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Restos Arqueológicos
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Los restos arqueológicos

En 1997, en el curso de unas labores agrícolas aparecieron en el término de Zamudio (Txorierri, Vizcaya) restos de un antiguo camino y dos puentes de piedra.

Uno de estos puentes, elaborado en cuidada sillería, portaba en las dovelas centrales los símbolos "L" y "Z", a ambos lados de una cruz.

Tras un análisis arqueológico, y documental en los archivos vizcaínos, se comprobó que este puente aparecía en la documentación del siglo XVIII con el nombre de Puente Aricondo (y en la del XVII), ejerciendo de límite municipal o mojón entre los pueblos de Lezama y Zamudio, y jugando un papel importante en la vida de los mismos por cuanto ambos pueblos se reunían junto al puente para dirimir sus disputas.

Otro de los hallazgos fue de unos fragmentos de calzada de piedra que, tipológica y documentalmente, se pueden fechar en torno al siglo XVIII.

Camino de Santiago

La investigación cartográfica y bibliográfica reveló que este camino y sus puentes formaban parte de una antiquísima ruta que hunde sus raíces en la época romana y que fue famosa a partir de la Edad Media por formar parte del primitivo Camino de Santiago costero. Este camino, ruta anterior a la del actual "camino francés", venía de Francia por la costa y atravesando el litoral guipuzcoano y vizcaíno proseguía hasta Santiago.

Del mismo, en Vizcaya sólo nos quedan otros tres fragmentos, y hasta este hallazgo, su trazado completo era desconocido.

Ruta Juradera

Ya a finales de la Edad Media parte del camino de Santiago litoral se convierte en Ruta Juradera, o sea en la vía por la cual los Señores de Vizcaya (y cuando lo fueron, los Reyes castellanos) cumplían con el rito de jurar sus fueros haciéndolo a las puertas de Bilbao, en Larrabezúa, bajo el árbol de Guernica y en Bermeo.

Significación

Estos restos tienen, no sólo un valor arqueológico (ya que tienen por lo menos dos siglos de antigüedad), sino cultural, por cuanto pertenecen a rutas históricamente documentadas que además han tenido un papel religioso, político y simbólico en la Historia de Vizcaya, pues ya aparece mencionado en la Carta Puebla que recoge la fundación de Bilbao en 1300.

Patrimonio en riesgo

Sin embargo, hoy en día el trazado de una autopista amenaza con destruir uno de los pocos restos que tenemos de la Vizcaya antigua, en un trazado que sólo con ser desviado 50 metros salvaría el patrimonio de todos.

La Diputación, sin rebatir el estudio efectuado por dos expertas (cuyos contenidos resumimos aquí), considera que a pesar de que haya pruebas documentales de la antigüedad de los mismos "carecen de interés patrimonial".

En una provincia que destaca por la ausencia relativa de patrimonio artístico y arqueológico la destrucción SIN NECESIDAD de restos arqueológicos es un atentado contra el patrimonio de todos los vizcaínos.

El Patrimonio arqueológico es de todos y como tal debe ser preservado y protegido, no "seleccionado" en función de criterios cuantitativos (o sea, de cada 50 puentes sacrificamos 25, ...).

Una sociedad culta se distingue por el nivel de protección de su Patrimonio Cultural.

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