17 de marzo

Junio de 2002

La revolución bolivariana frente al golpe de estado del 11 de abril


Belén Meneses

Maracay,

Junio de 2002


Tabla de contenido

VOLVIÓ... VOLVIÓ... VOLVIÓ... VOLVIÓ
LA TRAMPA DE LOS CONSPIRADORES
GRAN DIFERENCIA ENTRE LA REBELIÓN DEL 4 DE FEBERO DE 1992 Y EL GOLPE DE ESTADO DEL 11 DE ABRIL DE 2002-08-22
LOS IDEALES Y EL ESPÍRITU DE SACRIFICIO
LA CONCENTRACIÓN DE LOS BOLIVARIANOS EL DÍA 11 DE ABRIL
AHORA INTENTAN UN "GOLPE INSTITUCIONAL"
¿NUEVAMENTE LA "MERITOCRACIA"?
IMPORTANCIA HISTÓRICA DE LAS "FUERZAS DE RECHAZO"
EL RESCATE DE LOS VALORES

LOS PAROS Y HUELGAS DE LA EDUCACIÓN Y LA SALUD
LA EDUCACIÓN ES SAGRADA

VOLVIÓ... VOLVIÓ... VOLVIÓ... VOLVIÓ

Nosotros habíamos explicado en el trabajo anterior, publicado antes del golpe de estado del 11 de abril, que existía una diferencia cualitativa entre las marchas de la oposición y las de los partidarios del gobierno revolucionario. Pues bien, pensamos que precisamente allí se encuentra el punto central para entender el retorno del Presidente Chávez al poder.

Por primera vez en la historia ocurre que un presidente derrocado en una asonada golpista retorne al poder casi de inmediato. Y es que la reacción del pueblo y la Fuerza Armada, unidos, tampoco se hizo esperar. Como explicáramos en nuestro trabajo ¿ES POSIBLE LA REVOLUCIÓN PACÍFICA? EL CASO DE VENEZUELA (marzo 2002), en el régimen de Hugo Chávez el pueblo sale a marchar a favor del gobierno, cosa que jamás ocurrió en los regímenes puntofijistas. Y esto, decíamos, tiene un profundo significado, porque demuestra que este pueblo está dispuesto a salir para defender su revolución.

Esta afirmación quedó demostrada el 13 de abril, Día de la Dignidad, cuando salieron millones de venezolanos a lo largo y ancho del país para pedir el retorno del Presidente Constitucional Hugo Chávez, en una reacción popular y de jóvenes militares, inspirada en su fe en la Constitución y el estado de derecho, inspirada en la disposición de la Fuerza Armada y del pueblo a defender a institucionalidad. Esto culmina con la detención de los militares golpistas en la sede misma de Fuerte Tiuna.

El Presidente fue rescatado en la isla de La Orchila, donde estaba prisionero después de habérsele recluido, para evitar su liberación, en diversos lugares (primero dentro de Fuerte Tiuna y luego en la Base Naval de Turiamo). Las acciones se llevaron a cabo a través de la Operación Rescate de la Dignidad, dirigida desde Maracay por los Generales Raúl Isaías Baduel, Julio García Montoya, Luis Acevedo y Pedro Torres Finol (los dos últimos fallecidos días más tarde en accidente aéreo, donde murieron también los patriotas: General Rafael Quintana Bello, General Julio Ochoa Omaña, Capitán Jesús Viera, Teniente Jorge Gherson, Teniente Wilmer Ramírez, Teniente Elvis Tovar Prieto, St1 Glanny González Dugarte y At2 Henry Gómez Guerra).

Participación destacada en las acciones emprendidas tuvo el General Raúl Isaías Baduel, Comandante de la 42 Brigada de Paracaidistas de Maracay. Al declararse apegado a la constitucionalidad desde el primer momento. Baduel logró que esta ciudad se convirtiera en el bastión de la revolución en Venezuela. Alrededor de la Brigada fue conglomerándose el pueblo, estableciéndose así un apoyo mutuo entre éste y la Fuerza Armada. A medida que la manifestación de apoyo crecía, también a nivel nacional el pueblo se aglomeró alrededor de los cuarteles, llegando a concentrarse por cientos de miles en Fuerte Tiuna. Aquí el pueblo fue apaciguado por oficiales constitucionalistas, destacándose los generales Jorge Luis García Carneiro y Melvin López Hidalgo.

Las distintas guarniciones del país se fueron sumando a la causa, declarándose sus oficiales, constitucionalistas. Finalmente el pueblo, en una acción donde participaron los soldados de la Patria, retoma el Palacio de Miraflores. El Vicepresidente Diosdado Cabello es juramentado por el Presidente de la Asamblea Nacional, William Lara. En horas de la madrugada del 14 de abril, al Presidente Hugo Chávez se le transfiere nuevamente el poder, después de haber sido relegitimado con estas acciones por el soberano pueblo, otra vez, y en medio del grito de júbilo de millones de venezolanos: ¡VIVA CHÁVEZ!.

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LA TRAMPA DE LOS CONSPIRADORES

Durante los regímenes adecos y copeyanos se dieron múltiples y multitudinarias marchas en contra del gobierno, con un saldo de centenares de muertos y heridos. Por el contrario, en el gran número de manifestaciones de la oposición que se habían realizado en nuestro país en los tres años de gobierno del Presidente Chávez, antes del 11 de abril, jamás hubo hechos que lamentar. Pero en este día todo cambió, porque quienes habían asesinado, desaparecido y encarcelado a miles de venezolanos durante el puntofijismo, también estaban dispuestos por todos los medios, a buscar que el gobierno revolucionario bolivariano apareciera ante el pueblo venezolano y ante el mundo como uno más de sus gobiernos, donde todo el tiempo las paredes de nuestras calles se llenaban de graffitis ilustrando inscripciones como éstas: Carlos Andrés o CAP ASESINO, CALDERA ASESINO, RÓMULO ASESINO, LUIS HERRERA ASESINO, etc.

Pero todo esto tenía por objetivo justificar las acciones militares que condujeron al derrocamiento del Presidente Chávez. Los golpistas esperaban sacar al Presidente con un plan que imitara lo ocurrido en países como Yugoslavia, Filipinas, Indonesia, Ecuador, donde había funcionado que saliera el pueblo masivamente a la calle, pidiendo la renuncia del Jefe de Estado. Por eso cuando en la hermana República de Argentina el pueblo asaltó el palacio de gobierno con saldo lamentable de algunas muertes y la subsecuente destitución del Presidente Fernando De La Rúa, representantes de la oposición aquí en el país salieron a declarar que en Venezuela ocurriría lo mismo. Allí comenzaron a darle cuerpo a la forma final que tomaría su plan conspirativo.

Nosotros habíamos llamado la atención acerca de esto en el trabajo citado anteriormente. Los conspiradores ya estaban evidenciando la trampa que tenderían meses más tarde, tanto al gobierno revolucionario como a quienes marcharan junto a ellos desde Parque del Este hasta Chuao. Las personas que venían en la marcha desde Chuao el 11 de abril jamás imaginaron que estaban siendo conducidas por sus propios líderes hacia una trampa que también lo sería para el gobierno constitucionalmente establecido.

Para conocer a los autores de la masacre solamente debemos buscar las declaraciones que hicieran el pasado mes de enero, con respecto a la destitución del presidente argentino Fernando De La Rúa, los mismos que incitaron a los marchistas de Chuao a dirigirse hacia el Centro de la ciudad el 11 de abril y, otra vez, los mismos que aparecen ligados al gobierno dictatorial de Pedro Carmona. Ellos sabían que desviarían hacia Miraflores a los marchistas cuyos ánimos habían mantenido encendidos activamente a través de los medios de comunicación desde unos días antes y más aún en ese día fatídico, para intentar reproducir lo que había ocurrido en Argentina.

Sin embargo, en el trabajo antes citado, y esto no lo consideraron los conspiradores, dejamos perfectamente claro que existía una profunda diferencia entre quienes manifestaban aquí en Venezuela en contra del gobierno de Chávez y quienes lo habían hecho en Argentina en contra de las políticas neoliberales de Fernando De La Rúa. Porque, escribíamos, el pueblo que allá marchó contra el gobierno es el mismo que aquí lo hace a favor de la revolución. Y por esa pura, simple, y sencilla razón, en aquél país, nadie, absolutamente nadie, salió en defensa del gobierno de Fernando De La Rúa para pedir su restauración, mientras aquí en Venezuela, sostuvimos en nuestro trabajo, multitudes estarían dispuestas a salir a la calle para pedir el retorno de Chávez... lo cual pudimos comprobar el día 13 de abril.

Y, dijimos en nuestro trabajo, las razones por las cuales en Argentina, jamás, nadie salió a manifestar a favor del gobierno neoliberal, son las mismas que impedían al pueblo venezolano hacerlo a favor de los gobiernos adecos o copeyanos.

El plan conspirativo se había mostrado con toda su fuerza después que el proceso revolucionario se profundizara con la presentación, por parte del Ejecutivo Nacional, de las cuarenta y nueve leyes habilitantes, donde destacaban la Ley de Tierras, de Hidrocarburos, de Pesca, entre otras; leyes éstas de un elevado contenido social, para favorecer a los sectores económicamente más desprovistos.

Formaban parte del plan el pronunciamiento, por goteo, de algunos integrantes de la alta jerarquía militar, declaraciones de la cúpula eclesiástica, las falsas encuestas que daban al Presidente Chávez una popularidad muy inferior a la que realmente poseía, la campaña nacional e internacional contra el Presidente, el paro del 10 de diciembre, los paros que siguieron a éste (claramente anunciados en la conversación telefónica grabada entre los dos corruptos adecos, Carlos Andrés Pérez y Carlos Ortega), el paro de PDVSA y la ilegal huelga. Tras esto, los paros del nueve, del diez, y finalmente, la huelga general decretada a partir del día 11. Pero los paros y la huelga general habían fracasado, pues los trabajadores no hicieron caso de los llamados de la ilegítima CTV. Por esa razón, debían aprovechar la marcha multitudinaria, ampliamente publicitada por todos los medios de comunicación.

Los conspiradores, sin tomar en cuenta el fondo de las diferencias entre la situación argentina y la venezolana, tampoco veían las existentes entre los manifestantes argentinos y los de Chuao, pero claramente se evidenciaba que buscaban ayudar activamente a reproducir en Venezuela lo ocurrido en aquél país.

No obstante, los golpistas tenían perfecta conciencia de que existía un problema: en tres años del gobierno revolucionario jamás había ocurrido una sola muerte en las manifestaciones. Además, el pueblo bolivariano, chavista, o lo que la oposición llama chusma (y a la cual el Presidente Chávez ha declarado sentirse orgulloso de pertenecer) sale de inmediato a defender su gobierno cuando imagina siquiera que existe una amenaza contra la revolución o contra el Comandante; y por eso, algunos chavistas (unas treinta mil personas) no se habían apartado del Palacio de Miraflores desde que la oposición se estaba concentrando en PDVSA, unos días atrás. Esto representaba un problema para los conspiradores.

Sin embargo, los golpistas debían asegurarse que ocurrirían las muertes necesarias para justificar el derrocamiento del Presidente Chávez. De este modo, a pesar de que unas sesenta mil personas afectas al gobierno se encontraban frente al Palacio de Miraflores el día 11, los conspiradores no dudaron un instante en incitar a los trescientos mil que conformaban su marcha para dirigirse a Miraflores. Claramente, eran los autores intelectuales de la masacre. Pero además, como existía la posibilidad de que la marcha de la oposición fuese persuadida por su propio instinto de conservación a no enfrentar a los bolivarianos, entonces ellos apostaron francotiradores en los edificios aledaños al Palacio; francotiradores con armas de precisión capaces de asesinar con impactos en la cabeza y en el cuello, como lo hicieron con los manifestantes de ambos grupos. Iban a deslegitimar al gobierno de Chávez a través de un baño de sangre.

Así trataron de justificar el derrocamiento del Presidente Constitucional Hugo Chávez Frías. Los conspiradores no pensaron que el pueblo jamás aceptaría sus trampas. Como dijera el General Jorge Luis García Carneiro -en su interpelación ante la Comisión Especial de la Asamblea Nacional que estudió los hechos ocurridos en los días once, doce, trece y catorce de abril-, aún si el Presidente Chávez hubiese firmado la renuncia, ésta no se habría aceptado como válida, pues, era conocido por todos la presión y la coacción a la cual el Presidente había sido sometido para lograr dicha renuncia. Los golpistas amenazaron con bombardear a Miraflores si Chávez no firmaba la renuncia.

Pero tampoco el pueblo estaba dispuesto a aceptar dicha renuncia; renuncia que, como es bien sabido, no estaban facultados los militares para pedir al Presidente Chávez. Además, la falta absoluta del Presidente es suplida por el Vicepresidente, y esa falta absoluta debe ser testificada por la Asamblea Nacional.

Millones de venezolanos salieron a la calle, en todo el país, pidiendo ver a Chávez; valientemente, se fueron a los cuarteles, desarmados. Se arriesgaron en medio de una dictadura que desconoció todos los poderes legalmente establecidos y que había desatado una feroz represión, que destituyó autoridades legítimamente constituidas, cometieron atropellos, persiguió y acribilló a ciudadanos en las barriadas con la utilización de los cuerpos policiales, entre otras cosas.

...Y los medios de comunicación... en el más absoluto silencio... a pesar de que en los días anteriores habían mantenido bajo tensión a toda la población, transmitiendo, desde el amanecer hasta el anochecer, el show de los paros que ellos mismos estimulaban y las manifestaciones que, desde el Este de Caracas, desde la zona de los ricos, se hacían contra el gobierno de los pobres, contra el gobierno revolucionario.

Pero el pueblo contrarrestó la desinformación y el silencio de los medios, creando su propia red de información y, de este modo, lo que los golpistas esperaban para el día 11 de abril, lo que había sido fríamente preparado y calculado por ellos, el derrocamiento del presidente Chávez, se les revirtió el día 13. cuando el pueblo bolivariano, espontáneamente salió, y junto a su Fuerza Armada derrocó al gobierno de facto recién implantado. Porque éste pueblo sí es como aquel que en Argentina se rebeló contra el neoliberalismo. Y por eso, el derrocamiento que había sido PLANIFICADO contra el gobierno DEMOCRÁTICO, se llevó a cabo ESPONTÁNEAMENTE contra el DICTATORIAL.

Lo que costó millones y millones a la oposición con el único objetivo de derribar al gobierno revolucionario (realizar las movilizaciones de un buen número de personas y cubrirlas, entera y ampliamente, por todos los medios de comunicación), lo lograría Chávez el trece sin mover un dedo, en el más absoluto silencio por parte de los medios, y sin gastar un solo centavo, ni de PDVSA, ni de nadie. Lo hizo, solamente con la fuerza moral que representaba, lo que no puede ni podrá comprar jamás toda la riqueza de la oligarquía.

Pero, volviendo al asunto que nos ocupa, el día once el enfrentamiento entre dos grupos era inminente -reiteramos, sobre los criminales y asesinos que desviaron la marcha debe caer todo el peso de la ley- porque los revolucionarios no iban a dejar al Presidente solo, NI LO DEJARÁN JAMÁS. Ante esta situación, Chávez, siendo no solamente el Presidente de los millones de venezolanos que lo apoyan, sino también de aquellos que estaban marchando en la oposición en ese día funesto, decidió entonces, para evitar el choque entre los dos grupos, activar el Plan Ávila.

Como se sabe, el Plan Ávila no es en modo alguno represivo sino preventivo y disuasivo. Si anteriormente la Guardia Nacional fue utilizada como fuerza represiva, ahora existe un Plan Ávila democrático, tal como era de esperarse en un país que se ha dado para sí la Constitución Bolivariana y la cual sirve de base a los planes que deba ejecutar la Fuerza Armada, apegada a las leyes y a la constitución.

Sin embargo, como los conspiradores debían llevar adelante su macabra conspiración que necesitaba muertes, no activaron el Plan Ávila. La orden fue desconocida porque ya avanzaba el golpe, pero si activaron el plan de la muerte, el conspirativo, el que después llevó a la implantación de la dictadura que desconoció a la Asamblea Nacional, al Tribunal Supremo de Justicia, a la Defensoría del Pueblo, al Contralor General, al Consejo Nacional Electoral. Fue ése y no el Ávila, el plan que ocasionó las muertes del 11 de abril y que permitió el ajusticiamiento por parte de los cuerpos policiales, los días doce y trece, de decenas de personas que pedían el retorno del Presidente Chávez, el plan que desató la represión y la persecución a dirigentes y militantes del partido de gobierno en esos mismos días; ese fue el plan que activaron los golpistas.

Ahora bien, a pesar de que las muertes eran necesarias para los golpistas llevar a cabo su plan, éstas no lo eran sino a la vista de todos. Porque ellos no pensaban que Chávez volvería tan pronto, y en consecuencia, que la verdad verdadera se conocería; ellos pensaron que su gobierno de facto podría ser capaz de mantener oculta la verdad, la cual se perdería en buena medida con el transcurrir del tiempo. Como jamás pudieron imaginar que Chávez volvería en menos de cuarenta y ocho horas, y con él la Asamblea Nacional, donde apenas unos días después se darían las interpelaciones ante la Comisión Especial; como ellos no imaginaron esto, activaron su plan, AUN ANTES DE CAER LAS PRIMERAS VÍCTIMAS MORTALES. Por esa razón, desde las horas de la mañana del día once ya habían hecho movilizaciones en la Base Aérea de La Carlota y a las 2 de la tarde ya estaban siendo tomadas las alcabalas de Fuerte Tiuna, habiendo realizado también otros movimientos necesarios para cuajar el golpe. Después asesinarían a las víctimas que necesitaban, provocarían las muertes que, ante la opinión pública de Venezuela y el mundo, justificarían el accionar militar. Porque en sus argumentos los conspiradores aducían que la masacre los obligó a actuar. Después declararían un supuesto "vacío de poder"... todo, fríamente calculado... y luego... a celebrar el éxito del plan!, tal como lo comentaron abiertamente generales golpistas, lo cual fue oído por el General institucionalista Wilfredo Silva en las instalaciones de Fuerte Tiuna.

Cabe destacar que cuando lograron el número de víctimas necesarias, los mismos personeros que meses antes "predijeron" que esto ocurriría, los mismos que desviaron la marcha, los mismos que después conformarían el gobierno de facto, aparecieron a través de los medios de comunicación radio televisivos, llamando al Presidente Chávez asesino. Esta era una parte muy importante del plan golpista. ¡Qué casualidad!... Los mismos rostros de enero, los mismos que desviaron la marcha, las mismas organizaciones que continuarían apareciendo en el gobierno dictatorial debían expresa y públicamente, llamar a Chávez asesino.

Y detrás de ellos estando la banca nacional e internacional, los empresarios que nunca pagaron impuestos y que tampoco ahora están dispuestos a pagarlos, los terratenientes dueños de las inmensas propiedades ineficientes, individuos y grupos civiles y militares de alto estamento, ligados todos a grandes intereses económicos nacionales y foráneos, minorías que se habían beneficiado de los gobiernos puntofijistas; todos ellos dispuestos a defender sus privilegios como lo han hecho tradicionalmente, a sangre y fuego, porque allí no hay moral.

Los francotiradores dispararon indiscriminadamente hacia las dos marchas, pero un porcentaje mucho mayor de caídos eran chavistas. Después se supo de civiles fuertemente armados tipo Rambo asociados con personajes de la oposición y que portaban armas largas, se habló de grupos de linchamiento, de vendedores de armas, de integrantes del alto estamento militar comprometidos en el golpe y que habían mantenido relación estrecha días antes con especialistas entrenados en eliminación de personas.

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GRAN DIFERENCIA ENTRE LA REBELIÓN DEL 4 DE FEBERO DE 1992 Y EL GOLPE DE ESTADO DEL 11 DE ABRIL DE 2002-08-22

En la rebelión cívico militar del 4 de febrero de 1192 el pueblo no salió en defensa del gobierno, y aun más, los alzados tuvieron un apoyo popular del 80 por ciento. En cambio en el golpe de estado del 11 de abril de 2002 la tristeza, las lágrimas y el dolor demostrado por el pueblo en un primer momento, reflejó su rechazo a la intentona, siendo la prueba más fehaciente de este descontento el hecho de que luego se lanzó a la calle para pedir al Presidente Constitucional Hugo Chávez y su retorno al poder.

La rebelión del 4 de febrero tuvo sus causas en la situación real de crisis y en la pobreza generada por las políticas implementadas pro el gobierno de Carlos Andrés Pérez, lo cual determinó que la gran mayoría del pueblo le diera la espalda al gobierno entonces, tuvo causas naturales. En cambio el golpe del 11 de abril se fabricó sobre causas artificiales , sobre una crisis inducida por los medios y donde se confabularon quienes detentaron el poder económico y político durante décadas, la oligarquía y sus socios multinacionales.

En cierto modo, el 4 de febrero, podría llegar a decir alguien, representó una reacción de los pobres contra los ricos, mientras la intentona del 11 de abril fue apoyada, dirigida y financiada por los ricos para poner los órganos del estado al servicio de la minoría que tradicionalmente había detentado el poder económico y político del país, fue, un golpe de estado de los ricos contra los pobres.

En los términos que utilizamos en nuestro libro LA UNIDAD MUNDIAL (1991), el 4 de febrero fue producto de una reacción de las "fuerzas de rechazo" (o de lo moral) contra las "de atracción" (o de la codicia), mientras el del 11 de abril fue todo lo contrario, es decir, de las fuerzas de la codicia contra los representantes de la moral, que buscan frenar el apetito por las riquezas.

A los insurgentes del 4 de febrero el gobierno de Carlos Andrés Pérez los incomunicó, violándoles todos sus derechos. En cambio a los sediciosos del 11 de abril el gobierno democrático de Hugo Chávez les respeta todos sus derechos. A pesar de ello, Pedro Carmona se fuga de su vivienda donde estaba recluido mientras se le juzgaba en libertad, para pedir asilo en la embajada de Colombia, convirtiéndose de este modo en prófugo de la justicia venezolana.

La participación de Chávez en la rebelión del 4 de febrero tuvo su soporte en los ideales del bolivarianismo, las ideas, los sueños del Libertador que se transforman en acción. El del 11 de abril, por el contrario, como todo aquello que se mueve por el dinero y con la finalidad del lucro, no puede sustentarse en una causa justa o en ideales.

Los sujetos de las fuerzas que hemos llamado "de atracción" no se caracterizan precisamente por realizar sacrificios. Sostenemos que los sacrificios elevan la moral y el espíritu, tal como lo explicábamos en el libro HISTORIA UNIVERSAL - UN ENFOQUE MORAL, lo cual nos conduce a otra diferencia fundamental entre los dos movimientos que estamos estudiando, en relación con los ideales. El del 4 de febrero, al estar más cerca de los intereses de los más desposeídos, fue movido por ideales, como indicáramos anteriormente, pero además, al llevar a su líder al sacrificio de la prisión, lo elevó aún más, espiritual, y moralmente, lo cual refuerza sus rasgos idealistas.

El golpe del 11 de abril, en cambio, no hizo sino defender poderosos intereses nacionales y extranjeros. En consecuencia, allí no hay moral, no hay ideales, como hemos indicado. Además, como gracias al respeto de los derechos que conlleva la aplicación de la Constitución Bolivariana la mayoría de los golpistas están siendo juzgados en libertad, ello disminuye la parte de sacrificio que pudiera contribuir en dar algún elemento de idealización a ese golpe.

El golpe de estado del 11 de abril violentó grandemente muchos derechos, la soberanía interna y externa de Venezuela, derechos colectivos y privados, y, sin embargo, su líder huye; Pedro Carmona se fuga sin dar la cara para enfrentar la responsabilidad. Esa falta de sacrificio al negarse a enfrentar la posibilidad de pagar la pena carcelaria, es otro elemento que trabaja en el sentido de disminuirle, aún más, cualquier asomo de fuerza moral de la cual pudiera llegar a se acreedor el golpe del 11 de abril.

En cambio la reclusión de Hugo Chávez, el líder de la rebelión, en la cárcel de Yare durante dos años, ese sacrificio, elevó aún más la fuerza moral que rodeó al 4 de febrero, influyendo, sin lugar a dudas, en el sentimiento nacional en el cual se convertiría el Comandante Chávez.

En este punto debemos explicar, con respecto a la bandera de la libertad, enarbolada siempre por las fuerzas de la codicia, que éstas no lo hacen por ideales, no lo hacen en haras de que se alcance la verdadera libertad, sino solo por el interés de hacer riquezas; por la libertad que necesitan para realizar sus transacciones lucrativas. Lo hacen para obtener sus ganancias sin las molestas trabas que usualmente les imponen los gobiernos que buscan el bienestar de la sociedad en su conjunto frente a los intereses particulares, individualistas, que exhiben estas fuerzas. Su palabra favorita, "libertad", lo es sólo por esa razón. La autocensura que se pusieron los medios de comunicación venezolanos los días 12 y 13 de abril es una muy buena prueba de que, al menos, la libertad de expresión que tanto dicen defender, es una farsa. La única libertad importante para estos sujetos es, repetimos, la de hacer y acumular riquezas.

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LOS IDEALES Y EL ESPÍRITU DE SACRIFICIO

En relación con el tema de los ideales y su vinculación con el espíritu de sacrificio, noten los lectores la existencia de un patrón de conducta muy bien definido en las "fuerzas de atracción" como también ocurre en las "de rechazo". Los sujetos de la codicia no tienen vocación de sacrificio.

En el trabajo VIVA LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA (noviembre, 2001) nosotros condenamos el terrorismo y explicamos que los actos del 11 de septiembre en Nueva York se inscribían en lo que llamamos "fuerzas de rechazo" VIOLENTAS, habiendo establecido una diferencia entre éstas y las pacíficas. Nuestra revolución, basada en la constitución, se inscribe en estas últimas.

Pero los actos de terrorismo también son realizados por los sujetos de las "fuerzas de atracción". Escogimos estas conductas extremas porque en ellas se observan con mayor facilidad algunas características de los dos grupos opuestos. Ahora bien, de los dos grupos de terroristas, los únicos capaces de sacrificarse en sus actos son los pertenecientes a las "fuerzas de rechazo"; estos sujetos están dispuestos a dar incluso la vida, contrariamente a los sujetos de la atracción o de la codicia. Un ejemplo muy ilustrativo de esta afirmación son los actos terroristas cometidos por el narcotráfico. Estos individuos, al actuar solamente por el lucro, por el apetito de riquezas, jamás estarían dispuestos a suicidarse en un acto de terrorismo; ellos se mueven únicamente en la búsqueda de placeres y bienes materiales.

Por el contrario, los actos de terrorismo ejecutados por los sujetos de las "fuerzas de rechazo" VIOLENTAS sí son susceptibles de involucrar actos suicidas, pues, en último término, su móvil implica siempre un freno a la codicia humana, conectándolo, por tanto, con lo espiritual, se movilizan debido a sus ideales.

De este modo, por ejemplo, Pedro Carmona Estanga se inscribe dentro de los sujetos de las "fuerzas de atracción". Por eso, él no podría ser capaz de movilizar al pueblo venezolano en base a ideales. Estamos ante un representante de la máxima cúpula de empresarios, lo cual conduce directamente a pensar en el lucro, en la ganancia. El mismo lideriza un golpe de estado promovido por la oligarquía, y ahora se fuga para pedir asilo ante la embajada de Colombia, en lugar de enfrentar su responsabilidad por haber participado en un golpe de estado. La prisión es un sacrificio que lo habría podido elevar moralmente ante la población venezolana, como explicamos anteriormente. Sin embargo, por lo que hemos dicho, los sujetos de las "fuerzas de atracción", es su naturaleza, no se caracterizan por la vocación de sacrificio; siendo promotoras del egoísmo y del individualismo y teniendo por único interés el de las riquezas, en consecuencia, tampoco se las conoce como promotoras de ideales.

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LA CONCENTRACIÓN DE LOS BOLIVARIANOS EL DÍA 11 DE ABRIL

Entre quienes nos encontrábamos en las afueras del Palacio de Miraflores -y de esto podrían dar fe los soldados de la Guardia Nacional que hicieron una cadena humana en la esquina de Carmelitas para evitar el choque entre los dos grupos- era comentario común la masacre que se estaba llevando a cabo contra los chavistas en la Avenida Baralt, no solamente porque la Policía Metropolitana disparaba contra nosotros, sino también por los disparos que nos hacían desde edificios aledaños al Palacio y hacia donde señalaban nuestros compañeros.

Las decenas de miles de personas (unas sesenta mil) que estábamos en los alrededores del Palacio sabemos perfectamente que la marcha opositora jamás llegó a Miraflores, y por la Avenida Baralt llegó a más de 300 metros, a pesar de que la ballena de la Policía Metropolitana parecía tratar de abrirse camino con efectivos armados que disparaban contra los nuestros de Puente Llaguno. Precisamente por ese ataque se interrumpía y se dividía en dos nuestra concentración en dicho Puente.

Quienes pudieron haber disparado en un determinado momento desde Puente Llaguno, claramente lo hicieron enfrentados a los que disparaban contra nosotros. Según el video difundido por los medios de comunicación, unos tres individuos dispararon desde allí, pero nuevamente los medios mentían, pues no lo hacían contra la marcha, que estaba muy lejos, sino contra elementos armados. Por esa razón, al intentar pasar por el Puente, era preciso hacerlo con absoluta cautela. El comentario en nuestra concentración era la cautela que debíamos tener también con los francotiradores que estaban apostados en los edificios aledaños a Miraflores, pues esos francotiradores ya habían cobrado muchas víctimas chavistas, incluso en la puerta misma del Palacio y en Puente Llaguno.

Se decía también que conocidos integrantes de Bandera Roja habían llegado fuertemente armados así como cientos de policías, de las alcaldías de Chacao y de Baruta. Como dijera el mismo Comisario de la Policía, Henry Vivas: gracias a Dios, esas dos masas de gente nunca llegaron a enfrentarse. Reiteramos que quienes desviaron esa marcha hacia Miraflores son verdaderos criminales.

La oposición no termina de entender que esta revolución tiene un pueblo que la defiende. Se trata de un sentimiento que ellos nunca han conocido, ni pueden llegar a conocer, porque a sus manifestaciones las mueven los banqueros, los ricos empresarios, los terratenientes, los individuos y grupos ligados a intereses extranjeros; en último término, a sus manifestaciones las mueve el dinero, que jamás podrá sustentar un ideal valedero, que, no nos cansamos de repetir, jamás podrá significar una causa justa y menos aún para el ochenta por ciento de pobres que existen en el país, precisamente por la codicia de aquellos grupos.

Esos insensatos afirman que Chávez ha dividido al país, cuando son ellos quienes se han separado de la inmensa masa de pobres al acumular las grandes riquezas que poseen, al vivir en el lujo en medio de la miseria y crear una división social y económica que genera, como ya indicamos, un ochenta por ciento de pobreza. Ellos son los causantes de los mismo que denuncian. Tanto el líder de este proceso como los pobres, son la consecuencia de las acciones de esa oligarquía. Entonces, no es Chávez quien ha dividido a la sociedad venezolana.

Pero los oligarcas no entienden que el pueblo se siente fielmente representado en el Comandante, que Chávez encarna ese pueblo. Y siguen equivocados tratando de identificar a la minoría que los sigue con pueblos como el argentino que pidió la renuncia de De La Rua, o con el pueblo que aquí en Venezuela pidió la salida del corrupto Carlos Andrés Pérez. Sus seguidores no pueden compararse con las masas revolucionarias capaces de actos heroicos y espontáneos como los realizados por nuestro pueblo el 13 de abril, porque éste es un gobierno revolucionario que defiende los intereses de las grandes mayorías.

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AHORA INTENTAN UN "GOLPE INSTITUCIONAL"

Fracasado el golpe del 11 de abril, ahora la oligarquía busca una salida institucional del Presidente. A través de mecanismos legales intentan sacar a Chávez del poder. Pero nuevamente se equivocan como lo hicieron el once al desestimar al pueblo que siempre ha salido a marchar en apoyo a Chávez. Para explicar esta parte no iremos a lo que debe estar en el origen mismo de las constituciones.

En nuestro libro HISTORIA UNIVERSAL - UN ENFOQUE MORAL (1996) nosotros explicábamos que en la antigüedad los jerarcas basaban su poder convenientemente, en la moral de un dios. Pero ello podían lograrlo porque el dios representaba un freno a la codicia, y era esto lo que en realidad daba la verdadera legitimidad al régimen.

Pedimos disculpas, pero debido a la importancia que reviste, nosotros repetimos hasta el cansancio esta afirmación: el proceso histórico se presenta, de manera cada vez más evidente, como una lucha entre la codicia humana y la moral que le impone un límite. Esto debería manifestarse aún más claramente en la época actual, donde está comprobado que se necesitarían muchos planetas Tierra para sostener, en el mundo, un nivel de vida como el de los países desarrollados, con su estilo de vida. Significa que al menos ese estilo de vida no debería ser imitado a nivel planetario, lo cual requeriría un cambio de valores en ese ámbito, una moral que coloque límites al apetito por las riquezas promovido por el mercado capitalista mundial.

En otras palabras, el deseo de ganancias y de lucro promovido activamente por el mercado capitalista necesita una moral que lo frene, llámese ambientalismo, llámese socialismo, llámese marxismo, llámese bolivarianismo, o llámese como alguna de las grandes religiones (tal como fue expresada por su fundador original), etc.

Ahora bien, ese freno al apetito por las riquezas y al lujo en medio de la miseria se hizo cada vez más evidente a medida que la religión evolucionó y aparecieron las grandes religiones. Ellas sirvieron también, por tanto, de soporte a los mandatarios. Pero a un determinado nivel en el desarrollo de la civilización humana aparecen las constituciones escritas, que pasan a ocupar el papel de las religiones en el Estado como soporte del régimen. Entonces, las constituciones le darán ahora la legitimidad al gobierno... Y, por cierto, también tienen un carácter sagrado, como el mismo Dios. Pero, nuevamente, ellas sirven de soporte porque representan un freno a la codicia humana.

Es como si la ley de la entropía debiera cumplirse en la sociedad con la misma inexorabilidad con que lo hace en la naturaleza. Por medio de esa ley, los sistemas físicos tienen al equilibrio; la energía que se concentra en una parte debido a las fuerzas de atracción se ve obligada por las de repulsión a distribuirse por todo el sistema. En la sociedad humana la riqueza que tiende a concentrarse en una minoría debido al apetito por las ganancias y el lucro, es obligada de algún modo para que se distribuya en toda la sociedad, por las fuerzas que reaccionan contra los desequilibrios, injusticias y desbalances que dicha acumulación provoca.

En un símil que hiciéramos con la naturaleza en LA UNIDAD MUNDIAL nosotros llamamos "fuerzas de atracción" a las representadas por la codicia humana, y "fuerzas de rechazo" a la moral que siempre busca colocarle barreras. Allí planteamos que el mundo estaba evolucionando como una totalidad integrada, desde dos puntos de vista. Por un lado, material; por el otro, moral y espiritual. El primero se producía fundamentalmente debido a las "fuerzas de atracción", al apetito por las riquezas, y conllevaba la globalización. El segundo lo llevaban a cabo las "fuerzas de rechazo", reaccionando contra los desbalances producidos por aquella concentración de riquezas y conllevaba el rescate de los valores, los cuales se perdían a medida que actuaba la codicia poniendo en peligro la existencia misma de la civilización.

Pero a nivel nacional también se lleva a cabo la lucha entre esas dos fuerzas. Y aquí, las constituciones guardan relación con lo que acabamos de exponer, porque ellas vendrían a garantizar que ese equilibrio de la riqueza social se produzca. Y es precisamente en esta medida que las mismas sirven como soporte al régimen. Es decir, tanto en la antigüedad, con sus dioses, como en el presente con las constituciones, no es sino la moral que frena la codicia humana lo que da la verdadera legitimidad al régimen.

Las constituciones deben contener leyes generales porque regulan las relaciones entre todos los integrantes de la sociedad. Pero lo importante es lograr la verdadera justicia, la del pobre, la del desvalido, para que el equilibrio se produzca. Ocurre, sin embargo, que una vez elaborada la ley, que debe ser general por la razón antes expuesta, tiende a ser despojada de su verdadero espíritu. Alegremente, subterfugios legales, trampas de leguleyos, le buscan la vuelta para ir en contra de la moral más significativa en la sociedad, para ir contra la moral que frena el apetito desmedido por las riquezas.

Sin embargo, como hemos dicho anteriormente, el proceso histórico se presenta de manera cada vez más notoria como una lucha entre la codicia y la moral que le coloca un límite. Así, como es esta moral la que da la verdadera legitimidad al régimen, aun cuando los dueños del poder económico utilicen todos los manejos legales que deseen, Chávez, el padre de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, tiene toda la legitimidad del mundo. Y esto ni siquiera necesita entenderlo el pueblo, porque simplemente lo siente. Por esa razón salieron a pedir su regreso los millones de venezolanos el día trece de abril; sencilla y llanamente, porque Chávez defiende los derechos de los más débiles.

Se ha dicho que la voz del pueblo es la voz de Dios, lo cual es una gran verdad, pero, si alejarnos de los pobres es alejarnos de Dios, y viceversa, acercarnos a ellos es acercarnos a Dios, entonces, nosotros sostenemos que una verdad de mayor peso aún estaría contenida en la expresión: la voz del pueblo pobre es la voz de Dios... La voz del pueblo que salió el trece es la voz de Dios. Esta oligarquía debería entender de una vez por todas que las cuarenta y nueve leyes habilitantes, y esto es lo que se encuentra en el centro de toda su conspiración, deben ser aplicadas, para permitir que la producción y la distribución de la riqueza se realice de un modo más equitativo.

Y del mismo modo como pretenden sacar a Chávez, también quieren hacerlo con el Fiscal General, Isaías Rodríguez, y con el Contralor, el Defensor del Pueblo, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, el Concejo Nacional Electoral; es decir, quieren descabezar todos los poderes para revertir el proceso constituyente. Están dispuestos a impedir que la revolución se concretice.

En realidad, el proceso constituyente no puede terminar hasta tanto el plan contenido en la constitución se concretice en sus puntos más neurales. Y la garantía de que la revolución se lleve a cabo de manera pacífica es precisamente que los poderes constituidos contribuyan a ello. Los conspiradores tienen a sus leguleyos trabajando para darle la vuelta a la constitución de modo que obedezca a sus intereses. Pero dado que el proceso constituyente no ha concluido y que el pueblo pobre exige justicia, entonces los poderes sí deben sesgarse, porque deben sesgarse hacia el lado de los débiles. Más aún, es esto lo que le daría la verdadera legitimidad a todo régimen y en específico a éste, siendo un gobierno revolucionario.

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¿NUEVAMENTE LA "MERITOCRACIA"?

Pero al parecer, no están dispuestos a ceder en sus privilegios. La huelga de PDVSA fue accidente sobre el cual se organizaron los paros del nueve, del diez, la huelga general del once y finalmente, se dio forma definitiva al plan conspirativo. Esa huelga de PDVSA, ilegal (no cumplieron los términos), era necesaria para el plan conspirador, pues requerían de un detonador para montar el resto de las acciones.

Los empleados petroleros de la nómina mayor argumentaban el irrespeto a la meritocracia protestando la nueva junta directiva nombrada, de acuerdo a la ley, por el Presidente Chávez. Pero no es un secreto para nadie que la supuesta "meritocracia" está enormemente cuestionada por el gran número de empleados que a lo largo de muchísimos años fueron víctimas de injusticias donde precisamente no se habían tomado en cuenta sus méritos. Pero sin duda, detrás de estas protestas se encontraban sectores ligados a grandes grupos económicos, nacionales y foráneos, interesados en la privatización de la empresa petrolera.

Sin embargo, a pesar del fracaso de su asonada, los golpistas continúan conspirando; los medios de comunicación siguen dando una visión sesgada, ocultando información. Por otra parte, los mismos que se encontraban detrás de los paros están cerrando sus empresas para provocar una situación económica crítica; y ahora, algunas personas piensan que los conspiradores intentan montar su plan sobre otra meritocracia, la de la Fuerza Armada.

Después del regreso al poder del Presidente Constitucional Hugo Chávez es preciso realizar una reestructuración en la Fuerza Armada, tomar acciones contra los oficiales involucrados en el golpe. La oposición por parte de los oficiales de alto rango donde se encuentran generales, almirantes y vicealmirantes a ser sometidos a los Consejos de Investigación que podría conllevar su retiro de la Fuerza, permite identificar otro portaaviones, tal como lo había sido PDVSA, donde los conspiradores, se ha dicho, intentan estimular una nueva crisis sobre la cual montar otro golpe de estado.

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IMPORTANCIA HISTÓRICA DE LAS "FUERZAS DE RECHAZO"

EL RESCATE DE LOS VALORES

Como hemos referido anteriormente, cada vez que el pueblo imagina siquiera que existe un peligro contra el gobierno revolucionario reacciona inmediatamente para salir en su defensa. Esto solamente puede lograrlo un gobierno que muestre un acercamiento verdadero con los pobres, con las grandes mayorías del país y por eso, un fenómeno como éste jamás fue conocido por los regímenes puntofijistas.

La constitución, hemos referido, debe ser un freno efectivo a la codicia, y la nuestra más aún. En ella está plasmado el proyecto revolucionario, una esperanza que, a pesar del trabajo adverso de los medios de comunicación, el pueblo ha entendido y defiende abiertamente.

El principio de participación ciudadana, los Círculos Bolivarianos -organizaciones sociales de base popular, que ponen en práctica la solidaridad, su disposición de trabajo por la comunidad-, las leyes habilitantes presentadas por el Ejecutivo Nacional, basadas justamente en dicha constitución, son elementos importantes para ir avanzando hacia el estado de justicia y de derecho que esperamos alcanzar. Por primera vez en la historia el pueblo tiene un gobierno que se preocupa realmente por la solución de sus problemas; por primera vez en la historia hay un gobierno que podría llamarse "de los pobres". Y es esto lo que lo acerca a lo espiritual.

Cuando tratamos el tema religioso en el libro HISTORIA UNIVERSAL - UN ENFOQUE MORAL vimos que los ascetas, los santos, los profetas, los líderes de las grandes religiones, elevaban su espiritualidad desprendiéndose de los placeres materiales; con ello se acercaban a Dios. Esa parte que es capaz de frenar la codicia produce una elevación moral y espiritual. Nosotros ubicamos a estos sujetos, clara e indiscutiblemente, en el lado de lo que llamamos "fuerzas de rechazo", contraponiéndolos a los que se dejaban llevar por los intereses puramente materiales, involucrando las ansias de lucro.

Por otra parte, dijimos que detrás de la codicia ("fuerzas de atracción") se desataban todos los vicios. Así, se van perdiendo los valores, conduciendo a la sociedad hacia la degradación moral, y con ello hacia su desintegración. Los sujetos incluidos en estas fuerzas se mueven por intereses puramente económicos, por lo material. El asunto es que cuando actúan van destruyendo los valores y generan injusticias y desbalances provocando la reacción de los contrarios. Y son estas fuerzas contrarias las que conducen a la sociedad hacia la renovación de los valores morales y espirituales. Tal renovación involucra siempre la colocación de límites al deseo desmedido de riquezas. Pero esa situación que se produce a nivel social ha tenido y tiene expresiones en el ámbito económico, político, cultural, religioso, etc.

Si detrás de la pasión humana de la codicia vienen todos los vicios, entonces la actuación de las fuerzas que frenan influyen directamente en la renovación de los valores morales. Esto significa que en el plano económico, por ejemplo, no deben estimularse en demasía, por encima de las necesidades del colectivo, la ganancia y el lucro. Después de todo, esa pasión humana es una debilidad suya que no necesita mayor estímulo. Es decir, en lugar del neoliberalismo salvaje, el cual da libertad para actuar a los individuos, permitiéndoles poner sus intereses por encima de los del todo social, se procura una economía que trabaje en función de la solidaridad y de la cooperación. Aquí se ve cómo al colocar límites al apetito por el lucro se están promoviendo valores totalmente opuestos, y esto conlleva, una renovación moral de la sociedad.

Entonces, las "fuerzas de rechazo" se encargan de llevar a cabo esta misión histórica. Como ya lo hemos indicado, las grandes religiones, en los términos planteados por sus fundadores originales son, esencialmente, un freno al deseo desmedido de riquezas y al lujo en medio de la miseria. Es esto lo que les permite servir de unificadoras y, aún más, pueden prescindir de los ritos, las ceremonias, e incluso del ser supremo, pero sin la limitación al apetito por las riquezas solamente lograrían dividir a los seres humanos y a los pueblos y, en consecuencia, quedarían vacías de todo contenido.

Esta limitación a la codicia conlleva entonces, de una vez, la renovación de los valores morales y espirituales, lo cual es imprescindible para que la sociedad siga adelante.

Pero, aún sin proponérselo, las fuerzas de la moral llevan a cabo esta renovación para la sociedad en su conjunto. ¿Quién podría imaginar hace apenas unos cuatro años que una masa humana DEL ESTE de Caracas sería capaz de marchar celebrando la fecha del 23 de enero, cantar el Himno Nacional, y llevar patrióticamente la bandera de la República Bolivariana de Venezuela, no sólo en las manos, sino además impresa en sus sombreros y cintas?... en lugar del símbolo nacional de los Estados Unidos.

Precisamente la difusión del pensamiento de Bolívar y de nuestros héroes patrios ha sido una labor importante en el proceso revolucionario. Y debe seguir levándose a cabo; prueba de esta afirmación es que durante la breve dictadura de Carmona Estanga la cúpula de esa misma minoría que, en el aspecto económico, se resiste a aceptar los valores de la solidaridad y de la cooperación, arrancó del Salón Ayacucho en el Palacio de Miraflores el retrato del Libertador y eliminó el nombre de Bolivariana de nuestra República!!!. Esto indicaba que la revolución debía continuar... El pueblo salió a la calle para pedir el retorno del Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela; el rescate de los valores debe continuar... "Bolívar tiene mucho que hacer todavía en América...".

Nosotros podemos imaginar la clase de valores que ese fascismo usurpador del poder legítimo en nuestro país el día once habría sido capaz de transmitir al pueblo. Ya hemos indicado que a escasas horas de su mandato eliminaron las leyes habilitantes, las cuales, como sabemos, tienen un profundo contenido social, pues buscan favorecer a las clases más desposeídas. Pero además, sin mostrar un solo asomo, no digamos de solidaridad con los pueblos hermanos, sino de la más mínima dosis de humanidad, determinan: "ni una sola gota de petróleo para Cuba!". ¡Qué pobre ejemplo de valores humanos, morales, espirituales, para un pueblo!

Y su absoluta falta de moral se evidencia aún más, porque, mientras negaban el petróleo a un pueblo como el cubano, que sufre un inmisericorde bloqueo económico -precisamente por intentar también promover valores diferentes a los egoístas e individualistas impuestos por el mercado capitalista mundial-, mientras expresan su disposición de no enviar una sola gota de petróleo a Cuba, en cambio ofrecen al país más rico del mundo todo el petróleo que desee!!!... Justamente por esto provocaron una baja del precio cercana a los tres dólares en las escasas horas de su gobierno.

El ejemplo anterior es muy ilustrativo de esa diferencia radical en los valores impuestos por las "fuerzas de atracción" y los que buscan promover las "de reacción". Por esta razón tampoco nos asombra la utilización que los codiciosos hacen de métodos inhumanos para defender sus mezquinos intereses; en absoluto nos asombra el hecho de que estos sujetos hayan dirigido una masa humana hacia el lugar donde ellos mismos esperaban emboscarlos, con el único propósito de derrumbar las barreras que la revolución bolivariana coloca a sus ansias desmedidas de riquezas y de lujo.

Por eso la oposición, solamente capaz de criticar la política económica del gobierno y de afirmar que la situación es insostenible, jamás pudo imaginar que el pueblo saldría por millones a la calle, como lo hiciera el 13 de abril, para colocar nuevamente a Chávez en el poder. Dejando atrás a los viejos dichos que se habían popularizado en los gobiernos puntofijistas: "A mí que me pongan donde hay", "¿Cuánto hay pa’eso?", "Bájate de la mula", "En este país no hay razones para no robar", etc., la nueva constitución, un freno claro a la codicia, trae renovados valores que permiten al pueblo colocarse por encima de lo puramente material, para alcanzar una elevación moral inimaginable en los gobiernos adecos y copeyanos. Esto evidencia una verdadera revolución, un cambio en los valores.

He ahí, pues, la misión histórica de lo que hemos llamado, en una analogía con la naturaleza, "fuerzas de rechazo"; son éstas las encargadas de rescatar para la sociedad en su conjunto los valores que, en su desenfrenada carrera por las ganancias y el lucro, ha destruido la codicia humana.

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LOS PAROS Y HUELGAS DE LA EDUCACIÓN Y LA SALUD

Las huelgas en la educación y en la salud debe cobrar una dimensión distinta en esta época. Nosotros habíamos comentado la importancia de un cambio en los valores por parte de los docentes, en un escrito titulado "La Educación es Sagrada", publicado en el trabajo VIVA LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA. Los sindicatos corruptos, sobrevivientes del puntofijismo, están nuevamente haciendo llamados a paros, a pesar de que a los educadores, en muchos años, no se les había cumplido con el pago como se ha hecho en este gobierno revolucionario, reconociéndoseles, incluso, muchas deudas acumuladas en el pasado.

Debido a la gran importancia que reviste la educación, más adelante haremos la trascripción del citado escrito, con algunos pequeños cambios. Pero antes debemos referirnos brevemente a los paros de la salud. Es preciso tener claro que detrás de éstos existe una falta completa de humanidad, de corazón, y de sentimientos, característica de la codicia humana. Unos profesionales que olvidan su juramento, dejando atrás la ética, la moral, parecen ignorar que el Padre de la Medicina lo fue no solamente por sus investigaciones sino además porque nunca dejó a un enfermo sin atención.

Estos médicos que no atienden al paciente porque se les adeuda un bono o cualquier suma de dinero, avergonzarían, sin duda alguna, a Hipócrates; no pueden llamarse médicos.

Aquí podemos ver cómo detrás de la codicia en el caso de los corruptos gremios vienen vicios que conducen hacia la degradación moral en la sociedad. El hecho de que los médicos hagan a un lado su juramento, la ética, para cumplir con los mandatos a paro de los sindicatos, es solo un ejemplo de esa destrucción de los valores morales a la cual conduce la codicia humana desmedida.

Y peor aún, esa degradación se transmite a través de una complicada red a la sociedad entera. Específicamente en los hospitales podemos observar cómo se extraen equipos y materiales, la desidia, la destrucción de instalaciones para utilizarlo como argumento de los paros, la pérdida de la autoridad y de la responsabilidad. En fin, para frenar la degradación moral en la sociedad es preciso colocar barreras a la codicia humana, y en el caso de los gremios sobrevivientes de una época de corrupción este freno se vuelve imprescindible.

Formación moral urgente necesitan entonces, además, los galenos que en los países subdesarrollados hacen paros y huelgas. La carencia del atributo ético los convierte en médicos a medias. En un país pobre, al dejar a un enfermo sin atención el médico está realizando una acción inmoral. Pero además, desde el punto de vista humano, es un verdadero crimen, cometido por un profesional formado para dar vida, no para ocasionar la muerte.

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LA EDUCACIÓN ES SAGRADA

Se necesita un profesional de la docencia con verdadera conciencia del lugar que la educación ocupa en la sociedad, un profesional con sensibilidad social, un profesional con VERDADERA VOCACIÓN DOCENTE. Aquí no pueden tener cabida los comerciantes de la educación, quienes deberían dejar este campo para dedicarse a la venta de alguna mercancía y hacerse así con el dinero que aparece como su interés fundamental.

De estos paros educacionales hemos aprendido que los sindicatos son corruptos mercaderes de la educación de los niños; aprendimos que en su gran mayoría los "educadores" propiciadores de esta lamentable situación social, como lo es el paro educacional, tiene a sus hijos, generalmente, en colegios privados; aprendimos que esos "educadores" en realidad no tienen conciencia de que la sociedad en la cual ellos viven se deteriora cada vez más debido a esos paros. Estos individuos sin conciencia, quienes ponen por encima del interés social y colectivo los suyos propios, quienes ponen por encima de los derechos de los niños los de los adultos, no se dan cuenta de que ellos mismos, con el transcurrir de los años, terminarán siendo víctimas de su propia actuación.

Estos criminales de la sociedad venezolana han venido utilizando tales métodos desde hace muchísimos años, conduciendo al deterioro progresivo de la educación en el país. El resultado de ello no es otro sino estudiantes con un nivel académico sumamente bajo, porque año tras año terminan reprogramando el calendario escolar, donde los alumnos jamás reciben la educación que en un calendario normal de clases recibirían; y de este modo también se acumula, año tras año, esa deficiencia educativa. Así, nuestros bachilleres no saben escribir, ni leer, no tienen los conocimientos necesarios de matemáticas, ni de historia, etc.

Si todo el proceso histórico es una lucha entre la codicia y la moral que la frena, entonces en un país pobre ninguna cantidad de dinero puede justificar la inmoralidad de dejar a los muchachos sin educación. En estos países, ante una tarea tan moralmente elevada como es la educación de los niños y jóvenes, los docentes no deben hacer al Estado exigencias crecientes en sus sueldos, dada la necesidad de cumplir con el derecho de los niños a la educación. En una palabra, la educación de una sociedad no puede ser negociable; educación y dinero vendrían a ser categorías muy distintas entre si, no comparables, diametralmente opuestas; tan distantes entre si como el cielo y la tierra, como lo material y lo espiritual.

Así, los países pobres requerirían de un nuevo profesional para que el derecho de los niños a la educación se cumpla realmente; requeriría de un docente capaz de entender la situación que vive y comprometerse con los planes educativos; un docente capaz de compenetrarse con los demás seres humanos, de entender esa profunda necesidad de éstos de aprender y esa inmensa capacidad para hacerlo; lo que se necesita en nuestro país es un docente con verdadera vocación, porque "MORAL Y LUCES SON NUESTRAS PRIMERAS NECESIDADES", porque "UN HOMBRE SIN ESTUDIOS ES UN SER INCOMPLETO".

Dejar a los muchachos sin educación es, pues, una inmoralidad.

La huelga de los "educadores" debe someterse a referéndum popular, porque la sociedad, víctima de ella, debe opinar acerca de este asunto vital para su propia existencia. El problema de la educación no se puede dejar en manos de un grupo de individuos sin conciencia colectiva.

La educación no puede estar sujeta a huelgas.

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Tomado de MBR-200


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