A lo largo de estos días el frío no ha cesado, por el contrario, su presencia se ha vuelto cada vez más intensa y agobiante en gran parte del territorio nacional. Ayer, mientras me refugiaba del frío e intentaba concebir el sueño, me preguntaba cómo podrían soportar tales inclemencias del tiempo aquellas comunidades alejadas y marginadas del país, sobre todo en las que el atraso económico y el rezago social ha sido constante con el correr de los años. Me preguntaba cómo sería la vida de una persona en zonas de extrema pobreza, un lugar en donde además de combatir las carencias y necesidades económicas, se enfrenta a algo más que eso, al cerco militar y rechazo social a que se han visto sometidos tanto por el gobierno como por la sociedad.

"Guerra en el Paraíso" de Carlos Montemayor, nos adentra y sumerge en cada una de sus líneas en ese lugar aún desconocido para muchos y olvidado por muchos más. Hace un par de días la prensa nacional hacía referencia a las personas desaparecidas durante la década de los sesentas y setentas, y tras cuatro décadas de distancia, la información con que se cuenta aún no permite esclarecer la forma en que el gobierno hizo frente a los movimientos armados en tales épocas. De sobra sabemos que el gobierno ha negado cualquier acto de represión o abuso de poder en las comunidades en conflicto, sin embargo, el libro en mención hace referencia a militares y políticos que en esos años tuvieron que ver directamente en el surgimiento de movimientos armados en Guerrero, como el de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas.

Ahora bien, habría que preguntarse ¿por qué surgen movimientos armados? Muchos tenemos, como señala Montemayor, la costumbre de pensar que los movimientos armados son el inicio o el origen de la inestabilidad o de la violencia social, y en realidad son la fase final de un largo proceso de deterioro social que se expresa por el hambre, la marginación, el analfabetismo y el desempleo. Afirma Montemayor que "los movimientos armados son una manifestación final de ese proceso y se proponen no iniciar la violencia social, sino por el contrario, suspenderla". Jornada 30/10/00

En este sentido, se respalda el hecho de que las guerrillas surgen a razón de la represión e injusticia social a que se ven sometidas gran parte de nuestras comunidades al no ser éstas consideradas dentro del proceso de desarrollo económico, político y social que vive el país; no obstante, cabe mencionar que las guerrillas también tienen su origen en la radicalización de ideas generadas por corrientes ideológicas de otros países.

Hoy en pleno siglo XXI y a más de cuatro décadas que los grupos guerrilleros se adhirieran a la vida nacional, grupos surgidos en los años 60 lidereados por Arturo Gamiz, el profesor Pablo Gómez, Oscar González Guiarte, en los años 70 el Movimiento Acción Revolucionario (MAR), la Brigada Lacandones, el Frente Urbano Zapatista (FUZ), la Liga Comunista 23 de Septiembre (LC23S), la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), la Unión del Pueblo (UP), el Partido de los Pobres (PdlP), llegando a los grupos actuales, el Partido Revolucionario Clandestino - Unión del Pueblo - Partido de los Pobres (PROCUP-PdlP) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional( EZLN), pasando por el EPR (Ejército Popular Revolucionario), el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), sólo son reflejo del malestar e inconformidad generada por el mal uso del poder.

Los movimientos armados mas que desaparecer o perder fuerza durante estos años, sólo mutaron o cambiaron de escenarios. Por ejemplo, a diferencia de los grupos que operaron en la década de los 70, los grupos actuales son más amplios y se encuentran mejor organizados, tal es el caso del EZLN quien a través del internet ha proliferado sus ideas; asimismo se encuentran mejor preparados tanto política como militarmente.

De igual forma, destacan las diferencias entre sus proclamas, por ejemplo, en un principio se pronunciaban por el comunismo y el socialismo, ahora manifiestan que su lucha es contra la globalización y el neoliberalismo. Señalan, asimismo, que ahora existen otras condiciones sociales importantes: la existencia de comisiones y grupos de derechos humanos; el trabajo de agrupaciones civiles; la apertura en los medios de información y el tratamiento político. Situación ajena a la observada en la década de los sesentas, en donde los miembros o simpatizantes de los movimientos eran perseguidos y reprimidos por parte del gobierno, e incluso desaparecidos tal y como señalan las denuncias ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Así pues, han pasado ya muchos años y a la fecha aún no existen en el país las condiciones necesarias que garanticen el cese de brotes guerrilleros, por décadas han intentado encontrar políticas tendientes a garantizar justicia y equidad social, sin embargo, nada ha sucedido, por el contrario, nuestro país destaca por ser uno en donde la riqueza se concentra en pocas manos y en donde el hambre es signo de identidad nacional.

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