¿Hacia donde va el rock en español?
Por Rogelio Navarro
Mucho se ha hablado del boom latino en los Estados Unidos, que si Shakira, que si Ricky Martin o Salma Hayek, pero además de los logros de estas personalidades, hay otra parte de la música y la propuesta de iberoamericana a la que hay que prestarle atención, y esa es el Rock en español.
Desde que existe el rock como género hubo repercusión en América Latina y España, el primer lugar fue México, y después se dejó venir toda una ola de intérpretes y compositores que han ido dando color a este tipo de música. Empezando por los Teen Tops (el primer grupo de Enrique Guzamán), pasando por Seru Girán en Argentina y terminando en fenómenos sumamente interesantes como Juanes, Jaguares, Gustavo Cerati, Juan Perro, el TRI, desde siempre ha existido “gusanito” por crear una expresión propia y juvenil de este género.
En Iberoamérica, y en las comunidades latinas en losEstados Unidos, el rock ha pasado de ser exaltado a reprimido, de ignorado a comercializado. Se puede decir que la lucha por la difusión del rock latino es un factor que siempre ha estado presente. Hoy día, a partir de los logros de varios músicos, managers y promotores, parece que la puerta se abre un poquito para que nuestro rock tenga el lugar que le corresponde. Sin embargo, no hay que perder de vista que todo tiene sus bemoles, no todo es paz y felicidad para los artistas; pues varios de ellos corren el riesgo de caer en fórmulas repetitivas o en el simple seguir tocando lo mismo y las mismas canciones.
Definitivamente hoy más que nunca es tiempo de trabajar y de renovarse, ejemplos claros son: Café Tacvba, La Barranca, Aterciopelados, Charly García, el mismo Cerati o los regiomontanos Kinky. Y me parece que en este momento el factor más importante para mantenerse es ese: darse la vuelta y crear una nueva propuesta, pues (con sus honrosas excepciones) ahora a diferencia de otras épocas donde la juventud era la que proponía y revolucionaba, en este momento, pareciera que las propuestas de mayor vanguardia vienen de los grupos más ignorados y de los músicos más experimentados.
También es cierto que en este momento, queda claro que el rock en español sabe a eso, a Latinoamérica, a fusión, a identidad propia. Casos como Los lobos, Pastilla, Control Machete dan cuenta histórica de ello.
A todo lo largo del mundo latino, hoy los escenarios y herramientas alternativas se proyectan como la opción para las bandas en cuanto a su difusión. Los grupos ahora voltean a ver el camino independiente (Santa Sabina, Manú Chao) para la realización de conciertos y CD’s. Y tal vez, esa es la riqueza del rock en español, que siempre (o casi siempre) tiene el sabor a independencia y a propuesta, o como dirían los gringos a “bootleg”. Las grandes ventajas que tienen en este momento tanto el público como las bandas es el Internet, y los medios digitales, pues hoy como nunca antes es más fácil grabar y distribuir material en la red o simplemente llegar a más oídos, y del mismo modo el público latino tiene más cerca la facilidad de saber de sus artistas y de escuchar nuevas propuestas, sin que importe tanto dónde se generen.
Si el llamado boom latino en los Estados unidos ha servido de algo para nuestro rock, es preciso para darle un mejor lugar, más dignidad y el reconocimiento que justamente le toca. No en vano figuras como Alejandro Lora, Saúl Hernández o Luis Alberto Spinetta se pasaron toda la vida aferrados a la idea de que el rock en español no sólo es música, sino también un modo de vida.
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