Doña Felisa



El pasado fin de semana el pueblo de Puerto Rico perdío a quien quizás haya sido una de las mujeres de más relevancia en la historia política y social del país.  Doña Felisa Rincon de Gautier o Doña Fela como la llamaban nuestros hombres y mujeres humildes, sentó las bases y participó activamente en una revolución social y económica en la Ciudad Capital de San Juan Bautista.

Doña Fela fue primera en muchas cosas.  Pero quizás sus contribuciones mayores a nuestra sociedad fueron en primer lugar el elevar el rol de la mujer puertorriqueña en el gobierno, en la política, en la empresa privada.  Fue verdaderamente la precursora de la liberación femenina, de la igualdad política social, y económica de la mujer en nuestra sociedad.  Lo hizo con gracia, con femineidad, con respeto pero con fortaleza.

En segundo término es necesario hacer hincapié en su preocupación y dedicación a la niñez y juventud puertorriqueña y especialmente la de San Juan.  Esa constituye su más importante obra.  Esa quedó en la mente de miles de niños que hoy, como adultos y a través del tiempo, desde distintos lugares y en distintas funciones sirven bien a nuestro pueblo por el ejemplo, por la ayuda, que les dio Doña Fela.

Ejemplos de ese amor entrañable por los niños lo fue la famosa nieve traída de los Estados Unidos para los niños puertorriqueños que no podían ni tan siquiera soñar con algún dia verla y tocarla.  El segundo evento ejemplificante de este gran amor y dedicación a la niñez fue su famosa repartición de juguetes el Dia de los Reyes Magos que culminó con que Doña Fela vendiera su casa para hacer los regalos a sus niños .

Doña Fela lo dio todo por su pueblo.  Basta con recordar lo que en una entrevista señalara para comprender la grandeza de esta mujer.  "Quiero morir dándole felicidad a la gente".  Así murió.  Su entierro fue uno alegre porque nos despedíamos de alguien bueno, feliz y que siempre nos dio felicidad.  La mejor despedida y elogio a Doña Fela la escuchamos de una humilde anciana de La Perla que al verla en el féretro sólo pudo expresar:  "Que linda eres".

Relatar aquí las muchas medallas, premios, honores y doctorados que recibió de muchos países e instituciones en todo el mundo, o las distinciones de que fue merecedora como Dama de las Americas; o de los programas a nivel de los Estados Unidos y de otros paises; o de las primicias que logró por ser la primera mujer alcaldesa del hemisferio occidental, requeriría muchas páginas de este periódico.  Basta con que recordemos dos mensajes que recibimos de ella en sus últimos años de vida y servicio a este su pueblo.  Lo más importante para Doña Fela en el servicio público fue "crear en las personas que trabajaban conmigo un sentido de responsabilidad administrativa".  A los niños y jóvenes puertorriqueños les dejó su herencia.  "Yo hice todo lo que pude, ahora le toca a los jóvenes continuar la obra".

Que las palabras de Doña Fela nos sirvan de inspiración.


Editorial del periódico El Diario, p. 8, 22 de septiembre de 1994.

Dr. Cirilo Toro Vargas
Publicado en el Internet:  15 de abril de 2000.

Información actualizada:  10 de julio de 2000.