Capitulo 4

* ¿Esposos?

El transcurso del camino fue monótono, todo a sus alrededores lucia exactamente igual, dando la sensación que por más que caminaran y caminaran no avanzaban. Ya entrada la tarde el camino comenzaba a tornarse con más coloridos, césped en el suelo, uno que otro árbol y paisajes montañosos en frente a ellos. Sí, definitivamente el planeta Tierra aquí y en cualquier otra realidad debían contar con aquellas hermosas vistas.
Durante el trayecto, Yakumo y Hakuba habían explicado con más detalle todas las vivencias por las que había pasado en el pasado, dándose cuenta que pese a observar a Yakumo tan frágil, debía ser muy fuerte para haber soportado todo aquello y poder continuar con los mismos ánimos, eso era algo que le desconcertaba...
El sol lentamente descendía con aquellos colores anaranjados detrás de las montañas, y comenzaron a sospechar que deberían pensar en volver a pasar la noche al intemperie, algo que no les molestaba a ninguno de los tres pero... definitivamente Cort creía que Yakumo merecía un lugar decente donde pasar una noche, por lo menos esta vez, y como si algo de suerte hubiese estado de su lado, divisaron a lo lejos un pequeño poblado, Yakumo no se emociono mucho puesto a que estaba consciente que no poseía nada con lo que pudiese comprar algo y debía admitir que tenía hambre.
El sol aún no se ocultaba cuando arribaron el lugar.
Cort: ¿Qué clase de dinero aceptan ustedes?- preguntó a Hakuba mientras observaba a Yakumo tomar agua de uno de los pozos del lugar, por lo menos eso resultaba gratis.
Hakuba: Bueno... los humanos y enterrícolas 'ahora' acostumbran a utilizar yenes y dólares... incluso monedas de oro, ¿por que la pregunta?
Cort: ¿Monedas de Oro?...- repitió al momento de comenzar a buscar dentro de su valija- El oro es un material que no en todos los planetas es valioso o no posee ninguna clase de valor, pero para mi suerte los terrestres tienen cierta atracción por él, por lo que creo que tengo algo aquí con lo que podríamos comer algo, incluso ¿por que no? hospedarnos en algún lugar- murmuraba mientras esculcaba dentro de la mochila, hasta que sujetó algo- ¿Tu crees que esto sea valido aquí?- preguntó al extraer una bolsita de cuero de la cual cayeron un par de monedas doradas sin ningún tipo de grabado, acercándolas al rostro del robot quien lo examino con cuidado.
Hakuba: Mmmm bueno... es oro, imagino que es igual de valido al que se usa.
Cort: Perfecto- murmuró al introducir las monedas nuevamente al saco. Como saiyajin, no estaba acostumbrado a cargar ninguna clase de dinero con él, después de todo, aun no existía una moneda universal que sea valida en todos los planetas de la galaxia... Pero tuvo suerte de que en esta realidad, los habitantes de este planeta ven el oro como algo valioso... y pensar que esas monedas las conservaba como un recuerdo de un planeta al cual visito hace tiempo, pensó que tal vez algún día le serían de utilidad, y para su beneplácito así sucedió...
El saiyajin se acercó a la humana quien había saciado sus sed con el agua que había extraído de aquel pozo, con la cual se había lavado el rostro después.
Cort: Yakumo- la llamó al acercarse.
Yakumo: ¿Que sucede?- preguntó con el rostro cubierto de agua.
Cort: Creo que tengo algo de dinero con el cual podríamos hospedarnos en alguna posada y de paso comer algo- explicó.
Yakumo: ¿De verdad? ... Cort, yo no quisiera abusar de tus buenas intensiones, por mi esta bien, podemos dormir cerca de aquí- agregó sinceramente.
Cort: ... No, de verdad, el dinero no significa nada para alguien como yo, lo había guardado en caso de que algo se me presentara... Y creo que te mereces una ducha con agua caliente, comida recién hecha y una cama cómoda- explicó con amabilidad.
La humana notó como es que aquel saiya había dejado atrás aquel semblante tan frío que le mostró anteriormente y ahora era totalmente diferente, más amable, todo indicaba que ella tenia razón, solo estaba usando una mascara con ella.
Cort no era capaz de sostener su actitud indiferente ante lo que estaba sucediendo, como se había acostumbrado a ser... Le resultaba imposible ante esta humana que inconscientemente había logrado cautivarlo en tan solo unas horas... Sentía grandes deseos de ayudarla, que se merecía su ayuda y... su protección.
Cort: ... Vamos... ¿de verdad crees que soy igual de considerado con todos?- preguntó sarcástico.
Yakumo: ... Esta bien... aceptare este gesto de tu parte... muchas gracias- murmuró después de pensarlo detenidamente.
Cort: Bien, entonces busquemos un lugar antes de que me arrepienta- dijo indiferente.

Aquel pequeño pueblo contaba con construcciones sencillas pero agradables para la vista. Como el sol estaba por ocultarse, los habitantes del lugar comenzaban a despejar las calles, siendo pocos los que transitaban los alrededores. El saiya observaba con cierto interés a los habitantes enterrícolas que lograba ver por los alrededores.
Después de pedir ciertas direcciones, encontraron un lugar en el cual podrían hospedarse, una pequeña posada cerca del centro del pueblo. Cort y Yakumo entraron mientras que Hakuba permaneció afuera (no creo que pudiese entrar por la puerta del lugar). El saiya habló con la 'gerente' del lugar, una mujer mayor y muy bien educada la cual después de examinar aquellas monedas dudo un poco antes de aceptarlas, sin embargo al observar a que aquel joven de buen parecido venía en compañía de una jovencita que ante sus gastados ojos parecía necesitar un lugar en el cual pasar la noche, por lo que caritativamente acepto el dinero y les brindo un cuarto. Sin embargo el lugar estaba lleno y solo quedaba una habitación disponible, por lo que deberían compartir el lugar, algo que Cort dudo un poco pero a fin de cuentas acepto el trato.
- La habitación es la segunda al girar a la izquierda- explicó apuntando hacia el pasillo más cercano- Los gastos cubren la cena y el desayuno por lo que cuando necesiten comer solo bajen y yo los atenderé- agregó amablemente.
Yakumo: Muchas gracias- agradeció con un ligero incline de cabeza.

Cort abrió la puerta del cuarto, al momento en que caballerosamente cedió el paso para que Yakumo entrase primero.
Era una habitación sencilla y algo espaciosa, contaba con solo una puerta de entrada o salida, una ventana que daba hacia el exterior del edificio, a su derecha se encontraba la puerta del baño; había un sofá con el respaldo pegado a la pared. Todo indicaba que no habría problemas, y así lo era, solo que existía un ligero inconveniente... solo había una cama, y aunque fuese espaciosa, no creo que alguno de los dos estuviese interesado en compartirla.
Yakumo se desplazo por la habitación, observando por la ventana para después dar un vistazo a su acompañante quien salía de haber inspeccionado el cuarto de baño.
Cort: Bueno, es más de lo que pudiésemos pedir- murmuró al dejar su valija en el sofá- Sin embargo, no creo que sea correcto en que compartamos el mismo cuarto... por favor no me mal interpretes, es solo que... no es correcto.
Yakumo: A mi no me molesta en lo absoluto- murmuró inocentemente- Después de todo, una vez compartí una habitación con mis tres amigos, por lo que no te preocupes por lo que yo pudiese pensar.
Cort: Bueno, si no te molesta, entonces tampoco a mi... hace tiempo pase un año en compañía de mi 'hermana' en una habitación...- explicó.
La joven humana no entendió con exactitud a qué se refería con eso, pero no le tomo mucha importancia.
Cort: Bien, entonces, tú tomaras la cama por supuesto, mientras que yo estaré en el sofá- explicó.
Yakumo: Si quieres yo puedo dormir en el sofá...
Cort: Eso ni pensarlo, además, yo estoy acostumbrado a dormir en peores condiciones.
Yakumo: Al igual que yo...
Cort: Pero tu te mereces el descanso más que yo...
Yakumo: Eres una persona demasiado caballerosa- murmuró.
Cort: Bueno... siempre se debe ser cortés con las mujeres- agregó- Oh por lo menos eso fue lo que aprendí al trata a mi hermana.
Yakumo: ¿Tienes una hermana Cort?
Cort: Bueno... más o menos... la verdad, es difícil de explicar, y más aun cuando ella es de otra línea de tiempo diferente a la mía... Te lo contare después- dijo para evitarse explicaciones confusas- Bien... entonces, imagino que vas a querer ducharte.
Yakumo: Pues, me gustaría pero... No tendría ropa limpia que ponerme después...- dijo un poco apenada.
Cort: Vaya, al parecer a ti si que te gusta viajar demasiado ligero, ni siquiera un cambio de ropa llevas contigo...- murmuró con algo de sarcasmo- Bien, en ese caso deberé tratar de conseguirte algo que puedas usar para que laves esas ropas que usas- dijo al ponerse de pie, dirigiéndose a la salida de la habitación.
Yakumo: Espera Cort, no creo que eso vaya a ser necesario.
Cort: ¿Que quieres hacer entonces? Permanecer con esas ropas sucias; lavarlas y andar desnuda hasta que se sequen o comprarte algo nuevo que puedas usar?- preguntó sarcásticamente- Y te seré sincero, más vale que olvides la segunda opción... Además, sé perfectamente que las mujeres tienen un alto concepto de la higiene, por lo que no creo que te gustaría seguir portando atuendos tan sucios.
Yakumo: ... No importa lo que diga, siempre terminas logrando convencerme a hacer lo que quieres- comentó al estudiar sus puntos.
Cort: Corrección, no hacer lo que yo quiera, sino lo que creo que es lo más correcto. Ahora espérame aquí, no tardare.
Yakumo permaneció en silencio al momento en que su acompañante salió y se encontró sola de nuevo... Dejo escapar un ligero suspiro y después observo hacia el centro de la cama, paso sus manos sobre la estructura y se dio cuenta que era muy blanda y cómoda, no recordaba haber tenido la oportunidad de poder dormir en algo tan cómodo como esto, por lo menos bajo circunstancias en las que su vida no se viese en peligro... Se dejo caer sobre la cama y sintió como su cuerpo reboto un poco por los resortes del mueble, permitiéndose estirarse a sus anchas y relajarse por completo... Algo que no estaba muy acostumbrada a hacer. En ese momento agradeció en silencio haber podido tener la oportunidad de conocer a Cort y que él se preocupase por ella de esta forma, se lo agradecía sinceramente y esperaba poder pagarle todos estos detalles.

Cort colocó su larga cola alrededor de su cintura, no quisiese llamar mucho la atención en los alrededores. Se percataba que no contaba ya con recursos con los cual hacer esas compras que había prometido, debía hablar con ese robot. Antes de salir, la anciana le habló.
- Ya es un poco tarde como para que salga y deje a su joven esposa sola ¿no lo cree?- comentó.
Cort: ¿Esposa?- repitió incrédulo.
- Sí. No es muy común ver una pareja tan jóvenes como ustedes, pero hacen una linda pareja, tiene una esposa muy linda.
Cort: ... ¿Esposa?- esa palabra se repitió una y otra vez en su cabeza- Discúlpeme pero ella no es mi esposa...
- No tiene porque negarlo ^.~ yo no estoy encontra de que los jovenes como ustedes decidan unir sus vidas a tan corta edad..
Cort: No sabe lo que dice- dijo molesto por los comentarios sin sentido de la mujer. Por lo que prosiguió su camino para evitar seguir escuchando tales disparates.
Por un lado de la edificación de la posada, se encontraba un pequeño callejón, en el cual Hakuba había encontrado un lugar en el cual instalarse durante la noche, el saiya se acercó a él.
Hakuba: ¿Cómo esta Yakumo?- preguntó primeramente.
Cort: La deje unos momentos en la habitación. Pero, quería hablar contigo un poco- dijo con seriedad.
Hakuba: Sobre qué?- preguntó intrigado.
Cort: Veras, no entiendo como es que ustedes han viajado tanto en esta clase de condiciones, quiero decir, sin tener provisión alguna o elementos con los que se pudiesen auxiliar durante su viaje, tú no tienes que preocuparte, eres un robot, pero Yakumo es una humana con muchas necesidades, y no cuenta con ningún de ellas, ni dinero, ni siquiera un cambio de ropa...
Hakuba: El viaje a sido muy duro... Pero créeme que no hay otra salida, con anterioridad, cuando los otros 3 protectores estaban con nosotros ellos le brindaban a Yakumo elementos con los que todos pudiesen pasar el viaje sin problemas, dentro de lo que cabe, pero al no estar ellos me temo que ya no nos quedo nada- explicó- Créeme, a mi también me preocupa el bienestar de Yakumo y me agobia no poder brindarle nada a excepción de mi compañía y protección.
Cort: No te estoy culpando si eso es lo que crees, es simplemente que no creo que el padre de Yakumo no haya previsto esto, las dificultades que su hija tendría al estar ella sola y emprendiendo este viaje, ¿que acaso no dejó algo con lo que pudiese respaldar su camino? Aparte de ti claro esta...
Hakuba: Bueno... el Doctor Tetsuro si tomó ciertas precauciones respecto a ello...- murmuró- Existe cierto 'fondo' económico el cual pudiese utilizar.
Cort: Ya sabía yo que nadie puede ser tan inconsciente cuando se trata de algo de esta magnitud- agregó- ¿Por que no lo habías dicho antes?
Hakuba: Bueno, decidí ser discreto, puesto a que los otros tres protectores eran ciertamente de cuidado con respecto al dinero, tendían a apostar ^^| y decidí que lo mejor era guardar el secreto... ¿Y para que se supone que quieres usarlo?
Cort: Para comprar un par de cosas que ella necesita...
Hakuba: Bueno, creo que esta bien, podemos utilizar algo de ese fondo... Pero solo para lo indispensable.

Yakumo se irguió de la cama al ver nuevamente aquella bestia al momento en que había cerrado sus ojos por unos instantes. No entendía que clase de bestia sería la que veía, pero su sola presencia le transmitía mucha violencia y miedo... Se había quedado dormida durante un par de minutos, pero la imagen de esa enorme criatura basto para que decidiese el despertarse después de aquel susto.
Su acompañante no había vuelto aún y se preguntaba cuanto sería el tiempo en el que habría dormido. Se levantó y observo por la ventana, buscando inútilmente algún indicio de él, pero al no encontrar nada se volvió hacia el interior nuevamente, observando con curiosidad el sofá. Tomó asiento en él y tomó aquella mochila con cuidado, la verdad que sentía gran curiosidad por su contenido, pero un siniestro sentido de culpa la abrumo, por lo que decidió mejor contenerse y dejarla en su lugar. Pero accidentalmente un par de cosas salieron de ella al haber estado semi abierta, entre ellas los 'extraños' artefactos que él le había mostrado. Tomó el visor y a como recordaba que lo usó, se lo colocó, le quedaba un poco grande, pero al ver como es que no 'sucedía nada' se privó de él. Tomó el más pequeño, el que solo tenía una lente y de igual forma lo usó, colocándoselo torpemente después de hallar la manera correcta, intuitivamente comenzó a oprimir los botones que el aparato tenía, y al oprimir el adecuado, observó unas imágenes que aparecieron en la lente, eran pequeñas pero visibles para su ojo.
Esas imágenes, pasaban muy rápidas y se le dificultaba el distinguir lo que sucedía... Eran dos hombres, que estaban peleándose entre sí, uno de ellos portaba una armadura similar a la de Cort, así como también contaba con una cola alrededor de su cintura que simulaba un 'cinturón', y el otro... el otro sujeto era idéntico a él, el parecido sorprendente, aunque ese hombre no contaba con los ojos de color... sería acaso un familiar? un hermano?... su padre? Bueno, eso era lo de menos, estaba sorprendida al ver los movimientos de aquellos hombres y de lo que eran capaces de hacer... Con tan solo el uso de su energía eran capaces de destruir todo a su paso, cómo es que flotaban en el aire sin contar con alguna clase de alas...
Inconscientemente oprimió el interruptor de apagar y rápidamente se privó de aquel artefacto, observándolo incrédulamente.
Después de escuchar un sonido fuerte, muy probablemente proveniente de alguna otra habitación, el temor de que Cort llegase y la descubriera con las 'manos en la masa', logro que decidiese guardar todo.
Pero antes de hacerlo, al abrirla, diviso otro par de cosas en su interior, por lo que introdujo su mano para extraer algo que parecía un papel, más bien se trataba de una fotografía, un poco maltrecha pero la imagen era clara. Se trataba de una mujer, una muy hermosa mujer de cabello negro y largo, sus ojos eran de un color muy peculiar... ciertamente le resultaban familiares.
Lo primero que se le vino a la mente es que posiblemente fuese la 'hermana' de la que había hablado un par de veces... pero rápidamente pensó en la posibilidad de que fuese su 'novia' o esposa...
Se alarmó al escuchar sonidos provenientes de afuera, por lo que rápidamente guardó todo, temiendo que fuese él, pero los pasos pasaron de largo.
Lo mejor sería dejar aquello en su lugar, tal vez observó más de lo que debía, pero se desconcertaba ante aquellas imágenes que había visto en el artefacto... Lo mejor sería preguntar después.

La noche ya había cubierto el cielo, y las casas de la comunidad mantenían aun iluminadas sus casas. Le había tomado algo de tiempo el encontrar un lugar en donde comprar lo que había salido a buscar.
Se vio a si mismo cargando una bolsa en su antebrazo dirigiéndose nuevamente a la posada... Y durante el transcurso nuevamente se cuestionaba ¿que demonios estaba haciendo? ¿Por qué, por qué no podía portase de una manera indiferente ante esta humana? ¿Qué es lo que lograba ella para que él se comportase de esta manera tan atenta?... Durante un año había tratado de cambiar su actitud, lograr ser indiferente ante cualquier acontecimiento... Había tratado de dejar atrás al sujeto amable y abierto que durante la mayor parte de su vida había sido ¿por qué? Simplemente porque se había percatado que su actitud amable no lo llevaría a volverse más fuerte de lo que deseaba ser, un carácter tan débil no lo llevaría a ningún lado, eso lo había aprendido durante todo el año de ausencia de su tutor... Debía admitir que lo echaba de menos, pero sabía que siempre llegaba el momento en que el alumno debía separarse del maestro para emprender su propio camino y aprendizaje, y durante ese año se había dado a la idea que necesitaba endurecer su carácter si quería alcanzar los poderes que tanto deseaba alcanzar, no importaba que estuviese en lo incorrecto, eso es lo que él creía y trataba de continuar siéndolo, se había acostumbrado a ser de esta manera, o por lo menos eso pensaba él, y aunque pensó que ya se había adaptado, aparece esta humana que en un instante logró romper esa actitud suya que se había esmerado el construir... No sabía por qué, pero ella lograba que su antiguo yo sustituya al que en que quiere convertirse... Se sentía desconcertado... pero contento con volver a ser como siempre había sido, esa era su verdadera personalidad y actitud y demostrárselo a ella lograba que se sintiese muy bien y librado de todo...
Se sentía en gran libertad el estar en este lugar y en compañía de esa humana... Apenas la había conocido recientemente y ya había logrado tales cambios en él... Estaba decidido a volver a ser el mismo frente a ella, era inútil que intentase aparentar ser alguien que no era, eso era evidente. Ciertamente se sintió liberado, y se sintió bastante bien ante esos pensamientos.

Llegó a la entrada de la posada y entro, siendo recibido nuevamente por aquella anciana, para su suerte no volvió a decir ningún disparate.
Entro a la habitación después de tocar claro, le pareció extraño el observar a Yakumo en la misma posición en la que la había dejado...
Cort: Lamento la demora- se disculpo al cerrar la puerta.
Yakumo: No te preocupes por mi, de cualquier forma dormí la mayor parte del tiempo.
Cort: Bien, compre algo... la verdad no soy un experto en elegir mi propia ropa, así que no esperes que sepa que le gusta a una chica o no- dejo el paquete que llevaba consigo en la cama y después tomó asiento en el sofá dejando caer su cabeza hacia atrás mientras apretaba sus dientes resintiendo una de sus heridas.
Yakumo: Cort, Cort, ¿estas bien?- preguntó al acercársele.
Cort: No te preocupes, solo me molesto un poco...
Yakumo: Debería cambiarte los vendajes, ya están algo malgastados.
Cort: Puedo hacerlo yo.
Yakumo: Nada de eso, después de que te duches veremos si aun hay necesidad de vendar tus heridas nuevamente.
Cort: Sí eso te hace sentir feliz... Pero entra tu primero.
Yakumo: Esta bien- tomó el paquete sobre la cama y entro al cuarto de baño.

El saiyajin buscó algo entre sus ropas y extrayendo una cajetilla de cigarrillos, que al ver en su interior solo quedaba uno, lo tomó y después de encenderlo lo introdujo dentro de su boca para después dejar escapar el humo de su boca. Este habito de fumar fue algo que vino consigo después de un año de un viaje solitario; pensar que antes no le llamaba la atención (cuando viajó a la Tierra) sin embargo, definitivamente Vejita había logrado que le tomara cierto aprecio al tabaco (sí, tabaco y solo tabaco, nada de hierbas ¿eh? )
No es que fuese amante de ello pero ciertamente le agradaba esa sensación que lograba en su garganta (curioso ¿no?). No quiso que todo se impregnara de aquel espantoso olor, por lo que mejor decidió acercarse a la ventana, observando a los alrededores... bueno, no había mucho que ver... Por lo que concentro su vista en aquel cielo... era curioso no ver otro planeta en el cielo Terrestre como en el de su realidad, en vez de eso observaba 'medio astro' luminoso en el cielo, ¿que es lo que podía ser?, lo observó con atención por unos instantes y sin percatarse, su cola se movía con cierta efusividad a sus espaldas, repentinamente comenzó a sentirse bastante inquieto, y su respiración un poco más acelerada sin razón aparente.
Bajó su cabeza al momento de sostenerse del borde de la ventana para no caer, apartando su vista de aquello en el cielo. Poco a poco comenzó a calmarse hasta que su respiración se volvió normal. Estaba desconcertado ante esto hecho...

Yakumo entró al cuarto de baño, cerrando con cuidado. Observó el lugar primeramente y después abrió la llave del agua de la regadera.
Se volvió hacia el paquete y lo abrió con cuidado, extrayendo la prenda que había en su interior. Lo observó con curiosidad para después colocarlo frente a si, disimulando traerlo puesto al momento de mirarse en el pequeño espejo... un acto que le desconcertó bastante ya jamas lo había hecho... La prenda era muy bonita y sin duda alguna le agradó.
La dobló con cuidado y después comenzó a privarse de sus atuendos que la han acompañado prácticamente toda su vida, claro, sí se le podía llamar vida... Definitivamente un cambio, aunque sea de ropas, le vendría muy bien.
Después de regular adecuadamente el agua entró. Fue una sensación bastante relajante el sentir como el agua tibia caía sobre su cabeza y cubría toda su esbelta figura. Cuando tomaba un baño, este debía ser siempre en algún estanque o río con el que se topara, el agua siempre fría y no era capaz de tomar un baño tranquilamente al tener que estar atenta a no ser vista por nadie... Y ahora tenía la oportunidad de tomar uno tranquilamente, con agua caliente... Esto era todo un cambio y agradecía aun más el tener a Cort de su lado, era alguien que lograba que ella se sintiese como lo que es, una humana que necesita por lo menos un techo en donde pasar por lo menos una noche... Su llegada había logrado que ella saliera de la 'rutina' de su viaje y ciertamente se lo agradecía...
Aunque termino rápido, por largos minutos dejo que el rocío del agua cayera sobre su rostro, para después cerrar el paso del agua y secarse. Enredo la toalla cubriendo su cuerpo desnudo para disponerse a lavar por lo menos a mano sus primeras ropas para después volver a usarlas. Después las colocó en un lugar en donde no estorbasen mientras se secaban para cambiarse.
Se vistió con las prendas nuevas, tomó el cepillo que había en los estantes y peinó con él su cabello cobrizo. Se disponía a salir pero... volvió a tomar el peine y dio un ultimo paso con él sobre su cabello... Por alguna razón se sentía 'nerviosa', no comprendía porque, pero el pensar en lo que dijese Cort al verla lograba que se sintiese de esa manera.
Después de tomar aire un par de veces, decidió salir.

Había cierto olor en el cuarto, el cual no logró identificar, pero era un poco rancio.
Observó a su acompañante, con la cabeza baja cerca de la ventana mientras aquella larga cola detrás de su espalda se movía violentamente.
Yakumo: ¿Cort?- lo llamó para que supiese que se encontraba ahí.

El saiya volteó lentamente al sobreponerse y vaya que se sorprendió al verla. Trato de no ser tan obvio pero lo cierto es que le había sentado muy bien el cambio. Su hermosa figura estaba cubierta por un sencillo vestido con diferentes tonos de azul, sin mangas y que terminaba a unos cuantos centímetros por encima de la rodilla, que hacia contraste con sus ojos claros. Vaya que había sido una diferencia, con la antigua ropa era imposible percatarse de la esbelta figura con la que Yakumo contaba, ya no se veía como una niña. Intentó decir algo, de verdad, pero aunque su boca se movía ninguna palabra emergía.
Yakumo se sonrojó un poco al observar la expresión del joven frente a ella.
Cort: ... Te ves... bien...
Yakumo: ¿De verdad lo crees?
Cort: ... Solo un ciego hubiese podido mentir- comentó.
Yakumo: Es un vestido muy bonito, muchas gracias.
Cort: El crédito no es solo mío. Hakuba ayudo, sin mencionar a la chica de la tienda que insistió en que debía llevarme ese- agregó en tono de broma.
Yakumo: La verdad es que jamas había tenido la oportunidad de usar algo como esto.
Cort: Bueno, no te culpo, yo por mi parte no acostumbro a usar algún atuendo que no sea mi traje de combate y armadura... pero como mi armadura se arruino creo que tendré que usar algo más. Si lo deseas puedes bajar y pedir algo de comer mientras yo me quedo aquí y me dio una ducha que definitivamente creo que la necesito ¿no lo crees?
Yakumo: ... Sí... algo- concordó apenada.
Cort: Bueno, no tardare... por cierto ¿cómo se llama el astro que se encuentra en el cielo?
Yakumo: ¿Acaso en la Tierra de tu realidad no tiene algo parecido?- preguntó extrañada.
Cort: No, en el cielo podía observarse un planeta el cual también era habitado por humanos.
Yakumo: ¿De verdad? Bueno, ese astro es la luna.
Cort: La luna?!- se preguntó en silencio- Ahora entiendo... si esa luna hubiese sido llena, seguramente me hubiese transformado...- pensaba.

Cort espero a que Yakumo dejase la habitación para privarse de lo que quedaba de su armadura oscura, cayó pesadamente en el suelo, aboyando un poco el suelo. Ya había acostumbrado a su cuerpo a utilizar su armadura con esa clase de peso como forma de entrenamiento y le sorprendía que sabiendo el peso que cargaba en total, esa humana haya sido capaz de levantarlo del suelo con anterioridad...
Se privó de las botas y guantes, dejándolas en una esquina para que no estorbasen, para después buscar el cambio de ropa que dentro de su valija debía haber, si algo había aprendido durante sus años de entrenamiento, es que siempre debía llevar un cambio de atuendo si se pensaba viajar demasiado y sin descansos... Pensó que no necesitaría utilizar una armadura por lo que simplemente permanecería con su traje de combate negro y la gabardina maltrecha gris que no dejaría por nada.
Rápidamente quito las vendas que cubrían su cuerpo, dejando a la vista algunas cicatrices en su piel, cicatrices viejas y recientes. Había heridas que ya habían cicatrizado bien y otras que aun se conservaban latentes en su cuerpo.

Metió su cabeza al chorro de agua fría que desprendía la regadera sobre su cabeza, sin que sus cabellos perdiesen su curiosa consistencia de erizamiento. Que descuidado había sido... sino hubiese sido porque la luna no se encontraba llena seguramente su transformación hubiese sido inmediata. No tenía idea que la Tierra contara con una Luna en su órbita. Él jamas había experimentado esa transformación en Ohzaru que los de su raza tenían dentro de su lista de 'aptitudes', por lo que no estaba seguro que si alcanzara ese estado pudiese ser capaz de controlarlo... De una u otra forma ya sabía que debía ser cuidadoso en ese aspecto, si hubiese visto por unos instantes más ese astro la transformación hubiese llegado al punto en que la transformación se desbordaba y ni se atrevía a pensar lo que pudo haber sucedido con esta comunidad si el Ohzaru dentro de él hubiese emergido...

Yakumo se dirigió al comedor de la posada, la cual estaba ocupada por uno que otro huésped, la noche ya estaba muy avanzada por lo que no había muchos huéspedes despiertos. Hubiese deseado esperar a Cort pero él insistió en que se adelantara. Le desconcertó bastante cuando la anciana mujer le pregunto por su 'esposo'... Pero no le tomó mucha importancia...
Mientras comía, por su mente se repetían las imágenes que había visto en aquel artefacto y la feroz bestia que constantemente había visto en su mente... Esos hombres debían pertenecer a la raza de la que su acompañante pertenecía... Entonces ¿él tendría las misma habilidades que ellos?... Él era un guerrero, de eso no había duda alguna pero ante sus ojos era un joven tranquilo y amable, no creía que fuese capaz de ser tan 'salvaje' como los dos individuos que vio pelear... ¿o sí?... Ni si quiera Mushrambo poseía tales habilidades en combate...
¿Qué clase de seres serían los saiyajins para contar con esa clase de aptitudes?... ¿Por qué estaba sucediendo todo esto? ¿Cómo es posible que ella tuviese poderes que fueron capaces de traer a alguien de otra dimensión? Todo esto era tan confuso... Pensaba que con la clase de sucesos por los que había pasado ya nada lograría sentirse de esta manera pero todo indicaba que su 'experiencia' no bastaba aun para comprender lo que sucedía a su alrededor. ¿Acaso esto jamas tendría fin? ¿Jamas tendría la oportunidad de olvidarse de todo esto y de todas las preocupaciones que hay sobre sus 'jóvenes' hombros y con los que ha tenido que cargar desde el inicio de todo esto?... ¿Acaso algún día podrá ser libre de la prisión que le impone su 'destino'?...

Fin del Capitulo 4

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