OBJETIVO

METODOLOGÍA

La idea central que orienta la acción parroquial es el hecho de que, “los cristianos estamos llamados a vivir en plenitud y queremos compartir con otros estas experiencias de fe”.

METODOLOGÍA
La implementación de las comunidades de vida, es una de las metodologías desarrolladas en el proyecto, dentro del cual en la medida que el joven se va relacionando e integrando a la comunidad, le es posible vivenciar experiencias significativas que refuercen el crecimiento personal, cristiano y comunitario.

Mediante el itinerario formativo se ha pretendido que los mismos jóvenes sean protagonistas de sus procesos y capaces de consolidar su identidad y afianzar sus valores, apuntando al desarrollo de un proyecto de vida, con una mirada positiva frente a las diversas situaciones adversas que les toca vivir.

Para poder desarrollar el proyecto de itinerario formativo el joven pasa por tres niveles, en el primer nivel (dos primeros años), se trabaja el tema de la identidad, en el segundo nivel (tercer y cuarto año ) se trabaja el ser, para finalizar el tercer nivel con una primera aproximación al trabajo en el proyecto de vida, con una duración aproximada de tres años.

Este itinerario formativo pretende abarcar toda la vida del joven, respetando siempre los procesos personales de cada uno. Aquí es donde se va adquiriendo el sentido de vinculación y permanencia, de cohesión e integración de experiencias, no sólo de “pasar” por la comunidad, como suele suceder en los modelos pastorales tradicionales, cuando solo "asisten" a la comunidad para recibir un sacramento.

Asimismo se rescata el hecho de que las experiencias formativas contribuyen a una mayor apertura de los grupos juveniles parroquiales hacia la comunidad, acercamiento a la población, mediante experiencias de misiones y apostolados fundamentalmente.

Los logros de la experiencia se relacionan con el hecho de que la gran mayoría de los jóvenes presentan falencias en el plano afectivo familiar, por lo que la pastoral ha motivado al mayor desarrollo de la dimensión afectiva, donde los participantes se sienten queridos y acogidos. El hecho de escuchar a los jóvenes es la tarea básica a realizar, frente a lo cual no todos están preparados.