REFLEXIÓN
LA VERDAD... MI VERDAD, TU VERDAD
Uno de
los valores más confusos dentro del mundo y la
espiritualidad, es la verdad... ¿En que lugar del
mundo reside la verdad?.
La buscamos en nuestra familia, en los amigos, en
las religiones, en nuestra vocación. Y no logramos
encontrarla.
El mundo en
el que vivimos, es un círculo viciado de la verdad,
la oculta, la disfraza... la mata. A final de
cuentas, eso nos enseñan, y eso aprendemos.
La verdad
no tiene un sitio en especial para vivir, no es
exclusiva del cielo, ni de las Sagradas Escrituras.
Si quieres
buscarla, encontrarla y vivir dentro de ella, solo
tienes que asomarte a tu corazón. Ahí se encuentra
la verdad... tu verdad.
La verdad
no se puede generalizar porque parte de cada
corazón, de cada ser. Cada persona es un ser único,
por lo tanto guarda un mundo diferente y una verdad
diferente. Todas las verdades son válidas si
provienen del corazón.
Desde que
nacemos, vivimos en una lucha constante contra
nuestra verdad. Nos acostumbramos a buscar la
aceptación y el amor de la gente igualando nuestros
pensamientos y creencias con la de los demás,
adoptamos sus formas de dirigirse y de actuar aunque
esto signifique ahogar tanto la voz de nuestro
corazón que termine siendo inaudible ante nuestros
oídos, ocultándonos a nosotros mismos nuestra propia
verdad, nuestra razón de vivir, y nuestra propia
identidad. Entonces nos olvidamos de vivir nuestra
vida y empezamos a vivir como quieren los demás que
vivamos, nuestra vida se convierte en un continuo
suicidio, en una alarma silenciosa, que nos indica
que caminamos con un cuerpo físico vivo, pero con el
alma muerta.
Las
palabras de Cristo liberan nuestra alma... "La
verdad os hará libres", a esta frase se le pueden
buscar mil interpretaciones, y por cualquier
perspectiva, siempre es igual... ¿quieres libertad?
¡Vive dentro de la verdad!. Practícala hasta en las
cosas más simples... experiméntala.
- Cuanto
te inviten a un sitio al que no deseas asistir, no
inventes pretextos, será difícil recordarlos y
defenderlos después, menciona tus motivos y deja
la puerta abierta para otra posible invitación.
- Tus
creencias, pensamientos, y sentimientos valen.
Exponlos y defiéndelos, no trates de convencer a
nadie con tu ideología, recuerda que cada quien
tiene su propia verdad, limítate a comentar tus
puntos de vista, y recibe libremente los de los
demás, crea un intercambio de opiniones, sin
apasionamientos.
- Abre tus
oídos a la voz del corazón, es tu mejor guía. Las
intuiciones, tus gustos, tu vocación, las cosas
que te llenan de energía y te hacen feliz, son los
caminos del corazón y son tu verdad. Lo que te
hace sufrir, lo que desgasta tu energía, lo que te
desagrada, son las indicaciones de que estás
equivocando el camino. Ahí es donde es necesario
cambiar.
La
verdad no es el dolor, es el amor.
La verdad
es un compromiso con nosotros mismos, es asumir
nuestra responsabilidad y dejar de culpar al
destino, a la gente y a las circunstancias de
nuestra mala suerte.
Es afrontar al
mundo entero por una sola razón...
La
Libertad de Vivir.
Leonerk
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