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Del odio al amor... hay 20 años

Primero fue Bodas de Odio, ahora es Amor Real, una misma historia con diferentes protagonistas donde la pasión se convierte en el motor que mueve al mundo

Palmer y Moro

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Por TAYDÉ DEL RÍO / Grupo Reforma


Ciudad de México (8 junio 2003).- Fue en 1983 cuando la telenovela Bodas de Odio entró a los hogares mexicanos y cautivó a millones de televidentes por su historia de amores encontrados.

Con dos décadas de diferencia, mañana, 9 de junio, vuelve a la pantalla chica la historia original de Caridad Bravo Adams, adaptada por María Zarattini, esta vez bajo el título de Amor Real.

Como es lógico, algunas cosas han cambiado: el productor de Bodas de Odio era Ernesto Alonso; la productora de Amor Real es Carla Estrada. La Magdalena de Christian Bach se convirtió en la Matilde de Adela Noriega, mientras José Luis (Frank Moro) y Alejandro Almonte (Miguel Palmer), esta vez serán Adolfo Solís (Mauricio Islas) y Manuel Fuentes (Fernando Colunga).

Sin embargo, el ingrediente que permanece es la pasión. Pasión bien correspondida de parte de Matilde hacia Adolfo, un militar sin fortuna; pasión de Manuel Fuentes por Matilde, a pesar de que ésta se casa con él obligada por su familia, pues es el heredero de una gran fortuna; y pasión, principalmente, de todo el elenco y el equipo de producción para desarrollar la historia de Amor Real, ubicada en 1860.

Adela Noriega
(Matilde)

Para Adela Noriega, la pasión que se vivía en 1860 es la misma que se vive en el 2003.

"Lo que creo que cambia es que había mucho más romanticismo en ese tiempo, había más caballerosidad de parte de los hombres y las mujeres eran mucho más damas, cosa que se ha perdido mucho en la actualidad. Claro, todavía hay caballeros y todavía hay muchas mujeres que nos damos a respetar, pero definitivamente sí se ha perdido", señala la actriz.

En el caso de Matilde, Adela considera que su pasión es el amor verdadero, el amor real del que habla el título de la historia.

"Ya que tiene el amor verdadero, quiere hacer todo para retenerlo, no a la fuerza, por supuesto, pero no quiere perderlo; ésa es su pasión", afirma.

La actriz coincide con su personaje en que le gustaría vivir un amor verdadero.

"Pero no lo comparo con el de Matilde, que es un poco intenso y sufrido, lleno en algún momento de contradicciones y de inseguridades".

Adela reconoce que en el plano romántico le gusta más la época en que se desarrolla Amor Real, por la cortesía y la elegancia con que las personas se manejaban.

"Aunque, por otro lado (no me gusta que) las mujeres estaban muy manipuladas, eran muy sumisas, no tenían voz y tenían que casarse con la persona que la familia les dijera, y después vivir a merced del marido", señala.

"En los tiempos actuales la mujer vota, la mujer tiene decisión propia, la mujer es súper independiente y es escuchada, ésa es la diferencia", concluye.

Fernando Colunga
(Manuel)

Fernando Colunga opina que en el mundo actual se vive con tal rapidez que no existe la verdadera pasión.

"Yo creo que la gran diferencia entre antes y ahora parte de las costumbres y de la educación, antes yo creo que la pasión se consumaba hasta el matrimonio muchísimas veces, existía la pasión del deseo, pero no existía la pasión carnal.

"También creo que el cortejo era demasiado largo, pero ¡vamos!, ésa ilusión es padre", comenta.

En opinión del actor, Manuel no es un personaje que viva la pasión, sino el verdadero amor.

"Primero, es un amor a primera vista, no es un capricho, y una vez que está enamorado y empiezan a tener una relación muy tirante y todo, él la sigue por amor, porque yo creo que si el núcleo de esa relación fuera la pasión, él diría 'sabes qué, ya tuve lo que quería, ya no tengo porque sufrir o porque seguir aguantando', pero aguanta un montón de situaciones que le pasan por amor".

Por supuesto, a Fernando le gustaría vivir un amor como el de Manuel.

"Creo que todos vivimos con esa ilusión, vengo de unos padres que tienen poquito más de mi edad de casados, y siempre los veo yendo para acá y para allá, y no es que quiera tener algo igual, porque no está bien repetir las cosas, pero sí dices qué padre poder tener tu pareja y que sea algo duradero, que compartan cosas, que haya una identificación y que tengan ganas todo el tiempo, ésa es la base del amor", afirma.

Mauricio Islas
(Adolfo)

Mauricio Islas dice que le gusta más la pasión de antaño que la de hoy y acepta, sin dar más detalles, que él la ha vivido con la intensidad de Adolfo, su personaje.

"Matilde es una pasión real para Adolfo, está perdidamente enamorado, terriblemente apasionado por ella, lo que lo lleva a escaparse de la cárcel, a no importarle que lo maten o que lo encuentren.

"Él es militar y sabe que en cualquier momento puede morir, entonces vive el hoy hasta las últimas consecuencias porque en aquella época estaban en guerra, y por situaciones de la historia a él lo traicionan y lo castigan, y lo único que lo mantiene vivo es su pasión por Matilde", dice.

Mauricio opina que la forma de vivir la pasión ha cambiado mucho desde el Siglo 19 hasta nuestros días.

"Antes todo era mucho más oculto y la pasión era mucho más fuerte porque deseabas mucho más las cosas, en cambio ahora todo es tan fácil, que la pasión se convierte, desde mi punto de vista, en algo momentáneo", señala el actor.

"En aquel entonces no", agrega, "en aquel entonces la pasión era algo duradero, estoy hablando sobre todo del amor real, porque, bueno, yo te puedo decir que estoy muy apasionado con mi carrera, con mi familia y con mi hija, y ahí te vas dando cuenta que, a diferencia de otras relaciones o de otros momentos, para mí la pasión es mucho más intensa ahora".

Finalmente, Mauricio recomienda ampliamente al público que no se pierda Amor Real, no sólo por la intensidad con que los personajes viven sus emociones en esta historia, sino por la pasión que todo el elenco y el equipo de producción han impreso en este trabajo.

"Yo creo que es una historia, un elenco y una producción maravillosos, desde iluminación, maquillaje, peinados, vestuario, todo, hay una dirección maravillosa, actuaciones muy buenas, pero la clave para mí de todo esto es que hay mucha pasión y sé que el público se va a apasionar de la historia como nosotros nos hemos apasionado con nuestros personajes y como la producción por hacerla", concluye.

Misma historia, diferente enfoque

Aunque Amor Real es una historia ya contada antes en Bodas de Odio, la productora Carla Estrada comenta algunos de los cambios que harán que este melodrama resulte atractivo aun para aquéllos que vieron la primera versión.

- Bodas de Odio se ubicaba en 1910, Amor Real se ubica en 1860.

- Debido a que se desarrolla en una época diferente, Amor Real tiene una iluminación, vestuario y ambientación diferentes a Bodas de Odio.

El ritmo es mucho más ágil en la nueva producción.

- En Amor Real hay un 60 por ciento de escenas grabadas en locación y un 40 por ciento en foro; en Bodas de Odio, había un mínimo de escenas grabadas en locación.