POESIA HONDUREÑA

IX: La Mar

Por: Divina Alvarenga

Azul infinita, continua y extraña Que entonas canciones de día Y por la noche parece hablarme en sueños Con el coquetear de tus olas que dan alegría. Disfruto el instante de tenerte a solas. Unas goletas diviso lejanas. Ancladas en el puerto de Tela. Discreta tus olas, permiten verlas más bellas. De repente el ruido aparece, en fila. Los negros y negras jugando rayuela. Corretean tus olas, que tocan sus pies Descalzos y bellos, ligeros y grandes Y yo sin detenerme un instante siquiera. Siento tu música cantarme al oído. Con notas precisas que el sol adornara. Entrando a mi alma y en mi cuerpo dormido.

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