"Si no vives para servir..

Dos ancianitos vivían guardando sus experiencias malas y buenas para compartirlas y enseñarles con ellas a su hijo. El hijo creció y se casó y se olvidó de sus padres, que, sin pedir nada a cambio, le habían dado todopara tener la mejor vida posible. Ellos no habían sido de mucho dinero, pero por voluntad de Dios, su hijo había llegado muy lejos, obteniendo un gran puesto en una empresa, lo que a su vez le dio una vida con lujos y sin carencias de ninguna clase.

Un día la ancianita murió, y el pobre viejo que tan sólo la tenía a ella empezó a sufrir de una gran soledad; la casa le parecía enorme y los días eternos y llenos de amargura. El viejo nunca quiso dar molestias, pero al sentir que no podía más con esa soledad, recurrió a su hijo para pedirle que lo hospedará en su gran casa. Llegó a la casa de su hijo y cuando este abrió dijo: -Hijo, no quisiera ser una molestia, pero desde que tu madre murió me siento muy solo y deprimido. Su hijo le contestó con una gran sonrisa, -Padre, claro que no eres una molestia, pasa, ésta es tu casa. El anciano le aclaró, hijo, creo que no me has entendido, necesito quedarme a vivir aquí- ¿vivir aquí?, emmm, pues verás, la casa no es muy grande, y mi esposa es muy especial, y pues los niños, tu sabes, no tendría el corazón para arrebatarles su recamara. No importa hijo, dormiré en el patio, solo te pido una colcha. - Luis llamó el hombre a uno de sus hijos tráele  una colcha a tu abuelo que se quedará en el patio.

Al ver que el niño no regresaba , fue al cuarto para ver qué lo demoraba, y vio a su hijo cortando la colcha con unas tijeras a la mitad, -Hijo ¿qué haces?, ¿por qué cortas la colcha a la mitad? Y le respondió el niño, -Voy a guardar esta mitad para cuando tu seas anciano y vengas a pedir un lugar en mi casa.

En esta vida hay gente que necesita de nuestra ayuda, hacer cosas que vemos como una molestia, nos dan flora o nos incomodan. Cuando la gente nos pide ayuda, hay que darla y no solo eso sino que darla de la mejor manera, y aún cuando pensemos que es una molestia , debemos pensar que todos en algún momento o momentos de nuestras vida necesitaremos algo de alguien, y en la manera que nosotros la hayamos dado será en la manera que seremos correspondidos. Es sólo lo que siembras lo que cosechas.

Debemos recordar que en cada persona se encuentra Jesús, y que cualquier cosa que hagan aunque sea sólo ayudar a que alguien atraviese la calle, lo hacen a Jesús. También cuando le ofrecen alguien un vaso de agua, se lo están ofreciendo a Jesús. Se trata de una pequeña enseñanza, simple, pero que a la larga es extremadamente importante.

"SI VIVES PARA SERVIR, SIRVES PARA VIVIR"

 

 

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