CORPORATIVISMO


ATRAS
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La nueva demanda para las universidades consiste en administrar su propio aprendizaje, de manera que responda oportunamente al ritmo del cambio actual.

En EL NOMBRE DE LA ROSA Umberto Eco proporciona una imagen poderosa de las monastrios medievales que se establecieron como resguardos del saber clásico. En el lugar remoto, fuertemente amurallado, aún los inicados tienen un contacto dosificado con el conocimiento. Es privilegiado de unos cuantos jerarcas el acceso a los réconditos laberintos del saber. El control de ese conocimiento era la base de su poder.

Al desaparecer la amenaza de invaciones bárbaras, las nuevas las nuevas corporaciones civiles del saber o studia generalia heredan el esquema claustral que las hace autoconcebirse como sagrarios del conocimiento, al que se brindarán acceso selectivo mediante un nuevo instrumento de control: la acreditación profesional. Los aceptados una vez cubiertas las pruebas y rituales, son investidos de la facultad de ejercer.

Las primeras universidades que surgen casi mil años , si bien promueven la primicía de la razón sobre el dogma, quedan también marcadas por el esquema corporativista. Posteriormente, la universidad napoleónica, con sus facultades, consagra la centralización del conocimiento. Las grandes universidades modernas llevan a sus límites este modelo de administracion del saber, al expandirse y masificarse.

Sin embargo, conforme la segunda revolución industrial comienza a generar ciclos cada vez más cortos de asimilación tecnológica y comercial del conocimiento, las universidades modernas comienzan a exhibir las limitaciones estructurales del corporativismo. Casi la totalidad de las universidades existentes cargan con el peso administrativo de la burocracia, la estructura vertical, la jerarquiazación, la concentración de la información y las decisiones y, en fin, los mismos lastres de las organizaciones actuales. La supervición de, la universidad como opción social para la satisfacción de las necesidades de conocimiento se encuentran amenazada por su administración corporativa.

El peso de la estructura hace que se pierdan de vista las funciones sustantivas tras las adjetivas. Su esquema educativo es pedagógico, escolarizado, basado en disciplinas y ajeno a la experiencia del trabajo. Sus mecanismos de adaptación curricular son endémicamente lentos e inflexibles. Su capacidad de responder a los flujos económicos del conocimiento es cada vez más patente, mientras se van gestando solyuciones alternativas. Los recursos sociales para las universidades son cada vez más discutidos. Los días de la universidad como lo hemos concocido, están contados.