Quiero a tu carne de mis dedos víctima
y a los poros de tu piel como alimento.
Quiero a mi lengua buscando tus rincones
hasta encontrar tu alma en un suspiro.
Quiero beberme todas tus esencias
hasta calmar mi sed con tus temblores
y llorar de placer mientras yo habito
las más tiernas moradas de tu cuerpo.
Con nuestras almas en un sólo deseo,
y nuestros cuerpos en un sólo Universo
te entregaré sin condiciones mi locura
para que tu dispongas, mi amor, con tu ternura.
Quiero, mi amor, la noche eterna.
Quiero, mi amor, que el día no exista
para estar en tus brazos cobijado,
para estar en tu alma suspendido.
Quiero, mi amor, poder vivirte
aunque luego el destino nos traicione
y arriesgarme el alma con tu carne
y arriesgar tu alma en mis entrañas.
|
| | |