Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!
Inicio

 
www.tiemposdereflexion.com Anúnciate con nosotros
   Sauri en el PRI: la persistencia del esfuerzo
El domingo 18 de febrero, el Consejo Político Nacional del PRI, reunido en Ixtapan de la Sal, ratificó por mayoría la permanencia de Dulce María Sauri Riancho al frente de la dirigencia nacional de este instituto político. Mas allá de las especulaciones y rumores que durante días se hicieron visibles en las columnas políticas y en los diversos espacios de opinión en los medios nacionales, es bueno preguntarnos que implica la permanencia de Dulce María Sauri al frente del –todavía- partido político mas importante del escenario político nacional.

En una primera instancia, implica el reconocimiento a la persistencia de un esfuerzo para mantener a flote los restos de un partido que sufrió su derrota electoral más importante en 70 años. Dulce María Sauri no sólo ha hecho un esfuerzo notable en la estabilización financiera del PRI, amortiguando los efectos negativos derivados del descontrol administrativo provocado por el equipo de Francisco Labastida en la conducción de su malograda campaña presidencial, sino que ha generado un clima de estabilidad interna que ha asegurado en el corto y mediano plazo, la cohesión y la viabilidad del PRI como opción política, logrando con esto asegurar la continuidad histórica del partido en su encrucijada mas compleja y en la que su sola supervivencia era una gran duda por resolver.

Hoy por hoy, si bien es cierto que es difícil anticipar los desenlaces de las grandes luchas políticas que se avecinan en la preparación de la próxima Asamblea del partido a celebrarse el mes de noviembre, es claro que el PRI ha logrado traspasar la "coyuntura-de-la-derrota" en la que se encontraba atrapado desde el 2 de julio pasado, y hacer una apuesta consistente y viable para repensarse y reposicionarse a sí mismo, como partido y como opción política, en el futuro inmediato.

En una segunda instancia, la ratificación de Sauri al frente del PRI implica el reconocimiento, por parte de la clase política priísta de que no hay un solo grupo dominante dentro del partido y que será indispensable consolidar la cultura del consenso en la búsqueda de acuerdos para salvaguardar la integridad del partido.

Una de las principales lecciones del Consejo Político celebrado este fin de semana en Ixtapan de la Sal, es asimilar que el PRI puede sobrevivir y maniobrar con soltura, decisión y visión de futuro, olvidando el patronazgo político de la figura presidencial -su tradicional eje de decisiones-, utilizando para ello los mecanismos decisorios internos que han comenzado a ofrecer con toda claridad, la funcionalidad suficiente para asegurar la disciplina interna y la definición de un rumbo político independiente.

En este sentido, debe destacarse que mas allá de las versiones recogidas por la prensa en los días previos a la realización del cónclave priísta, ha quedado claro que ningún "jefe" o "caudillo" político, ha contado con la suficiente fuerza y presencia para imponerse sobre otro y sobre el liderazgo interno que ha desarrollado Sauri Riancho; liderazgo que los Consejeros Políticos del PRI optaron por mantener como la apuesta más positiva para asegurar el futuro del partido.

Se hacen notorias, en este contexto, las pobres y deficientes estrategias impulsadas por algunos líderes políticos (cuyos nombres destacaron en diversas columnas políticas los últimos días) que, teniendo en mente únicamente la continuidad de sus proyectos políticos personales, trataron de impulsar a sus delfines políticos en lo que ellos veían como una simple lucha de posiciones. Estos tristes personajes, que ya han tenido la oportunidad de trabajar por el partido –o que incluso la tienen todavía, como el caso de alguno de ellos, que ocupa una posición en el CEN ampliado del PRI-, olvidando no sólo su propia responsabilidad en la desarticulación de los esfuerzos internos por levantar de nuevo al partido, pretendían ocupar espacios de mayor responsabilidad; espacios que claramente no están capacitados ni profesional, ni políticamente, para ejercer.

Su lucha era únicamente para asegurar su vigencia personal. Era una lucha por espacios y posiciones con miras a las listas de candidaturas para la elección federal del 2003. No importó que con esto dejaran de lado la construcción de una agenda política interna, compartida por la mayoría de los sectores y bases del partido, que fuera lo suficientemente consistente para asegurar el retorno del PRI al poder en el menor tiempo posible. Ellos se preocuparon por ellos mismos, no por el priísmo nacional. Por eso, la ratificación de Sauri es su derrota y es la victoria del futuro del partido.

Finalmente, en una tercera instancia, la ratificación de Sauri en la dirigencia priísta, representa la consolidación definitiva de una postura política combativa al frente del tricolor en su relación con los otros partidos y en particular con el gobierno foxista. Sauri ha destacado por la dureza e invariabilidad de su posición – y por ende del PRI- en la defensa de la posición madracista tras la anulación de la elección en Tabasco, en la impugnación de la elección estatal en Jalisco y en la defensa de la posición del Gobernador Víctor Cervera de Yucatán en su conflicto con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Esto guarda relación estrecha con la postura política de los priístas en el Congreso de la Unión, donde sin tapujos, han apoyado iniciativas de ley que han padecido el rechazo del gobierno de Vicente Fox, como la que regulariza los vehículos "chocolates" y la Ley de Desarrollo Rural. Es evidente que el espacio político priísta es considerablemente mas estable y cohesionado que en julio pasado y que el rumbo político e ideológico del partido, si bien se encuentra en un proceso general de revisión, tiene cada vez mayores puntos de apoyo. Por ende, es evidente que el espacio de maniobra del PRI, como partido, el día de hoy, es cada vez mas sólido. Paradójicamente, es mas sólido incluso que cuando el Presidente de la República era priísta y sus órdenes bastaban para que el PRI variara de rumbo.

La capacidad de interlocución del PRI con respecto al gobierno foxista no sólo se ha sostenido sino que ha aumentado, lo cual representa un reposicionamiento político clave de este partido con miras a la elección federal del año 2003.

Nos veremos en otros COMENTARIOS.

Carlos Delgadillo Salas




*
Anúnciate con nosotros

Recibe nuestro boletín mensual
*
* Tu email:
*
*
*
*
*

Noticias
*

Archivo
*
* Consulta los boletines de ediciones pasadas. *
*

Panel de Opiniones
*
* Opina sobre este tema o sobre cualquier otro que tú consideres importante. ¡Déjanos tus comentarios! *
*

Escribe
*
* Envía tus ensayos y artículos. *
*
___
Logos de Tiempos de Reflexión cortesía de Matthew Nelson y Chago Design. Edición, diseño y actualización por Morgan y MASS Media
Resolución mínima de 800x600 ©Copyright pend. Acuerdo de uso, políticas de protección de información