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Fuente: WEB PEP CARDONA. Rincón Literario

EL ESTILO LITERARIO

El estilo literario, es la manera de expresarse propia de cada autor, de cada escuela literaria, de cada época, etc. Así, no sólo podemos hablar del estilo de Cervantes (característico de este gran autor), sino del estilo culterano (típico de una escuela española del siglo XVII) o del estilo renacentista (propio de la época del Renacimiento).

División clásica del estilo

Desde los comienzos de la literatura europea -en Grecia y Roma-, se creía que el estilo tenía que adaptarse al tema de que se hablara. Esto era debido a que se veía el mundo perfectamente ordenado, y se afirmaba que a cada cosa le correspondía una manera de ser fija, y unas determinadas palabras para expresarla. Por ejemplo- un héroe debía -ser -siempre valiente y esforzado; un rey, poderoso y justiciero; una niña, inocente y dulce; un criado, fiel y servicial... Del mismo modo, unas palabras o unas expresiones serían las más propias para hablar del héroe, mientras que otras lo serían para referirse al criado.

Como el mundo se veía dividido en categorías, el estilo debía, pues, ajustarse a ellas. Por eso, el estilo, según los clásicos grecolatinos, se dividía en sencillo, medio y sublime.

En general, puede decirse que el ESTILO SENCILLO era el espontáneo y natural y servía para tratar de cosas humildes.

El ESTILO MEDIO era más cuidado y elegante. Se utilizaba para expresar conceptos algo más elevados.

El ESTILO SUBLIME se usaba para manifestar las actitudes dramáticas y entusiastas y se aplicaba a asuntos nobles y grandes. Se llenaba de adornos y resultaba solemne y magnífico.

Virgilio, el gran poeta latino, puede servir de ejemplo para estudiarlos. Obsérvese que él, cuando hablaba de los pastores con sus ovejas, utilizaba el estilo sencillo. Mientras que para referirse a los campesinos, con sus bueyes y sus árboles frutales, usaba el estilo medio.

Y finalmente, para cantar en la Eneida las hazañas de un héroe famoso, aplicaba el rico vocabulario y las brillantes imágenes del estilo sublime,

Otros tipos de estilo

A) SEGUN EL CARACTER DEL ESCRITOR

En el siglo XVII se descubre que las cosas del mundo no son iguales para todos, puesto que cada uno las ve a su manera. Por eso, el lenguaje que trate de representar la realidad irá cambiando según el individuo que lo utilice, e incluso según el estado de ánimo en que se encuentre el autor.

De acuerdo con ello, habrá infinidad de clases de estilo, pues el escritor puede ser un hombre entusiasta, ecuánime o frío..., o hallarse en un esta- do de euforia, de depresión, de serenidad... En cada caso variará su expresión y, por lo tanto, su estilo. Por eso pudo decirse entonces que 'el estilo es el hombre'.

He aquí, por ejemplo, una muestra de estilo entusiasta.

"Cantemos al Señor, que en la llanura
venció del ancho mar al Trance fiero;
Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra
salud y gloria nuestra.
Tú rompiste las fuerzas y la dura
frente de Faraón, feroz guerrero;
Sus escogidos príncipes cubrieron
los abismos del mar, y descendieron,
cual piedra, en el profundo, y tu ira luego
los tragó, como arista seca el fuego."

                        (HERRERA: Canción por la victoria de Lepanto)

Frente a esta vibrante descripción de una batalla, véase cómo puede referirse a un torneo un escritor sereno:

"Lidiábase en los torneos a pie y a caballo, con lanza o con espada, en liza o en campo abierto, y con variedad de armaduras y de formas. La justa era de ordinario una parte del espectáculo, a veces separada, y siempre más frecuente, como que necesitaba de menor aparato y número de combatientes. Distinguías del torneo en que éste figuraba una lid de encuentro de hombre a hombre".

(JOVELLANOS. Memoria para el arreglo de la policía de los espectáculos).

Obsérvese, en fin, la dolorida expresión de un escritor deprimido:

Hoy como ayer, mañana como hoy,
¡y siempre igual!
un cielo gris, un horizonte eterno,
¡y andar... andar!

Moviéndose a compás, como una estúpida
máquina, el coro;
la torpe inteligencia, el cerebro
dormida en un rincón...
                                              (BECQUER: Rimas)

B) Según LA Visión DEL MUNDO QUE TIENE EL AUTOR.

El artista desea a veces explicarnos una realidad que le impresionó muy vivamente, Y procura reproducirla tal cual él la vio, sin deformarla en absoluto. Entonces utiliza un estilo REALISTA.

Para hacer arte realista, es necesario un minucioso análisis de todos los elementos de lo real, con el fin de reproducirlos en la obra con la mayor exactitud posible. Por ejemplo, he aquí un fragmento de Pereda, notable escritor realista del siglo XIX.

El uno era un muchacho frescote, rollizo, de ojos negros, pelo abundante, lustroso y revuelto; boca risueña, redonda barbilla, y dientes y color de una salud de bronce; representaba doce años de edad, y vestía como los hijos de "los señores". Traía de la mano a una muchachuela pobre, mucho más baja que él, delgadita, pálida, algo aguileña, el pelo tirando a rubio, dura de entrecejo y valiente de mirada.

Otras veces, el autor, a través de su visión personal, nos presenta una realidad deformada, distinta de la que vemos habitualmente, pues en ella se ha hecho una selección, es decir, se han destacado ciertos rasgos que al autor le parecieron más expresivos y, en cambio, se han olvidado otros muchos que él creyó indiferentes.

Por ejemplo, un pintor, cuando pinta la realidad con las perspectivas adecuadas y los colores y las formas exactamente imitadas de los objetos que tiene ante su vista, ejecuta una pintura realista, y a nosotros nos parece tener delante de los ojos una fotografía. Sin embargo, para otro pintor, los objetos se habrán convertido sólo en siluetas, puesto que lo que más le impresionó fueron las formas. Para otro, en cambio, cada objeto será una mancha de color, puesto que lo que a él le gustó fue el conjunto armónico de los colores, etc. El primer pintor nos daría una visión realista del modelo, los otros una visión, "estilizada".

A esta selección de rasgos en el arte se le da, pues, el nombre de ESTILIZACIÓN.

La estilización puede llevamos por dos caminos opuestos: o bien a ver en las cosas sólo su lado bueno o bello - arte o estilo IDEALISTA -, o bien a destacar únicamente la fealdad de las cosas con el fin de que ello nos produzca una fuerte impresión - arte o estilo EXPRESIONISTA -

Véase, la descripción idealista del rostro de una mujer, tal como aparece en la tragicomedia de Calísto y Melibea

Los ojos verdes, rasgados; las pestañas luengas, las cejas delgadas y alzadas; la nariz mediana; la boca pequeña; los dientes menudos y blancos; los labios colorados y grosezuelos; el torno del rostro poco más luengo que redondo. La tez lisa, lustrosa; el cuerpo suyo oscurece la nieve; las manos pequeñas en mediana manera, de dulce carne acompañadas; los dedos luengos; las uñas en ellos largas y coloradas, que parecen rubíes entre perlas...

Obsérvese ahora la caricatura que hace Quevedo de un hombre que tenía una nariz grande: Érase un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa, érase una nariz sayón y escriba, érase un peje espada muy barbado...

El primer fragmento está escrito en ESTILO IDEALISTA, mientras que el segundo es una clara muestra de EXPRESIONISMO.

C) Según LA FORMA DE EXPRESION

El estilo puede también clasificarse teniendo en cuenta no el carácter del escritor ni su visión del mundo, sino el tipo de lenguaje empleado - conciso o bien AMPULOSO, SOLEMNE o JUGETON, RETORICO o FAMILIAR.

Véanse como ejemplo de estilo conciso o cortado, estas máximas de Gracián:

Ninguno hay que no pueda ser maestro de otro en algo; no hay quien no exceda al que excede. Saber disfrutar a cada uno es útil saber: el sabio estima a todos porque reconoce lo bueno en cada uno, y sabe lo que cuestan las cosas de hacerse bien. El necio desprecia a todos, por ignorancia de lo bueno y por elección de lo peor.

Y como muestra de estilo ampuloso o grandilocuente, estas líricas de Fray Luis de Granada:

Estas y otras muchas utilidades tenemos en la mar. Porque, como dice San Ambrosio, ella es hospedería de los ríos, fuente de las aguas, materia de las grandes avenidas, acarreadora de las mercaderías, compendio de los caminantes, remedio de la esterilidad, socorro de las necesidades, y liga con que los pueblos apartados se ligan, y freno del furor de los bárbaros, para que no nos hagan tanto daño.

Escuelas literarias. - En otros tiempos se creyó que la actividad literaria estaba sujeta a normas o leyes y que todos los autores tenían que buscar la belleza por los mismos caminos.

En realidad, lo que ocurre es que un autor, cuando es realmente genial, crea procedimientos originales. Después, muchos escritores lo toman como modelo, y se forma una ESCUELA LITERARIA.

Así, pues, cada escuela literaria está constituida par una serie de escritores que utilizan análogos procedimientos de estilo.

Algunas veces, varios escritores pertenecen a la misma escuela, no por- que uno imite a otro, sino por una simple coincidencia de gusto y de ideas, debido al hecho de ser de una misma época o de pertenecer al mismo ambiente.