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LA PRINCESA Y EL DUENDE

Había una vez una princesita que vivia en el torreon de un castillo. La princesa era guapisima, y muy dulce, y muy lista, pero tenia un problema: no podia ver, era ciega. Así, no podía salir del castillo, y vivía encerrada en un torreón.

En uno de los bosques cercanos, vivia un duendecillo. El duendecillo era muy listo, y muy bueno, pero tenia un problema: era muy feo. Éste había visto a la princesita nacer y crecer, y le tenia mucho cariño, pero nunca se le habia acercado siquiera.

Buscando lo mejor para la princesita, el duende visitó a los mejores príncipes en los mejores castillos,
y en todos ellos contaba cosas maravillosas de la princesita, las cuales eran ciertas. Más tarde, se sentaba en el alfeizar de la ventana, y le hablaba a la princesita sobre esos principes que habia conocido y que, aunque torpes y necios, eran buen partido. El duendecillo ponia entonces en boca de esos príncipes hermosas palabras que improvisaba sobre la marcha, y la princesa creía que todos los principes eran hermosos y buenos, y muy cariñosos, y románticos.

Llegado el momento, se fijó la boda de la princesita con uno de ellos, heredero de un enorme país y numerosas riquezas. El duende estaba muy contento, porque había conseguido al mejor príncipe para su princesita, y llegó el día de la boda, y se organizaron unos actos ¡¡¡maravillosos!!!, y había música y animación por todas las calles de todo el reino... y la princesita conoció entonces al principe por vez primera en persona.

Era un chico hermoso, fuerte y atlético, enormemente rico y engalanado con las mejores vestiduras y las joyas mas brillantes, y los padres de la princesita estaban encantados, y el duendecillo también, pero ella no le podía ver.... así que cuando se encontraron, y él abrió la boca, la princesita se dió cuenta de que ése no era el príncipe que ella esperaba.

Llorando, salió corriendo, y huyó de su probia boda, y fué a refugiarse en el bosque. Todo el mundo estaba sorprendido... ¿Cómo podía haber huído la princesa de un chico tan guapo, y tan apuesto, y tan rico... ?

Y, en el bosque, se le acerco el duende, el duendecillo bueno y tierno, dulce y tan feo, y ella se diÓ cuenta de que, entre todos los prÍncipes del mundo, aquel duendecillo era a quien ella realmente amaba.

Y el duendecillo se dio cuenta, por primera vez, que él tenía mucho más que ofrecerle a la princesita que todos aquellos necios principes.

Y se casaron, y todo eso que hacen los mayores cuando se aman, porque resulta que la mayoría de las veces, las cosas más importantes, son invisibles a los ojos.

Baby