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LA SUMA MEDICINA, O PIEDRA FILOSOFAL

DE D. DIEGO DE TORRES VILLAROEL

(José A. Puche Riart)

 

En la explicación del proceso que enseña Diego de Torres, vamos a utilizar en lo posible la redacción empleada por el autor, por ser de lenguaje diáfano, y clara su exposición. No se trata de mostrar la erudición del ilustre catedrático, astrólogo, torero, cortesano y Filósofo, sino de exponer aquello que a todos nos interesa disfrutar, a saber, las técnicas alquímicas y aquello en que se apoya para sustentar lo que expone en el Texto, incorporando aquellos gráficos explicativos que consideramos necesarios para completar la exposición de las ideas y técnicas de la operativa contempladas en este mirífico Tratado.

Introducción

" La Suma Medicina que saca a la luz, de las tinieblas de enigmas, y metáphoras, con que la obscurecieron los chemistas Philósophos, un hermitaño, codicioso sólo del aprovechamiento de los curiosos.

El genio prudente conocerá a primera vista lo famoso y verdadero de la operación, y aún el mediano discurso a continuado desvelo, excluyendo miserablemente a los de duro ingenio.

He procurado dictarla y escribirla con toda claridad, y sucinta gramática, limpiándola de enigmas, figuras y metáforas con que la ocultaron y obscurecieron los avarientos chemistas, que se dieron al experimental estudio de esta Ciencia, procurando, más que descubrirla, enterrarla".

Sobre el Estudiante de esta Ciencia

" Debe ser el estudiante artífice de esta profesión escogido y práctico en el conocimiento de la Naturaleza y en la Anatomía de los metales, y tener averiguados sus generaciones, enfermedades, imperfecciones y otras impurezas de sus minas. Y del mismo modo debe conocer los tres órdenes de Medicinas, o Piedras, pero como dos son sofísticas y falsas, trabajará el buen profesor de una sola, la Gran Piedra Suma Medicina Filosófica, única y cierta del todo, de la cual escribieron los verdaderos Filósofos, y la trataron en sus libros, dexando como inútiles y vanos los dos órdenes de Medicinas y Piedras.

El profesor de esta ínclita Filosofía ha de ser garboso y que pique un poco en desbaratado en despreciar sus dineros, debe ser firme en su empresa, ni muy tardo, ni muy prompto, sino observador y cauteloso, ha de estar sano, sin estorbos en pies, manos, ni en la vista, ni ha de ser muy viejo, ni muy mozo, ni tan pobre que no tenga con que suplir los primeros gastos para alcanzar esta sumptuosa y poderosa Filosofía. Y en fin, debe ser aplicado a esta Ciencia hijo verdadero de la Doctrina, varón de sutil talento, medianamente rico, pródigo, sano, constante, firme, suave, pacífico, templado, y bien dispuesto de órganos y miembros. Ha de estudiar muchas veces esta doctrina y sacar de sus discursos y su noticia las verdades, y sacadas, recomendárselas a la memoria, y entrar al fin con desinterés y cuidado en la Operación".

Sobre los principios de generación de los metales en la Naturaleza

" Es preciso que sea loable y dichoso el fin de cualquier intento cuando los principios están bien estudiados. Los Principios de esta Ciencia son los mismos que en los metales, y la materia principal de estos en sus minas, de la cual se engendran. Es el agua seca, o argento vivo (que con estos nombres la bautizan los chemistas), y el Spíritus Faetens, o Sulfur. Es pues de notar que estos en su naturaleza, como los crió la mina, no son la materia que buscamos, porque en aquellos lugares donde son engendrados no se encuentra algún metal. Es pues su materia una sustancia creada por la Naturaleza, que contiene en sí a la naturaleza del argento vivo y el Sulfur.

Y esta materia o sustancia de estos dos se engendra y procrea otra sustancia sutil y fumosa en las entrañas de la tierra y venas minerales en donde se congregan y detienen. Y después que la virtud mineral baña la dicha fumosa materia, la congela y une con unión inseparable y fixa por medio del calor natural templada en la minera, y tan unidos quedan que ni el húmedo, que es argento, se puede separar del seco, que es el Sulfur, ni el seco del húmedo.

De esto se infiere que en los metales se dan naturalmente los cuatro elementos, y que estos son homogéneos, que no son otra cosa que unos humos sutilísimos, congelados y fixos por decocción natural en la minera y alterados en naturaleza de metal.

También se saca de esta doctrina que el húmedo radical de los metales en su calcinación, por la homogeneidad y fuerte unión con los elementos ni se consume, ni se separa, cómo sucede al HÚMEDO RADICAL de la PIEDRA, por faltarle la unión con el seco, o Sulfur.

Y así vemos que el húmedo de las piedras es volátil, y huye del fuego, y el húmedo de los metales es fixo y permanece en él.

El Sulfur, en la generación de los metales es como AGENTE, y la sustancia del argento vivo es PACIENTE, y por esto al Sulfur llaman Pater Mineralium, y al Argento vivo Mater.

De lo dicho, conocerá el artífice Filósofo que la NATURALEZA en la creación y formación de metales tiene cierta sustancia o materia; es a saber el Argento vivo de la cual materia, hace salir en la mina aquella fumosa sustancia, o materia sutil que después con el artificio de la naturaleza, se convierte en metal. Aquella primera materia de la cual se engendra la dicha fumosa es CUERPO, y aquella fumosa engendrada de ella ESPÍRITU.

Y así la Naturaleza hace del cuerpo espíritu, y la hace subir de la tierra al cielo, porque de una materia corporal hace una materia espiritual, y porque a esta materia espiritual la docta Naturaleza convierte en metal, entonces hace del espíritu cuerpo, y así la hace baxar del cielo a la tierra. Y digo que en estas operaciones, verdaderamente no podemos seguir a la Naturaleza, pero hemos de procurar imitarla, ya que no en todo, en parte. También es cierto que todos los metales, en cuanto a la RAÍZ de la NATURALEZA son de una misma sustancia, o materia, pero no de una misma forma, y esto es por la enfermedad, o sanidad, mundicia o inmundicia, cuantidad o parquedad de la sustancia del Argento vivo y el Sulfur en la unión natural, por la distinta cualidad de las minas, y la larga o breve decocción de la naturaleza. Esto me basta par dar a entender la general preparación de los metales".

Principios de la Filosofía

" Radicales principios en que se basa esta Filosofía son:

GRÁFICO DE OBTENCIÓN DEL ELIXIR

INVIERNO (molienda) VERANO (destilación) OTOÑO (Impregnación)

 

SULFUR VERDE FIXO

1 Libra

AGUA


SULFUR BLANCO FIXO Lapis Benedictus


3 Onzas AGUA BLANCA


TIERRA BLANCA

TIERRA RUBRA LUCIDA

 

3 Onzas

ELIXIR

SULFUR VERDE FIXO

 

12 Onzas


AGUA AGUA

 

SULFUR BLANCO FIXO

6 Onzas


TIERRA RUBRA TIERRA

TIERRA RUBRA LUCIDA Caput CALCINADA

 

6 Onzas

SULFUR VERDE FIXO

 

12 Onzas

 

AGUA AGUA

SULFUR BLANCO FIXO FLAVA

 

9 Onzas

TIERRA

TIERRA RUBRA LUCIDA Caput

 

9 Onzas

LA OBRA DEL ELIXIR (PRIMUM OPUS)

" Conocidos los principios de la generación de los metales, ahora iremos viendo la operación y maestría de esta ínclita admirable Esciencia:

Todo el artificio de esta Piedra oculta filosófica tiene dos partes de operación, la primera es el ELIXIR, y esta se llama PRIMUM OPUS, la segunda parte es la Operación de la Piedra, es el SECUNDUM OPUS, la cual se hace de otro modo y en diferente vaso.

Lo primero, es necesario que las materias se conviertan en ELIXIR, que es el principal fundamento de esta Piedra preciosa, y que en la segunda se convertirá en verdadera piedra precios, y Medicina Suma. Dividen los filósofos el ELIXIR, y dicen que tiene cuerpo, alma y espíritu, y están unidos en aquella unión de naturaleza, a la cual, por nuestro artificio la ministramos para que lo haga, a quien damos la materia la fabrique.

A la tierra de esta Suma Medicina la llaman cuerpo, fermento o secreto de la Piedra, o del Elixir, con lo que de la sustancia subtilísima y purísima del Argento vivo, el Sulfur y nuestra tierra se compone el ELIXIR, y en esto consiste nuestra Piedra.

De dos modos se considera el ELIXIR en esta Ciencia, hay elixir para lo blanco y elixir para lo rubro. Vamos viendo el ELIXIR para lo BLANCO primeramente, y solo diré lo que verdaderamente conviene a este ELIXIR:

Preparación del ELIXIR para lo blanco

OPERACIÓN INICIAL PREVIA

ARGENTO VIVO SULFUR CITRINO

TIERRA RUBRA PONDEROSA

Para componer el ELIXIR para lo blanco cuatro son las especies que son precisas para componerlo; a saber el argento vivo, el Sulfur citrino volátil (que huye), el Sulfur verde fixo y el Sulfur blanco fixo, y estos tres sulfures son fusibles cómo la cera:

Compónese el argento vivo, con el Sulfur citrino, de modo que uno y otro sean alterados y convertidos los dos en una masa rubra, que llamamos tierra rubra ponderosa. De estas dos especies, su composición o disposición, habla Morieno en su libro Al Rey Haly, y dice: "Haz entonces el humo blanco, es decir, el Mercurio; el humo rubro, es decir toma el Azufre, y vierte ambos a la vez, y conjúntalos, de tal manera que pongas cuidado en lo relativo a los pesos de las partes".

Habiendo, pues, comprado estas especies, toma una libra del Sulfur Verde fixo y muélelo sobre un marmor o pizarra limpia, hasta que se haga un polvo sutilísimo; toma después tres onzas de Sulfur blanco fixo, y en el mismo marmor las molerás con cuidado, y guardarás aparte uno y otro. Toma otras tres onzas de tierra rubra lucida ponderosa, que está compuesta del Sulfur y del mercurio, y máxala también hasta que en tal tierra no se vea nada de lo lucido, y queda un polvo rubicundo y grave. Y toda esta obra la llaman los Filósofos OPUS CONSTRICCIONIS y también HIEMS, o Invierno, porque toda esta obra de contrición está destituida de toda operación agente al ELIXIR, porque nada de estos está mezclado. (En resumen se trata de una simple molturación de las materias primas a emplear por el artista)

Hecha, pues la operación del INVIERNO, luego sin intervalos comienza la Obra de composición y mezcla de especies, que es así:

Y por fin nuestro Mercurio que buscamos, que es fuego comburente, disuelve todos los cuerpos con una sola obra, que es la del OTOÑO. Llámase esta agua por los Filósofos LAPIS BENEDICTUS, porque no es piedra, ni tiene naturaleza de tal, y por esta razón se llama PIEDRA, porque los Filósofos llaman Piedra a todo aquello de lo cual se pueden extraer los elementos por artificio.

Porque hecha la separación de ellos por su conjunción en este Magisterio Alchímico; es a saber en la Obra otoñal se suscita cierta sustancia, a modo de las Piedras, que por la admisión del húmedo con el seco se engendra.

Llamase BENEDICTUS porque, de los elementos separados, y después conjuntados sobre una quintaesencia que se llama ESPÍRITU DE LA PIEDRA (como diremos luego), y porque el ESPÍRITU no aparece, ni se toca, si no es tomando cuerpo en algún elemento, por eso este Espíritu, por la nobleza de su naturaleza, toma cuerpo en la noble y superior esfera de los Elementos: Esto es, la esfera del FUEGO, quedando siempre en su naturaleza de fuego, aunque habita en él.

Y porque este cuerpo ígneo, por su sutileza y pureza no se deja ver de nosotros; y así mediante los instrumentos idóneos y la industria, convirtiendo su sutil sustancia, componiendo, condensando y secando, sublimando y destilando de la dicha materia, y se convierte en especie de AGUA y, manando esta, se separa y limpia de las superfluidades de la flema.

En esta dicha agua todavía no están los cuatro elementos, sino solo tres: agua, fuego y aire. Y estros tres se purgan y separan de su inmundicia, esto es de las impuridades de su tierra. En esta separación del agua llamamos elemento aqüeo a su humedad, aire a la naturaleza del agua que hace que todo el cuerpo fluya a la manera de gotas de goma, y por esta razón se le llama ÓLEO o aceite. Fuego se llama en esta agua a aquella virtud con la cual quema, calcina y disuelve los cuerpos, en la cual el FUEGO habita dicho Espíritu de las Piedras.

Separados estos tres elementos de su tierra, y hechos espirituales con el espíritu de la quintaesencia convertidos en agua, se han de juntar con la tierra, para que esta tierra se haga espiritual como los tres elementos.

Ya hemos llegado a la composición de estos tres elementos con el cuarto, que esta es la composición que ocultaron los Filósofos. Llámase a esta composición matrimonio del cuerpo con los espíritus, porque en esta Obra, se junta el ESPÍRITU de la QUINTAESENCIA, que está oculto en los tres elementos, con nuestra tierra, que es el CUERPO, y se hace la unión o matrimonio, de tal suerte que la tierra se hace sutil y espiritual, de naturaleza sutil y de espíritu, y desde entonces se empieza a perfeccionar la virtud; este ESPÍRITU de naturaleza térrea que se dice: Quinto, generado por los otros cuatro, por lo que dice el Filósofo: Su fuerza está integra, si fuera en dirección de la tierra. Hácese, pues, esta composición no con las manos, sino por obra de la naturaleza, a la cual por magisterio admirable administramos esta materia, para que opere en ella.

Debe de hacerse este matrimonio luego que el agua esté hecha, y no debe esperarse mas que ad summun dos horas, porque se desvanece pronto la virtud de este espíritu.

Llamase a esta obra la OBRA DEL OTOÑO, porque así como los frutos llegan a la madurez en el Otoño, esta agua consigue su perfección en este matrimonio. Lámase también IMPREGNATIO LAPIDIS, porque cuando se hace esta conjunción o matrimonio se IMPREGNA la Piedra (esto es, el Cuerpo o tierra nuestra), de este ESPÍRITU de QUINTAESENCIA, en el vientre de dicha agua, en la cual vive este espíritu.

Hácese del modo siguiente: Lo primero, hemos de suponer firmísimamente que aquella tierra, o heces de las cuales salió esta agua de los tres elementos, se ha de arrojar, porque no tiene virtud alguna, como dice Alfidio: Por otra parte, echa los residuos en esta agua, plántalos y enraízalos. Y así se entiende bien lo que dice Aros: Esta Obra comienza por uno, y termina por uno.

Preparación del ELIXIR para lo rubro

Nótese que la primera parte del ELIXIR es blanca, porque se hace de tierra blanca, y la segunda es rubra, porque se hace de tierra rubra. Así parece que hay dos ELIXIRES en este Arte, pero no hay mas que uno verdaderamente. En esta operación del ELIXIR, el FILÓSOFO dice que las mismas son las cosas que blanquean que las que rubifican, y así son también tres las especies que se han de tomar para hacer este ELIXIR RUBRO, pero con otro peso; es a saber, de Sulfur Verde 12 onzas, de Sulfur blanco 6 onzas, de tierra rubra ponderosa 6 onzas, y en estos dos pesos se diferencia el agua blanca de la rubra.

Resta ahora que hagas otra agua de las dichas especies, pero con esta medida: De Sulfur Verde 12 onzas, de tierra rubra ponderosa 9 onzas, y otro tanto de Sulfur Blanco. Y con estas especies opera y trabaja como te tengo dicho, recibiéndolas del mismo modo.

Indagada y hallada perfectamente esta agua y disuelta nuestra tierra rubra, la debes guardar en un vaso cerrado, así como lo hiciste del agua blanca, y del mismo modo la reiterarás con la solución de tierra rubra hasta tener bastante cuantidad de la dicha agua rubra:

Preparación del ELIXIR

Hechas pues estas dos aguas se perfecciona el ELIXIR de este modo:

Veamos ahora que es el ELIXIR, que es la Alquimia y que es este LAPIS:

Y finalmente es la Suma Medicina de todos los cuerpos humanos, que conserva en ellos el húmido radical, porque esta es el agua de la vida.

LA OPERACIÓN DE LA PIEDRA (SECUNDUM OPUS)

Hecho nuestro verdadero compuesto o completo ELIXIR, se sigue la Operación de la Piedra, según Hermes, que fue el Padre y Maestro de los Alchemistas.

GRÁFICO DE LA OPERACIÓN DE NIGRAR

Solución por la Cauda Solución por si

ELIXIR ELIXIR

ALMA TIERRA ALMA TIERRA

Secado Estiércol

 

AGUA RUBRA

Fusión

AGUA RUBRA

Al aire

ALMA TIERRA

AGUA RUBRA

Secado

 

ALMA TIERRA MUERTA ALMA TIERRA MUERTA

Operación de NIGRAR

Hácese la disposición de lo negro como sigue:

Líquida y fluida nuestra tierra, primeramente por sí, y por sí también disuelta al aire (guardándola del polvo), se toma el vaso con la tierra, y se pone sobre las cenizas en el aludel sobre el horno, y en este se hará un fuego lento, y se continuará hasta que se congele en una masa negra, cuya fractura ha de quedar luciente como la del vidrio, la cual maxada y congelada, la volverás a que se disuelva por sí, y cuatro veces reiterarás esta solución y congelación.

También es de notar que esta tierra muerta, cuando se separa de ella el agua, antes de que se diseque y denigre, se llama Fuego, sal armoniaco, yema de los huevos, sal honorable, nuestro athincar, nubarrón coagulado, lengua marina, arsénico sublimado, estrella de Diana, el viento del cuerpo, Todo uno (aduena), secreto de la naturaleza, y otros infinitos que me parece preciso ponerlos aquí para que no se confunda el que leyere los libros chímicos.

OPERACION DE DEALBACIÓN

ALMA TIERRA MUERTA

Solución por si


Estiércol

COSA NEGRA, CLARA O DE OTRO COLOR

Congelar

AGUA GOMA

Solución por si

Estiércol

CUERPO OPACO CLARO


ESPERMA BLANCO

PEZ NEGRA

Solución por sí

Cenizas, fuego lento

CUERPO MAS CLARO

Solución por si


ESPERMA BLANCO

Estiércol

AGUA DRAGON

Solución por si o por su caída

PIEDRA BLANCA

Operación de blanquear

Completa pues la disposición de lo negro, vamos a dar la disposición de lo blanco de la tierra de este LAPIS PHILOSOPHARUM:

Hecha esta decocción vamos viendo las demás.

En este siguiente párrafo me parece preciso explicar muchos de los términos que al que no tuviese cursado estudios de esta Filosofía lo confundirán. Son estos:

De este modo hemos de entender los vocablos dichos y palabras que los Filósofos que han profesado esta Ciencia, que todo el horror y la falsa noticia con la inteligencia de sus metáforas ha sido el fundamento de tener por falsas sus operaciones.

OPERACIÓN DE CINERACION

PIEDRA BLANCA

Solución por sí

 

AGUA RUBRA

AGUA CITRINA

FERMENTO DEL SOL

Estiercol

AGUA RUBÍ

Secado

FERMENTO SOLAR

Operación de CINERACIÓN

Antes de explicar la rubificación es preciso que tratemos de la cineración. Hácese del siguiente modo:

Muchos cuecen y asan este fermento hasta hacerlo polvo y ceniza, llevados de la voz de cinerar, y por eso es tenido este Arte por vil, falso y mentiroso, y sólo porque no entienden, ni se hacen capaces de su doctrina y varias metáforas. Y siendo que es del todo evidente y demonstrativa esta Ciencia, es constante que no tiene enemigos, sino necios ignorantes.

OPERACION DE RUBIFICACION

FERMENTO SOLAR

Igual proceso que DEALBACIÓN

 

AGUA RUBRA

PIEDRA FILOSOFAL

Operación de RUBIFICACIÓN

Ya llegamos a la última obra de esta Piedra, que es el RUBIFICAR. De esta operación dicen los Filósofos que no se puede seguir error alguno, porque del mismo modo que se rubifica se blanquea, en el mismo vaso, con los mismos pesos, con el mismo RÉGIMEN, solo añadiendo el Sulfur rubro, o el agua espiritual rubra, y se reiterará muchas veces, solviendo y congelando, hasta que todo esté agregado y se haga un licor rubro, claro, fluido, que penetra y convierte en solífico al mercurio, y a todo cuerpo sólido en suave y solífico verdadero, y que purifica y limpia el cuerpo humano de toda enfermedad, y conserva siempre en el estado sano. Y esta es la bendita PIEDRA, de quien dicen todos los alchimistas y chémicos que es: Nuestra Piedra de toque, en la que reside todo el secreto, el Tesoro Universal que Dios quiso ocultar y repartir a su albedrío, hacia cuya perfecta invención son muchos llamados, pero muy pocos los elegidos que han llegado a perfeccionarlo.

Pues de esta Piedra completa nos quedan todavía muchas cosas por saber y conocer; son estas:

Y habiendo ya dicho cuanto se ofrece en la Operación de esta Piedra, síguese la última manifactura; es la:

OPERACIÓN DE PROYECCIÓN

PIEDRA FILOSOFAL

 

METAL

MEDICINA METALICA

 

METAL

MEDICINA TRANSMUTATIVA

 

METAL

ORO METAL

PROYECCIÓN

Hácese la proyección de esta Suma Medicina sobre los cuerpos e esta suerte:

Sanación de los Cuerpos Humanos

Nos resta decir cómo por esta Medicina se han de sanar los cuerpos humanos enfermos, y conservarlos en su sanidad. Como el hombre sea la más digna de las criaturas, pues Dios crió para sí, y le sujetó todas las cosas, con razón se ha de procurar conservar al hombre y mantenerlo en su juventud. Y esto se hace de esta Suma Medicina, más virtuosa y más fuerte que todas las confecciones y bebidas de Galeno y Hipócrates, tanto que hasta la lepra y el cáncer, por envejecidos que estén en el cuerpo, los expele, y lo dexa puro y limpio.

Puesta esta Medicina en las confecciones y poca cantidad, hace maravillosos efectos, sea bebida o aplicada.

 

 

(Texto enviado por nuestro amigo, José Antonio Puche Riart, quien autorizó a publicarlo en MERCURIO RADIANTE, para la difusión del saber)

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