... LENGUAS INDIGENAS ...

 

3. El español hablado por los indígenas bilingües o monolingües en español:
aspectos morfosintacticos.

• El problema de genero y numero.

En la población jicaque de El Palmar, el 60% de los encuestados no utilizan el sistema morfínico del español (masculino "o"/femenino "a") sino que lo unifican tomando como único morfema la Ðe para ambos géneros: Mi hije Maria también es indite y Mi hombrecite no era indite.
En los lencas de Intibuca y Lempira un fenómeno muy extendido era el utilizar el morfema Ðo para el femenino de muchas frutas: cirguelo por cirguela y naranjo por naranja. Este cambio, sin embargo, no produce dificultad ni confusion con los árboles que los producen, al denominarlos como palo de cirguelo y palo de naranjo.
Dentro del genero, un fenómeno de alta incidencia, 47% de los encuestados en ambas zonas, es la discordancia entre el determinante, bien sea articulo o adjetivo,y el sustantivo: la hermano (j); el tortilla (j); las bueyes (L); toda árbol (L); cola corto (L) y aquella licor (L).
La discordancia del determinante y el sustantivo no solo es frecuente en el genero, sino también en el numero: los indite (j); de los gente liberal (L); bastante guamiles (L) y nuestro hija (L).

• Discordancia de genero o numero entre antecedente y pronombres personales atonos.

En la montaña una ura lo mate... y hallamos unos cusucos en el monte... y le matamos y le llevamos (L) ; mi papa trajo un venado a la casa, los aliñamos para comerlo (L).

• Verbo.

En la zona de El Palmar es frecuente que la terminación en "o" del participio y del gerundio sean sustituidos por terminación en "e": cansade por cansado; ha venide por ha venido; cantade por cantado y soñande por soñando.
En la zona lenca y jicaque suele darse discordancias entre el sujeto y el verbo en numero o persona: los gallos los metia (hombres) debajo de la olla (L); ...en tiempo de guerrio, los perro los ponía gamarra (L).
En los relatos orales y conversaciones es frecuente la falta de concordancia de los tiempos verbales en relación con el narrador: ...y para que no hallan (hallaran) a las mujeres (L); ...que si no se celebro (celebrara) la palabra de Dios, no esta bueno (L); ...ellos ando (andan) bailando disfrazados de mujer (L).

• Orden oracional.

Son frecuentes los cambios de orden oracional sin razón de marcas de significación o estilisticas. El cambio de orden mas frecuente es la anteposición del adverbio al verbo: sabia mucho hablar (L); que el pueblo allí se fundara (j). Esta anteposición del adverbio añade otro elemento distorsionado del sistema, que el verbo queda en posición final.
En Lempira e Intibuca con cierta frecuencia los hablantes anteponen el objeto directo al verbo, ocasionando confusion entre el sujeto y el objeto al estar seguidos y al carecer ambos de preposición: una vez un conejo lo vide en el campo (L); en la montaña una ure lo mate (L); si, nacatamales hacemos (L). Estos y otros fenómenos léxicos y de pronunciación dificulta notablemente la comunicación entre los propios indígenas y, sobre todo, entre indígenas y la mayoría mestiza. El marginamiento sociolingüístico de este tipo de hablantes es total, llegando a tipificar su habla con expresiones como "habladito de indio", "hablado de montuno", "hablado de monte".

Este hablado se caracteriza fonética y suprasegmentalmente por los siguientes rasgos:

• Una entonación musical sostenida con pequeños ascensos y descensos de tono (muy superiores del español promedio) en las vocales.

• Tono elevado y sostenido al final de una oración, contrario al tono bajo del español estandar. Deben exceptuarse las oraciones interrogativas y exclamativas.

• Alargamiento de vocales, mayor que el promedio del español de Honduras, con inflexiones tonales dentro de la misma vocal, lo cual da una sensación de "cantadito".

• Pronunciación cortada (glotalizada o herida) de las consonantes oclusivas (p,t,k,b,d,s) en posición intervocálica o iniciando silaba. Es mucho mas frecuente en las sordas que en las sonoras.

• Presencia constante de /S/ y /_/ casi apicoalveolares y muy silbantes que da la sensación de permanente "silbidito".

• Inclusión constante de la palatal /y/ en palabras con vocales en hiato: veya, seya, cambeya, comiya (comía), etc.

• Los cinco primeros fenómenos son mas acentuados en la mujer que en el hombre.

Sigue Aqui: Las Nuevas Politicas Linguisticas Culturales y de Educacion en Centroamerica. (1985-2000)

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