El tema de las armas de fuego siempre suscita
polémicas y opiniones encontradas. Muchas veces hablamos o emitimos juicios sin
tener mucha información técnica para respaldarlos y damos como ciertos hechos
que se basan en rumores o creencias populares. En estos días, tuve la
oportunidad de leer un interesantísimo material titulado "Resistencia
armada al crimen: La naturaleza de la defensa personal con armas". de Gary
Kleck y Marc Gertz, publicado en The Journal of Criminal Law & Criminology,
de la Northwestern University Schoold of Law; basado en el "National Crime
Victim Survey" y recogido en "The World Wide Web Gun Defense
Clock".
Cada 13 segundos un norteamericano usa un
arma de fuego para defenderse de un ataque criminal. Del primero de enero al 18
de marzo de este año, 509.678 ciudadanos han detenido agresiones criminales al
usar su arma de fuego... Recordemos que Estados Unidos tiene una población de
265 millones de personas. Es el tercer país más poblado del mudo y con
semejante densidad poblacional, las cifras brutas de cualquier estadística
resultan abultadísima.
Mencionemos también que Estados Unidos es
el único país desarrollado con serios problemas de seguridad; sus índices
delictivos son 4 veces mayores que los de Francia, Alemania, Inglaterra o
Italia, y 10 veces mayores que los del Japón, Suecia u Holanda. Prosigamos con
las estadísticas: 15,7% de las personas que se han defendido con un arma tienen
la seguridad de que habrían resultado heridos o muertos, de no estar armados.
El estudio de Gary Kleck y Marc Gertz
señala que en 83,5% de las defensas, con armas de fuego, a las agresiones, el
atacante fue el que primero recurrió a la violencia.
Estas cifras contrastan con la idea,
sostenida por algunos, que portar un arma no tiene mayor relevancia en caso de
ser agredido o que puede resultar contraproducente tener un arma si uno es
atacado.
El estudio también dice que 91,7% de los
casos de las personas que recurrieron a su arma para defenderse, no tuvieron
necesidad de herir o matar a su agresor. 73,4% de esos casos, el agresor era un
desconocido para la víctima. Esta cifra choca con el mito de que una persona
que posee un arma la usará contra un familiar o alguien conocido.
En más de la mitad de los casos
estudiados, el ciudadano que recurrió a su arma para defenderse era agredido
por dos o más atacantes. 25% de los casos, se trataba de tres o más agresores.
Ningún otro tipo de equipo, accesorio, o pericia, tales como artes marciales,
spray irritantes o descargadores de electricidad, le hubiera dado a estas
víctimas potenciales una posibilidad de defensa, similar a la que les brindó el
arma de fuego.
79,7% de estos casos exitosos de defensa
al arma, el ciudadano portaba su arma oculta. La cuarta parte de los casos
estudiados sucedieron en sitios lejanos a la casa de la víctima.
Marvin Wolfgang, director del Sellin
Center of Studies in Criminology and Criminal Law, de la Universidad de
Pensilvania, considerado por muchos como uno de los más destacados
criminalistas de los Estados Unidos, al referirse a ese estudio, escribió:
"Yo siempre he sido partidario del control sobre las armas... quisiera que
se eliminaran todas las armas en manos de los civiles e incluso las que llevan
las instituciones policiales. Pero, el estudio de Gary Kleck y Marc Gertz me ha
puesto a dudar...
La
razón de mi duda es que ellos han realizado una investigación metodológica y
clara que contradice lo que yo he venido sosteniendo teóricamente por años...
Yo tengo que expresar mi admiración por la meticulosidad y prudencia expresada
en esa investigación. ¿Puede ser cierto que 2 millones de situaciones ocurren
cada año en las cuales se utilizó un arma de fuego defensivamente contra el
crimen? Es difícil de creer, pero no tenemos ningún elemento que nos haga dudar
de la transparencia del estudio de Gary Kleck y Marc Gertz, ni de las cifras
del National Crime Victim Survey. No me agradan sus conclusiones, pero no tengo
dudas sobre la metodología y coherencia del estudio que realizaron..."
Veamos algunas estadísticas e información
adicionales, correspondiente a The World Wide Web Gun Defense Clock: - En los
Estados Unidos cada 30 minutos se comete un homicidio con un arma de fuego;
pero, en las dos terceras partes de los casos, las víctimas tenían antecedentes
penales y expedientes con la justicia; es decir, no se trataba de ciudadanos
honestos sin récord criminal.
El proceso de sociabilización de los
jóvenes usuarios de armas de fuego es totalmente distinto entre los que las
tienen legales y los que usan armas ilegalmente. Los jóvenes que poseen armas
legalmente generalmente provienen de familias en las que sus padres usaban
armas para deportes o cacería. Pero los jóvenes que portan armas ilegales
tienen amigos que hacen lo mismo y muchas veces son miembros de pandillas. Para
los usuarios legales, el proceso de armarse se realiza "en familia";
para los usuarios ilegales, ocurre en la calle.
El hecho de que los ciudadanos puedan
portar un arma de fuego legalmente no hace a la sociedad más violenta, o van a
generarse tiroteos por incidentes de tránsito. Por ejemplo, en el estado de
Florida, donde cientos de miles de ciudadanos portan legalmente armas, no se
conoce de delitos cometidos por estas personas. De hecho, los índices de
homicidio, atracos, violaciones y robos son bastante menores en las regiones de
los Estados Unidos donde es fácil obtener la licencia para portar un arma, que
en aquellos estados donde están prohibidas las armas o es muy difícil obtener
la licencia.
Reducir los permisos de armas de fuego no
tiene repercusiones sobre la tasa de suicidios. En Canadá se prohibieron,
totalmente en 1976, las armas cortas de fuego para civiles Los índices de
suicidios no disminuyeron por ello. Los suicidas sustituyeron las armas por
lanzarse al vacío desde puentes o edificios altos...