DEPARTAMENTO EL PARAISO

DANLI 2003

Por: Luis Alonso Gomez O.

El afán publicitario, no es el común denominador del alcalde de este municipio, Luis Alberto Sanabria, es ante todo pragmático en sus decisiones y cuando dice se hace no admite discusiones, y como lo ha expresado en reiteradas ocasiones, tengo muchas cosas qué hacer para detenerme a escuchar tonterías.

Aquí no hay competencia entre quien hace el emparedado o la baleada más grande del mundo o instala en Navidad el árbol más grande, es todo lo contrario; lo único que lo anima es dejar obras reales, que el pueblo las vea, pero más que eso, que los contribuyentes sientan la satisfacción de ser atendidos en sus demandas.

Pero esto es sólo una breve introducción para entrar de lleno al tema de hoy, y que de alguna forma tiene que ver con la gestión que realiza el alcalde danlidense en áreas específicas y desde ya se le conoce como el constructor, el restaurador e impulsador de los cambios, que se registran en la ciudad y el resto del municipio.

Una de las mayores inquietudes de la población, especialmente de los contribuyentes y sectores sociales involucrados en el desarrollo, ha sido no contar con un edificio funcional para las actividades administrativas y como siempre ocurre, la visión de los alcaldes en el pasado no contempló el crecimiento acelerado de la población, así como la modernización de la administración pública por lo que hoy, esas limitantes son notorias y costosas.

HISTORIA

Para entrar de lleno en el tema y para que el lector conozca más a fondo la historia de esta ciudad, una vez más acudimos a los documentos existentes sobre el comienzo de la actividad legal del municipio.,br> Darío González, en su libro "Danlí ante la historia", cuenta que la Casa Consistorial o Cabildo Municipal y también Casa del Ayuntamiento, siguiendo la costumbre española, fue construida de adobe en 1858, un edificio de dos pisos, cubierta de artesonada, techada de teja de barro, con portal de azotea, pilares de madera de grueso diámetro, siendo inaugurado por el presidente de la época General José Santos Guardiola.

El viejo edificio, ahora convertido en museo, cumplió su cometido por espacio de 117 años, además de las oficinas municipales, se ubicaron las bartolinas para encerrar a los infractores de la ley tal como ocurrió en la mayor parte de los poblados hondureños.

Era una característica muy peculiar para el visitante, encontrar de primero la iglesia, el cabildo y la cárcel y a más de algún parroquiano guardado tras la de cuadritos.

Volviendo a la historia de la Casa Consistorial y comparando lo que le costará al municipio restaurar las viejas edificaciones, para entonces (1857), de acuerdo al Acta municipal que se conserva en el archivo, dice lo siguiente: "Sala municipal de Danlí, enero dieciocho de mil ochocientos cincuenta y ocho.

Se revisó la cuenta de gasto del cabildo y contrata de ladrillos con Francisco Ramírez, reunida la Corporación en número competente, y junta ordinaria presidida por su Alcalde Primero, se leyó y aprobó el acta que antecede, se revisó el gasto del cabildo hasta la fecha que monta a novecientos sesenta pesos cobre, los que quedan cubiertos con igual cantidad, que se ha recolectado pertenecientes al fondo del cual se le entregaron al tesorero nombrado, Don Pedro Sevilla, veintinueve pesos, cuatro reales de plata.

Se contrataron con Francisco Ramírez, seis mil ladrillos, bajo las condiciones siguientes: que sea de buena calidad y que se recibirá en el tejar, que durante el trabajo que tenga que hacerlos no se le tocará absolutamente, como alcalde auxiliar lo que es actualmente, ni en las fatigas que se ofrezcan, que sí después de hacerlos se empleará como oficial enladrillando seguirá con la excepción de no ocupársele en el mismo destino auxiliar y por último, se le pagan por dichos seis mil ladrillos, mil cuatrocientos pesos moneda provisional, asimismo se nombra como ayudante al señor Hilario Sosa, que se desempeñó como auxiliar del barrio Abajo, con lo que se concluyó la sesión y firmaron los individuos por ante mi secretario, que certifica, Manuel Gamero, Ángel Sosa, Ramón Segura, Juan Otero, José Dolores Valle, Antonio Medina, F. Navarro, Srio.

El último alcalde que ocupó este edificio fue Eugenio Sosa Ardón a comienzos de la década los 70 y partir de 1974, en la administración de Gonzalo Lovo Sevilla, las oficinas municipales pasaron al edificio contiguo, donde funcionó el Instituto Departamental de Oriente.

Mientras, que la vieja Casa Consistorial, se convirtió en museo bajo la supervisión del Instituto de Antropología e Historia, Comité Danlidense de Desarrollo y Alcaldía municipal.

RESTAURAR O CONSTRUIR

Junto al viejo ayuntamiento están las oficinas municipales, paredes de adobe gruesas a la usanza de finales de los siglos, XVII y XIX, artesones de madera, ladrillo y teja.

El paso de los años, pone al descubierto el deterioro y la peligrosidad del vetusto edificio que dejó de ser funcional hace 20 años, razón por la cual se ha procedido a demolerlo para construirlo de dos plantas.

Hace falta saber si la fachada conservará el viejo estilo de construcción, ya que este edificio se encuentra ubicado en el centro histórico de la ciudad y no debe sufrir modificaciones externas.

Los trabajos apenas se encuentran en la etapa inicial, para lo que se presupuestaron 88 mil lempiras, de acuerdo a informes preliminares de la gerencia municipal.

Danlí, ha comenzado a modernizarse porque el accionar de las autoridades abarca la remodelación del parque Centenario, pavimentación de calles y proyección social en el campo educativo en el área rural.

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