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¡ ALERTA ¡
Colesterol y
aterosclerosis: un par peligroso
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Por: Dra. Elsa M Chiappa |
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Los
problemas relativos al colesterol comienzan cuando los niveles en
sangre superan el valor de
200 mg % (en el adulto). Este valor es relativo, de
todas maneras, ya
que puede estar
aumentado el llamado
colesterol “malo”, mientras
el colesterol total permanece normal. Con el paso del tiempo
este exceso de
colesterol en la
sangre se deposita
en las paredes de las arterias,
formando un material amarillento denominado placa ateroma tosa. Junto
con la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad y
otros factores de riesgo, determinan el desarrollo de la obstrucción
arterial, conocida como aterosclerosis. El
colesterol es transportado en la sangre por un “carrito” llamado
lipoproteína. Esta a su vez pude ser LDL (lipoproteína de baja densidad)
o HDL (lipoproteína de alta densidad). Las primeras “ensucian” y
“taponan” las arterias, por eso se lo considera colesterol “malo”. Las
segundas “barren” el colesterol del torrente sanguíneo y lo transportan hasta
el hígado. Los niveles altos de HDL son indicios de que el sistema de
“barrido y limpieza” funciona correctamente, es decir, cuanto más elevado
esté el colesterol “bueno”. Los triglicéridos
son sustancias que el organismo utiliza como energía, y el exceso se
almacena como grasa corporal. Es otro elemento que en niveles
elevados tienen gran capacidad de
ocluir arterias. Cuando la dieta
no es suficiente para controlar los niveles de colesterol y triglicéridos, en
particular cuando se asocia a otros factores de riesgo, resulta peligroso
someter a las arterias a semejante daño. Debido a eso es necesario
recurrir a fármacos que sean capaces de reducir el nivel de los lípidos y
el riesgo potencial de desarrollo de aterosclerosis. |