17 de marzo

20 de Junio de 2002

El callejón opositor

Álvaro Agudelo
El Mundo

La oposición está encallejonada.

Centrada en sí misma. Sin salida.

Sin líder. Sin unidad ni posibilidad de lograrla. Todo eso es grave, pero su carencia es esencialmente otra: no tienen pueblo. En el fondo toda su actuación se reduce a eso. No cuentan con apoyo popular.

Sin duda muchos dirán que si no tienen respaldo de la gente, cómo organizan grandes manifestaciones. Nadie puede negar que los opositores son capaces de organizar marchas nutridas. Muy nutridas incluso. El pasado sábado movilizaron un contingente respetable, como también lo hicieron el 11 de abril o el 23 de enero. Esos hechos son fáciles de explicar.

La prédica opositora, repetida goebeliana desde hace tres años por unos medios, colocó a la mayor parte de la clase media radicalmente en contra del proceso político que lidera Chávez.

Se trata de un sector que aún es importante, aunque, por desgracia, su número lleva muchos años achicándose. Por cierto que ha sido con el actual Gobierno cuando, por primera vez en 20 años, se detuvo la subida de la clase media al cerro.

Medidas como la protección al deudor hipotecario impiden que ese sector social tenga que mudarse al rancho. Por cierto, no creo que nadie pueda dudar que en caso de una victoria opositora, donde los banqueros que apoyaron a Carmona serían el factor preponderante, la sentencia que ampara a los deudores de créditos indexados no tardaría en ir a la basura, junto con los magistrados que la aprobaron.

Esa clase media radicalizada puede llenar la avenida Bolívar. Pero no ganar elecciones. Son menos del 20% del país.

Claro que se habla de más de cuatro millones de personas, capaces de llenar grandes escenarios.

Pero la oposición sabe que está huérfana de pueblo. La prédica opositora de los medios ahí no caló. Fue el error de los plutócratas que no entendieron que si radicalizaban a la clase media contra Chávez, por los mismos motivos radicalizaban al pueblo a su favor.

Por eso los que jefaturan a los opositores se saben en un callejón sin salida.

Pueden mantener convulsionado al país. Pueden arruinar al pequeño empresario manteniendo la crisis política, que es la causa esencial de la económica.

También son capaces de conservar el clima de agitación, de odio, de ricos contra pobres, gracias al cual puede aumentar significativamente el número de estos últimos. Lo que no saben ni pueden es tomar el poder. Rehuyen toda salida electoral, pues saben que Chávez los barre, incluso si son capaces de unirse. Tienen cerrada la salida democrática. Pero también tienen cerrada la otra, pues los militares, que no son sino el pueblo armado, tampoco apoya salidas de fuerzas.

Pare la oreja

ALGUNOS PÁRROCOS de las urbanizaciones de clase alta actúan como verdaderos incitadores al paramilitarismo.

Llaman a los vecinos a armarse, a organizarse en comandos, para enfrentar a los chavistas, con la justificación de que son grupos para defenderse en caso de saqueos. En la iglesia de la urbanización Manzanares, se reparten papeles donde, además de exhortar a la violencia contrarevolucionaria, se califica a los chavistas de "asesinos y drogadictos". El párroco de Cumbres de Curumo, presta su templo para reuniones y él mismo anima a crear comités para perseguir a los chavistas de esa zona, considerando de esa tendencia a todo el que no sea catire. La Floresta y Los Chorros también cuentan con curas paramilitares. Igual sucede en Altamira, Prados del Este y otras zonas de clase media y alta.

LOS MEDIOS mantienen la misma estrategia anterior al 11 de abril. Sólo Vale TV y Puma TV, de los canales nacionales, no se sumaron a la cadena del sábado.

El resto transmitió sobre todo las intervenciones de quienes sostienen las posiciones más radicales, acusaban al chavismo, sin la menor prueba, por los muertos del 11 de abril. Por cierto, algunos de los allí presentes jugaron un papel destacado en La Carmonada, batiendo el récord de velocidad en su huida al exterior, de donde regresaron cuando se dieron cuenta que el gobierno al que califican de asesino no persigue ni siquiera a golpistas como ellos.

Tomado de Red Bolivariana


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