente de dichos artículos.

No había aeropuerto, vestuario, teatro e incluso casa en donde los Beatles se sintieran liberados del acoso de los fans. Pronto la presencia de la policía era indispensable allí donde los Beatles fueran, el riesgo era el caos total.

"With the Beatles", segundo LP de John, Paul, George y Ringo, se había grabado durante julio y era editado, con más de doscientas cincuenta mil copias vendidas de antemano, el 22 de noviembre de 1963. En Navidad "I want to hold your hand" llegó al número uno el mismo día de su publicación, al vender más de un millón de copias, convirtiéndose en el disco más vendido de la historia. Las listas de los LP´s estaban monopolizadas por los Beatles desde abril, con "Please please me" y ahora "With the Beatles", situación que duraría hasta mayo del siguiente año, y todos sus singles entre los puestos más altos.

Antes, y como repuesta al éxito de sus primeros singles, se habían embarcado en su primera gira extranjera, tocando en diferentes ciudades de Suecia durante el mes de octubre, gira que les preparó para su muy próximo objetivo: la conquista de América.

1964, gira invernal por Inglaterra: una pesadilla; el éxito se hizo desmesurado, además de las masas que eran capaces de todo por un autógrafo o "algo de los Beatles", los periodistas también empezaron a convertirse en un asedio insoportable. Pronto Brian Sommerville se convertiría en su delegado de prensa. El material comercializado con el nombre y la imagen de los Beatles había aumentado exageradamente y Brian Epstein se vio obligado a conformar junto con sus abogados sendas compañías que se encargasen de todo lo relacionado al derecho a la propiedad. Se crearon Stramsact para el control de Inglaterra y Europa y Seltaeb, Beatles al revés, para las licencias americanas cuando hiciera falta. El resultada fue un contrato nada favorable para NEMS, la empresa de Brian Epstein, lo cual desvelaba su ingenuidad y su falta de experiencia para el asunto tan enorme en el que se habían convertido los Beatles.

Era el momento de ir a América. "I want to hold your hand" salió a la venta el 13 de enero de 1964, después de que en un principio, Capitol, la etiqueta americana de EMI, se negara a publicar nada más de los Beatles, en vista del discreto éxito que tuvieron "Please please me", "From me to you" y "She loves you". Pero mientras los Beatles realizaban una serie de actuaciones en Francia, con frío recibimiento por parte del público, John, Paul, George y Ringo se quedaron anonadados: "I want to hold your hand" había alcanzado el número uno en América. Dos presentaciones en el prestigioso "Show de Ed Sullivan", el 9 y el 16 de febrero, les esperaban.

Al llegar al Aeropuerto Kennedy, New York, el 7 de febrero de 1964, la visión de una multitud que se estimaba hasta en diez mil personas, fue la prueba de que América sería relativamente fácil de conquistar, pero nuestros Beatles no salían aún de su asombro.

Su aparición en el "Show de Ed Sullivan" fue presenciada por 73 millones de televidentes. El 11 de febrero actuaron en el Coliseum de Washington, un día después en el Carnegie Hall, luego su segundo "Show de Ed Sullivan", batiendo récords de difusión.

De vuelta a Inglaterra y a la histeria de los aeropuertos para empezar el rodaje de "A hard day's night", su primera película, durante el mes de marzo.

La película, dirigida por Richard Lester, era el resultado de un atento estudio de las actitudes usuales de John, Paul, George y Ringo, incluyendo hasta su forma de hablar; el resultado eran tomas y tomas de carreras, saltos y ocurrencias humorísticas combinadas con un excelente soundtrack, en un intento por acercar a los Beatles, más o menos cotidianos, a sus fanáticos seguidores.

Richard Lester, por su parte, había sido el director de películas como "The Running Jumping and Standing Still Film" (1959) y "It's Trad, Dad" (1961), en los que su afianzamiento en la combinación de rápido humor inglés y más veloz montaje, contribuyeron a darle a "A hard day's night" un inconfundible toque de frescura y sano optimismo, que en el fondo era el meollo del mensaje en la música de los Beatles: vida energética, positiva e idealista, plena de buenos propósitos y que en el fondo significa la avidez del buscador inocente y nuevo. La actuación de Lennon como el feliz anarquista y la de Ringo como el melancólico solitario encandilaron al público. Esta era la cúspide de la aceptación general y la adecuación, por parte de los Beatles, a lo que el sistema esperaba de ellos. No es nada raro, pues, que la Reina asistiera a su estreno, en julio de 1964.

"Can't buy me love", el sexto single, y parte del soundtrack y tercer LP de los Beatles, fue puesto a la venta el 20 de marzo, anunciando el próximo estreno de la película aún sin titulo definitivo. Fue Ringo quien en un casual comenta

(Continúa en la página 7)

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