Nació el 6 de marzo de 1941 en Witney, Oxfordshire, Inglaterra.  Después de trabajar varios años en Gran Bretaña en varias posiciones en la Biblioteca Británica y en la Biblioteca Nacional Británica, se trasladó a Estados Unidos para enseñar bibliotecología en la Universidad de Illinois.  Actualmente, es el Decano de Servicios Bibliotecarios de la Universidad Estatal de California en Fresno.

Ha recibido el Margaret Mann Citation y la Medalla Melvil Dewey.  Es ampliamente reconocido por sus discursos y sus grandes contribuciones a los estudios bibliotecarios en libros y artículos de revistas.

Michael Gorman fue uno de los promotores del establecimiento de las Reglas Anglo-Americanas de Catalogación, 2da. Edición en la década de los ‘80.  Trabajó en los comités editoriales y escribió varios artículos críticos evaluando no sólo las RAAC2, sino también la situación general en la catalogación y las consecuencias del incremento en la automatización.

Michael Gorman se ha interesado en el control bibliográfico, la catalogación y la automatización de las bibliotecas.  Es respetado como uno de los principales pensadores en cuanto a los servicios tecnológicos actuales.  Sus intereses en este campo van más allá de las meras consideraciones técnicas.  La bibliotecología como un todo y su filosofía, ocupan un amplio lugar en sus escritos.

En su más reciente libro, coescrito con Walt Crawford, Bibliotecas del futuro, sueños, locura y realidad, intenta proveer un análisis del estado actual de las bibliotecas y la bibliotecología en una época de acelerado desarrollo tecnológico.  Mediante la combinación de un profundo entendimiento del proceso del trabajo bibliotecario con un amplio conocimiento de la historia de las bibliotecas, Gorman tiene éxito al articular racional y éticamente un credo para el bibliotecario contemporáneo.

De esta forma, provee nuevas formas de releer las cinco leyes de la ciencia bibliotecaria enunciadas por S.R. Ranganathan:

• Las bibliotecas sirven a la humanidad.

• Respetar todas las formas en que se transmite el pensamiento.

• Usar la tecnología inteligentemente para mejorar el servicio.

• Proteger el acceso gratuito al conocimiento.

• Honrar el pasado y crear el futuro.

Al final de este libro, ofrece estos sagaces pensamientos para que los bibliotecarios los ponderen mientras abrazan el futuro:

• Recordar que el servicio a las personas y a las comunidades es la razón primaria para la existencia de las bibliotecas.

• Reconocer que el conocimiento y el entendimiento, no los datos y la información, son el interés primordial de las bibliotecas.

• Defender los principios éticos de la bibliotecología -acceso igual a los materiales y recursos, servicios, cooperación y libertad intelectual.

Enorgullecerse de la forma en que los bibliotecarios y las bibliotecas han honrado su misión durante siglos y han aceptado el peso de esa misión, esa eterna misión de coleccionar, preservar, organizar y diseminar los documentos donde constan el conocimiento y la información para la humanidad y proveer servicios a las personas basados en estos documentos.