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Vino
al mundo el 31 de mayo de 1819 cerca de Huntington (Nueva York).
A la edad de cuatro años se trasladó a Brooklyn
junto a su familia. Allí cursó sus estudios en
escuela pública hasta los diez años, antes de trabajar
como aprendiz en una imprenta. Dos años después
se volvió a trasladar, aunque ahora a la ciudad de Nueva
York, donde trabajó como impresor, pero en 1835 volvió
a Long Island para dar clases en distintas escuelas del condado.
Entre 1838 y 1839 publicó un periódico, El Long-Islander,
en Huntington. De nuevo regresó a Nueva York, donde comenzó
a trabajar como periodista. Pasó a ser asistente asiduo
de teatros y, lector omnívoro como fue siempre, de librerías.
Durante esta época escribió poemas y cuentos muy
poco originales para distintas publicaciones, así como
discursos políticos, por los cuales los demócratas
de Tammany Hall le permitieron dirigir varios periódicos
de corta tirada y vida.
Durante dos
años fue editor del famoso Brooklyn Eagle, puesto que
perdió al apoyar al partido Free-Soil. Pasó algún
tiempo en Nueva Orleans, pero regresó a Brooklyn, donde
pretendió publicar un periódico en la órbita
del Free-Soil. Tras pasar varios años desempeñando
un sin fin de trabajos, se inició en la escritura de poesía
totalmente distinta de la que se estaba escribiendo, y se dedicó
por completo a tal actividad.
En 1855, apareció publicada la primera de las innumerables
ediciones de Hojas de hierba, un libro de poemas que presentaba
como novedad un tipo de versificación no usado hasta entonces,
y que se alejaba totalmente del que había utilizado en
poemas anteriores. En esta obra alaba el cuerpo humano y glorificaba
los gozos de los sentidos, pero se vio obligado a sufragar él
mismo los gastos de su publicación, y a colaborar en las
tareas de imprenta. Su nombre no aparecía en la portada
de esta edición, pero sí un retrato suyo en camiseta,
con los brazos en jarras y el sombrero ladeado, en actitud desafiante.
La edición de 1855 de Hojas de hierba estaba compuesta
por 12 poemas sin título, escritos en versos largos y
cadenciosos que se asemejan a los de la Biblia del rey Jacobo.
El más largo y de mayor calidad de ellos, que más
tarde recibió el título de "Canto a mí
mismo" trataba la visión de un 'Yo' simbólico
presa de una sensualidad que le hace amar a todas las gentes
que se va encontrando en un imaginario vuelo desde el Atlántico
hasta el Pacífico. Ninguno de los poemas de esta primera
edición alcanza la intensidad de éste, a excepción
de "Los dormidos", otro vuelo visionario en el que
queda simbolizada la vida, la muerte y el nuevo nacimiento.
Animado por una felicitación del ensayista y poeta Ralph
Waldo Emerson, se dio prisa en preparar una nueva edición
de Hojas de hierba (1856), que contenía numerosas revisiones
y añadidos, y que fue la primera de una serie de reediciones
retocadas que el poeta iría realizando a lo largo de su
vida. El poema que más destaca dentro de esta edición
es "En el transbordador de Brooklyn", en el que Whitman
reúne a todos sus lectores del pasado y el futuro a bordo
de un transbordador marítimo. En la tercera edición
del libro (1860), comienzan a aparecer poemas más alegóricos.
Así, en "La cuna que se mece sin fin, un pájaro
(la voz de la naturaleza) revela a un niño (el futuro
poeta) el significado de la muerte. En esta edición aparecieron
dos nuevos ciclos de poemas, "Hijos de Adán"
y "Calamus".
Redobles de tambor muestra la preocupación del poeta por
las consecuencias de la Guerra Civil estadounidense. Secuela
(1866) a Redobles de tambor contiene "Cuando las lilas florecían
en la puerta del patio", una gran elegía a Abraham
Lincoln, así como su poema más conocido, "¡Oh,
capitán, mi capitán!". Otra obra suya, Paso
hacia la India (1871) estaba basada en una visión mística
de la unión de Oriente y Occidente, paralela a la del
alma con Dios, simbolizadas por los modernos medios de comunicación
y transporte.
En 1897, se publicó un nuevo ciclo de poemas, "Ecos
de la vejez", que pasó a formar parte de la versión
definitiva de Hojas de hierba, editada en 1965 por Harold W.
Blodgett y Sculley Bradley y traducida al español por
el escritor argentino Jorge Luis Borges, en 1972.
En el transcurso de la guerra de Secesión, Whitman asistió
espiritualmente a soldados heridos en un hospital militar del
bando norteño en la ciudad de Washington. Prosiguió
con su trabajo para el gobierno hasta 1873, en que sufrió
un grave ataque que le dejó como secuela una parálisis
parcial. Falleció el 26 de marzo de 1892.
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