* ¿Esposos?
El transcurso del camino fue monótono, todo a
sus alrededores lucia exactamente igual, dando la sensación que por más
que caminaran y caminaran no avanzaban. Ya entrada la tarde el camino comenzaba
a tornarse con más coloridos, césped en el suelo, uno que otro
árbol y paisajes montañosos en frente a ellos. Sí, definitivamente
el planeta Tierra aquí y en cualquier otra realidad debían contar
con aquellas hermosas vistas.
Durante el trayecto, Yakumo y Hakuba habían explicado con más
detalle todas las vivencias por las que había pasado en el pasado, dándose
cuenta que pese a observar a Yakumo tan frágil, debía ser muy
fuerte para haber soportado todo aquello y poder continuar con los mismos ánimos,
eso era algo que le desconcertaba...
El sol lentamente descendía con aquellos colores anaranjados detrás
de las montañas, y comenzaron a sospechar que deberían pensar
en volver a pasar la noche al intemperie, algo que no les molestaba a ninguno
de los tres pero... definitivamente Cort creía que Yakumo merecía
un lugar decente donde pasar una noche, por lo menos esta vez, y como si algo
de suerte hubiese estado de su lado, divisaron a lo lejos un pequeño
poblado, Yakumo no se emociono mucho puesto a que estaba consciente que no poseía
nada con lo que pudiese comprar algo y debía admitir que tenía
hambre.
El sol aún no se ocultaba cuando arribaron el lugar.
Cort: ¿Qué clase de dinero aceptan ustedes?- preguntó a
Hakuba mientras observaba a Yakumo tomar agua de uno de los pozos del lugar,
por lo menos eso resultaba gratis.
Hakuba: Bueno... los humanos y enterrícolas 'ahora' acostumbran a utilizar
yenes y dólares... incluso monedas de oro, ¿por que la pregunta?
Cort: ¿Monedas de Oro?...- repitió al momento de comenzar a buscar
dentro de su valija- El oro es un material que no en todos los planetas es valioso
o no posee ninguna clase de valor, pero para mi suerte los terrestres tienen
cierta atracción por él, por lo que creo que tengo algo aquí
con lo que podríamos comer algo, incluso ¿por que no? hospedarnos
en algún lugar- murmuraba mientras esculcaba dentro de la mochila, hasta
que sujetó algo- ¿Tu crees que esto sea valido aquí?- preguntó
al extraer una bolsita de cuero de la cual cayeron un par de monedas doradas
sin ningún tipo de grabado, acercándolas al rostro del robot quien
lo examino con cuidado.
Hakuba: Mmmm bueno... es oro, imagino que es igual de valido al que se usa.
Cort: Perfecto- murmuró al introducir las monedas nuevamente al saco.
Como saiyajin, no estaba acostumbrado a cargar ninguna clase de dinero con él,
después de todo, aun no existía una moneda universal que sea valida
en todos los planetas de la galaxia... Pero tuvo suerte de que en esta realidad,
los habitantes de este planeta ven el oro como algo valioso... y pensar que
esas monedas las conservaba como un recuerdo de un planeta al cual visito hace
tiempo, pensó que tal vez algún día le serían de
utilidad, y para su beneplácito así sucedió...
El saiyajin se acercó a la humana quien había saciado sus sed
con el agua que había extraído de aquel pozo, con la cual se había
lavado el rostro después.
Cort: Yakumo- la llamó al acercarse.
Yakumo: ¿Que sucede?- preguntó con el rostro cubierto de agua.
Cort: Creo que tengo algo de dinero con el cual podríamos hospedarnos
en alguna posada y de paso comer algo- explicó.
Yakumo: ¿De verdad? ... Cort, yo no quisiera abusar de tus buenas intensiones,
por mi esta bien, podemos dormir cerca de aquí- agregó sinceramente.
Cort: ... No, de verdad, el dinero no significa nada para alguien como yo, lo
había guardado en caso de que algo se me presentara... Y creo que te
mereces una ducha con agua caliente, comida recién hecha y una cama cómoda-
explicó con amabilidad.
La humana notó como es que aquel saiya había dejado atrás
aquel semblante tan frío que le mostró anteriormente y ahora era
totalmente diferente, más amable, todo indicaba que ella tenia razón,
solo estaba usando una mascara con ella.
Cort no era capaz de sostener su actitud indiferente ante lo que estaba sucediendo,
como se había acostumbrado a ser... Le resultaba imposible ante esta
humana que inconscientemente había logrado cautivarlo en tan solo unas
horas... Sentía grandes deseos de ayudarla, que se merecía su
ayuda y... su protección.
Cort: ... Vamos... ¿de verdad crees que soy igual de considerado con
todos?- preguntó sarcástico.
Yakumo: ... Esta bien... aceptare este gesto de tu parte... muchas gracias-
murmuró después de pensarlo detenidamente.
Cort: Bien, entonces busquemos un lugar antes de que me arrepienta- dijo indiferente.
Aquel pequeño pueblo contaba con construcciones
sencillas pero agradables para la vista. Como el sol estaba por ocultarse, los
habitantes del lugar comenzaban a despejar las calles, siendo pocos los que
transitaban los alrededores. El saiya observaba con cierto interés a
los habitantes enterrícolas que lograba ver por los alrededores.
Después de pedir ciertas direcciones, encontraron un lugar en el cual
podrían hospedarse, una pequeña posada cerca del centro del pueblo.
Cort y Yakumo entraron mientras que Hakuba permaneció afuera (no creo
que pudiese entrar por la puerta del lugar). El saiya habló con la 'gerente'
del lugar, una mujer mayor y muy bien educada la cual después de examinar
aquellas monedas dudo un poco antes de aceptarlas, sin embargo al observar a
que aquel joven de buen parecido venía en compañía de una
jovencita que ante sus gastados ojos parecía necesitar un lugar en el
cual pasar la noche, por lo que caritativamente acepto el dinero y les brindo
un cuarto. Sin embargo el lugar estaba lleno y solo quedaba una habitación
disponible, por lo que deberían compartir el lugar, algo que Cort dudo
un poco pero a fin de cuentas acepto el trato.
- La habitación es la segunda al girar a la izquierda- explicó
apuntando hacia el pasillo más cercano- Los gastos cubren la cena y el
desayuno por lo que cuando necesiten comer solo bajen y yo los atenderé-
agregó amablemente.
Yakumo: Muchas gracias- agradeció con un ligero incline de cabeza.
Cort abrió la puerta del cuarto, al momento en
que caballerosamente cedió el paso para que Yakumo entrase primero.
Era una habitación sencilla y algo espaciosa, contaba con solo una puerta
de entrada o salida, una ventana que daba hacia el exterior del edificio, a
su derecha se encontraba la puerta del baño; había un sofá
con el respaldo pegado a la pared. Todo indicaba que no habría problemas,
y así lo era, solo que existía un ligero inconveniente... solo
había una cama, y aunque fuese espaciosa, no creo que alguno de los dos
estuviese interesado en compartirla.
Yakumo se desplazo por la habitación, observando por la ventana para
después dar un vistazo a su acompañante quien salía de
haber inspeccionado el cuarto de baño.
Cort: Bueno, es más de lo que pudiésemos pedir- murmuró
al dejar su valija en el sofá- Sin embargo, no creo que sea correcto
en que compartamos el mismo cuarto... por favor no me mal interpretes, es solo
que... no es correcto.
Yakumo: A mi no me molesta en lo absoluto- murmuró inocentemente- Después
de todo, una vez compartí una habitación con mis tres amigos,
por lo que no te preocupes por lo que yo pudiese pensar.
Cort: Bueno, si no te molesta, entonces tampoco a mi... hace tiempo pase un
año en compañía de mi 'hermana' en una habitación...-
explicó.
La joven humana no entendió con exactitud a qué se refería
con eso, pero no le tomo mucha importancia.
Cort: Bien, entonces, tú tomaras la cama por supuesto, mientras que yo
estaré en el sofá- explicó.
Yakumo: Si quieres yo puedo dormir en el sofá...
Cort: Eso ni pensarlo, además, yo estoy acostumbrado a dormir en peores
condiciones.
Yakumo: Al igual que yo...
Cort: Pero tu te mereces el descanso más que yo...
Yakumo: Eres una persona demasiado caballerosa- murmuró.
Cort: Bueno... siempre se debe ser cortés con las mujeres- agregó-
Oh por lo menos eso fue lo que aprendí al trata a mi hermana.
Yakumo: ¿Tienes una hermana Cort?
Cort: Bueno... más o menos... la verdad, es difícil de explicar,
y más aun cuando ella es de otra línea de tiempo diferente a la
mía... Te lo contare después- dijo para evitarse explicaciones
confusas- Bien... entonces, imagino que vas a querer ducharte.
Yakumo: Pues, me gustaría pero... No tendría ropa limpia que ponerme
después...- dijo un poco apenada.
Cort: Vaya, al parecer a ti si que te gusta viajar demasiado ligero, ni siquiera
un cambio de ropa llevas contigo...- murmuró con algo de sarcasmo- Bien,
en ese caso deberé tratar de conseguirte algo que puedas usar para que
laves esas ropas que usas- dijo al ponerse de pie, dirigiéndose a la
salida de la habitación.
Yakumo: Espera Cort, no creo que eso vaya a ser necesario.
Cort: ¿Que quieres hacer entonces? Permanecer con esas ropas sucias;
lavarlas y andar desnuda hasta que se sequen o comprarte algo nuevo que puedas
usar?- preguntó sarcásticamente- Y te seré sincero, más
vale que olvides la segunda opción... Además, sé perfectamente
que las mujeres tienen un alto concepto de la higiene, por lo que no creo que
te gustaría seguir portando atuendos tan sucios.
Yakumo: ... No importa lo que diga, siempre terminas logrando convencerme a
hacer lo que quieres- comentó al estudiar sus puntos.
Cort: Corrección, no hacer lo que yo quiera, sino lo que creo que es
lo más correcto. Ahora espérame aquí, no tardare.
Yakumo permaneció en silencio al momento en que su acompañante
salió y se encontró sola de nuevo... Dejo escapar un ligero suspiro
y después observo hacia el centro de la cama, paso sus manos sobre la
estructura y se dio cuenta que era muy blanda y cómoda, no recordaba
haber tenido la oportunidad de poder dormir en algo tan cómodo como esto,
por lo menos bajo circunstancias en las que su vida no se viese en peligro...
Se dejo caer sobre la cama y sintió como su cuerpo reboto un poco por
los resortes del mueble, permitiéndose estirarse a sus anchas y relajarse
por completo... Algo que no estaba muy acostumbrada a hacer. En ese momento
agradeció en silencio haber podido tener la oportunidad de conocer a
Cort y que él se preocupase por ella de esta forma, se lo agradecía
sinceramente y esperaba poder pagarle todos estos detalles.
Cort colocó su larga cola alrededor de su cintura,
no quisiese llamar mucho la atención en los alrededores. Se percataba
que no contaba ya con recursos con los cual hacer esas compras que había
prometido, debía hablar con ese robot. Antes de salir, la anciana le
habló.
- Ya es un poco tarde como para que salga y deje a su joven esposa sola ¿no
lo cree?- comentó.
Cort: ¿Esposa?- repitió incrédulo.
- Sí. No es muy común ver una pareja tan jóvenes como ustedes,
pero hacen una linda pareja, tiene una esposa muy linda.
Cort: ... ¿Esposa?- esa palabra se repitió una y otra vez en su
cabeza- Discúlpeme pero ella no es mi esposa...
- No tiene porque negarlo ^.~ yo no estoy encontra de que los jovenes como ustedes
decidan unir sus vidas a tan corta edad..
Cort: No sabe lo que dice- dijo molesto por los comentarios sin sentido de la
mujer. Por lo que prosiguió su camino para evitar seguir escuchando tales
disparates.
Por un lado de la edificación de la posada, se encontraba un pequeño
callejón, en el cual Hakuba había encontrado un lugar en el cual
instalarse durante la noche, el saiya se acercó a él.
Hakuba: ¿Cómo esta Yakumo?- preguntó primeramente.
Cort: La deje unos momentos en la habitación. Pero, quería hablar
contigo un poco- dijo con seriedad.
Hakuba: Sobre qué?- preguntó intrigado.
Cort: Veras, no entiendo como es que ustedes han viajado tanto en esta clase
de condiciones, quiero decir, sin tener provisión alguna o elementos
con los que se pudiesen auxiliar durante su viaje, tú no tienes que preocuparte,
eres un robot, pero Yakumo es una humana con muchas necesidades, y no cuenta
con ningún de ellas, ni dinero, ni siquiera un cambio de ropa...
Hakuba: El viaje a sido muy duro... Pero créeme que no hay otra salida,
con anterioridad, cuando los otros 3 protectores estaban con nosotros ellos
le brindaban a Yakumo elementos con los que todos pudiesen pasar el viaje sin
problemas, dentro de lo que cabe, pero al no estar ellos me temo que ya no nos
quedo nada- explicó- Créeme, a mi también me preocupa el
bienestar de Yakumo y me agobia no poder brindarle nada a excepción de
mi compañía y protección.
Cort: No te estoy culpando si eso es lo que crees, es simplemente que no creo
que el padre de Yakumo no haya previsto esto, las dificultades que su hija tendría
al estar ella sola y emprendiendo este viaje, ¿que acaso no dejó
algo con lo que pudiese respaldar su camino? Aparte de ti claro esta...
Hakuba: Bueno... el Doctor Tetsuro si tomó ciertas precauciones respecto
a ello...- murmuró- Existe cierto 'fondo' económico el cual pudiese
utilizar.
Cort: Ya sabía yo que nadie puede ser tan inconsciente cuando se trata
de algo de esta magnitud- agregó- ¿Por que no lo habías
dicho antes?
Hakuba: Bueno, decidí ser discreto, puesto a que los otros tres protectores
eran ciertamente de cuidado con respecto al dinero, tendían a apostar
^^| y decidí que lo mejor era guardar el secreto... ¿Y para que
se supone que quieres usarlo?
Cort: Para comprar un par de cosas que ella necesita...
Hakuba: Bueno, creo que esta bien, podemos utilizar algo de ese fondo... Pero
solo para lo indispensable.
Yakumo se irguió de la cama al ver nuevamente
aquella bestia al momento en que había cerrado sus ojos por unos instantes.
No entendía que clase de bestia sería la que veía, pero
su sola presencia le transmitía mucha violencia y miedo... Se había
quedado dormida durante un par de minutos, pero la imagen de esa enorme criatura
basto para que decidiese el despertarse después de aquel susto.
Su acompañante no había vuelto aún y se preguntaba cuanto
sería el tiempo en el que habría dormido. Se levantó y
observo por la ventana, buscando inútilmente algún indicio de
él, pero al no encontrar nada se volvió hacia el interior nuevamente,
observando con curiosidad el sofá. Tomó asiento en él y
tomó aquella mochila con cuidado, la verdad que sentía gran curiosidad
por su contenido, pero un siniestro sentido de culpa la abrumo, por lo que decidió
mejor contenerse y dejarla en su lugar. Pero accidentalmente un par de cosas
salieron de ella al haber estado semi abierta, entre ellas los 'extraños'
artefactos que él le había mostrado. Tomó el visor y a
como recordaba que lo usó, se lo colocó, le quedaba un poco grande,
pero al ver como es que no 'sucedía nada' se privó de él.
Tomó el más pequeño, el que solo tenía una lente
y de igual forma lo usó, colocándoselo torpemente después
de hallar la manera correcta, intuitivamente comenzó a oprimir los botones
que el aparato tenía, y al oprimir el adecuado, observó unas imágenes
que aparecieron en la lente, eran pequeñas pero visibles para su ojo.
Esas imágenes, pasaban muy rápidas y se le dificultaba el distinguir
lo que sucedía... Eran dos hombres, que estaban peleándose entre
sí, uno de ellos portaba una armadura similar a la de Cort, así
como también contaba con una cola alrededor de su cintura que simulaba
un 'cinturón', y el otro... el otro sujeto era idéntico a él,
el parecido sorprendente, aunque ese hombre no contaba con los ojos de color...
sería acaso un familiar? un hermano?... su padre? Bueno, eso era lo de
menos, estaba sorprendida al ver los movimientos de aquellos hombres y de lo
que eran capaces de hacer... Con tan solo el uso de su energía eran capaces
de destruir todo a su paso, cómo es que flotaban en el aire sin contar
con alguna clase de alas...
Inconscientemente oprimió el interruptor de apagar y rápidamente
se privó de aquel artefacto, observándolo incrédulamente.
Después de escuchar un sonido fuerte, muy probablemente proveniente de
alguna otra habitación, el temor de que Cort llegase y la descubriera
con las 'manos en la masa', logro que decidiese guardar todo.
Pero antes de hacerlo, al abrirla, diviso otro par de cosas en su interior,
por lo que introdujo su mano para extraer algo que parecía un papel,
más bien se trataba de una fotografía, un poco maltrecha pero
la imagen era clara. Se trataba de una mujer, una muy hermosa mujer de cabello
negro y largo, sus ojos eran de un color muy peculiar... ciertamente le resultaban
familiares.
Lo primero que se le vino a la mente es que posiblemente fuese la 'hermana'
de la que había hablado un par de veces... pero rápidamente pensó
en la posibilidad de que fuese su 'novia' o esposa...
Se alarmó al escuchar sonidos provenientes de afuera, por lo que rápidamente
guardó todo, temiendo que fuese él, pero los pasos pasaron de
largo.
Lo mejor sería dejar aquello en su lugar, tal vez observó más
de lo que debía, pero se desconcertaba ante aquellas imágenes
que había visto en el artefacto... Lo mejor sería preguntar después.
La noche ya había cubierto el cielo, y las casas
de la comunidad mantenían aun iluminadas sus casas. Le había tomado
algo de tiempo el encontrar un lugar en donde comprar lo que había salido
a buscar.
Se vio a si mismo cargando una bolsa en su antebrazo dirigiéndose nuevamente
a la posada... Y durante el transcurso nuevamente se cuestionaba ¿que
demonios estaba haciendo? ¿Por qué, por qué no podía
portase de una manera indiferente ante esta humana? ¿Qué es lo
que lograba ella para que él se comportase de esta manera tan atenta?...
Durante un año había tratado de cambiar su actitud, lograr ser
indiferente ante cualquier acontecimiento... Había tratado de dejar atrás
al sujeto amable y abierto que durante la mayor parte de su vida había
sido ¿por qué? Simplemente porque se había percatado que
su actitud amable no lo llevaría a volverse más fuerte de lo que
deseaba ser, un carácter tan débil no lo llevaría a ningún
lado, eso lo había aprendido durante todo el año de ausencia de
su tutor... Debía admitir que lo echaba de menos, pero sabía que
siempre llegaba el momento en que el alumno debía separarse del maestro
para emprender su propio camino y aprendizaje, y durante ese año se había
dado a la idea que necesitaba endurecer su carácter si quería
alcanzar los poderes que tanto deseaba alcanzar, no importaba que estuviese
en lo incorrecto, eso es lo que él creía y trataba de continuar
siéndolo, se había acostumbrado a ser de esta manera, o por lo
menos eso pensaba él, y aunque pensó que ya se había adaptado,
aparece esta humana que en un instante logró romper esa actitud suya
que se había esmerado el construir... No sabía por qué,
pero ella lograba que su antiguo yo sustituya al que en que quiere convertirse...
Se sentía desconcertado... pero contento con volver a ser como siempre
había sido, esa era su verdadera personalidad y actitud y demostrárselo
a ella lograba que se sintiese muy bien y librado de todo...
Se sentía en gran libertad el estar en este lugar y en compañía
de esa humana... Apenas la había conocido recientemente y ya había
logrado tales cambios en él... Estaba decidido a volver a ser el mismo
frente a ella, era inútil que intentase aparentar ser alguien que no
era, eso era evidente. Ciertamente se sintió liberado, y se sintió
bastante bien ante esos pensamientos.
Llegó a la entrada de la posada y entro, siendo
recibido nuevamente por aquella anciana, para su suerte no volvió a decir
ningún disparate.
Entro a la habitación después de tocar claro, le pareció
extraño el observar a Yakumo en la misma posición en la que la
había dejado...
Cort: Lamento la demora- se disculpo al cerrar la puerta.
Yakumo: No te preocupes por mi, de cualquier forma dormí la mayor parte
del tiempo.
Cort: Bien, compre algo... la verdad no soy un experto en elegir mi propia ropa,
así que no esperes que sepa que le gusta a una chica o no- dejo el paquete
que llevaba consigo en la cama y después tomó asiento en el sofá
dejando caer su cabeza hacia atrás mientras apretaba sus dientes resintiendo
una de sus heridas.
Yakumo: Cort, Cort, ¿estas bien?- preguntó al acercársele.
Cort: No te preocupes, solo me molesto un poco...
Yakumo: Debería cambiarte los vendajes, ya están algo malgastados.
Cort: Puedo hacerlo yo.
Yakumo: Nada de eso, después de que te duches veremos si aun hay necesidad
de vendar tus heridas nuevamente.
Cort: Sí eso te hace sentir feliz... Pero entra tu primero.
Yakumo: Esta bien- tomó el paquete sobre la cama y entro al cuarto de
baño.
El saiyajin buscó algo entre sus ropas y extrayendo
una cajetilla de cigarrillos, que al ver en su interior solo quedaba uno, lo
tomó y después de encenderlo lo introdujo dentro de su boca para
después dejar escapar el humo de su boca. Este habito de fumar fue algo
que vino consigo después de un año de un viaje solitario; pensar
que antes no le llamaba la atención (cuando viajó a la Tierra)
sin embargo, definitivamente Vejita había logrado que le tomara cierto
aprecio al tabaco (sí, tabaco y solo tabaco, nada de hierbas ¿eh?
)
No es que fuese amante de ello pero ciertamente le agradaba esa sensación
que lograba en su garganta (curioso ¿no?). No quiso que todo se impregnara
de aquel espantoso olor, por lo que mejor decidió acercarse a la ventana,
observando a los alrededores... bueno, no había mucho que ver... Por
lo que concentro su vista en aquel cielo... era curioso no ver otro planeta
en el cielo Terrestre como en el de su realidad, en vez de eso observaba 'medio
astro' luminoso en el cielo, ¿que es lo que podía ser?, lo observó
con atención por unos instantes y sin percatarse, su cola se movía
con cierta efusividad a sus espaldas, repentinamente comenzó a sentirse
bastante inquieto, y su respiración un poco más acelerada sin
razón aparente.
Bajó su cabeza al momento de sostenerse del borde de la ventana para
no caer, apartando su vista de aquello en el cielo. Poco a poco comenzó
a calmarse hasta que su respiración se volvió normal. Estaba desconcertado
ante esto hecho...
Yakumo entró al cuarto de baño, cerrando
con cuidado. Observó el lugar primeramente y después abrió
la llave del agua de la regadera.
Se volvió hacia el paquete y lo abrió con cuidado, extrayendo
la prenda que había en su interior. Lo observó con curiosidad
para después colocarlo frente a si, disimulando traerlo puesto al momento
de mirarse en el pequeño espejo... un acto que le desconcertó
bastante ya jamas lo había hecho... La prenda era muy bonita y sin duda
alguna le agradó.
La dobló con cuidado y después comenzó a privarse de sus
atuendos que la han acompañado prácticamente toda su vida, claro,
sí se le podía llamar vida... Definitivamente un cambio, aunque
sea de ropas, le vendría muy bien.
Después de regular adecuadamente el agua entró. Fue una sensación
bastante relajante el sentir como el agua tibia caía sobre su cabeza
y cubría toda su esbelta figura. Cuando tomaba un baño, este debía
ser siempre en algún estanque o río con el que se topara, el agua
siempre fría y no era capaz de tomar un baño tranquilamente al
tener que estar atenta a no ser vista por nadie... Y ahora tenía la oportunidad
de tomar uno tranquilamente, con agua caliente... Esto era todo un cambio y
agradecía aun más el tener a Cort de su lado, era alguien que
lograba que ella se sintiese como lo que es, una humana que necesita por lo
menos un techo en donde pasar por lo menos una noche... Su llegada había
logrado que ella saliera de la 'rutina' de su viaje y ciertamente se lo agradecía...
Aunque termino rápido, por largos minutos dejo que el rocío del
agua cayera sobre su rostro, para después cerrar el paso del agua y secarse.
Enredo la toalla cubriendo su cuerpo desnudo para disponerse a lavar por lo
menos a mano sus primeras ropas para después volver a usarlas. Después
las colocó en un lugar en donde no estorbasen mientras se secaban para
cambiarse.
Se vistió con las prendas nuevas, tomó el cepillo que había
en los estantes y peinó con él su cabello cobrizo. Se disponía
a salir pero... volvió a tomar el peine y dio un ultimo paso con él
sobre su cabello... Por alguna razón se sentía 'nerviosa', no
comprendía porque, pero el pensar en lo que dijese Cort al verla lograba
que se sintiese de esa manera.
Después de tomar aire un par de veces, decidió salir.
Había cierto olor en el cuarto, el cual no logró
identificar, pero era un poco rancio.
Observó a su acompañante, con la cabeza baja cerca de la ventana
mientras aquella larga cola detrás de su espalda se movía violentamente.
Yakumo: ¿Cort?- lo llamó para que supiese que se encontraba ahí.
El saiya volteó lentamente al sobreponerse y vaya
que se sorprendió al verla. Trato de no ser tan obvio pero lo cierto
es que le había sentado muy bien el cambio. Su hermosa figura estaba
cubierta por un sencillo vestido con diferentes tonos de azul, sin mangas y
que terminaba a unos cuantos centímetros por encima de la rodilla, que
hacia contraste con sus ojos claros. Vaya que había sido una diferencia,
con la antigua ropa era imposible percatarse de la esbelta figura con la que
Yakumo contaba, ya no se veía como una niña. Intentó decir
algo, de verdad, pero aunque su boca se movía ninguna palabra emergía.
Yakumo se sonrojó un poco al observar la expresión del joven frente
a ella.
Cort: ... Te ves... bien...
Yakumo: ¿De verdad lo crees?
Cort: ... Solo un ciego hubiese podido mentir- comentó.
Yakumo: Es un vestido muy bonito, muchas gracias.
Cort: El crédito no es solo mío. Hakuba ayudo, sin mencionar a
la chica de la tienda que insistió en que debía llevarme ese-
agregó en tono de broma.
Yakumo: La verdad es que jamas había tenido la oportunidad de usar algo
como esto.
Cort: Bueno, no te culpo, yo por mi parte no acostumbro a usar algún
atuendo que no sea mi traje de combate y armadura... pero como mi armadura se
arruino creo que tendré que usar algo más. Si lo deseas puedes
bajar y pedir algo de comer mientras yo me quedo aquí y me dio una ducha
que definitivamente creo que la necesito ¿no lo crees?
Yakumo: ... Sí... algo- concordó apenada.
Cort: Bueno, no tardare... por cierto ¿cómo se llama el astro
que se encuentra en el cielo?
Yakumo: ¿Acaso en la Tierra de tu realidad no tiene algo parecido?- preguntó
extrañada.
Cort: No, en el cielo podía observarse un planeta el cual también
era habitado por humanos.
Yakumo: ¿De verdad? Bueno, ese astro es la luna.
Cort: La luna?!- se preguntó en silencio- Ahora entiendo... si esa luna
hubiese sido llena, seguramente me hubiese transformado...- pensaba.
Cort espero a que Yakumo dejase la habitación
para privarse de lo que quedaba de su armadura oscura, cayó pesadamente
en el suelo, aboyando un poco el suelo. Ya había acostumbrado a su cuerpo
a utilizar su armadura con esa clase de peso como forma de entrenamiento y le
sorprendía que sabiendo el peso que cargaba en total, esa humana haya
sido capaz de levantarlo del suelo con anterioridad...
Se privó de las botas y guantes, dejándolas en una esquina para
que no estorbasen, para después buscar el cambio de ropa que dentro de
su valija debía haber, si algo había aprendido durante sus años
de entrenamiento, es que siempre debía llevar un cambio de atuendo si
se pensaba viajar demasiado y sin descansos... Pensó que no necesitaría
utilizar una armadura por lo que simplemente permanecería con su traje
de combate negro y la gabardina maltrecha gris que no dejaría por nada.
Rápidamente quito las vendas que cubrían su cuerpo, dejando a
la vista algunas cicatrices en su piel, cicatrices viejas y recientes. Había
heridas que ya habían cicatrizado bien y otras que aun se conservaban
latentes en su cuerpo.
Metió su cabeza al chorro de agua fría que desprendía la regadera sobre su cabeza, sin que sus cabellos perdiesen su curiosa consistencia de erizamiento. Que descuidado había sido... sino hubiese sido porque la luna no se encontraba llena seguramente su transformación hubiese sido inmediata. No tenía idea que la Tierra contara con una Luna en su órbita. Él jamas había experimentado esa transformación en Ohzaru que los de su raza tenían dentro de su lista de 'aptitudes', por lo que no estaba seguro que si alcanzara ese estado pudiese ser capaz de controlarlo... De una u otra forma ya sabía que debía ser cuidadoso en ese aspecto, si hubiese visto por unos instantes más ese astro la transformación hubiese llegado al punto en que la transformación se desbordaba y ni se atrevía a pensar lo que pudo haber sucedido con esta comunidad si el Ohzaru dentro de él hubiese emergido...
Yakumo se dirigió al comedor de la posada, la
cual estaba ocupada por uno que otro huésped, la noche ya estaba muy
avanzada por lo que no había muchos huéspedes despiertos. Hubiese
deseado esperar a Cort pero él insistió en que se adelantara.
Le desconcertó bastante cuando la anciana mujer le pregunto por su 'esposo'...
Pero no le tomó mucha importancia...
Mientras comía, por su mente se repetían las imágenes que
había visto en aquel artefacto y la feroz bestia que constantemente había
visto en su mente... Esos hombres debían pertenecer a la raza de la que
su acompañante pertenecía... Entonces ¿él tendría
las misma habilidades que ellos?... Él era un guerrero, de eso no había
duda alguna pero ante sus ojos era un joven tranquilo y amable, no creía
que fuese capaz de ser tan 'salvaje' como los dos individuos que vio pelear...
¿o sí?... Ni si quiera Mushrambo poseía tales habilidades
en combate...
¿Qué clase de seres serían los saiyajins para contar con
esa clase de aptitudes?... ¿Por qué estaba sucediendo todo esto?
¿Cómo es posible que ella tuviese poderes que fueron capaces de
traer a alguien de otra dimensión? Todo esto era tan confuso... Pensaba
que con la clase de sucesos por los que había pasado ya nada lograría
sentirse de esta manera pero todo indicaba que su 'experiencia' no bastaba aun
para comprender lo que sucedía a su alrededor. ¿Acaso esto jamas
tendría fin? ¿Jamas tendría la oportunidad de olvidarse
de todo esto y de todas las preocupaciones que hay sobre sus 'jóvenes'
hombros y con los que ha tenido que cargar desde el inicio de todo esto?...
¿Acaso algún día podrá ser libre de la prisión
que le impone su 'destino'?...
Fin del Capitulo 4